Regocijámonos, Señor (#280)

 
Regocijámonos, Señor,
Que entrado has en tu hogar de amor,
El trono de tu Padre en luz
Ya el tuyo en cambio por la cruz.
Tu senda — de aflicción, dolor,
Vergüenza  — el fin tocó, Señor;
Tu corazón se alegra ya,
Jesús, varón de gozo allá.
Con gozo nuestro corazón
Rebosa en grande admiración,
Volviendo tu senda a trazar,
Tu amor y gracia a contemplar;
Sentámonos para aprender,
Cual tus alumnos, ya saber
Las maravillas de tu amor,
Tus dichos cual miel en sabor.
¡Oh cruz de Cristo!, ¡oh árbol tal!,
En donde el bien a todo el mal
Venció, cuando el Pastor murió:
Jamás tal árbol se encontró;
El único Hijo, Él, de Dios,
Crucificado fue por nos,
Llevó ese juicio abrumador,
Gustó la muerte en su terror.
Mirando allá, nos da placer
La tumba abierta ähora ver;
Pues toda aquella oscuridad
Tornaste en plena claridad;
Resucitaste, ¡oh Redentor!
La muerte ya es sin terror,
Que has anulado su poder
Muriendo en la cruz ayer.
Gozámonos hoy mucho, al ver
Tu obrar cumplido, al ascender
Tú, en triunfo, al cielo, que se abrió
A Ti, y la entrada allí nos dio.
Ya se oye, alegre, el coro en luz
Tu nombre proclamar, Jesús:
“Digno el Cordero fiel de Dios
De honra es, pues murió por nos.”
¡Oh! que esperemos con fervor
Oír tu voz en el albor:
“Acá a Mí mismo os llevaré,
Que en este hogar siempre os tendré.”
¡Qué gozo inmenso, oh Salvador!,
Morar contigo en dulce amor;
Ya consagrarnos — a solaz,
Fervientes — al löarte en paz.
Traducción ©1965 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.