Capítulos 4-5: Un paréntesis: Preparaciones celestiales previas a la caída del juicio en la tierra

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Derechos de Cristo sobre la herencia
Los capítulos 4 y 5 son introductorios a los juicios proféticos que siguen en el libro y, en cierto modo, podrían verse como un paréntesis en el desarrollo de los acontecimientos en la tierra. Los capítulos 2 y 3 nos han dado la historia de la Iglesia en la tierra durante los últimos 2000 años. Inmediatamente después de que la Iglesia sea llamada al cielo, los acontecimientos del capítulo 6 tendrán lugar en la tierra: son una continuación del capítulo 3.
Estos capítulos intercalados (4–5) describen una escena en el cielo que precede a los juicios que caerán sobre la tierra. El tema que se nos presenta en estos capítulos es el mérito que tiene Cristo de poseer la herencia y de reinar sobre ella. La “herencia” se refiere a toda cosa creada en el cielo y en la tierra (Efesios 1:11,14,1811In whom also we have obtained an inheritance, being predestinated according to the purpose of him who worketh all things after the counsel of his own will: (Ephesians 1:11)
14Which is the earnest of our inheritance until the redemption of the purchased possession, unto the praise of his glory. (Ephesians 1:14)
18The eyes of your understanding being enlightened; that ye may know what is the hope of his calling, and what the riches of the glory of his inheritance in the saints, (Ephesians 1:18)
). Estos capítulos muestran que Él tiene un doble mérito:
•  En el capítulo 4: Él es merecedor por Sus derechos creacionales: “Tú creaste ... ” (versículo 11).
•  En el capítulo 5: Él es merecedor por Sus derechos de redención: “Has redimido [comprado] ... ” (versículo 9).
Ezequiel 21:2727I will overturn, overturn, overturn, it: and it shall be no more, until he come whose right it is; and I will give it him. (Ezekiel 21:27) nos dice que Dios tiene Uno “cuyo es el derecho”: el Señor Jesucristo. Él vendrá en el momento señalado por Dios para reclamar la herencia y reinar sobre ella en justicia.
•  El capítulo 4 se ocupa del “trono” y de Aquel (el Creador) que se sienta en él.
•  El capítulo 5 se ocupa del “libro” y de Aquel (el Redentor) que es digno de abrirlo.
La transferencia del gobierno de la tierra de los ángeles a los hombres redimidos
Las Escrituras indican que el gobierno del “mundo venidero” (el Milenio) estará en las manos de los hombres —hombres redimidos (Hebreos 2:5-65For unto the angels hath he not put in subjection the world to come, whereof we speak. 6But one in a certain place testified, saying, What is man, that thou art mindful of him? or the son of man, that thou visitest him? (Hebrews 2:5‑6))—. Actualmente, la tierra está bajo la jurisdicción de los ángeles, que actúan administrativamente por Dios en la ejecución de Sus tratos gubernamentales con los hombres. Después de que la presente Dispensación de la Gracia haya llegado a su fin y que la Iglesia haya sido llamada al cielo, habrá un momento en el que los ángeles serán reunidos y retirados de su cargo actual (Hebreos 12:22-23: “millares de ángeles, la congregación universal”, traducción J. N. Darby), y ese cargo será transferido a las manos de hombres glorificados en el cielo.
