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Isaiah 46

Is. 46:9 KJV (With Strong’s)

+
9
Remember
zakar (Hebrew #2142)
properly, to mark (so as to be recognized), i.e. to remember; by implication, to mention; also (as denominative from 2145) to be male
KJV usage: X burn (incense), X earnestly, be male, (make) mention (of), be mindful, recount, record(-er), remember, make to be remembered, bring (call, come, keep, put) to (in) remembrance, X still, think on, X well.
Pronounce: zaw-kar'
Origin: a primitive root
the former things
ri'shown (Hebrew #7223)
from 7221; first, in place, time or rank (as adjective or noun)
KJV usage: ancestor, (that were) before(-time), beginning, eldest, first, fore(-father) (-most), former (thing), of old time, past.
Pronounce: ree-shone'
Origin: or riishon {ree-shone'}
of old
`owlam (Hebrew #5769)
from 5956; properly, concealed, i.e. the vanishing point; generally, time out of mind (past or future), i.e. (practically) eternity; frequentatively, adverbial (especially with prepositional prefix) always
KJV usage: alway(-s), ancient (time), any more, continuance, eternal, (for, (n-))ever(-lasting, -more, of old), lasting, long (time), (of) old (time), perpetual, at any time, (beginning of the) world (+ without end). Compare 5331, 5703.
Pronounce: o-lawm'
Origin: or lolam {o-lawm'}
: for I am God
'el (Hebrew #410)
strength; as adjective, mighty; especially the Almighty (but used also of any deity)
KJV usage: God (god), X goodly, X great, idol, might(-y one), power, strong. Compare names in "-el."
Pronounce: ale
Origin: shortened from 352
, and there is none else; I am God
'elohiym (Hebrew #430)
gods in the ordinary sense; but specifically used (in the plural thus, especially with the article) of the supreme God; occasionally applied by way of deference to magistrates; and sometimes as a superlative
KJV usage: angels, X exceeding, God (gods)(-dess, -ly), X (very) great, judges, X mighty.
Pronounce: el-o-heem'
Origin: plural of 433
, and there is none
'ephec (Hebrew #657)
cessation, i.e. an end (especially of the earth); often used adverb, no further; also (like 6466) the ankle (in the dual), as being the extremity of the leg or foot
KJV usage: ankle, but (only), end, howbeit, less than nothing, nevertheless (where), no, none (beside), not (any, -withstanding), thing of nought, save(-ing), there, uttermost part, want, without (cause).
Pronounce: eh'-fes
Origin: from 656
like
kmow (Hebrew #3644)
a form of the prefix "k-", but used separately (compare 3651); as, thus, so
KJV usage: according to, (such) as (it were, well as), in comparison of, like (as, to, unto), thus, when, worth.
Pronounce: kem-o'
Origin: or kamow {kaw-mo'}
me,

More on:

+
God

Cross References

+
the former.
Is. 42:9• 9Las cosas primeras he aquí vinieron, y yo anuncio nuevas cosas: antes que salgan á luz, yo os las haré notorias. (Is. 42:9)
;
Is. 65:17• 17Porque he aquí que yo crío nuevos cielos y nueva tierra: y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. (Is. 65:17)
;
Dt. 32:7• 7Acuérdate de los tiempos antiguos; Considerad los años de generación y generación: Pregunta á tu padre, que él te declarará; A tus viejos, y ellos te dirán. (Dt. 32:7)
;
Neh. 9:7‑37• 7Tú, eres oh Jehová, el Dios que escogiste á Abram, y lo sacaste de Ur de los Caldeos, y pusístele el nombre Abraham;
8Y hallaste fiel su corazón delante de ti, é hiciste con él alianza para darle la tierra del Cananeo, del Hetheo, y del Amorreheo, y del Pherezeo, y del Jebuseo, y del Gergeseo, para darla á su simiente: y cumpliste tu palabra, porque eres justo.
9Y miraste la aflicción de nuestos padres en Egipto, y oíste el clamor de ellos en el mar Bermejo;
10Y diste señales y maravillas en Faraón, y en todos sus siervos, y en todo el pueblo de su tierra; porque sabías que habían hecho soberbiamente contra ellos; é hicíste nombre grande, como este día.
11Y dividiste la mar delante de ellos y pasaron por medio de ella en seco; y á sus perseguidores echaste en los profundos, como una piedra en grandes aguas.
