Hasta estas alturas de la epístola, el escritor ha enseñado a los creyentes hebreos a que se deshagan de las formas externas de la religión terrenal que tenían en el judaísmo a cambio de algo mejor: el camino nuevo y vivo de acceso a Dios que por medio de Cristo se ha introducido. Se entra en él por fe. De hecho, todo en el cristianismo debe hacerse según el principio de la fe: “porque por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:77(For we walk by faith, not by sight:) (2 Corinthians 5:7)). Por lo tanto, abandonar el judaísmo, un sistema de vistas y sonidos y ritos externos, por el camino nuevo y vivo en el cristianismo, que es en gran medida algo espiritual, requeriría fe. En este capítulo, muestra que andar por fe no debe ser visto como algo nuevo, porque los santos desde el principio de los tiempos han vivido por la fe. Desde el comienzo de la historia del mundo, lo que ha complacido a Dios en aquellos que han venido a Él es que lo han hecho por “fe” (versículo 6). Siendo este el caso, estos creyentes hebreos eran llamados a vivir por fe en la nueva posición que habían tomado en el cristianismo.
Luego procede a dar una lista extensa de santos del Antiguo Testamento que vivieron y murieron en fe, encontrando así la aprobación de Dios. El Espíritu de Dios rastrea las actividades de estos fieles y muestra las marcas distintivas de la fe que los impulsó a través de la vida. Ellos sirven como ejemplos del tipo de fe que los creyentes hebreos debían tener. El capítulo 11, por lo tanto, demuestra cuál es el gran principio sobre el que se mueve el hombre celestial: la fe.
El capítulo puede considerarse como un paréntesis; las exhortaciones se reanudan hasta el capítulo 12:1.
Lo que la fe hace
Versículos 1-3.— Los primeros tres versículos son introductorios. El escritor comienza diciendo: “Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven”. Esta declaración no define exactamente lo que es la fe, sino más bien, lo que hace la fe. (Tal vez Juan 3:3333He that hath received his testimony hath set to his seal that God is true. (John 3:33) definiría mejor lo que es la fe: “El que recibe Su testimonio, éste signó que Dios es verdadero”). La fe hace que “las cosas que se esperan” sean tan reales como si las tuviéramos en nuestra mano ahora. Ella nos da “convicción” con respecto a las cosas espirituales invisibles; así, las cosas de Dios se vuelven tan reales para nosotros como si las viéramos con nuestros ojos naturales. De hecho, cada una de las cosas eternas que tenemos, y que siempre tendremos, es adquirida por la fe —todo lo demás pasará—. Los “antiguos” en épocas pasadas obtuvieron un buen “testimonio” al vivir por fe, y así lo haremos nosotros hoy.
El versículo 3 dice: “Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la Palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía”. Esto muestra que la fe nos da a entender cosas que están fuera de la comprensión de la mente natural, porque él afirma claramente aquí que lo que se ve no debe su origen a las cosas que aparecen ante nuestros ojos naturales.
La referencia del escritor a la Palabra de Dios que se utilizó para componer los mundos apunta a Génesis 1:3: “Y dijo Dios ... ”. (Véase también Salmo 33:66By the word of the Lord were the heavens made; and all the host of them by the breath of his mouth. (Psalm 33:6)). Esta es una referencia a la reconstrucción de la tierra y los cielos descrita en Génesis 1:3-313And God said, Let there be light: and there was light. 4And God saw the light, that it was good: and God divided the light from the darkness. 5And God called the light Day, and the darkness he called Night. And the evening and the morning were the first day. 6And God said, Let there be a firmament in the midst of the waters, and let it divide the waters from the waters. 7And God made the firmament, and divided the waters which were under the firmament from the waters which were above the firmament: and it was so. 8And God called the firmament Heaven. And the evening and the morning were the second day. 9And God said, Let the waters under the heaven be gathered together unto one place, and let the dry land appear: and it was so. 10And God called the dry land Earth; and the gathering together of the waters called he Seas: and God saw that it was good. 11And God said, Let the earth bring forth grass, the herb yielding seed, and the fruit tree yielding fruit after his kind, whose seed is in itself, upon the earth: and it was so. 12And the earth brought forth grass, and herb yielding seed after his kind, and the tree yielding fruit, whose seed was in itself, after his kind: and God saw that it was good. 13And the evening and the morning were the third day. 14And God said, Let there be lights in the firmament of the heaven to divide the day from the night; and let them be for signs, and for seasons, and for days, and years: 15And let them be for lights in the firmament of the heaven to give light upon the earth: and it was so. 16And God made two great lights; the greater light to rule the day, and the lesser light to rule the night: he made the stars also. 17And God set them in the firmament of the heaven to give light upon the earth, 18And to rule over the day and over the night, and to divide the light from the darkness: and God saw that it was good. 19And the evening and the morning were the fourth day. 20And God said, Let the waters bring forth abundantly the moving creature that hath life, and fowl that may fly above the earth in the open firmament of heaven. 21And God created great whales, and every living creature that moveth, which the waters brought forth abundantly, after their kind, and every winged fowl after his kind: and God saw that it was good. 22And God blessed them, saying, Be fruitful, and multiply, and fill the waters in the seas, and let fowl multiply in the earth. 23And the evening and the morning were the fifth day. 24And God said, Let the earth bring forth the living creature after his kind, cattle, and creeping thing, and beast of the earth after his kind: and it was so. 25And God made the beast of the earth after his kind, and cattle after their kind, and every thing that creepeth upon the earth after his kind: and God saw that it was good. 26And God said, Let us make man in our image, after our likeness: and let them have dominion over the fish of the sea, and over the fowl of the air, and over the cattle, and over all the earth, and over every creeping thing that creepeth upon the earth. 27So God created man in his own image, in the image of God created he him; male and female created he them. 28And God blessed them, and God said unto them, Be fruitful, and multiply, and replenish the earth, and subdue it: and have dominion over the fish of the sea, and over the fowl of the air, and over every living thing that moveth upon the earth. 29And God said, Behold, I have given you every herb bearing seed, which is upon the face of all the earth, and every tree, in the which is the fruit of a tree yielding seed; to you it shall be for meat. 30And to every beast of the earth, and to every fowl of the air, and to every thing that creepeth upon the earth, wherein there is life, I have given every green herb for meat: and it was so. 31And God saw every thing that he had made, and, behold, it was very good. And the evening and the morning were the sixth day. (Genesis 1:3‑31). La palabra “compuestos” en griego (“katartizo”) significa “reparados” o “arreglados” (Strong), o “puestos en orden de nuevo” (Liddell y Scott), o “ajustados” (Nestlé). La misma palabra se traduce como “remendar” en La Biblia de las Américas en Mateo 4:2121And going on from thence, he saw other two brethren, James the son of Zebedee, and John his brother, in a ship with Zebedee their father, mending their nets; and he called them. (Matthew 4:21) y Marcos 1:1919And when he had gone a little further thence, he saw James the son of Zebedee, and John his brother, who also were in the ship mending their nets. (Mark 1:19). Y también se traduce como “restaurar” en Gálatas 6:11Brethren, if a man be overtaken in a fault, ye which are spiritual, restore such an one in the spirit of meekness; considering thyself, lest thou also be tempted. (Galatians 6:1). Por lo tanto, este versículo indica que Dios reparó o restauró lo que había creado previamente. El hecho de que necesitara ser reparado muestra claramente que había entrado en una condición caótica (descrita en Génesis 1:22And the earth was without form, and void; and darkness was upon the face of the deep. And the Spirit of God moved upon the face of the waters. (Genesis 1:2)), porque Dios no creó la tierra en ese estado (Isaías 45:1818For thus saith the Lord that created the heavens; God himself that formed the earth and made it; he hath established it, he created it not in vain, he formed it to be inhabited: I am the Lord; and there is none else. (Isaiah 45:18)).