Esto se ve aquí en Apocalipsis 4–5. Los “cuatro seres vivientes” (traducción J. N. Darby) representan (figurativamente) los atributos del poder providencial invisible en la ejecución del juicio en la tierra. No son criaturas reales, sino emblemas de la destreza de Dios para gobernar la tierra providencialmente. Se les describe como “un león” (que significa poder), “un becerro” (que significa firmeza), “la cara como de hombre” (que significa inteligencia) y “un águila volando” (que significa rapidez de ejecución). Estos seres vivientes son vistos en el capítulo 4 como fusionados con (no distinguidos de) los ángeles. Ellos son vistos como una sola compañía que actúa para Dios en Su gobierno de la tierra. Así, la administración actual de la tierra se ejerce a través de los ángeles. Pero luego en el capítulo 5, cuando el Cordero toma el libro, los “cuatro seres vivientes” son vistos como separados y distintos de los ángeles, y en cambio fusionados con los ancianos (hombres redimidos y glorificados) como una sola compañía. Se les ve actuando junto con los ancianos en la función sacerdotal de alabanza (“arpas”), en la oración (“copas ... llenas de perfumes”), en el cantar de los redimidos (Apocalipsis 5:8-108And when he had taken the book, the four beasts and four and twenty elders fell down before the Lamb, having every one of them harps, and golden vials full of odors, which are the prayers of saints. 9And they sung a new song, saying, Thou art worthy to take the book, and to open the seals thereof: for thou wast slain, and hast redeemed us to God by thy blood out of every kindred, and tongue, and people, and nation; 10And hast made us unto our God kings and priests: and we shall reign on the earth. (Revelation 5:8‑10)) y en el reconocimiento de que Cristo (el Cordero) es el Gobernante supremo del mundo venidero (Apocalipsis 5:1414And the four beasts said, Amen. And the four and twenty elders fell down and worshipped him that liveth for ever and ever. (Revelation 5:14)). Esto demuestra que no pueden ser criaturas angélicas reales que Dios ha creado, porque ninguno de ellos conoce ni canta el cántico de la redención. Este cambio indica que la administración de la tierra será entonces transferida a las manos de los hombres redimidos y glorificados (Lucas 19:16-1916Then came the first, saying, Lord, thy pound hath gained ten pounds. 17And he said unto him, Well, thou good servant: because thou hast been faithful in a very little, have thou authority over ten cities. 18And the second came, saying, Lord, thy pound hath gained five pounds. 19And he said likewise to him, Be thou also over five cities. (Luke 19:16‑19); Romanos 8:1717And if children, then heirs; heirs of God, and joint-heirs with Christ; if so be that we suffer with him, that we may be also glorified together. (Romans 8:17); 2 Timoteo 2:1212If we suffer, we shall also reign with him: if we deny him, he also will deny us: (2 Timothy 2:12); Hebreos 2:55For unto the angels hath he not put in subjection the world to come, whereof we speak. (Hebrews 2:5); Apocalipsis 21:99And there came unto me one of the seven angels which had the seven vials full of the seven last plagues, and talked with me, saying, Come hither, I will show thee the bride, the Lamb's wife. (Revelation 21:9)–22:5). En el capítulo 6 se ve a los seres vivientes llevando a cabo eventos en la tierra providencialmente, de acuerdo con el Cordero y Su apertura de los sellos.
W. Kelly dijo: “Las criaturas vivientes en sí mismas representan los atributos del poder providencial en la ejecución del juicio; pero la comparación de los capítulos [4 y 5] señala una mudanza en su administración de los ángeles, que son ahora los agentes, a los redimidos, que han de serlo. Por lo tanto, en el capítulo 4 los ángeles se fusionan, por así decirlo, con las criaturas vivientes; en el capítulo 5 se diferencian en vista de los coherederos de Cristo, a quienes Dios someterá el mundo habitado venidero, y no a los ángeles (Hebreos 2:55For unto the angels hath he not put in subjection the world to come, whereof we speak. (Hebrews 2:5))” (Revelation Expounded, página 87).
Los derechos de Cristo debido a la creación
Capítulo 4:1-11.— El pecado ha arruinado la creación, pero el juicio limpiará los efectos del pecado y la restablecerá a un estado en el que pueda ser utilizada para su propósito original, que es el escenario para el despliegue de la gloria de Cristo, el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre.