12Y con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir.
13Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y dísteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos:
14Y notificásteles el sábado tuyo santo, y les prescribiste, por mano de Moisés tu siervo, mandamientos y estatutos y ley.
15Y dísteles pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la piedra; y dijísteles que entrasen á poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano que se la habías de dar.
16Mas ellos y nuestros padres hicieron soberbiamente, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos,
17Y no quisieron oir, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse á su servidumbre. Tú empero, eres Dios de perdones, clemente y piadoso, tardo para la ira, y de mucha misericordia, que no los dejaste.
18Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición, y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones;
19Tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto: la columna de nube no se apartó de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni la columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por el cual habían de ir.
20Y diste tu espíritu bueno para enseñarlos, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste en su sed.
21Y sustentástelos cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad: sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.
22Y dísteles reinos y pueblos, y los distribuiste por cantones: y poseyeron la tierra de Sehón, y la tierra del rey Hesbón, y la tierra de Og rey de Basán.
23Y multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y metístelos en la tierra, de la cual habías dicho á sus padres que habían de entrar á poseerla.
24Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y humillaste delante de ellos á los moradores del país, á los Cananeos, los cuales entregaste en su mano, y á sus reyes, y á los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos á su voluntad.
25Y tomaron ciudades fortalecidas, y tierra pingüe, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles de comer; y comieron, y hartáronse, y engrosáronse, y deleitáronse en tu grande bondad.
26Empero te irritaron, y rebeláronse contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos á ti; é hicieron grandes abominaciones.
27Y entregástelos en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron: y en el tiempo de su tribulación clamaron á ti, y tú desde los cielos los oíste; y según tus muchas miseraciones les dabas salvadores, que los salvasen de mano de sus enemigos.
28Mas en teniendo reposo, se volvían á hacer lo malo delante de ti; por lo cual los dejaste en mano de sus enemigos, que se enseñorearon de ellos: pero convertidos clamaban otra vez á ti, y tú desde los cielos los oías, y según tus miseraciones muchas veces los libraste.
29Y protestásteles que se volviesen á tu ley; mas ellos hicieron soberbiamente, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; y dieron hombro renitente, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.
30Y alargaste sobre ellos muchos años, y protestásteles con tu espíritu por mano de tus profetas, mas no escucharon; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra.
31Empero por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los dejaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
32Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el trabajo que nos ha alcanzando á nuestros reyes, á nuestros príncipes, á nuestros sacerdotes, y á nuestros profetas, y á nuestros padres, y á todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.
33Tú empero eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo:
34Y nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes, y nuestros padres, no pusieron por obra tu ley, ni atendieron á tus mandamiento y á tus testimonios, con que les protestabas.
35Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y pingüe que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras.
36He aquí que hoy somos siervos, henos aquí, siervos en la tierra que diste á nuestros padres para que comiesen sus fruto y su bien.
37Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestras bestias, conforme á su voluntad, y estamos en grande angustia.
(Neh. 9:7‑37)
;
Sal. 78:1‑72• 1Masquil de Asaph. Escucha, pueblo mío, mi ley: Inclinad vuestro oído á las palabras de mi boca.
2Abriré mi boca en parábola; Hablaré cosas reservadas de antiguo:
3Las cuales hemos oído y entendido; Que nuestros padres nos las contaron.
4No las encubriremos á sus hijos, Contando á la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.
5El estableció testimonio en Jacob, Y pusó ley en Israel; La cual mandó á nuestros padres Que la notificasen á sus hijos;
6Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; Y los que se levantarán, lo cuenten á sus hijos;
7A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios, Y guarden sus mandamientos:
8Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no apercibió su corazón, Ni fué fiel para con Dios su espíritu.
9Los hijos de Ephraim armados, flecheros, Volvieron las espaldas el día de la batalla.
10No guardaron el pacto de Dios, Ni quisieron andar en su ley:
11Antes se olvidaron de sus obras, Y de sus maravillas que les había mostrado.
12Delante de sus padres hizo maravillas En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
13Rompió la mar, é hízolos pasar; E hizo estar las aguas como en un montón.
14Y llevólos de día con nube, Y toda la noche con resplandor de fuego.
15Hendió las peñas en el desierto: Y dióles á beber como de grandes abismos;
16Pues sacó de la peña corrientes, E hizo descender aguas como ríos.
