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Psalm 107

Sal. 107:7 KJV (With Strong’s)

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7
And he led them forth
darak (Hebrew #1869)
to tread; by implication, to walk; also to string a bow (by treading on it in bending)
KJV usage: archer, bend, come, draw, go (over), guide, lead (forth), thresh, tread (down), walk.
Pronounce: daw-rak'
Origin: a primitive root
by the right
yashar (Hebrew #3477)
straight (literally or figuratively)
KJV usage: convenient, equity, Jasher, just, meet(-est), + pleased well right(-eous), straight, (most) upright(-ly, -ness).
Pronounce: yaw-shawr'
Origin: from 3474
b way
derek (Hebrew #1870)
a road (as trodden); figuratively, a course of life or mode of action, often adverb
KJV usage: along, away, because of, + by, conversation, custom, (east-)ward, journey, manner, passenger, through, toward, (high-) (path-)way(-side), whither(-soever).
Pronounce: deh'-rek
Origin: from 1869
, that they might go
yalak (Hebrew #3212)
to walk (literally or figuratively); causatively, to carry (in various senses)
KJV usage: X again, away, bear, bring, carry (away), come (away), depart, flow, + follow(-ing), get (away, hence, him), (cause to, made) go (away, -ing, -ne, one's way, out), grow, lead (forth), let down, march, prosper, + pursue, cause to run, spread, take away ((-journey)), vanish, (cause to) walk(-ing), wax, X be weak.
Pronounce: yaw-lak'
Origin: a primitive root (compare 1980)
to a city
`iyr (Hebrew #5892)
or ayar (Judges 10:4) {aw-yar'}; from 5782 a city (a place guarded by waking or a watch) in the widest sense (even of a mere encampment or post)
KJV usage: Ai (from margin), city, court (from margin), town.
Pronounce: eer
Origin: or (in the plural) par {awr}
of habitation
mowshab (Hebrew #4186)
from 3427; a seat; figuratively, a site; abstractly, a session; by extension an abode (the place or the time); by implication, population
KJV usage: assembly, dwell in, dwelling(-place), wherein (that) dwelt (in), inhabited place, seat, sitting, situation, sojourning.
Pronounce: mo-shawb'
Origin: or moshab {mo-shawb'}
.

Cross References

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he led.
Sal. 77:20• 20Condujiste á tu pueblo como ovejas, Por mano de Moisés y de Aarón. (Sal. 77:20)
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Sal. 78:52• 52Empero hizo salir á su pueblo como ovejas, Y llevólos por el desierto, como un rebaño. (Sal. 78:52)
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Sal. 136:16• 16Al que pastoreó á su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. (Sal. 136:16)
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Esd. 8:21‑23• 21Y publiqué ayuno allí junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda.
22Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de á caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino: porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan.
23Ayunamos pues, y pedimos á nuestro Dios sobre esto, y él nos fué propicio.
(Esd. 8:21‑23)
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Is. 30:21• 21Entonces tus oídos oirán á tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis á la mano derecha, ni tampoco torzáis á la mano izquierda. (Is. 30:21)
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Is. 35:8‑10• 8Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.
9No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.
10Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán á Sión con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas: y retendrán el gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.
(Is. 35:8‑10)
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Is. 48:17• 17Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que andas. (Is. 48:17)
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Is. 49:8‑11• 8Así dijo Jehová: En hora de contentamiento te oí, y en el día de salud te ayudé: y guardarte he, y te daré por alianza del pueblo, para que levantes la tierra, para que heredes asoladas heredades;
9Para que digas á los presos: Salid; y á los que están en tinieblas: Manifestaos. En los caminos serán apacentados, y en todas las cumbres serán sus pastos.
10No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá á manaderos de aguas.
11Y tornaré camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.
(Is. 49:8‑11)
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Is. 63:13‑14• 13¿El que los condujo por los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezaran?
14El espíritu de Jehová los pastoreó, como á una bestia que desciende al valle; así pastoreaste tu pueblo, para hacerte nombre glorioso.
(Is. 63:13‑14)
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Jer. 6:16• 16Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. (Jer. 6:16)
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Jer. 31:9• 9Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y harélos andar junto á arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán: porque soy á Israel por padre, y Ephraim es mi primogénito. (Jer. 31:9)
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2 P. 2:15,21• 15Que han dejado el camino derecho, y se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, hijo de Bosor, el cual amó el premio de la maldad.
21Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fué dado.
(2 P. 2:15,21)
that they.
Sal. 107:4,36• 4Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, No hallando ciudad de población.
36Y allí aposenta á los hambrientos, Y disponen ciudad para habitación;
(Sal. 107:4,36)
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Neh. 11:3• 3Y estos son los principales de la provincia que moraron en Jerusalem; mas en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión en sus ciudades, de Israel, de los sacerdotes, y Levitas, y Nethineos, y de los hijos de los siervos de Salomón. (Neh. 11:3)
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Jer. 31:24,38‑40• 24Y morarán allí Judá, y también en todas sus ciudades labradores, y los que van con rebaño.
38He aquí que vienen días, dice Jehová, y la ciudad será edificada á Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del rincón.
39Y saldrá más adelante el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Hareb, y rodeará á Goa.
40Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo á Jehová: no será arrancada, ni destruída más para siempre.
(Jer. 31:24,38‑40)
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Jer. 33:10‑13• 10Así ha dicho Jehová: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, que están asoladas sin hombre y sin morador y sin animal, tiene de oirse aún,
11Voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad á Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan alabanza á la casa de Jehová. Porque tornaré á traer la cautividad de la tierra como al principio, ha dicho Jehová.
12Así dice Jehová de los ejércitos: En este lugar desierto, sin hombre y sin animal, y en todas sus ciudades, aun habrá cabañas de pastores que hagan tener majada á ganados.
13En las ciudades de las montañas, en las ciudades de los campos, y en las ciudades del mediodía, y en tierra de Benjamín, y alrededor de Jerusalem y en las ciudades de Judá, aun pasarán ganados por las manos de los contadores, ha dicho Jehová.
(Jer. 33:10‑13)
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He. 11:9‑10,16• 9Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa:
10Porque esperaba ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.
16Empero deseaban la mejor, es á saber, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos: porque les había aparejado ciudad.
(He. 11:9‑10,16)
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He. 12:22• 22Mas os habéis llegado al monte de Sión, y á la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y á la compañía de muchos millares de ángeles, (He. 12:22)
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Ap. 21:2‑4,10‑27• 2Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.
4Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
10Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios,
11Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.
12Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.
13Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodiá tres puertas; al poniente tres puertas.
14Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.
16Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.
17Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.
18Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
19Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
20El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
21Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente.
22Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
23Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.
24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella
25Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.
26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones á ella.
27No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
(Ap. 21:2‑4,10‑27)

J. N. Darby Translation

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7
And he led them forth by a right way, that they might go to a city of habitation.