Capítulo 3:1-18: Fe demostrada en nuestro hablar

James 3:1‑18
El uso y abuso de la lengua
Otra área en la que los creyentes judíos tienden a tener “vendas” del judaísmo envueltas en ellos, es en su actitud de superioridad sobre otras nacionalidades. Esto se les ha inculcado durante cientos de años. Es entendible como esto se desarrolló; como israelitas, eran el pueblo “escogido” de Dios (Deuteronomio 7:6, 14:2) y divinamente favorecidos sobre las otras naciones (Deuteronomio 28:9-13; 32:8-149The Lord shall establish thee an holy people unto himself, as he hath sworn unto thee, if thou shalt keep the commandments of the Lord thy God, and walk in his ways. 10And all people of the earth shall see that thou art called by the name of the Lord; and they shall be afraid of thee. 11And the Lord shall make thee plenteous in goods, in the fruit of thy body, and in the fruit of thy cattle, and in the fruit of thy ground, in the land which the Lord sware unto thy fathers to give thee. 12The Lord shall open unto thee his good treasure, the heaven to give the rain unto thy land in his season, and to bless all the work of thine hand: and thou shalt lend unto many nations, and thou shalt not borrow. 13And the Lord shall make thee the head, and not the tail; and thou shalt be above only, and thou shalt not be beneath; if that thou hearken unto the commandments of the Lord thy God, which I command thee this day, to observe and to do them: (Deuteronomy 28:9‑13)
8When the most High divided to the nations their inheritance, when he separated the sons of Adam, he set the bounds of the people according to the number of the children of Israel. 9For the Lord's portion is his people; Jacob is the lot of his inheritance. 10He found him in a desert land, and in the waste howling wilderness; he led him about, he instructed him, he kept him as the apple of his eye. 11As an eagle stirreth up her nest, fluttereth over her young, spreadeth abroad her wings, taketh them, beareth them on her wings: 12So the Lord alone did lead him, and there was no strange god with him. 13He made him ride on the high places of the earth, that he might eat the increase of the fields; and he made him to suck honey out of the rock, and oil out of the flinty rock; 14Butter of kine, and milk of sheep, with fat of lambs, and rams of the breed of Bashan, and goats, with the fat of kidneys of wheat; and thou didst drink the pure blood of the grape. (Deuteronomy 32:8‑14)
), y su orgullo nacional se deleitaba en este hecho. La tendencia de estos conversos judíos era traer este espíritu con ellos a las filas cristianas. Cuando no se controlaba, se manifestaba en delitos con “la lengua”. Este era especialmente el caso de los comentarios despectivos que se hacían hacia los creyentes gentiles que acababan de ser salvados y añadidos a la compañía cristiana. No hace falta decir que esto era perjudicial para la comunión de los santos, y condujo a “envidia amarga y contención” entre hermanos (versículos 14-16). Algo aún más grave estaba en la raíz de este problema; se había hecho evidente que algunos de los judíos que profesaban fe en el Señor Jesucristo no eran salvos en absoluto; eran simplemente creyentes profesos. Por lo tanto, no era de extrañar que tales ofensores no tuvieran ningún reparo en incitar conflictos con comentarios ofensivos.
En muchos sentidos, nuestra forma de hablar es un indicador de quienes somos realmente; manifiesta nuestra condición espiritual. Lo que somos será revelado inevitablemente por lo que decimos. Puede que no siempre sea el caso (Salmo 55:2121The words of his mouth were smoother than butter, but war was in his heart: his words were softer than oil, yet were they drawn swords. (Psalm 55:21)), pero normalmente lo que está en el corazón saldrá por la boca. Se ha dicho que la lengua es una delatora del corazón. Salomón nos advirtió: “Si mal pensaste, pon el dedo sobre la boca” (Proverbios 30:3232If thou hast done foolishly in lifting up thyself, or if thou hast thought evil, lay thine hand upon thy mouth. (Proverbs 30:32)). ¿Por qué? Porque lo que hemos estado pensando es probable que salga de nuestra boca si no se juzga en el corazón. De ahí que nos delatemos a nosotros mismos por lo que sale de nuestra boca. El Señor Jesús enseñó: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:3434O generation of vipers, how can ye, being evil, speak good things? for out of the abundance of the heart the mouth speaketh. (Matthew 12:34)).