Después de haber hecho algunas observaciones introductorias con respecto a la fe, el escritor señala ahora varios aspectos de la fe que caracterizaba a los santos del Antiguo Testamento, los cuales deben replicarse en los cristianos que transitan por la senda de fe. El resto del capítulo (versículos 4-40) está dividido en tres grupos de santos del Antiguo Testamento:
• Los santos en la época patriarcal (versículos 8-22).— Estos ilustran la fe que echa mano del “mundo venidero” (Hebreos 2:55For unto the angels hath he not put in subjection the world to come, whereof we speak. (Hebrews 2:5)) y en consecuencia renuncian a este mundo presente para andar como extranjeros y peregrinos a través de él. Ellos manifiestan una fe que ve.
• Los santos israelitas (versículos 23-40).— Estos ilustran la fe que está dispuesta a soportar el rechazo y la persecución de este presente siglo malo porque ha echado mano de cosas más grandes, por las cuales considera que vale la pena sufrir. Ellos manifiestan una fe que sufre.
Así, estos santos del Antiguo Testamento ilustran la fe que salva, la fe que ve y la fe que sufre. Estas tres cosas se necesitan para vivir la vida cristiana en un mundo que se opone a Dios y a Cristo. Es interesante notar que no hay fallas registradas en el capítulo. No es que estos santos no fallaran; pues sabemos que sus vidas tenían muchas imperfecciones. Sin embargo, el Espíritu de Dios no se enfoca en eso, sino más bien en la bienaventuranza por la cual su fe les hizo vivir, que es las cosas invisibles de Dios. Muchas cosas positivas acerca de estos santos del Antiguo Testamento podrían haberse dicho aquí, pero el escritor es guiado a seleccionar sólo ciertas cosas que eran particularmente aplicables a la situación que estos creyentes hebreos estaban enfrentando. Se mencionan los nombres de dieciséis santos del Antiguo Testamento (la mitad de ellos son del libro de Génesis), pero muchos más se hallan implícitos sin ser nombrados. Cada uno de estos santos exhibe el gran principio subyacente que el profeta Habacuc declaró: “El justo vivirá por fe” (Habacuc 2:44Behold, his soul which is lifted up is not upright in him: but the just shall live by his faith. (Habakkuk 2:4); Hebreos 10:3838Now the just shall live by faith: but if any man draw back, my soul shall have no pleasure in him. (Hebrews 10:38)).
Los santos antediluvianos
Versículos 4-7.— En los primeros tres santos vemos la fe que coloca al creyente individual en una relación correcta con Dios. Estos ejemplos ilustran la fe que se acerca a Dios sobre la base de un sacrificio aceptable, y escapa así del juicio. Aquí es donde comienza una vida con Dios.
ABEL (versículo 4).— Abel es un ejemplo de la comprensión divina que da la fe; por esa razón, trajo un “mejor sacrificio” (LBLA). Él sabía que era un pecador, y que Dios es un Dios santo que no puede pasar por alto los pecados. Abel, por lo tanto, vino a Dios sobre la base de un sacrificio, y una víctima murió como sustituto en su lugar. Sin duda, él había aprendido lo que era aceptable para Dios a partir del pecado original de sus padres en el Jardín del Edén, debido a lo cual fue sacrificada la vida de un animal para cubrirlos con túnicas de pieles (Génesis 3:2121Unto Adam also and to his wife did the Lord God make coats of skins, and clothed them. (Genesis 3:21)). El sacrificio de Abel hablaba de la muerte de Cristo y de lo que ella logra para la gloria de Dios y la bendición de los que creen. Así, su fe ilustra cómo un pecador puede hallar el favor de Dios y ser salvo.