17Empero aun tornaron á pecar contra él, Enojando en la soledad al Altísimo.
18Pues tentaron á Dios en su corazón, Pidiendo comida á su gusto.
19Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
20He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas, Y arroyos salieron ondeando: ¿ Podrá también dar pan? ¿Aparejará carne á su pueblo?
21Por tanto oyó Jehová, é indignóse: Y encendióse el fuego contra Jacob, Y el furor subió también contra Israel;
22Por cuanto no habían creído á Dios, Ni habían confiado en su salud:
23A pesar de que mandó á las nubes de arriba, Y abrió las puertas de los cielos,
24E hizo llover sobre ellos maná para comer, Y dióles trigo de los cielos.
25Pan de nobles comió el hombre: Envióles comida á hartura.
26Movió el solano en el cielo, Y trajo con su fortaleza el austro.
27E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Y aves de alas como arena de la mar.
28E hízolas caer en medio de su campo, Alrededor de sus tiendas.
29Y comieron, y hartáronse mucho: Cumplióles pues su deseo.
30No habían quitado de sí su deseo, Aun estaba su vianda en su boca,
31Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, Y mató los más robustos de ellos, Y derribo los escogidos de Israel.
32Con todo esto pecaron aún, Y no dieron crédito á sus maravillas.
33Consumió por tanto en nada sus días, Y sus años en la tribulación.
34Si los mataba, entonces buscaban á Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya.
35Y acordábanse que Dios era su refugio. Y el Dios Alto su redentor.
36Mas le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían:
37Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto.
38Empero él misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía: Y abundó para apartar su ira, Y no despertó todo su enojo.
39Y acordóse que eran carne; Soplo que va y no vuelve.
40Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, Lo enojaron en la soledad!
41Y volvían, y tentaban á Dios, Y ponían límite al Santo de Israel.
42No se acordaron de su mano, Del día que los redimió de angustia;
43Cuando puso en Egipto sus señales, Y sus maravillas en el campo de Zoán;
44Y volvió sus ríos en sangre, Y sus corrientes, porque no bebiesen.
45Envió entre ellos una mistura de moscas que los comían, Y ranas que los destruyeron.
46Dió también al pulgón sus frutos, Y sus trabajos á la langosta.
47Sus viñas destruyó con granizo, Y sus higuerales con piedra;
48Y entregó al pedrisco sus bestias, Y al fuego sus ganados.
49Envió sobre ellos el furor de su saña, Ira y enojo y angustia, Con misión de malos ángeles.
50Dispuso el camino á su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida á la mortandad.
51E hirió á todo primogénito en Egipto, Las primicias de las fuerzas en las tiendas de Châm.
52Empero hizo salir á su pueblo como ovejas, Y llevólos por el desierto, como un rebaño.
53Y guiólos con seguridad, que no tuvieron miedo; Y la mar cubrió á sus enemigos.
54Metiólos después en los términos de su santuario, En este monte que ganó su mano derecha.
55Y echó las gentes de delante de ellos, Y repartióles una herencia con cuerdas; E hizo habitar en sus moradas á las tribus de Israel.
56Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios;
57Sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres: Volviéronse como arco engañoso.
58Y enojáronlo con sus altos, Y provocáronlo á celo con sus esculturas.
59Oyólo Dios, y enojóse, Y en gran manera aborreció á Israel.
60Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó entre los hombres;
61Y dió en cautividad su fortaleza, Y su gloria en mano del enemigo.
62Entregó también su pueblo á cuchillo, Y airóse contra su heredad.
63El fuego devoró sus mancebos, Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
64Sus sacerdotes cayeron á cuchillo, Y sus viudas no lamentaron.
65Entonces despertó el Señor á la manera del que ha dormido, Como un valiente que grita excitado del vino:
66E hirió á sus enemigos en las partes posteriores: Dióles perpetua afrenta.
67Y desechó el tabernáculo de José, Y no escogió la tribu de Ephraim.
68Sino que escogió la tribu de Judá, El monte de Sión, al cual amó.
69Y edificó su santuario á manera de eminencia, Como la tierra que cimentó para siempre.
70Y eligió á David su siervo, Y tomólo de las majadas de las ovejas:
71De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase á Jacob su pueblo, y á Israel su heredad.
72Y apacentólos con entereza de su corazón; Y pastoreólos con la pericia de sus manos.