Ya que la lengua es una representante honesta de la persona interior, en este capítulo Santiago la usa como otra prueba de la realidad de la fe profesada por una persona. Procede a abordar la vanidad de una fe superficial que no produce la evidencia de la realidad en la vida de una persona. Él quería que sus compatriotas que habían hecho una profesión de fe en el Señor Jesús probaran la realidad de su fe por el control de sus lenguas, y así, andar en feliz comunión con sus hermanos.
Versículo 1.— Es triste decirlo, pero algunos de estos judíos conversos aspiraban indebidamente a dominar a los demás, sobre todo a los gentiles que habían creído. Santiago aborda este tema como introducción a sus comentarios sobre el uso y abuso de la lengua. Dice: “Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación [juicio]”. Santiago no estaba hablando del uso correcto del don de enseñanza donde la lengua se utilizaría para edificar a los santos en la verdad, sino de la tendencia de la carne que se deleita en enseñar a otros. Por lo tanto, el tema aquí no es un maestro ejerciendo su don en dependencia del Señor, sino la inclinación a querer enseñar: el pecado de clamar por el puesto de un maestro.
Siendo judíos, conocían bien las Escrituras; esto les dio una clara ventaja sobre sus hermanos gentiles que no habían sido tan favorecidos. Pero esto llevó a algunos a suponer que se les debía conceder una posición de respeto y admiración entre sus hermanos cristianos, como tenían los rabinos en el judaísmo. Es un deseo natural de la carne querer instruir y legislar a los demás, y así, ganar ascendencia entre los hombres, pero tristemente, esto provoca resentimiento y “envidia amarga y contención” (versículo 14). Posiciones de admiración pueden haber sido defendidas entre los judíos en el judaísmo, pero no hay lugar para esto en el cristianismo. El Señor Jesús enseñó a Sus discípulos: “Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos”.
La enseñanza entre los creyentes es necesaria (1 Timoteo 4:1313Till I come, give attendance to reading, to exhortation, to doctrine. (1 Timothy 4:13)), pero aquellos que enseñan deben entender que una gran responsabilidad recae sobre todos ellos. Todo el que enseña profesa tener un entendimiento del deber cristiano, y están, por lo tanto, obligados a obedecerlo. El aspecto de “juicio” al que se refiere Santiago aquí es el castigo gubernamental de Dios a Su pueblo mientras están en la tierra. Si nuestros caminos no agradan al Señor, entonces Él se encargará de corregirnos mediante juicios disciplinarios en nuestras vidas que son de naturaleza providencial (1 Pedro 1:16-17; 3:10-1216Because it is written, Be ye holy; for I am holy. 17And if ye call on the Father, who without respect of persons judgeth according to every man's work, pass the time of your sojourning here in fear: (1 Peter 1:16‑17)
10For he that will love life, and see good days, let him refrain his tongue from evil, and his lips that they speak no guile: 11Let him eschew evil, and do good; let him seek peace, and ensue it. 12For the eyes of the Lord are over the righteous, and his ears are open unto their prayers: but the face of the Lord is against them that do evil. (1 Peter 3:10‑12)
). Este tipo de juicio no tiene nada que ver con la salvación eterna del creyente en Cristo.