ENOC (versículos 5-6).— La fe de Enoc muestra que las vidas de aquellos que vienen a Dios en fe tienen un final maravilloso: ¡son llevados a la presencia misma de Dios en el cielo! Como sabemos, Enoc fue “traspuesto para no ver muerte” (Génesis 5:22-2422And Enoch walked with God after he begat Methuselah three hundred years, and begat sons and daughters: 23And all the days of Enoch were three hundred sixty and five years: 24And Enoch walked with God: and he was not; for God took him. (Genesis 5:22‑24)). Esto no le sucederá a todos los que creen, ya que muchos han muerto en fe y serán resucitados, pero todos los creyentes irán a estar con el Señor. Lo que le sucedió a Enoc ilustra la esperanza correcta de la Iglesia: ser arrebatada de la tierra en la venida del Señor sin ver muerte (1 Tesalonicenses 4:1717Then we which are alive and remain shall be caught up together with them in the clouds, to meet the Lord in the air: and so shall we ever be with the Lord. (1 Thessalonians 4:17)). Esto se llama la “esperanza bienaventurada” (Tito 2:1313Looking for that blessed hope, and the glorious appearing of the great God and our Saviour Jesus Christ; (Titus 2:13)). Eso es lo que estos creyentes hebreos debían esperar. El escritor dice que Enoc “tuvo testimonio de haber agradado á Dios”. Por lo tanto, concluye que debe haber tenido fe, porque, dice: “sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
NOÉ (versículo 7).— La fe de Noé lo llevó a responder a las advertencias de Dios y a prepararse para el juicio que estaba a punto de caer sobre el mundo valiéndose del refugio que Dios designaba en el arca. Las “cosas que aun no se veían” se refiere a la lluvia que no había caído antes. Noé le creyó a Dios y construyó el arca, y al hacerlo, “condenó al mundo”, porque pregonaba el mensaje de que el juicio se acercaba. Del mismo modo, estos hebreos necesitaban encontrar refugio a través de la fe en el único sacrificio de Cristo y así ponerse a salvo del juicio de sus pecados. Muchos ya lo habían hecho, pero había algunos, al parecer, que todavía no.
Los santos en la época patriarcal
Versículos 8-22.— Este segundo grupo de santos son los “padres” de la nación de Israel (Hechos 26:66And now I stand and am judged for the hope of the promise made of God unto our fathers: (Acts 26:6); Romanos 9:5; 11:28; 15:8,5Whose are the fathers, and of whom as concerning the flesh Christ came, who is over all, God blessed for ever. Amen. (Romans 9:5)
28As concerning the gospel, they are enemies for your sakes: but as touching the election, they are beloved for the fathers' sakes. (Romans 11:28)
8Now I say that Jesus Christ was a minister of the circumcision for the truth of God, to confirm the promises made unto the fathers: (Romans 15:8) etc.). Se les llama “los patriarcas”, comenzando con Abraham (Hebreos 7:44Now consider how great this man was, unto whom even the patriarch Abraham gave the tenth of the spoils. (Hebrews 7:4)) y descendiendo hasta los doce hijos de Jacob (Hechos 7:88And he gave him the covenant of circumcision: and so Abraham begat Isaac, and circumcised him the eighth day; and Isaac begat Jacob; and Jacob begat the twelve patriarchs. (Acts 7:8)). Como se mencionó, este grupo de santos ilustra la fe que echa mano del mundo venidero y, en consecuencia, deja ir las ambiciones en este mundo actual. Esto, a su vez, hace que estén dispuestos a caminar como extraños y peregrinos a través de él.
ABRAHAM (versículo 8).— Abraham ilustra la fe que responde al llamado de Dios, a pesar de que era un llamado a algo que no podía ver con sus ojos. Fue “llamado ... para salir al lugar” de bendición que le fue prometido. Su fe lo llevó a responder, y “salió sin saber dónde iba”. Esto pudo haber parecido tonto a los ojos de aquellos que observaban sus pisadas, pero era la voluntad de Dios. El escritor menciona este punto porque era lo mismo que los creyentes hebreos necesitaban hacer en principio. Abraham tuvo que dejar su antigua posición en Ur de los caldeos y salir a un nuevo lugar que no había visto. Del mismo modo, ellos habían escuchado el llamado de Dios en el evangelio a salir de su posición anterior en el judaísmo hacia Cristo, a pesar de que había muy poco que ver externamente en el cristianismo.
Versículos 9-10.— La fe de Abraham lo hizo ir a una tierra que le había sido prometida, y él y su posteridad (“Isaac y Jacob”) estaban contentos de vivir allí como extranjeros y peregrinos. Aunque la tierra de Canaán le había sido dada por herencia, Abraham no intentó tomar posesión de ella desposeyendo a la gente de allí, sino que vivió en ella separado de aquella gente. Lo que lo sostenía era su fe. Tenía el ojo puesto en algo que no se veía. El escritor nos dice que “esperaba ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios”. Esta, se nos dice en el capítulo 12:22, era “la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial”. Lo que Abraham sabía de las cosas celestiales y eternas no se nos dice, pero ellas habían capturado su corazón y lo habían hecho caminar en una senda diferente a la de otros hombres.
Esas cosas invisibles no solo capturaron el corazón de Abraham, sino que también él logró transmitir las convicciones de su fe a su posteridad. Esto es evidente por el hecho de que también estuvieron “viviendo en tiendas” (LBLA), una marca característica de un peregrino. Este fue un marcado contraste con Ismael y su posteridad. Ellos construyeron para sí mismos “villas” y “campamentos” y nombraron a algunos como “príncipes” (Génesis 25:12-1812Now these are the generations of Ishmael, Abraham's son, whom Hagar the Egyptian, Sarah's handmaid, bare unto Abraham: 13And these are the names of the sons of Ishmael, by their names, according to their generations: the firstborn of Ishmael, Nebajoth; and Kedar, and Adbeel, and Mibsam, 14And Mishma, and Dumah, and Massa, 15Hadar, and Tema, Jetur, Naphish, and Kedemah: 16These are the sons of Ishmael, and these are their names, by their towns, and by their castles; twelve princes according to their nations. 17And these are the years of the life of Ishmael, an hundred and thirty and seven years: and he gave up the ghost and died; and was gathered unto his people. 18And they dwelt from Havilah unto Shur, that is before Egypt, as thou goest toward Assyria: and he died in the presence of all his brethren. (Genesis 25:12‑18)). Contentarse con vivir en una tienda nos muestra que Abraham no tenía la intención de establecerse en este escenario, ni tampoco tenía deseos de ser una persona distinguida en el mundo. Así también con estos creyentes hebreos que estaban luchando con las cosas que los ataban al judaísmo; si tan solo comprendieran la magnitud de sus bendiciones espirituales en Cristo, estas les harían liberarse de las cosas externas de una religión terrenal.