Versículos 2-5.— “El trono” nos presenta una figura de la sede de gobierno y autoridad de Dios en el universo. El hecho de que haya un trono de Dios nos dice que Dios está en control entre bastidores con Su mano soberana. Como Creador, el Señor tiene derechos sobre Su creación. Sin embargo, antes de que pueda ser usada para el despliegue de Su gloria en el reino, necesita ser limpiada y liberada del pecado, de Satanás y del sistema del mundo. El mismo poder de Dios que creó el mundo entero será utilizado para recuperarlo para Dios. Cristo mismo intervendrá sobre el curso de este mundo (en Su Aparición) para tomar los reinos de este mundo, y se convertirán en “los reinos de nuestro Señor, y de Su Cristo” (Apocalipsis 11:1515And the seventh angel sounded; and there were great voices in heaven, saying, The kingdoms of this world are become the kingdoms of our Lord, and of his Christ; and he shall reign for ever and ever. (Revelation 11:15)).
No se describe al que está sentado en el trono, pero se utilizan piedras preciosas para exponer Su gloria en gobierno. A. Roach dijo que el “jaspe” y el “sardio [cornalina]” muestran la gloria revelada y no revelada del Señor. Además, hay “un arco [iris] ... alrededor del trono”. Esto representa el pacto de bendición de Dios con la tierra después del juicio (Génesis 9). Sabemos que un arco iris aparece después de una tormenta. Por lo tanto, esta es una promesa de que Dios traerá bendición a la tierra después de que la tormenta de Su juicio la haya barrido. Dice que el arco iris tiene un solo color: “esmeralda”. El verde es el color de la frescura, e indica que la promesa de Dios está fresca en Su mente y que ahora está a punto de cumplirla. Los “veinticuatro ancianos” representan a los creyentes de los tiempos del Antiguo y del Nuevo Testamento en su estado glorificado. Están “vestidos de ropas blancas”, lo que indica que han sido purificados por la obra de Cristo en la cruz. Tienen su lugar en el cielo en “tronos” alrededor del “trono” central. Los “relámpagos y truenos [estruendos] y voces [retumbos de trueno]” que salen del trono indican que el juicio será el modo de purificación de la tierra (Isaías 26:99With my soul have I desired thee in the night; yea, with my spirit within me will I seek thee early: for when thy judgments are in the earth, the inhabitants of the world will learn righteousness. (Isaiah 26:9)). Las “siete lámparas” nos presentan el pensamiento de que Dios, por el poder del Espíritu, está a punto de detectar todo mal y tratar con él con justicia.
Como se ha mencionado, “los cuatro seres vivientes” simbolizan la ejecución del gobierno de Dios en la tierra, asociado a Su trono. Al estar fusionados con los ángeles en este cuarto capítulo, parecen incorporar los atributos tanto de los querubines como de los serafines. Los querubines se ocupan del gobierno público de Dios en la tierra (Génesis 3:2424So he drove out the man; and he placed at the east of the garden of Eden Cherubims, and a flaming sword which turned every way, to keep the way of the tree of life. (Genesis 3:24); Éxodo 25:17-2017And thou shalt make a mercy seat of pure gold: two cubits and a half shall be the length thereof, and a cubit and a half the breadth thereof. 18And thou shalt make two cherubims of gold, of beaten work shalt thou make them, in the two ends of the mercy seat. 19And make one cherub on the one end, and the other cherub on the other end: even of the mercy seat shall ye make the cherubims on the two ends thereof. 20And the cherubims shall stretch forth their wings on high, covering the mercy seat with their wings, and their faces shall look one to another; toward the mercy seat shall the faces of the cherubims be. (Exodus 25:17‑20); Ezequiel 10:1-221Then I looked, and, behold, in the firmament that was above the head of the cherubims there appeared over them as it were a sapphire stone, as the appearance of the likeness of a throne. 2And he spake unto the man clothed with linen, and said, Go in between the wheels, even under the cherub, and fill thine hand with coals of fire from between the cherubims, and scatter them over the city. And he went in in my sight. 3Now the cherubims stood on the right side of the house, when the man went in; and the cloud filled the inner court. 