Segunda epístola a Timoteo

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UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: conoce el Señor a los
que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo."
2 Timoteo 2:19
Esta epístola presenta las últimas instrucciones a Timoteo antes de que Pablo termine su carrera. La iglesia se hallaba en desorden y en decadencia espiritual en cuanto a su profesión, y el apóstol deja enseñanzas explícitas a su hijo en la fe de cómo se debe proceder en circunstancias tan apremiantes.
En el capítulo 1:15 él dice: “Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia.” Exhorta a Timoteo a que se esfuerce en la gracia que es en Cristo Jesús, y que encargue muy bien a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. En el capítulo 2, los versículos 18 al 22 indican el carácter de estas instrucciones del apóstol.
Timoteo, en vista de profanas y vanas palabrerías típicas que serían propagadas en los últimos días, tendría que evitarlas, y desechar las cuestiones necias y sin sabiduría, sabiendo que engendrarían contiendas.
El capítulo 3 contiene amonestaciones en cuanto a los peligros de los últimos días de este siglo de gracia, (léase los versículos 1 al 9). Timoteo tenía que permanecer en la verdadera doctrina, instrucción, propósito, fe, longanimidad, amor, y paciencia. Él había aprendido desde su niñez la Palabra de Dios inspirada divinamente, y “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
El capítulo 4 no habla de la venida de Cristo por los suyos, como en l Timoteo, sino más bien de Su manifestación y reino (Véase v. 1)
Pablo había terminado su carrera; había peleado una buena batalla y había guardado la fe (4:6,7).
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
2 Timoteo 3:3
“sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,” Estamos llegando al fin del siglo 20, y la descripción que aquí fue escrita hace más que 1900 años está al día acerca de muchas personas del mundo en el cual vivimos. La lista empieza con “sin afecto natural” y cuando vemos el número de hijos abandonados en América Latina y en el resto del mundo, es claro que muchos tienen hijos como el fin de un proceso de satisfacer lo que puede llegar a ser no más que un deseo carnal. Otros abortan, que es una forma de asesinar, con la ayuda del médico. Uno que es inhumano siempre vuelve a mostrar su odio contra otro(s) y no puede calmarse. Un calumniador va haciendo acusaciones falsas en contra de otros, muchas veces para cubrir sus propios pecados. Los intemperantes no saben decirse no a sí mismos en asuntos de apetito, y sin duda estamos en un mundo carente de autodisciplina. Con generaciones criadas en frente de un televisor, las crueldades han aumentado. Tantos han visto las crueldades que son o no son reales que no pueden distinguir entre las películas y la verdad. Este versículo termina con aborrecedores de lo bueno. Muchos prefieren lo que es pecaminoso o sucio en vez de lo que es sano y limpio. Así está el mundo en el cual estamos viviendo. En el rincón donde estamos, ¿tenemos un testimonio para Cristo que afecta a los que están alrededor o estamos siendo afectados por estas actitudes y acciones? Podemos ser luces en lugares obscuros, o podemos ver la luz de nuestro testimonio disminuida y tapada. Aquellos con quien tenemos contacto necesitan a Cristo y van a estar leyendo nuestras vidas antes que la Biblia para ver qué ofrece Cristo.