La venida del Señor

No debe pensarse que la venida del Señor será acompañada de alguna señal natural extraordinaria como, por ejemplo, un temporal aterrador, porque no hay nada en la Escritura que confirme tal idea. Sin embargo, la venida del Señor sobrevendrá súbitamente como relámpago, y el Espíritu de Dios la describe así: “En un momento, en un abrir de ojo” (1 Corintios 15:5252In a moment, in the twinkling of an eye, at the last trump: for the trumpet shall sound, and the dead shall be raised incorruptible, and we shall be changed. (1 Corinthians 15:52)). Un juicio terrible tendrá lugar después de aquel acontecimiento repentino, y tal será la situación que “en aquellos días buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán, y desearán morir, y la muerte huirá de ellos” (Apocalipsis 9:66And in those days shall men seek death, and shall not find it; and shall desire to die, and death shall flee from them. (Revelation 9:6)). ¿Quisieras, pues, ponerte a salvo de tal juicio abrumador? Ven al Salvador ahora, porque, “después que el Padre de familia se levantare y cerrare la puerta”, no se abrirá ni siquiera para que entre una sola alma; y de nada servirá el gritar: “Señor, Señor, ábrenos”. Entonces el Señor llamará a los incrédulos por su nombre verdadero: “Obreros de iniquidad”, y a tales el Señor dirá: “Apartaos de Mí” (léase Lucas 13:24-3024Strive to enter in at the strait gate: for many, I say unto you, will seek to enter in, and shall not be able. 25When once the master of the house is risen up, and hath shut to the door, and ye begin to stand without, and to knock at the door, saying, Lord, Lord, open unto us; and he shall answer and say unto you, I know you not whence ye are: 26Then shall ye begin to say, We have eaten and drunk in thy presence, and thou hast taught in our streets. 27But he shall say, I tell you, I know you not whence ye are; depart from me, all ye workers of iniquity. 28There shall be weeping and gnashing of teeth, when ye shall see Abraham, and Isaac, and Jacob, and all the prophets, in the kingdom of God, and you yourselves thrust out. 29And they shall come from the east, and from the west, and from the north, and from the south, and shall sit down in the kingdom of God. 30And, behold, there are last which shall be first, and there are first which shall be last. (Luke 13:24‑30)). Procura, pues, entrar mientras la puerta está abierta. La Escritura dice: “porfiad a entrar”.
La expresión “puertas entreabiertas”, refiriéndose al cielo, aunque muy en boga, es una perversión necia y nociva de la verdad. Cuando Dios abre la puerta, ésta permanece tan ampliamente abierta como Su propio corazón desea, y como tú también en tu profunda necesidad pudieras desearla. Cuando venga el momento que la puerta sea cerrada, lo estará tanto como Su poderosa mano y la obstinada incredulidad del hombre podrán cerrarla.
Dios es perfecto y preciso en Su obrar. No transige ni en Su atender a la necesidad de un pecador que se arrepiente, ni en Su juicio para con la incredulidad que rechaza Su gracia. (G. C.)