SARA (versículos 11-12).— Sara ilustra la fe que confía en Dios a pesar de los impedimentos naturales. Su confianza estaba en la Palabra de Dios. Dios les había prometido a Abraham y a Sara que tendrían un hijo, y ellos le creyeron. Él fue fiel a Su Palabra, y Sara “recibió fuerza para concebir simiente; y parió aun fuera del tiempo de la edad”. Del mismo modo, habiendo puesto su confianza en el Señor Jesucristo, estos creyentes hebreos podían contar con Él para que les ayudara a superar dificultades imposibles en la senda de fe.
Versículos 13-14.— El escritor entonces resume lo que caracterizaba la fe de estos patriarcas y lo presenta ante los creyentes hebreos como un modelo para su fe. Él dice: “Conforme á la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas”. Esto no contradice al capítulo 6:15 que dice que Abraham recibió la promesa. Estos pasajes están hablando de dos cosas diferentes. El capítulo 6:15 se refiere a que Abraham recibiría un hijo y a través de él tendría una posteridad; aquí en el capítulo 11 Son promesas relacionadas con la herencia en Canaán. Además, la palabra “todos” a la que se refiere el escritor en este versículo representa a todos los que conforman este grupo de santos patriarcales. Si se estuviera refiriendo a todos los mencionados hasta ahora en el capítulo, estaría contradiciendo lo que dijo acerca de Enoc quien no murió. Su punto al afirmar esto es que la fe de estos antiguos santos los llevó a comenzar la senda, y sus convicciones al respecto eran tan profundas que continuaron en esa senda hasta el final de sus vidas —ellos no retrocedieron—. Vivieron y murieron por lo que su fe veía. Del mismo modo, los creyentes hebreos necesitaban este tipo de fe y convicción con respecto a la decisión que habían tomado de venir a Cristo, y que perseverasen en ella.
Lo que impulsaba a estos hombres y mujeres a través de la vida era su fe. Su fe veía las cosas que Dios les había prometido, a pesar de que ellas estaban “lejos” en el tiempo. “Creyéndolas” ellos y “saludándolas” en sus corazones, trajo como resultado que vivieran sus vidas “confesando” en qué estaban ocupados sus corazones. El escritor dice que aquellos que proceden de esta manera “claramente dan á entender” que están viviendo para otra “patria”, y no para este mundo. Esos queridos santos de la antigüedad miraron más allá de las cosas que se ven y abrazaron las cosas que no se ven, y eso produjo un efecto práctico en sus vidas que los hizo andar como “peregrinos y advenedizos” a través de este presente siglo malo.
Versículo 15.— El escritor agrega: “Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse”. Es decir, si hubieran permitido que sus mentes permanecieran en el viejo país del que habían salido (Mesopotamia), eso habría tenido el efecto de arrastrarlos de vuelta allá en sus corazones —y a donde vaya el corazón, los pies lo seguirán—. No habría pasado mucho tiempo antes de que ellos se regresaran a esa tierra. Pero no lo hicieron; mantuvieron sus ojos y sus corazones puestos en lo que se les había prometido, y eso los motivó a continuar en la senda de fe. Esto sirvió como una nota precautoria para estos creyentes hebreos que estaban bajo la presión de regresar al judaísmo. Si ellos mantuvieran sus pensamientos ocupados con los viejos tiempos en el templo y sus conexiones allí, etc., eso tendría un efecto negativo en ellos, y eventualmente los atraería de vuelta a él. Por lo tanto, era importante que ellos siguieran el ejemplo de los patriarcas y mantuvieran sus mentes fijas en lo que tenían en Cristo (Colosenses 3:1-21If ye then be risen with Christ, seek those things which are above, where Christ sitteth on the right hand of God. 2Set your affection on things above, not on things on the earth. (Colossians 3:1‑2)).
Versículo 16.— La fe de aquellos santos de la antigüedad actuó como un telescopio espiritual que traía las cosas celestiales a la vista. Ellos confiaron en la Palabra de Dios respecto a las promesas, prefiriendo “una patria mejor” (LBLA), que era “celestial”, por lo cual Dios aprobó su fe. Él “no se avergonzó de llamarse Dios de ellos” y alegremente se identificó con ellos. No quedarán decepcionados; Dios “les ha aparejado ciudad” allá arriba, la cual obtendrán en el día de su resurrección. Mientras tanto, sus almas y espíritus incorpóreos están con Cristo arriba (Filipenses 1:2323For I am in a strait betwixt two, having a desire to depart, and to be with Christ; which is far better: (Philippians 1:23)).
Versículos 17-19.— Abraham es mencionado de nuevo para mostrar que Dios prueba la fe. De hecho, todos los que toman la senda de fe serán probados tarde o temprano. Dios le dijo a Abraham que ofreciera a su hijo, Isaac, el mismo que por tanto tiempo había esperado tener y a través del cual se cumplirían las promesas. Humanamente hablando, hacer esto no tenía sentido, pero Abraham no permitió que lo que no entendía obstaculizara su obediencia a Dios. Y como resultado, se dice: “Por fe ofreció Abraham á Isaac cuando fué probado”. La prueba para él consistía en ver si estaría dispuesto a renunciar a lo que más atesoraba en su corazón con tal de obedecer a Dios. Como sabemos, atravesó la prueba maravillosamente. Él habría dado muerte a Isaac si el Señor no hubiera intervenido (Génesis 22:10-1210And Abraham stretched forth his hand, and took the knife to slay his son. 11And the angel of the Lord called unto him out of heaven, and said, Abraham, Abraham: and he said, Here am I. 12And he said, Lay not thine hand upon the lad, neither do thou any thing unto him: for now I know that thou fearest God, seeing thou hast not withheld thy son, thine only son from me. (Genesis 22:10‑12)). Miles de cosas podrían haber pasado por su mente en cuanto a por qué Dios querría esto, pero Abraham siguió adelante sin actuar según sus propios pensamientos y preferencias, y obedeció a Dios.
