Conclusión

Narrator: Luiz Genthree
Duration: 3min
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Me he detenido extensamente sobre esta cuestión del sábado y la ley, porque para los Adventistas este es un punto cardinal. Ellos creen que su testimonio es ese expresado por el tercer ángel de Apocalipsis 14. Todos aquellos que reciben su testimonio son sellados con “el sello del Dios viviente” (Apocalipsis 7), y están contados entre los 144.000 sellados de las doce tribus de Israel. Y aquellos que rechazan su testimonio están destinados al juicio anunciado por el ángel en el Apocalipsis 14:9-119And the third angel followed them, saying with a loud voice, If any man worship the beast and his image, and receive his mark in his forehead, or in his hand, 10The same shall drink of the wine of the wrath of God, which is poured out without mixture into the cup of his indignation; and he shall be tormented with fire and brimstone in the presence of the holy angels, and in the presence of the Lamb: 11And the smoke of their torment ascendeth up for ever and ever: and they have no rest day nor night, who worship the beast and his image, and whosoever receiveth the mark of his name. (Revelation 14:9‑11). El guardar el día séptimo es, según ellos, el sello y la marca de los fieles. El resto está destinado a ser adoradores de la bestia.
Lector, ¿no ve usted que este es “otro evangelio”? ¿Un evangelio que no tiene a Cristo, ni Salvador en él? ¿un sistema que debe dejar al alma estéril y fría como un iceberg, como también destituido de todo verdadero conocimiento de Dios?
Aparte de esto ellos niegan la inmortalidad del alma. Para ellos el alma no es capaz de alguna distinta o consciente existencia aparte del cuerpo.
También sostienen que la muerte es “cesación de la existencia”: cuando un hombre muere también su alma muere. En otras palabras, el alma no es nada más que la vida animal, deja de existir, y no queda nada sino el cuerpo que va al polvo y el sepulcro. Por tanto para ellos no existe un estado intermedio, y además sostienen la aniquilación del malo después de la resurrección.
La seria atención del lector es llamada a los siguientes puntos:
1. Ellos niegan que la Persona del Hijo de Dios existió desde la eternidad: o, en otras palabras, ellos dicen que Él tuvo un comienzo, y que no es eterno.
2. Ellos también sostienen que la divinidad y humanidad de nuestro Señor se han extinguido cuando Él murió en la cruz, y que por tres días el Hijo de Dios dejó de existir.
3. Ellos también declaran que Cristo, al hacerse Hombre, tomó una naturaleza pecaminosa, y de este modo atacan la verdad de Su humanidad, como también Su divinidad.
4. Conforme a su teoría de la expiación, Cristo no entró en el lugar santísimo sino solo en el año 1844, y entonces purificó el santuario y desde entonces ha estado completando la obra de expiación.