Ahora uno se puede preguntar, “¿Cómo puedo discernir esas cuatro cosas en una joven cuando sólo voy a las conferencias o a reuniones como esta, un par de veces al año? Es difícil conocer tales cosas en sólo unos breves encuentros.” Bueno, esa es una buena pregunta. Para responder a ella, vayamos a Hechos 15:40 donde veremos un principio útil que me fue dado por el Sr. Hayhoe. “Y Pablo escogiendo a Silas, salió encomendado [recomendado] por los hermanos a la gracia del Señor.” Ahora uno podría preguntarse, “¿Qué tiene que ver eso con este tema?” Yo pienso que el principio que se ve en este versículo es suficientemente amplio como para aplicarlo en una serie de situaciones, incluso para el compañerismo en el matrimonio. El punto que quiero hacer notar aquí es que Pablo obtuvo la recomendación de sus hermanos en la elección de Silas. Eso es algo que debes tener—la recomendación de los hermanos locales en cuanto a la joven que te interesa. Ellos conocen su carácter y manera de comportarse mucho más que tú. Alguien dijo una vez, “¡Uno puede darse cuenta de muchas cosas observando!” Cuán cierto es esto cuando se trata de discernir el carácter de una joven. Necesitas usar tus ojos, pero no sólo los tuyos—los ojos de hermanos fieles en cuyo discernimiento puedas confiar.
Una joven puede venir a una conferencia con un bolígrafo y una libreta y mostrar interés, y te dices a ti mismo: “¡Me parece muy bien!” Pero después de preguntar acerca de su comportamiento en su asamblea local, descubres que viene a las reuniones de forma esporádica, y no es conocida por mostrar ningún interés particular en la Palabra de Dios, de hecho, es la primera vez que alguien la ha visto con una libreta y un bolígrafo, entonces podría convenirte pensarlo de nuevo. Cuán agradecidos debemos estar de hermanos locales fieles que den un reporte claro en cuanto a alguien en su asamblea. Tú puedes pedir su consejo; después de todo, ellos deben querer lo mejor para ti. Y viceversa, esto aplica a un joven que esté interesado en una de ustedes, hermanas jóvenes. Pregúntenles a hermanos fieles locales en qué condición realmente se encuentra. Ellos pueden dar consejo que arrojará luz sobre su verdadero carácter.
Hay por lo menos tres o cuatro áreas que uno puede observar para discernir el carácter de una persona. El hermano Hayhoe me señaló varias de estas cosas a mí, y quiero pasárselas a ustedes. Recuerdo que él decía a los jóvenes hace más de 25 años en su casa, que hay que aprender a leer el índice al carácter de una persona.
1) el comportamiento básico de una persona junto con su actitud
En primer lugar, podemos mirar el comportamiento básico de una persona junto con su actitud y así discernir algunas cosas. El carácter se forma por medio de una costumbre que se repite una y otra vez. Una reputación se puede obtener por medio de una sola acción, pero el carácter se construye una capa a la vez, hasta que la persona es conocida por lo que hace. Todos tenemos un carácter; sólo tienen que aprender a leer el índice al carácter de una persona.
Un ejemplo que me viene a la mente es una reciente reunión de estudio de la Biblia en nuestra asamblea local. Estábamos meditando en 1 Pedro 4:15 que habla de uno que se “entremete en lo ajeno,” y alguien preguntó qué era ser un entrometido. Los hermanos, me parecía a mí, estaban buscando un significado más profundo que lo que el Espíritu de Dios estaba diciendo. Varios pensamientos fueron presentados. Estaban dando vueltas y vueltas para explicar lo que era un entrometido. Por último, les dije: “Creo que el significado está justo en la superficie; un entrometido es un entrometido ¡es una persona que anda entremetiéndose en los asuntos de otras personas!” Le dije a un hermano después que terminó la reunión que a veces el significado de una cosa se puede entender mejor conociendo el carácter de una persona. Esa pregunta sobre un entrometido podría haber sido contestada simplemente diciendo, “¿Conoces a la hermana fulana de tal?” Uno contestaría: “¡Sí, sí, ya sé lo que significa ahora!” Si se conoce a la hermana, se sabría exactamente lo que es entrometerse en lo ajeno. Ahora, no quiero señalar a las hermanas aquí; un entrometido podría ser un hermano también.