El escritor ahora nos cuenta cómo Abraham pudo pasar la prueba de su fe; él creía que “aun de los muertos es Dios poderoso para levantar (a Isaac); de donde también le volvió á recibir por figura”. Esto es algo que llama mucho la atención, ya que hasta ese momento en la historia no había habido ningún registro conocido de alguien que hubiese resucitado de entre los muertos. Aunque en realidad Abraham no inmoló a Isaac, se le dio el crédito por creer en la resurrección y, en cierto sentido, “volvió á recibir” a Isaac de entre los muertos figuradamente. El escritor fue guiado por el Espíritu a colocar este incidente ante los hebreos como un ejemplo a seguir. El asunto que estaban enfrentando con respecto a dejar el judaísmo por el cristianismo era definitivamente una prueba de su fe. Amaban mucho su herencia en el judaísmo, pero ¿estarían dispuestos a renunciar a ella para obedecer a Dios? ¿Pondrían la voluntad de Dios antes que sus propios deseos naturales? Abraham sí lo hizo, convirtiéndose así en su gran ejemplo.
ISAAC (versículo 20).— El escritor pasa ahora a la fe de Isaac. Él dice: “Por fe bendijo Isaac á Jacob y á Esaú respecto á cosas que habían de ser”. En esto, Isaac es un ejemplo de alguien que camina a la luz del futuro, momento en que las promesas serán cumplidas. Del mismo modo, los creyentes hebreos debían tener la previsión de Isaac y vivir en vista de la “esperanza” cristiana (capítulo 10:23). Mirar hacia adelante en fe es algo saludable para el peregrino que anda por fe; esto mantiene su corazón y su mente en “las cosas por venir” y lejos de las cosas de este mundo.
JACOB (versículo 21).— Realmente no había mucho en la vida temprana de Jacob que fuera de fe, pero a medida que fue atravesando varias circunstancias y las disciplinas que Dios le había preparado, creció espiritualmente al paso de los años. En sus últimos días, manifestó una inteligencia que la fe le da al creyente. De hecho, de todos los patriarcas, ¡solo de él se dice que “adoró”! Lo hizo “estribando sobre la punta de su bordón”. Luego “bendijo á cada uno de los hijos de José” con una inteligencia que mostró que él entendía algo del final del primer orden del hombre en la carne y de la introducción de un nuevo orden que iba a venir, al cruzar sus manos “adrede” cuando los bendijo (Génesis 48:5-145And now thy two sons, Ephraim and Manasseh, which were born unto thee in the land of Egypt before I came unto thee into Egypt, are mine; as Reuben and Simeon, they shall be mine. 6And thy issue, which thou begettest after them, shall be thine, and shall be called after the name of their brethren in their inheritance. 7And as for me, when I came from Padan, Rachel died by me in the land of Canaan in the way, when yet there was but a little way to come unto Ephrath: and I buried her there in the way of Ephrath; the same is Bethlehem. 8And Israel beheld Joseph's sons, and said, Who are these? 9And Joseph said unto his father, They are my sons, whom God hath given me in this place. And he said, Bring them, I pray thee, unto me, and I will bless them. 10Now the eyes of Israel were dim for age, so that he could not see. And he brought them near unto him; and he kissed them, and embraced them. 11And Israel said unto Joseph, I had not thought to see thy face: and, lo, God hath showed me also thy seed. 12And Joseph brought them out from between his knees, and he bowed himself with his face to the earth. 13And Joseph took them both, Ephraim in his right hand toward Israel's left hand, and Manasseh in his left hand toward Israel's right hand, and brought them near unto him. 14And Israel stretched out his right hand, and laid it upon Ephraim's head, who was the younger, and his left hand upon Manasseh's head, guiding his hands wittingly; for Manasseh was the firstborn. (Genesis 48:5‑14)). Es difícil saber cuánto de esto entendió Jacob realmente, pero es algo que los creyentes hebreos harían bien en seguir. Todo el orden de adoración en el judaísmo, el cual se acomoda al primer hombre, había sido puesto a un lado para dar lugar a un nuevo orden de cosas en conformidad al nuevo hombre en Cristo. Ellos tenían que aceptar este hecho.
JOSÉ (versículo 22).— José es otro ejemplo de la fe que mira hacia el futuro. En lugar de mirar hacia atrás a sus días de gloria en Egipto, fijó su mirada en la gloria de Israel en la tierra de Canaán, y al dar “mandamiento acerca de sus huesos” mostró dónde estaba su corazón. Comprendió que no estaría vivo para verlo, pero quería que sus huesos fueran enterrados en ese lugar del cual su fe se había apoderado.
Los santos israelitas
Versículos 23-40.— Los santos de este tercer grupo ilustran la fe que está dispuesta a soportar el rechazo y la persecución del mundo porque se ha adueñado de cosas mayores. Estos santos manifiestan una fe que sufre.
LOS PADRES DE MOISÉS (versículo 23).— Los padres de Moisés (Amram y Jocabed) rehusaron seguir a la masa de los israelitas en Egipto a quienes el rey les ordenó matar a sus hijos varones en el río (Éxodo 1:2222And Pharaoh charged all his people, saying, Every son that is born ye shall cast into the river, and every daughter ye shall save alive. (Exodus 1:22)). Su fe los llevó a apartarse de sus hermanos en esto, y a esconder a su hijo de Faraón. Su fe les hizo ir en contra de lo que en ese día era considerado como lo que debía hacerse. Entendieron completamente que esto podría llevarlos al sufrimiento, e incluso a la muerte, pero “no temieron el mandamiento del rey” e hicieron lo que Dios quería que hicieran. Una vez más, los creyentes hebreos necesitaban seguir este ejemplo de fe y tener el valor de hacer la voluntad de Dios de mantenerse separados de la masa de sus hermanos judíos que habían tomado una posición en contra de Cristo, incluso si eso los llevara al sufrimiento.