4Then the glory of the Lord went up from the cherub, and stood over the threshold of the house; and the house was filled with the cloud, and the court was full of the brightness of the Lord's glory. 5And the sound of the cherubims' wings was heard even to the outer court, as the voice of the Almighty God when he speaketh. 6And it came to pass, that when he had commanded the man clothed with linen, saying, Take fire from between the wheels, from between the cherubims; then he went in, and stood beside the wheels. 7And one cherub stretched forth his hand from between the cherubims unto the fire that was between the cherubims, and took thereof, and put it into the hands of him that was clothed with linen: who took it, and went out. 8And there appeared in the cherubims the form of a man's hand under their wings. 9And when I looked, behold the four wheels by the cherubims, one wheel by one cherub, and another wheel by another cherub: and the appearance of the wheels was as the color of a beryl stone. 10And as for their appearances, they four had one likeness, as if a wheel had been in the midst of a wheel. 11When they went, they went upon their four sides; they turned not as they went, but to the place whither the head looked they followed it; they turned not as they went. 12And their whole body, and their backs, and their hands, and their wings, and the wheels, were full of eyes round about, even the wheels that they four had. 13As for the wheels, it was cried unto them in my hearing, O wheel. 14And every one had four faces: the first face was the face of a cherub, and the second face was the face of a man, and the third the face of a lion, and the fourth the face of an eagle. 15And the cherubims were lifted up. This is the living creature that I saw by the river of Chebar. 16And when the cherubims went, the wheels went by them: and when the cherubims lifted up their wings to mount up from the earth, the same wheels also turned not from beside them. 17When they stood, these stood; and when they were lifted up, these lifted up themselves also: for the spirit of the living creature was in them. 18Then the glory of the Lord departed from off the threshold of the house, and stood over the cherubims. 19And the cherubims lifted up their wings, and mounted up from the earth in my sight: when they went out, the wheels also were beside them, and every one stood at the door of the east gate of the Lord's house; and the glory of the God of Israel was over them above. 20This is the living creature that I saw under the God of Israel by the river of Chebar; and I knew that they were the cherubims. 21Every one had four faces apiece, and every one four wings; and the likeness of the hands of a man was under their wings. 22And the likeness of their faces was the same faces which I saw by the river of Chebar, their appearances and themselves: they went every one straight forward. (Ezekiel 10:1‑22)) y los serafines se ocupan del mantenimiento de la santidad de Dios (Isaías 6:1-71In the year that king Uzziah died I saw also the Lord sitting upon a throne, high and lifted up, and his train filled the temple. 2Above it stood the seraphims: each one had six wings; with twain he covered his face, and with twain he covered his feet, and with twain he did fly. 3And one cried unto another, and said, Holy, holy, holy, is the Lord of hosts: the whole earth is full of his glory. 4And the posts of the door moved at the voice of him that cried, and the house was filled with smoke. 5Then said I, Woe is me! for I am undone; because I am a man of unclean lips, and I dwell in the midst of a people of unclean lips: for mine eyes have seen the King, the Lord of hosts. 6Then flew one of the seraphims unto me, having a live coal in his hand, which he had taken with the tongs from off the altar: 7And he laid it upon my mouth, and said, Lo, this hath touched thy lips; and thine iniquity is taken away, and thy sin purged. (Isaiah 6:1‑7)).
Versículos 9-11.— La gran pregunta es esta: ¿Quién es digno de ejecutar el juicio y preparar la tierra para el reino venidero? La respuesta es: Aquel que la ha creado. Esto provoca la alabanza de cada criatura en el universo a Aquel que es el Creador. Todo el cielo prorrumpe en alabanzas al Señor Jesucristo por sus derechos de Creador.
