Jehová bendecido como fuente de fortaleza
El Salmo 144 bendice a Jehová como la fuente de fortaleza. Su súplica para la destrucción de los enemigos es: ¿Qué es el hombre? ¿Por qué debería Jehová dar cuenta1 de tal gusano, y retrasar la obtención de bendiciones al permanecer así en el juicio? Así se busca la liberación, para la verdadera bendición final completa de Israel. Feliz el pueblo en tal caso: ¡feliz el pueblo que tiene a Jehová por su Dios! Directamente, el salmo se aplica a David mismo, quien es nombrado en él, y posee a Dios, como sometiendo a su pueblo (de David) debajo de él, como la fuente del poder real. No veo que traiga a ninguno personalmente en el último día. Si fuera así, sería “el príncipe”; porque habrá una casa humana de David en la tierra. Pero es el llevar al pueblo a ese estado de sujeción bajo Cristo, cuando estarán dispuestos en el día de Su poder, cuando en el día de Jezreel se nombrarán a sí mismos una cabeza, cuando el día será grande, cuando Jehová esparcirá completamente el poder de los enemigos de Israel, Dales una nueva canción y bendícelos. El Mesías seguramente será su cabeza; pero David habla proféticamente de ella en persona. El verdadero Amado será su cabeza segura.