El punto que quiero hacer es que todos tenemos un carácter—para bien o para mal. Y cuando se trata de este tema, tenemos que leer el índice al carácter de una persona para saber qué clase de persona realmente es. Recuerdo que el Sr. Hayhoe nos decía que viéramos algo más profundo en una joven como, por ejemplo, el ser agresiva—una que “persigue” a los jóvenes. Todo lo que podíamos ver era que parecía ser presuntuosa y que podría ser difícil para guiar en el futuro en el matrimonio. Él nos llevó a mirar más allá a cosas más profundas. Dijo que, aunque ella no lo supiera, lo que realmente estaba haciendo era enarbolar su mano como una bandera, como si dijera: “Sólo quiero que todos sepan que yo no vivo por fe. No puedo confiar en el Señor para proporcionarme un marido, ¡así que estoy tratando de conseguirlo yo misma!” Ahora, esto abre una ventana bastante grande en cuanto al carácter de una joven, y da una fuerte indicación en cuanto al lugar donde está soplando el viento en su alma realmente. Si te casaras con esa persona, ésta será la manera en que ella va a lidiar con todo, a menos que haya crecimiento en su alma. Ya que nunca ha aprendido a confiar en el Señor en los asuntos de la vida, cuando lleguen las dificultades en el matrimonio, puedes estar seguro de que va a tratarlas de la misma manera. No esperes que vaya a buscar al Señor y a esperar en Él en la dificultad; este no ha sido el hábito en su vida.
Ahora, queridas hermanas, no estoy tratando de transmitir la idea de que ustedes deben hacer que sea difícil para que un joven se les acerque. No me refiero a eso. Ustedes deben hacerse accesibles y disponibles. Deben sonreír y no hacer que sea más difícil para el pobre muchacho. No deben recluirse con sus amigas, y mirar hacia abajo cada vez que un joven pase. ¿Cómo esperan que él vaya a introducirse así? ¡Tengan un poco de misericordia!
2) círculo de amistades de la persona
En segundo lugar, deben mirar al círculo de amistades de la persona. ¿Quiénes son sus compañeros? Esto sin duda les declarará más cosas. Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios, sabio será: pero el que se junta con necios será quebrantado.” El compañerismo consiste en tener gustos y disgustos parecidos. Si una persona camina con los que se sabe tienen una inclinación de una determinada manera, es bastante obvio que esa persona tiene los mismos intereses. ¿Son los compañeros de esa persona los que describimos ayer en el Salmo 119:63? “Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.” Si él o ella tiene esos compañeros, probablemente tienen ejercicios parecidos.
3) mirar a la familia de la persona
En tercer lugar, se debe mirar a la familia de la persona. Existe lo que es el carácter de familia. Se nos dice en Ezequiel 16:44, “Cual la madre, tal la hija.” Quizás no nos guste, pero todos nos caracterizamos en algo por nuestro entorno familiar. Y quisiera sugerirle a cada pareja de jóvenes que esté contemplando casarse que lean un breve artículo de J.G. Bellett, llamado “El Carácter Familiar y la Religión.” (Ha sido reimpreso en forma de folleto; también se puede encontrar en la parte posterior del libro llamado, “De Lana & Lino.”) Es una excelente lectura. Cuando dos personas se casan, se unen dos caracteres familiares. Nos guste o no, llevamos el carácter de nuestra familia; y mientras más envejecemos, más parece surgir en nosotros. El Sr. Bellett muestra en su libro que todos tenemos caracteres familiares débiles y fuertes—algunos son positivos y otros son negativos. Nuestro ejercicio debe ser traer los caracteres buenos de familia a nuestro matrimonio y la familia, y juzgar los caracteres familiares que son malos.
Necesario discernir el carácter de una persona
Así se puede ver que es muy necesario discernir el carácter de una persona. Estas son cosas que se deben sopesar ante el Señor, porque puedes sacar a tu esposa del mundo, pero no siempre puedes sacar al mundo de tu esposa. Y las hermanas, a la inversa, pueden salir y sacar a un marido del mundo, pero no siempre pueden sacar al mundo de su marido. Hay un carácter de familia y un bagaje que viene con él. Querida hermana, si no hay jóvenes en la reunión que te estén prestando atención, la solución no es salir y conseguir un marido de otro lado, y traerlo a la congregación. He visto eso pasar bastante. Por lo general, el joven no sabe lo que está sucediendo. Como un hermano dijo, “¡Parece que sólo va de pasajero!” Ese tipo de relación podría ser un matrimonio “en Cristo,” pero no es un matrimonio “en el Señor.”
Ahora, en cuanto a este principio útil que vemos en Hechos 15:40: “Pablo escogiendo a Silas, salió, [recomendado] por los hermanos a la gracia del Señor.” Los hermanos de la asamblea local conocen a una persona mucho mejor que nosotros, que estamos al otro lado del país. Por lo tanto, debemos utilizar sus ojos (si son fieles y piadosos), y seguir su recomendación. Los hermanos locales de una joven, que la conocen, son los que te pueden ayudar a discernir su verdadero carácter. A mí me ayudó la recomendación de mis hermanos, y he ayudado a otros en este importante paso—y tú también puedes ser ayudado. Proverbios 15:22 dice: “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman.”