Joel

 
La edad de este profeta no nos es dada. De esto, podríamos decir, no importa cuándo floreció; Pero podemos decir lo mismo también del carácter de su profecía. Y así, el silencio del Espíritu sobre ese punto está más que explicado: está justificado.
Él entregó la palabra del Señor en algún día de dolorosa calamidad nacional, cuando una y otra vez el adversario vino a desperdiciar y destruir, o año tras año el hambre estaba en la tierra a causa de las plagas sobre ella.