Los derechos de Cristo por la redención
Capítulo 5:1-14.— Al igual que el capítulo 4, el capítulo 5 es una escena en el cielo. Tiene que ver con “el libro” y con Él que es digno de abrir sus “sellos”. El libro (un pergamino) no es la Biblia sino los títulos de propiedad de la herencia. Expone el propósito y el consejo de Dios con respecto a la bendición de todo el mundo bajo el reino de Cristo. Despliega cómo Él lo llevará a cabo, que será a través de Sus “juicios” (Isaías 26:99With my soul have I desired thee in the night; yea, with my spirit within me will I seek thee early: for when thy judgments are in the earth, the inhabitants of the world will learn righteousness. (Isaiah 26:9)).
Si la herencia ha de ser reivindicada para Dios, la gran pregunta es ¿quién puede hacerlo? ¿Quién puede erradicar el vasto sistema de maldad, que ha llegado a través del pecado y la rebelión del hombre, de una manera que satisfaga las demandas del trono? Y, ¿quién es capaz de instaurar el vasto sistema de bendición que la benevolencia de Dios se ha propuesto para todos en el cielo y en la tierra? El universo entero es desafiado con estas grandes preguntas por la proclamación de “un fuerte ángel”, y no se encuentra a nadie entre todas las criaturas de Dios que sea digno o capaz.
Durante miles de años los hombres se han empeñado en suprimir los males del mundo e introducir una condición de paz y bienestar en la tierra, pero ninguno ha sido capaz de hacerlo. Literalmente, lo han probado todo tratando de lograr esto. Los hombres han puesto en práctica todas las formas de gobierno: monárquico, dictatorial, republicano, demócrata, socialista, etc., pero ninguna ha tenido éxito. Tampoco la religión o la fuerza militar han podido reformar las naciones del mundo. Los hombres han intentado legislar leyes a través de los tribunales de justicia y han proliferado la tierra con reformatorios y prisiones, pero ninguna de estas cosas ha funcionado tampoco. En un momento u otro, todas las clases sociales han tratado de corregir el curso de este mundo de una manera u otra: reyes, nobles, comandantes militares, la gente común de la sociedad uniéndose en una causa u otra, pero tampoco estos han tenido éxito. Entre todos ellos no se ha encontrado a nadie con la capacidad o la dignidad para traer la paz y la bendición a este mundo. Todos han fracasado porque sólo han considerado los derechos del hombre y han ignorado los derechos de Dios y los requerimientos de Su trono.
Versículos 5-6.— Nuestros ojos se dirigen entonces a ver estos requerimientos perfectamente satisfechos en Cristo. Se le describe de dos maneras: primero, como “el León”, y segundo, como el “Cordero”. Como “León” se le reconoce que es capaz, pues el león es conocido por su fuerza (Proverbios 30:3030A lion which is strongest among beasts, and turneth not away for any; (Proverbs 30:30)). Como “Cordero” se muestra digno porque, aunque es despreciado por los hombres, ha vencido al pecado mediante la muerte. Se le presenta como poseedor de tres atributos divinos:
•  Sus “siete cuernos” simbolizan Su plenitud de poder: Su omnipotencia.
•  Sus “siete ojos” simbolizan Su completo escrutinio de todas las cosas: Su omnisciencia.
•  Tener los “siete Espíritus de Dios enviados en toda la tierra” se refiere a Su omnipresencia.
Versículos 7-8.— Hay dos claras acciones que siguen: la toma del libro y la apertura de sus sellos (capítulo 6:1, etc.). Tomar el libro significa el derecho de Cristo a la herencia como el Cordero, y la apertura de sus sellos significa el poder de Cristo en el juicio para recobrar la herencia como el León. El hecho de que tome el libro significa que el tiempo de “la paciencia de Jesucristo” ha quedado atrás (capítulo 1:9), y que ha llegado el tiempo de Su autoridad y poder como Señor. Cuando Él toma el libro, inmediatamente los ancianos en el cielo, actuando como sacerdotes, se postran ante Él con “arpas” y “copas de oro” (versículo 8).
•  Las “arpas” representan las alabanzas de los santos.
•  Las “copas” representan las oraciones de los santos.