MOISÉS (versículos 24-28).— La fe de Moisés exhibe esta misma disposición a aceptar el sufrimiento a causa de hacer la voluntad de Dios. El escritor dice: “Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado. Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios; porque miraba á la remuneración. Por fe dejó á Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”. Como sucedió en el caso de los patriarcas en el versículo 13, había un orden moral en los ejercicios de la fe de Moisés que lo llevó a renunciar a su posición en Egipto. La Providencia lo había puesto en la corte de Faraón, pero la fe lo sacó.
Teniendo puesta la mirada en la divina “remuneración”, Moisés pudo hacer una estimación correcta de “los tesoros de los Egipcios”, que no eran más que cosas vanas. Esto lo llevó a echar su suerte con el sufriente y afligido pueblo de Dios. Esto es bastante sorprendente; renunció a una posición excepcional en Egipto, y a las “comodidades temporales de pecado” que la acompañaban, para identificarse con el pueblo de Dios que sufría. ¡Él escogió sufrir con ellos! ¿Pero qué lo llevó a hacerlo? ¡Qué “tuvo” (consideró) el vituperio asociado a los hijos de Israel como “mayores riquezas” que los tesoros de Egipto! El escritor señala que este vituperio era del mismo tipo que “el vituperio de Cristo” al cual se estaban enfrentando los creyentes hebreos. F. B. Hole pregunta: “Si la gloria de Egipto no logró compararse con el vituperio de Cristo, ¿cómo se verá en comparación con la gloria de Cristo?” (Hebrews, página 53). El escritor nos cuenta que Moisés pudo soportar las dificultades que acompañaban tal posición de reproche porque su fe veía “al Invisible”, y esto lo motivó.
La lección que esto les daba a los creyentes hebreos era que necesitaban igualmente mantener sus ojos como “viendo al Invisible”. Para el que no tiene fe, esto es ridículo. Él pregunta: “¿Cómo se puede mirar algo invisible?” Pero la fe ve cosas invisibles (2 Corintios 4:1818While we look not at the things which are seen, but at the things which are not seen: for the things which are seen are temporal; but the things which are not seen are eternal. (2 Corinthians 4:18)). Aunque Cristo ha regresado al cielo y ya no le podemos ver físicamente, mantener nuestros ojos de la fe puestos en Él y en lo que tenemos en Él nos da la resistencia que necesitamos para continuar en la senda. Los creyentes hebreos necesitaban darse cuenta de que el vituperio de Cristo que llevaban a manos de sus hermanos incrédulos era un privilegio (Hechos 5:4141And they departed from the presence of the council, rejoicing that they were counted worthy to suffer shame for his name. (Acts 5:41); Filipenses 1:2929For unto you it is given in the behalf of Christ, not only to believe on him, but also to suffer for his sake; (Philippians 1:29)). El paso que su fe los había llevado a dar al identificarse con Cristo sería recompensado (premiado) en un día venidero.
LOS HIJOS DE ISRAEL (versículos 29-30).— Luego, el escritor señala la situación en la que se encontraban los hijos de Israel, misma que dio lugar a su milagroso paso por el Mar Rojo. Ellos estaban siendo perseguidos por Faraón y su ejército, y no había ningún lugar a donde pudieran ir. ¡De frente estaba el Mar Rojo y a ambos lados había montañas infranqueables! Su aprieto parecía no tener solución, pero Dios intervino y los libró abriendo un camino a través del mar, el cual “probando los Egipcios, fueron sumergidos”.
El estímulo que estos creyentes hebreos debían tomar de esto era que, aunque su situación parecía bastante imposible, Dios estaba en ella, y Él abriría un camino a través de la persecución, etc. Necesitaban tener la fe que tuvieron los hijos de Israel y avanzar siguiendo la dirección de Dios. Una lección que podrían tomar de este incidente es que Dios sabe cómo hacerse cargo de los perseguidores de Su pueblo.
Luego, habiendo entrado en la tierra de Canaán, “cayeron los muros de Jericó” delante de los hijos de Israel (versículo 30). (Es de notar que el viaje de 40 años de Israel por el desierto es pasado por alto completamente). ¡El escritor nos dice que los muros cayeron como resultado de su fe! Una vez más, las circunstancias que parecían imposibles fueron superadas simplemente al confiar en Dios, el Dios de las circunstancias.
RAHAB (versículo 31).— El escritor sigue con Rahab, una creyente gentil. Ella miró hacia adelante y vio que el juicio se acercaba, y por fe abandonó la posición en la que se encontraba al identificarse con aquella nueva obra que Dios estaba haciendo en la tierra con los hijos de Israel. Se menciona a Rahab porque su situación, en principio, era similar a la de los hebreos. Tal como en el caso de ella y de su pueblo, el juicio venía sobre los judíos a nivel nacional. Esta era la consecuencia de haber rechazado a Cristo (Salmo 69:22-2822Let their table become a snare before them: and that which should have been for their welfare, let it become a trap. 23Let their eyes be darkened, that they see not; and make their loins continually to shake. 24Pour out thine indignation upon them, and let thy wrathful anger take hold of them. 25Let their habitation be desolate; and let none dwell in their tents. 26For they persecute him whom thou hast smitten; and they talk to the grief of those whom thou hast wounded. 27Add iniquity unto their iniquity: and let them not come into thy righteousness. 28Let them be blotted out of the book of the living, and not be written with the righteous. (Psalm 69:22‑28); Mateo 22:77But when the king heard thereof, he was wroth: and he sent forth his armies, and destroyed those murderers, and burned up their city. (Matthew 22:7); Lucas 12:58-5958When thou goest with thine adversary to the magistrate, as thou art in the way, give diligence that thou mayest be delivered from him; lest he hale thee to the judge, and the judge deliver thee to the officer, and the officer cast thee into prison. 59I tell thee, thou shalt not depart thence, till thou hast paid the very last mite. (Luke 12:58‑59); 1 Tesalonicenses 2:14-1614For ye, brethren, became followers of the churches of God which in Judea are in Christ Jesus: for ye also have suffered like things of your own countrymen, even as they have of the Jews: 15Who both killed the Lord Jesus, and their own prophets, and have persecuted us; and they please not God, and are contrary to all men: 16Forbidding us to speak to the Gentiles that they might be saved, to fill up their sins alway: for the wrath is come upon them to the uttermost. (1 Thessalonians 2:14‑16)). Una destrucción literal estaba a punto de caer sobre la nación por parte de los ejércitos romanos, ¡y este juicio no estaba lejos! De hecho, ocurrió en el año 70 d. C., apenas unos 7 años después de que se escribiera la epístola. Por lo tanto, estos creyentes judíos no tenían mucho tiempo para demorarse en Jerusalén. Lo prudente era hacer lo que hizo Rahab y abandonar su posición anterior sobre la cual pendía el juicio de Dios, e identificarse con la compañía cristiana saliendo “fuera del campamento” (Hebreos 13:13,13Let us go forth therefore unto him without the camp, bearing his reproach. (Hebrews 13:13) LBLA).