(Sal. 78:1‑72)
;
Sal. 105:1‑106:48• 1Alabad á Jehová, invocad su nombre. Haced notorias sus obras en los pueblos.
2Cantadle, cantadle salmos: Hablad de todas sus maravillas.
3Gloriaos en su santo nombre: Alégrese el corazón de los que buscan á Jehová.
4Buscad á Jehová, y su fortaleza: Buscad siempre su rostro.
5Acordaos de sus maravillas que hizo, De sus prodigios y de los juicios de su boca,
6Oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos.
7El es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra son sus juicios.
8Acordóse para siempre de su alianza; De la palabra que mandó para mil generaciones,
9La cual concertó con Abraham; Y de su juramento á Isaac.
10Y establecióla á Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno,
11Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán Por cordel de vuestra heredad.
12Esto siendo ellos pocos hombres en número, Y extranjeros en ella.
13Y anduvieron de gente en gente, De un reino á otro pueblo.
14No consintió que hombre los agraviase; Y por causa de ellos castigó los reyes.
15No toquéis, dijo, á mis ungidos, Ni hagáis mal á mis profetas.
16Y llamó al hambre sobre la tierra, Y quebrantó todo mantenimiento de pan.
17Envió un varón delante de ellos, A José, que fué vendido por siervo.
18Afligieron sus pies con grillos; En hierro fué puesta su persona.
19Hasta la hora que llegó su palabra, El dicho de Jehová le probó.
20Envió el rey, y soltóle; El señor de los pueblos, y desatóle.
21Púsolo por señor de su casa, Y por enseñoreador en toda su posesión;
22Para que reprimiera á sus grandes como él quisiese, Y á sus ancianos enseñara sabiduría.
23Después entró Israel en Egipto, Y Jacob fué extranjero en la tierra de Châm.
24Y multiplicó su pueblo en gran manera, E hízolo fuerte más que sus enemigos.
25Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen á su pueblo, Para que contra sus siervos pensasen mal.
26Envió á su siervo Moisés, Y á Aarón al cual escogió.
27Pusieron en ellos las palabras de sus señales, Y sus prodigios en la tierra de Châm.
28Echó tinieblas, é hizo oscuridad; Y no fueron rebeldes á su palabra.
29Volvió sus aguas en sangre, Y mató sus pescados.
30Produjo su tierra ranas, Aun en las cámaras de sus reyes.
31Dijo, y vinieron enjambres de moscas, Y piojos en todo su término.
32Volvió en su tierra sus lluvias en granizo, Y en fuego de llamaradas.
33E hirió sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su término.
34Dijo, y vinieron langostas, Y pulgón sin número;
35Y comieron toda la hierba de su país, Y devoraron el fruto de su tierra.
36Hirió además á todos los primogénitos en su tierra, El principio de toda su fuerza.
37Y sacólos con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo.
38Egipto se alegró de que salieran; Porque su terror había caído sobre ellos.
39Extendió una nube por cubierta, Y fuego para alumbrar la noche.
40Pidieron, é hizo venir codornices; Y saciólos de pan del cielo.
41Abrió la peña, y fluyeron aguas; Corrieron por los secadales como un río.
42Porque se acordó de su santa palabra, Dada á Abraham su siervo.
43Y sacó á su pueblo con gozo; Con júbilo á sus escogidos.
44Y dióles las tierras de las gentes; Y las labores de las naciones heredaron:
45Para que guardasen sus estatutos, Y observasen sus leyes. Aleluya.
1Aleluya. Alabad á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2¿Quién expresará las valentías de Jehová? ¿Quién contará sus alabanzas?
3Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen justicia en todo tiempo.
4Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo: Visítame con tu salud;
5Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu gente, Y me gloríe con tu heredad.
6Pecamos con nuestros padres, Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
7Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; Sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo.
8Salvólos empero por amor de su nombre, Para hacer notoria su fortaleza.
9Y reprendió al mar Bermejo, y secólo; E hízoles ir por el abismo, como por un desierto.
10Y salvólos de mano del enemigo, Y rescatólos de mano del adversario.
11Y cubrieron las aguas á sus enemigos: No quedó uno de ellos.
12Entonces creyeron á sus palabras, Y cantaron su alabanza.
13Apresuráronse, olvidáronse de sus obras; No esperaron en su consejo.
14Y desearon con ansia en el desierto; Y tentaron á Dios en la soledad.