Versículos 2-4.— Santiago pasa del uso de la lengua en la enseñanza pública al uso de la lengua en conversaciones generales. En cuanto al control de la lengua, dice: “Todos ofendemos en muchas cosas”. Todos sabemos lo que es sentir el filo de un comentario ofensivo, y sin embargo todos hemos hecho comentarios de ese tipo alguna vez (Proverbios 12:1818There is that speaketh like the piercings of a sword: but the tongue of the wise is health. (Proverbs 12:18)). Al decir: “Todos”, Santiago no señalaba con el dedo a los ofensores sin incluirse a sí mismo. Un ejemplo de ello ocurrió más adelante en la vida de Santiago, cuando aconsejó mal a Pablo sobre la cuestión de hacer un voto y entrar en el templo (Hechos 21:18-2518And the day following Paul went in with us unto James; and all the elders were present. 19And when he had saluted them, he declared particularly what things God had wrought among the Gentiles by his ministry. 20And when they heard it, they glorified the Lord, and said unto him, Thou seest, brother, how many thousands of Jews there are which believe; and they are all zealous of the law: 21And they are informed of thee, that thou teachest all the Jews which are among the Gentiles to forsake Moses, saying that they ought not to circumcise their children, neither to walk after the customs. 22What is it therefore? the multitude must needs come together: for they will hear that thou art come. 23Do therefore this that we say to thee: We have four men which have a vow on them; 24Them take, and purify thyself with them, and be at charges with them, that they may shave their heads: and all may know that those things, whereof they were informed concerning thee, are nothing; but that thou thyself also walkest orderly, and keepest the law. 25As touching the Gentiles which believe, we have written and concluded that they observe no such thing, save only that they keep themselves from things offered to idols, and from blood, and from strangled, and from fornication. (Acts 21:18‑25)). Incluso Moisés, el hombre más manso de toda la tierra, ofendió de esta manera; habló “precipitadamente con sus labios” (Números 12:3; 20:9-123(Now the man Moses was very meek, above all the men which were upon the face of the earth.) (Numbers 12:3)
9And Moses took the rod from before the Lord, as he commanded him. 10And Moses and Aaron gathered the congregation together before the rock, and he said unto them, Hear now, ye rebels; must we fetch you water out of this rock? 11And Moses lifted up his hand, and with his rod he smote the rock twice: and the water came out abundantly, and the congregation drank, and their beasts also. 12And the Lord spake unto Moses and Aaron, Because ye believed me not, to sanctify me in the eyes of the children of Israel, therefore ye shall not bring this congregation into the land which I have given them. (Numbers 20:9‑12)
; Salmo 106:33,33Because they provoked his spirit, so that he spake unadvisedly with his lips. (Psalm 106:33) LBLA). Salomón dijo: “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias” (Proverbios 21:23; 13:323Whoso keepeth his mouth and his tongue keepeth his soul from troubles. (Proverbs 21:23)
3He that keepeth his mouth keepeth his life: but he that openeth wide his lips shall have destruction. (Proverbs 13:3)
). Por lo tanto, todos debemos orar como David: “Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios” (Salmo 141:33Set a watch, O Lord, before my mouth; keep the door of my lips. (Psalm 141:3)).
El hermano W. MacDonald decía que, al igual que un médico solía comprobar el estado de salud de una persona examinando su lengua, a menudo podemos discernir el estado del alma de una persona comprobando la actividad de su lengua. Como se mencionó anteriormente, la lengua es un índice del corazón. Ningún miembro del cuerpo humano está más dispuesto a seguir los impulsos de la naturaleza pecaminosa caída que la lengua. J. N. Darby dijo acertadamente: “El movimiento de la lengua es la primera expresión de la voluntad del hombre natural”. Esto es cierto tanto para un creyente como para un incrédulo, porque todos tienen una naturaleza pecaminosa caída.
Ya que los pecados de la lengua son los más comunes y los más difíciles de controlar, el grado de madurez de un cristiano se mide por el control de su lengua. Santiago dice: “Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto”. Perfección, en el sentido en que la utiliza aquí, es pleno crecimiento: madurez (Hebreos 5:1414But strong meat belongeth to them that are of full age, even those who by reason of use have their senses exercised to discern both good and evil. (Hebrews 5:14)). El control de la lengua es de suma importancia para mantener la paz y unidad entre hermanos. Como ya se ha mencionado, esto fue toda una prueba para la multitud mixta de judíos profesos conversos debido a su larga historia de prejuicios contra los gentiles, con quienes ahora estaban llamados a caminar.
El difícil control de la lengua
Versículos 3-4.— Santiago utiliza una serie de figuras de la naturaleza para ilustrar el uso y abuso de la lengua. Las dos primeras figuras indican, a modo de contraste, el hecho de que aunque la lengua es un miembro muy pequeño en el cuerpo, es muy difícil de controlar.
Un freno en la boca de un caballo (versículo 3)
Un “freno” en la boca de un caballo no es algo muy grande, sin embargo, controla la dirección en la que va el animal. Quien sujeta las riendas del freno es capaz de imponer su voluntad al caballo y controlar la dirección de la bestia. Pero, tristemente, no es cierto cuando se trata de la lengua. La lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo y, sin embargo, tenemos grandes dificultades para controlarla.