GEDEÓN, BARAC, SANSÓN, JEFTÉ, DAVID, SAMUEL Y LOS PROFETAS (versículo 32).— Luego, el escritor menciona otro grupo de santos del Antiguo Testamento y nos dice que el “tiempo” le faltaría para contar de ellos en detalle. Estos hombres son conocidos en la Escritura tanto por sus debilidades y fracasos como por su fe. Lo alentador aquí es ver que, a pesar de que su fe era imperfecta, Dios aprobó sus actos de fe y los ayudó a tener éxito. Así, a pesar de que nuestra fe pueda ser débil, o que hayamos fracasado en la senda, Dios todavía puede darnos Su aprobación si actuamos por fe. Por lo tanto, no se trata de cuánta fe tenemos sino en quién la tenemos. El ver a estos siendo mencionados entre los santos de fe del Antiguo Testamento debería animarnos a todos.
El poder y la perseverancia de la fe
Versículos 33-40.— En los versículos finales del capítulo 11, el escritor se refiere a varios santos de manera anónima, quizá para ahorrar “tiempo”. Los divide en dos grupos:
• Los que fueron librados de sus circunstancias difíciles por la misericordia de Dios. Sus historias ilustran el poder de la fe (versículos 33-35a).
• Los que no fueron librados de las circunstancias adversas que enfrentaban, pero se les concedió gracia para pasar por ellas. Sus historias ilustran la perseverancia de la fe (versículos 35b-38).
Los que fueron librados mediante misericordia
Versículos 33-35a.— En cuanto al primer grupo de santos, el escritor dice: “Que por fe ganaron reinos” (p. ej., Josué), “obraron justicia” (p. ej., Ezequías), “alcanzaron promesas” (Salomón e Israel; 1 Reyes 8:5656Blessed be the Lord, that hath given rest unto his people Israel, according to all that he promised: there hath not failed one word of all his good promise, which he promised by the hand of Moses his servant. (1 Kings 8:56)), “taparon las bocas de leones” (Daniel), “apagaron fuegos impetuosos” (Sadrac, Mesac y Abed-nego), “evitaron filo de cuchillo” (p.ej., Jeremías), “siendo débiles, fueron hechos fuertes” (LBLA) (Sansón), “fueron hechos fuertes en batallas” (los Macabeos; Daniel 11:3232And such as do wickedly against the covenant shall he corrupt by flatteries: but the people that do know their God shall be strong, and do exploits. (Daniel 11:32)), “trastornaron campos de extraños” (el ejército de Gedeón), “las mujeres recibieron sus muertos por resurrección” (la mujer pobre de Sarepta y la mujer rica de Sunem). Como se dijo, estos ejemplos ilustran el poder de una fe que obra para librar a los santos de Dios de sus aflicciones.
Los que no fueron librados, pero recibieron gracia
Versículos 35b-38.— El escritor dice entonces: “Mas otros ... ”. Con esto llegamos al segundo grupo de santos, los que no fueron librados de sus circunstancias adversas, pero cuya fe los hizo triunfar por encima de sus aflicciones —con una brillantez mayor que la del primer grupo—. Dios les concedió la gracia para poder atravesar sus pruebas victoriosamente, incluso si se trataba de ir a la muerte (Santiago 4:66But he giveth more grace. Wherefore he saith, God resisteth the proud, but giveth grace unto the humble. (James 4:6)). Los que encabezan la lista de estos loables santos son aquellos que “fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección”. Es decir, a estos queridos creyentes se les ofrecía liberación de sus perseguidores si tan solo cedían. De haberse retractado, habrían sido puestos en libertad. Sin embargo, su fe no aceptaría una liberación bajo tales condiciones, y esto los condujo a su muerte. A pesar de lo sombrío que pudo haber sido para ellos hallarse en dichas circunstancias de prueba, un brillante futuro les espera con toda seguridad. Ellos obtendrán una “mejor resurrección” en la venida del Señor (el Arrebatamiento).
Él dice: “Otros experimentaron vituperios” (p. ej., Nehemías; Nehemías 4:1-31But it came to pass, that when Sanballat heard that we builded the wall, he was wroth, and took great indignation, and mocked the Jews. 2And he spake before his brethren and the army of Samaria, and said, What do these feeble Jews? will they fortify themselves? will they sacrifice? will they make an end in a day? will they revive the stones out of the heaps of the rubbish which are burned? 3Now Tobiah the Ammonite was by him, and he said, Even that which they build, if a fox go up, he shall even break down their stone wall. (Nehemiah 4:1‑3)) y “azotes” (los capataces de los hijos de Israel; Éxodo 5:1616There is no straw given unto thy servants, and they say to us, Make brick: and, behold, thy servants are beaten; but the fault is in thine own people. (Exodus 5:16)); “y á más de esto prisiones y cárceles” (José, Miqueas, Jeremías, etc.); “fueron apedreados” (Zacarías; 2 Crónicas 24:2121And they conspired against him, and stoned him with stones at the commandment of the king in the court of the house of the Lord. (2 Chronicles 24:21)), “aserrados” (Isaías), “tentados” (p. ej., Job), “muertos á cuchillo” (Urías; Jeremías 26:2323And they fetched forth Urijah out of Egypt, and brought him unto Jehoiakim the king; who slew him with the sword, and cast his dead body into the graves of the common people. (Jeremiah 26:23)); “anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras” (Elías), “pobres, angustiados, maltratados” (los profetas en el tiempo de Elías; 1 Reyes 18:4; 19:104For it was so, when Jezebel cut off the prophets of the Lord, that Obadiah took an hundred prophets, and hid them by fifty in a cave, and fed them with bread and water.) (1 Kings 18:4)
10And he said, I have been very jealous for the Lord God of hosts: for the children of Israel have forsaken thy covenant, thrown down thine altars, and slain thy prophets with the sword; and I, even I only, am left; and they seek my life, to take it away. (1 Kings 19:10)). Entonces el escritor añade, como un paréntesis: “De los cuales el mundo no era digno”. En efecto, esto es verdad. Este grupo de santos ilustra la perseverancia de la fe. Ellos parecían haber perdido y sido derrotados por sus enemigos, pero en realidad sus vidas eran triunfos de la fe. El Cielo tiene el registro verdadero y Dios lo declarará en el día de Cristo.