15Y él les dió lo que pidieron; Mas envió flaqueza en sus almas.
16Tomaron después celo contra Moisés en el campo, Y contra Aarón el santo de Jehová.
17Abrióse la tierra, y tragó á Dathán, Y cubrió la compañía de Abiram.
18Y encendióse el fuego en su junta; La llama quemó los impíos.
19Hicieron becerro en Horeb, Y encorváronse á un vaciadizo.
20Así trocaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba.
21Olvidaron al Dios de su salud, Que había hecho grandezas en Egipto;
22Maravillas en la tierra de Châm, Cosas formidables sobre el mar Bermejo.
23Y trató de destruirlos, A no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, A fin de apartar su ira, para que no los destruyese.
24Empero aborrecieron la tierra deseable: No creyeron á su palabra;
25Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Jehová.
26Por lo que alzó su mano á ellos, En orden á postrarlos en el desierto,
27Y humillar su simiente entre las gentes, Y esparcirlos por las tierras.
28Allegáronse asimismo á Baalpeor, Y comieron los sacrificios de los muertos.
29Y ensañaron á Dios con sus obras, Y desarrollóse la mortandad en ellos.
30Entonces se levantó Phinees, é hizo juicio; Y se detuvo la plaga.
31Y fuéle contado á justicia De generación en generación para siempre.
32También le irritaron en las aguas de Meriba: E hizo mal á Moisés por causa de ellos;
33Porque hicieron se rebelase su espíritu, Como lo expresó con sus labios.
34No destruyeron los pueblos Que Jehová les dijo;
35Antes se mezclaron con las gentes, Y aprendieron sus obras.
36Y sirvieron á sus ídolos; Los cuales les fueron por ruina.
37Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios;
38Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que sacrificaron á los ídolos de Canaán: Y la tierra fué contaminada con sangre.
39Contamináronse así con sus obras, Y fornicaron con sus hechos.
40Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad:
41Y entrególos en poder de las gentes, Y enseñoreáronse de ellos los que los aborrecían.
42Y sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano.
43Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron á su consejo, Y fueron humillados por su maldad.
44El con todo, miraba cuando estaban en angustia, Y oía su clamor:
45Y acordábase de su pacto con ellos, Y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones.
46Hizo asimismo tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.
47Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y júntanos de entre las gentes, Para que loemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus alabanzas.
48Bendito Jehová Dios de Israel, Desde el siglo y hasta el siglo: Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.
(Sal. 105:1‑106:48)
;
Sal. 111:4• 4Hizo memorables sus maravillas: Clemente y misericordioso es Jehová. (Sal. 111:4)
;
Jer. 23:7‑8• 7Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, y no dirán más: Vive Jehová que hizo subir los hijos de Israel de la tierra de Egipto;
8Sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la simiente de la casa de Israel de tierra del aquilón, y de todas las tierras adonde los había yo echado; y habitarán en su tierra.
(Jer. 23:7‑8)
;
Dn. 9:6‑15• 6No hemos obedecido á tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron á nuestros reyes, y á nuestros príncipes, á nuestros padres, y á todo el pueblo de la tierra.
7Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy á todo hombre de Judá, y á los moradores de Jerusalem, y á todo Israel, á los de cerca y á los de lejos, en todas las tierras á donde los has echado á causa de su rebelión con que contra ti se rebelaron.
8Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes, y de nuestros padres; porque contra ti pecamos.
9De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado;
10Y no obedecimos á la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales puso él delante de nosotros por mano de sus siervos los profetas.
11Y todo Israel traspasó tu ley apartándose para no oir tu voz: por lo cual ha fluído sobre nosotros la maldición, y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.
12Y él ha verificado su palabra que habló sobre nosotros, y sobre nuestros jueces que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; que nunca fué hecho debajo del cielo como el que fué hecho en Jerusalem.
13Según está escrito en la ley de Moisés, todo aqueste mal vino sobre nosotros: y no hemos rogado á la faz de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades, y entender tu verdad.
14Veló por tanto Jehová sobre el mal, y trájolo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que hizo, porque no obedecimos á su voz.
15Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste nombre cual en este día; hemos pecado, impíamente hemos hecho.
(Dn. 9:6‑15)
I am God.
and there is none like.

J. N. Darby Translation

+
9
Remember the former things of old; for I am *God, and there is none else; I am God, and there is none like me;