Un timón de un barco (versículo 4)
El instrumento de control en el ejemplo anterior estaba en la parte delantera del animal, pero aquí, en el caso del “timón”, está en la parte trasera del barco. Un timón está fuera de la vista y detrás del barco, pero es capaz de controlar su dirección. Una vez más, esto depende totalmente de la voluntad de la persona que lleva el timón. Aunque esto es cierto en el caso de un gran barco, no lo es en el caso de la lengua.
La naturaleza destructiva de la lengua
Versículos 5-6.— Santiago pasa a hablar del carácter destructivo de la lengua, cuando se deja suelta. Las dos primeras imágenes apuntan a la responsabilidad del propietario y operador de la lengua, pero esta figura (“un fuego”) se centra en las posibilidades malignas de ese pequeño miembro y en el daño que causa cuando no se controla.
Una chispa provoca un devastador incendio forestal
Una chispa es algo muy pequeño, sin embargo ¡puede provocar un gran incendio forestal! Santiago dice: “He aquí, un pequeño fuego cuán grande bosque enciende”. La naturaleza devoradora del fuego se usa en el libro de Proverbios para describir la destrucción que puede causar la lengua de un chismoso (Proverbios 26:20-2120Where no wood is, there the fire goeth out: so where there is no talebearer, the strife ceaseth. 21As coals are to burning coals, and wood to fire; so is a contentious man to kindle strife. (Proverbs 26:20‑21)). La rima infantil del inglés: “Los palos y piedras podrán romper mis huesos, pero las palabras nunca me herirán”1, simplemente no es verdad. Las palabras hieren a las personas (Proverbios 12:18; 18:8; 26:2218There is that speaketh like the piercings of a sword: but the tongue of the wise is health. (Proverbs 12:18)
8The words of a talebearer are as wounds, and they go down into the innermost parts of the belly. (Proverbs 18:8)
22The words of a talebearer are as wounds, and they go down into the innermost parts of the belly. (Proverbs 26:22)
; “Las palabras del chismoso son como heridas” [traducción KJV]). Las palabras hirientes y carnales dejan destrucción y ofensas a su paso. Destruyen a otros, y en el proceso, destruyen relaciones personales, matrimonios, familias, asambleas, etc. Haríamos bien en recordar el antiguo adagio: “Quién te cuente chismes, ¡chismes contará de ti!” Si una persona no puede controlar su lengua en una dirección, tampoco podrá hacerlo en otras.
El versículo 6 subraya el hecho de que la lengua despierta la carne, no sólo en el individuo que permite que la carne actúe, sino también en los demás. Es “un mundo de maldad”. La palabra “mundo” se usa aquí para denotar todo un sistema de cosas malvadas que están interconectadas y que se despiertan en el alma de una persona. El resultado es que “todo el cuerpo” (toda la persona) es afectado y “contaminado”. Santiago dice que: “inflama la rueda de la creación”. Es decir, la naturaleza pecaminosa caída se pone en marcha y es muy difícil de parar. Añade que la “llama” de la acción carnal es encendida “por Gehenna” (traducción W. Kelly). Gehenna es una palabra que describe el lugar de condenación eterna para Satanás y sus ángeles (Mateo 25:4141Then shall he say also unto them on the left hand, Depart from me, ye cursed, into everlasting fire, prepared for the devil and his angels: (Matthew 25:41)); se usa aquí como sinónimo del reino de maldad de Satanás. El punto es que cuando nuestra carne se agita, Satanás puede tomar el control de la situación y usar nuestras lenguas para sus propósitos infernales. Esto es algo solemne y serio para considerar.
El carácter corruptor de la lengua
Versículos 7-8.— El siguiente punto que aborda Santiago es el carácter contaminante y corruptor de la lengua. No sólo es incontrolable y destructiva, sino también perversa.
Una bestia venenosa indomable
En estos versículos, Santiago, personifica la lengua humana como una bestia maligna que no se parece a ninguna otra bestia. Señala el hecho de que hay todo tipo de “bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar” que pueden ser “domadas” (versículo 7). En contraste con todo esto, la lengua humana es una bestia que “ningún hombre puede domar” (versículo 8a). Esta afirmación parece contradecir el versículo 2, que dice que un hombre perfecto (un cristiano plenamente maduro) es capaz de refrenar su lengua. Puede ser que Santiago esté hablando de un hombre del mundo que ni siquiera es salvo.