Esto indica que esta compañía celestial de hombres redimidos (los 24 ancianos) entiende que Cristo está a punto de responder a las oraciones de los santos que durante miles de años le han pedido que venga a arreglar el mundo para la gloria de Dios (Lucas 18:77And shall not God avenge his own elect, which cry day and night unto him, though he bear long with them? (Luke 18:7)). Pero más específicamente, los santos que oran, por los cuales la compañía celestial de ancianos está tan profundamente interesada, son aquellos que sufrirán en la tierra por su fe durante el tiempo en que se efectúen los juicios apocalípticos de este libro. Estos santos son creyentes del evangelio del reino que se predicará en ese día. Son aquellos que Dios ha redimido de la nación de Israel y de las naciones gentiles (capítulo 7). Los ancianos en el cielo son vistos como sacerdotes y observadores celestiales en relación con estos santos que sufren abajo.
Sin embargo, antes de que Cristo abra los sellos y ordene que los juicios caigan sobre la tierra, todo el cielo estalla en alabanzas hacia Aquel que es capaz y digno (versículos 9-14).
Tres esferas de alabadores en tres círculos concéntricos
En la segunda mitad del capítulo 5 hay tres esferas distintas de alabadores:
1) Versículos 9-10.— El círculo más interno abarca toda la compañía redimida en el cielo: “los veinticuatro ancianos”. Ellos cantan su alabanza al Cordero (Cristo) directamente mientras exaltan Sus caminos en gracia de redimir a los hombres en la tierra. El tema de su canto es la poderosa obra de Cristo en la redención. Nótese: las palabras “nos” y “reinaremos” en los versículos 9-10 en la traducción Reina Valera deberían haber sido traducidas como “los” y “reinarán” como en la traducción de J. N. Darby. Esto significa que los ancianos no se están refiriendo a ellos mismos, sino a aquellos en la tierra con los que Dios está trabajando en gracia.
W. Scott dijo: “El pronombre ‘los’, en lugar de ‘nos’, como en la versión Autorizada, marca una importante distinción en la interpretación de este importante pasaje. Los ancianos no cantan acerca de su propia redención, sino de la de un pueblo en la tierra. Su servicio sacerdotal era en relación con otros, por lo que aquí, su canto es de los redimidos en la tierra. Cantan y celebran la bendición de otros, no la suya propia. ¡Qué altruismo! ¡Qué desprendimiento! Qué intenso es el interés por la obra de gracia de Dios en la tierra durante el interesante intervalo entre la Transformación (1 Tesalonicenses 4:1717Then we which are alive and remain shall be caught up together with them in the clouds, to meet the Lord in the air: and so shall we ever be with the Lord. (1 Thessalonians 4:17)) y el Advenimiento del Señor en poder (Apocalipsis 19:11-1411And I saw heaven opened, and behold a white horse; and he that sat upon him was called Faithful and True, and in righteousness he doth judge and make war. 12His eyes were as a flame of fire, and on his head were many crowns; and he had a name written, that no man knew, but he himself. 13And he was clothed with a vesture dipped in blood: and his name is called The Word of God. 14And the armies which were in heaven followed him upon white horses, clothed in fine linen, white and clean. (Revelation 19:11‑14)). Los redimidos en el cielo se deleitan en declarar la bendición de los redimidos en la tierra” (The Book of Revelation, páginas 140-141).
W. Kelly también dijo: “En este versículo se produce un cambio muy importante, bien conocido por toda persona medianamente familiarizada con las Escrituras originales. Las personas que han estudiado los manuscritos más antiguos y otros testigos de este libro, todos están de acuerdo en que debe ser, ‘y los has hecho para nuestro Dios reyes (o un reino) y sacerdotes’ ... . No hablan de ellos mismos. De hecho, estoy dispuesto a ir más lejos, y me veo obligado a afirmar mi firme impresión de que en el noveno verso la palabra ‘nos’ fue puesta por copistas que suponían que los ancianos estaban celebrando su propia bendición. Pero los ancianos están tan perfectamente en paz con respecto a sí mismos que pueden ocuparse con otros ... Están hablando de los santos cuyas oraciones estaban ofreciendo. Al igual que estaban ocupados con sus oraciones, aquí estaban alabando al Señor por Su bondad hacia los santos que aún están en la tierra” (Lectures on the Revelation, páginas 118-120).