Versículos 39-40.— En resumen, él dice: “Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa”. Este “testimonio” era verdadero de todos los santos en este capítulo. No vivieron para ver el reino del Mesías de Israel, sino que vivieron y murieron en fe, y así todos ellos obtuvieron la aprobación de Dios. No han perdido nada, porque tendrán su parte en el lado celestial del reino milenario cuando resuciten (Daniel 7:18,22,27,18But the saints of the most High shall take the kingdom, and possess the kingdom for ever, even for ever and ever. (Daniel 7:18)
22Until the Ancient of days came, and judgment was given to the saints of the most High; and the time came that the saints possessed the kingdom. (Daniel 7:22)
27And the kingdom and dominion, and the greatness of the kingdom under the whole heaven, shall be given to the people of the saints of the most High, whose kingdom is an everlasting kingdom, and all dominions shall serve and obey him. (Daniel 7:27) traducción J. N. Darby; Mateo 13:4343Then shall the righteous shine forth as the sun in the kingdom of their Father. Who hath ears to hear, let him hear. (Matthew 13:43); Hebreos 12:22-2422But ye are come unto mount Sion, and unto the city of the living God, the heavenly Jerusalem, and to an innumerable company of angels, 23To the general assembly and church of the firstborn, which are written in heaven, and to God the Judge of all, and to the spirits of just men made perfect, 24And to Jesus the mediator of the new covenant, and to the blood of sprinkling, that speaketh better things than that of Abel. (Hebrews 12:22‑24)).
Al utilizar los pronombres “nosotros” y “ellos”, el escritor distingue la porción de bendición que los santos del Antiguo Testamento tenían de la que tienen los cristianos. Él dice: “Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros” (LBLA). Esto muestra que Dios tiene diferentes porciones de bendición para los diversos grupos de creyentes dentro de Su gran familia. No todos son bendecidos de la misma manera; algunos tienen una porción celestial y otros tienen una porción terrenal (Efesios 3:1515Of whom the whole family in heaven and earth is named, (Ephesians 3:15)). Contrariamente a la enseñanza errónea de los teólogos reformados (del pacto), la familia de Dios no está constituida solo por la Iglesia (cristianos). Ellos piensan que la iglesia está formada por todos los creyentes desde el principio hasta el fin de los tiempos. Hay santos del Antiguo Testamento que resucitarán con una porción celestial de bendición (“los espíritus de los justos hechos perfectos”) y luego están los cristianos (“congregación de los primogénitos”) que también tienen una porción celestial de bendición, pero claramente diferente y muy superior a la que tienen los santos del Antiguo Testamento (Hebreos 12:2323To the general assembly and church of the firstborn, which are written in heaven, and to God the Judge of all, and to the spirits of just men made perfect, (Hebrews 12:23)). Nuestro versículo 40 indica claramente esta distinción, llamando a nuestra porción cristiana “algo mejor”. Esto se debe a nuestra unión especial con Cristo por el Espíritu Santo que mora en nosotros, que nos hace Su cuerpo y esposa (Efesios 5:30-3230For we are members of his body, of his flesh, and of his bones. 31For this cause shall a man leave his father and mother, and shall be joined unto his wife, and they two shall be one flesh. 32This is a great mystery: but I speak concerning Christ and the church. (Ephesians 5:30‑32); Apocalipsis 19:77Let us be glad and rejoice, and give honor to him: for the marriage of the Lamb is come, and his wife hath made herself ready. (Revelation 19:7)). Luego, también estará el remanente redimido de Israel (Apocalipsis 7:1-81And after these things I saw four angels standing on the four corners of the earth, holding the four winds of the earth, that the wind should not blow on the earth, nor on the sea, nor on any tree. 2And I saw another angel ascending from the east, having the seal of the living God: and he cried with a loud voice to the four angels, to whom it was given to hurt the earth and the sea, 3Saying, Hurt not the earth, neither the sea, nor the trees, till we have sealed the servants of our God in their foreheads. 4And I heard the number of them which were sealed: and there were sealed an hundred and forty and four thousand of all the tribes of the children of Israel. 5Of the tribe of Juda were sealed twelve thousand. Of the tribe of Reuben were sealed twelve thousand. Of the tribe of Gad were sealed twelve thousand. 6Of the tribe of Aser were sealed twelve thousand. Of the tribe of Nepthalim were sealed twelve thousand. Of the tribe of Manasses were sealed twelve thousand. 7Of the tribe of Simeon were sealed twelve thousand. Of the tribe of Levi were sealed twelve thousand. Of the tribe of Issachar were sealed twelve thousand. 8Of the tribe of Zabulon were sealed twelve thousand. Of the tribe of Joseph were sealed twelve thousand. Of the tribe of Benjamin were sealed twelve thousand. (Revelation 7:1‑8)) y los gentiles creyentes (Apocalipsis 7:99After this I beheld, and, lo, a great multitude, which no man could number, of all nations, and kindreds, and people, and tongues, stood before the throne, and before the Lamb, clothed with white robes, and palms in their hands; (Revelation 7:9)) que poblarán el lado terrenal del reino milenario. Estos santos tendrán una porción terrenal de bendición en relación con Cristo, el Mesías de Israel.