La lengua es “un mal que no puede ser refrenado”. Incluso el hijo más sincero de Dios, que tiene una vida y una naturaleza nuevas, tiene una verdadera lucha en sus manos. El rey David sabía lo que era luchar y perder esa batalla. Dijo: “Atenderé á mis caminos, para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío fuere contra mí. Enmudecí con silencio, calléme aun respecto de lo bueno: y excitóse mi dolor. Enardecióse mi corazón dentro de mí; encendióse fuego en mi meditación, y así proferí con mi lengua” (Salmo 39:1-31<<To the chief Musician, even to Jeduthun, A Psalm of David.>> I said, I will take heed to my ways, that I sin not with my tongue: I will keep my mouth with a bridle, while the wicked is before me. 2I was dumb with silence, I held my peace, even from good; and my sorrow was stirred. 3My heart was hot within me, while I was musing the fire burned: then spake I with my tongue, (Psalm 39:1‑3)). Estaba determinado a refrenar la actividad de su lengua, pero no pasó mucho tiempo antes de que ese miembro rebelde estallara y hablara descontroladamente.
Santiago también personifica a la lengua como una bestia venenosa que está “llena de veneno mortal” (versículo 8b). ¡Y qué venenosas pueden ser las palabras! Solo unas pocas palabras malvadas pueden envenenar la mente de un oyente e influenciar y corromper a alguien muy rápidamente. A esta pequeña y fea bestia le encantaría contar chismes sobre alguien y criticarlo, etc. Es un instrumento del corazón dispuesto a articular el mal (Marcos 7:21-2321For from within, out of the heart of men, proceed evil thoughts, adulteries, fornications, murders, 22Thefts, covetousness, wickedness, deceit, lasciviousness, an evil eye, blasphemy, pride, foolishness: 23All these evil things come from within, and defile the man. (Mark 7:21‑23)).
La inconsistencia de la lengua
Versículos 9-12.— Santiago señala otra extraña anomalía respecto a la lengua humana: la inconsistencia de sus acciones. Dice: “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres” (versículo 9). Se nos pide considerar la inconsistencia de tener bendiciones y maldiciones fluyendo “de una misma boca”. Sin embargo, esto es exactamente lo que hacen los hombres. Santiago emplea otras dos imágenes de la naturaleza que nos enseñan que “no conviene que estas cosas sean así hechas” (1 Corintios 11:1414Doth not even nature itself teach you, that, if a man have long hair, it is a shame unto him? (1 Corinthians 11:14)). Estas cosas naturales reprenden este tipo de incoherencia.
Una fuente que da agua dulce y agua salada
Nos pide que imaginemos una fuente que da agua salda y agua dulce al mismo tiempo. Pregunta: “¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?” (versículo 11). No existe tal cosa en la naturaleza, y sin embargo con la lengua humana esta paradoja es evidente.
Un árbol que da dos clases de fruto
De nuevo, Santiago pregunta si existe en la naturaleza un árbol que pueda dar dos clases de frutos. “¿Puede la higuera producir aceitunas, ó la vid higos?” (versículo 12). Su conclusión, por supuesto, es que la lengua no debería ser inconsistente.
Ya que los inconversos no bendicen a Dios Padre, es evidente que Santiago se refiere aquí a los creyentes. ¿Cómo es entonces que este extraño fenómeno se puede encontrar en los cristianos? La respuesta es que ellos poseen dos naturalezas. Tienen la naturaleza caída de pecado, pero al nacer de nuevo, también tienen una nueva vida. Si se permite que la naturaleza pecaminosa caída actúe, entonces la lengua se convertirá en un instrumento de la carne. Pero si la nueva vida actúa bajo el control del Espíritu Santo, la lengua bendecirá y edificará a todos los que la oigan hablar. El cristiano es responsable de juzgar la carne para que solo lo que es bueno emane en bendición a otros.