Versículo 10.— Aquellos a quienes Cristo redime son hechos “un reino, y sacerdotes” (nota al pie de página de la traducción J. N. Darby), y reinarán con Cristo cuando Él establezca Su reino públicamente. Algunos maestros de la Biblia han interpretado la frase “y reinarán sobre la tierra” para referirse a que ellos irán al cielo y reinarán con los ancianos en el ámbito celestial del reino de Cristo (Daniel 7:18,22,2718But the saints of the most High shall take the kingdom, and possess the kingdom for ever, even for ever and ever. (Daniel 7:18)
22Until the Ancient of days came, and judgment was given to the saints of the most High; and the time came that the saints possessed the kingdom. (Daniel 7:22)
27And the kingdom and dominion, and the greatness of the kingdom under the whole heaven, shall be given to the people of the saints of the most High, whose kingdom is an everlasting kingdom, and all dominions shall serve and obey him. (Daniel 7:27)
) en lo que el Señor llamó “el reino de su Padre” (Mateo 13:4343Then shall the righteous shine forth as the sun in the kingdom of their Father. Who hath ears to hear, let him hear. (Matthew 13:43)). Si esto es así, los ancianos no se están refiriendo a todos los redimidos en la tierra, sino a una clase específica de santos que serán martirizados y luego resucitados para participar en el lado celestial del reino (Apocalipsis 14:13; 20:413And I heard a voice from heaven saying unto me, Write, Blessed are the dead which die in the Lord from henceforth: Yea, saith the Spirit, that they may rest from their labors; and their works do follow them. (Revelation 14:13)
4And I saw thrones, and they sat upon them, and judgment was given unto them: and I saw the souls of them that were beheaded for the witness of Jesus, and for the word of God, and which had not worshipped the beast, neither his image, neither had received his mark upon their foreheads, or in their hands; and they lived and reigned with Christ a thousand years. (Revelation 20:4)
).
2) Versículos 11-12.— El siguiente círculo contiene a los “ángeles” elegidos. Se unen al himno de alabanza, pero no se menciona que canten su alabanza. Tampoco mencionan la sangre del Cordero, al no haber conocido la redención personalmente. Ni es su alabanza al Cordero, como lo fue la de los ancianos, sino acerca del Cordero. Estas cosas denotan una menor comprensión (en cuanto a experiencia) de los caminos de Dios en gracia y gobierno.
3) Versículos 13-14.— El tercer círculo es aún más amplio y abarca “toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar”, los cuales están en una posición más baja de creación. Se les ve uniéndose a la alabanza del Cordero, pero al igual que los ángeles, no cantan. Las notas de alabanza atribuidas en su adoración (cuatro) son menos que las de los ángeles (siete) y denotan una comprensión aún menor de los caminos de Dios. Esto sería en expectativa de su liberación de la servidumbre de corrupción cuando aparezca Cristo (Romanos 8:20-2220For the creature was made subject to vanity, not willingly, but by reason of him who hath subjected the same in hope, 21Because the creature itself also shall be delivered from the bondage of corruption into the glorious liberty of the children of God. 22For we know that the whole creation groaneth and travaileth in pain together until now. (Romans 8:20‑22)).
Un vistazo del orden de los capítulos en el libro
Los capítulos que siguen (6–22) retoman el desarrollo de los acontecimientos en la tierra. Desde el punto de vista de los santos en el cielo en los capítulos 4–5, los eventos en los capítulos 2–3 se habrán cumplido en la historia y los eventos en los capítulos 6–22 están por cumplirse en el futuro.
