Trampas que deben evitarse, el camino a seguir
En el capítulo 10 comienzan los detalles que enseñan a los que escuchan cómo evitar las trampas en las que podrían caer los simples, el camino a seguir en muchos casos y las consecuencias de las acciones de los hombres: en resumen, lo que caracteriza la sabiduría en detalle, lo que puede ser prudencia para el hombre, discreción divina para los hijos de Dios; y también, el resultado del gobierno de Dios, cualesquiera que sean las apariencias por un tiempo. Es bueno observar que no hay cuestión de redención o propiciación en este libro; propone un caminar de acuerdo con la sabiduría del gobierno de Dios.
Sabiduría para el gobierno; La industria y su recompensa
En el capítulo final tenemos el carácter de un rey según la sabiduría, y el de la mujer en su propia casa, el rey que no se permite lo que, al oscurecer su discernimiento moral a través de la indulgencia de sus lujurias, lo haría incapaz de gobernar. En la mujer vemos la industria perseverante y dedicada que llena la casa de riquezas, honra a sus habitantes y elimina todas las preocupaciones y ansiedades producidas por la pereza. La aplicación típica de estos dos caracteres específicos es demasiado evidente para necesitar una explicación. El ejemplo de la mujer es muy útil, en cuanto al espíritu de la cosa, para alguien que trabaja en la asamblea.
El gran uso del libro para el cristiano
Aunque en este libro la sabiduría producida por el temor de Jehová sólo se aplica a este mundo, es por esa misma razón de gran utilidad para el cristiano, quien, en vista de sus privilegios celestiales, podría, más o menos, olvidar el gobierno continuo de Dios. Es muy importante que el cristiano recuerde el temor del Señor y el efecto de la presencia de Dios en los detalles de su conducta; y repito lo que dije al principio, que es una gran gracia la que se digna aplicar la sabiduría divina a todos los detalles de la vida del hombre en medio de la confusión provocada por el pecado. Ocupado con las cosas celestiales, el cristiano está menos en el camino de descubrir, por su propia experiencia, la clave del laberinto del mal por el que está pasando. Dios ha considerado esto, y Él ha establecido este primer principio: “Sabios en lo que es bueno, y sencillos en cuanto al mal.Así, el cristiano puede ignorar el mal (si un mundano fuera así, caería en él), y sin embargo evitarlo a través de su conocimiento del bien. La sabiduría de Dios le da esto último; el gobierno de Dios provee para todo lo demás. Ahora, en los Proverbios, tenemos estas cosas en principio y en detalle. No me he detenido en el carácter figurativo de las formas del mal. Son más bien principios que cifras. Pero el hombre violento de los últimos días se encuentra continuamente en los Salmos; y Babilonia es el logro completo de la mujer que toma a los simples en sus trampas y los lleva a la muerte; así como Cristo es la sabiduría perfecta de Dios que conduce a la vida. Pero estas dos cosas que manifiestan el mal proceden del corazón del hombre en todo momento desde la caída: sólo nosotros hemos visto que hay un desarrollo activo de las artimañas de la mujer malvada, que tiene su propia casa y sus propios arreglos. No es simplemente el principio de corrupción, sino un sistema organizado, como lo es el de la sabiduría soberana.