El uso sabio de la lengua
Versículos 13-18.— Tras abordar las posibilidades malignas de la lengua, Santiago pasa a hablar de la responsabilidad del cristiano de “mostrar” el hecho de que es “sabio” por “buena conversación [modo de vida]” y con la “mansedumbre de sabiduría” (versículo 13). La mansedumbre tiene que ver con tener cuidado de no ofender a otros en nuestras interacciones con ellos, especialmente con nuestra lengua. Si no manifestamos una moderación en esta área de nuestras vidas, sino que estamos habitualmente llenos de “envidia amarga y contención”, pone en duda nuestra profesión de fe. Santiago advierte: “ni seáis mentirosos contra la verdad” (versículo 14). Es decir, no te jactes de ser cristiano cuando tu vida demuestra continuamente lo contrario.
Profesar ser cristiano mientras se vive de forma contraria no es “sabiduría ... que viene de lo alto”. Es puramente “terrena, animal, diabólica” (versículo 15). El hombre del mundo es gobernado por los principios del mundo, la carne y el diablo. Toda esa mentalidad terrenal dejará su marca de “perturbación y toda obra perversa” en todo lo que toca (versículo 16).
Por otro lado, la verdadera sabiduría celestial (“de lo alto”) se manifestará en los resultados morales y en la vida cristiana práctica. Santiago nos da siete características sobresalientes de la sabiduría celestial:
•  “Pura”: Pureza de corazón que lleva a la comunión con Dios.
•  “Pacífica”: Tranquilidad de alma y mente que se traduce en ser agradable con los demás.
•  “Modesta”: Afable.
•  “Benigna [complaciente]”: Ni testarudo ni obstinado.
•  “Llena de misericordia y de buenos frutos”: Actos de bondad hacia los demás.
•  “No juzgadora [sin contención]”: Disposición a recibir más información sobre temas sin debatir.
•  “No fingida [genuina]”: Sin pretensiones ni falsedades, sin segundas intenciones.
Vemos de esto que la verdadera sabiduría no se mide por las palabras de una persona o por su profundidad de conocimiento bíblico, sino por su manera de vivir. El conocimiento de las Escrituras no controla la lengua; sólo se alcanza por una vida vivida en la presencia de Dios que fluye de la comunión con Dios.
Versículo 18.— La sabiduría celestial se verá en los resultados que produce; dará lugar a una tranquila unidad entre los hermanos. En lugar de que la comunidad de los santos sea desgarrada por lenguas desenfrenadas, “el fruto [semilla] de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz”. Si sembramos “la semilla de justicia” en paz, producirá una cosecha de justicia, y hará paz entre los hermanos. La sabiduría terrenal, natural y diabólica (falsa) sólo alimenta el fuego de la contienda y la confusión. A veces, puede que tengamos que decir algo con toda sinceridad a alguien (Proverbios 27:66Faithful are the wounds of a friend; but the kisses of an enemy are deceitful. (Proverbs 27:6)), pero debe ser “sembrado en paz”. Alguien dijo que: “el tacto consiste en saber exponer un argumento sin hacerse un enemigo”. Este tipo de sabiduría celestial proviene de un alma que está en comunión con Dios; busca la paz a través de “justicia”, no a través de ceder en sus principios.
Por tanto, la clave para hablar correctamente es estar en un estado correcto del alma a través de la comunión con Dios. Si sopesáramos nuestras palabras en presencia del Señor antes de pronunciarlas, evitaríamos decir muchas cosas perjudiciales. En esto, “todos ofendemos” (versículo 2). Tal vez si nos sometiéramos a la siguiente verificación podríamos librarnos de las palabras crueles y destructivas que se pronuncian:
•  ¿Es verdad?
•  ¿Es amable?
•  ¿Es necesario?
En última instancia, la lengua es un índice de la condición del alma de una persona. Puede demostrar que una persona que profesa fe no es real. Si uno tiene fe de verdad, ésta se manifestará en su vida. Sin embargo, si hay amargura habitual, envidia, disputas, un discurso poco amable y vengativo, puede ser una señal de que la persona no se ha salvado en absoluto. Por tanto, el uso y abuso de la lengua es, en este sentido, la prueba de la fe de una persona.
 
1. Nota del Traductor: El refrán en inglés, “sticks and stones may break my bones, but words will never hurt me”, significa que mientras los golpes físicos duelen, las palabras ofensivas no; una versión idiomática en español de este refrán es, “a palabras necias, oídos sordos”.