Como se mencionó, si Dios va a usar este mundo como escenario para mostrar la gloria de Cristo en “el mundo venidero” (Hebreos 2:55For unto the angels hath he not put in subjection the world to come, whereof we speak. (Hebrews 2:5)), como Él ha determinado hacer, este primero tiene que ser limpiado de la maldad y de las personas malvadas mediante juicio (Isaías 26:99With my soul have I desired thee in the night; yea, with my spirit within me will I seek thee early: for when thy judgments are in the earth, the inhabitants of the world will learn righteousness. (Isaiah 26:9)). Todo el mal —hombres y cosas— debe ser subyugado para dar paso al reino de Cristo en justicia (Isaías 32:11Behold, a king shall reign in righteousness, and princes shall rule in judgment. (Isaiah 32:1) y Zacarías 14:99And the Lord shall be king over all the earth: in that day shall there be one Lord, and his name one. (Zechariah 14:9)). Antes de que Cristo intervenga personalmente en el juicio en Su Aparición, varios juicios providenciales e indirectos caerán desde “el trono” de Dios (capítulo 4:5) y desde “el altar” de Dios (capítulo 8:5) y desde “el templo” de Dios (capítulos 11:19; 15:5-8).
Como se ha mencionado anteriormente, Dios hace responsables a las distintas partes de la tierra por el grado de luz que les ha sido dado. En los próximos capítulos, el Señor se ocupa de cada una de estas esferas por separado y juzga a los que están en ellas correspondientemente. Las naciones cristianizadas han tenido la mayor exposición a la verdad a través del evangelio, y son las más responsables. Por lo tanto, el Señor comienza Sus juicios con ellas y luego los extiende a las otras partes de la tierra que han tenido menos luz.
•  Capítulos 6–11:18.— El juicio de las llamadas naciones cristianizadas de occidente, que culminará con la Aparición de Cristo.
•  Capítulos 12–14.— El juicio de Israel, que culminará con la Aparición de Cristo.
•  Capítulos 15–16.— El juicio de las naciones fuera de la tierra profética, que culminará con la Aparición de Cristo.
A continuación, tras un largo paréntesis en los capítulos 17:1–19:10, en el que se aborda en detalle el tema de Babilonia (religiosa y política), se retoma el tema de la Aparición de Cristo en el capítulo 19:11-21, que es donde han quedado las secciones anteriores. A continuación, capítulo 20:1-15 presenta el Milenio (que se establecerá después de la Aparición de Cristo), seguido por el Estado Eterno en el capítulo 21:1-8. Los capítulos 21:9–22:5 componen un apéndice que nos da más detalles en cuanto a la Iglesia siendo utilizada para glorificar a Cristo en el Milenio. Luego, en el capítulo 22:6-21, el Señor da Sus exhortaciones finales y una promesa triple de Su venida.
Cinco Paréntesis en el Libro
Hay cinco paréntesis que deben ser tenidos en consideración:
•  Capítulos 4–5.— El doble derecho de Cristo a poseer y reinar sobre la herencia, que es todo lo creado.
•  Capítulos 10:1–11:14.— El misterio de Dios y los dos testigos.
•  Capítulo 16:15.— Cristo aparece como Ladrón en juicio.
•  Capítulos 17:1–19:10.— La Babilonia religiosa y política juzgada.
A partir de este breve resumen de los capítulos, podemos ver que el libro del Apocalipsis es realmente una tesis muy ordenada sobre los acontecimientos proféticos. El hecho de que el Espíritu de Dios lleve al lector tres veces a través de la semana profética de siete años de Daniel 9:27,27And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:27) desde tres perspectivas diferentes, está muy en consonancia con Su forma de presentar la profecía en otras partes de la Biblia. Ya sea en los Salmos o en los Profetas, al presentar los temas proféticos ante nosotros, el Espíritu repasa ese terreno una y otra vez; terminando cada vez con la Aparición de Cristo y la introducción a Su reino (el Milenio). Por lo tanto, no es una sorpresa para el que estudia la profecía ver este mismo orden en el libro del Apocalipsis.