UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
en llama de fuego para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen
al evangelio de nuestro Señor Jesucristo,” 2 Tesalonicenses 1:7b-8
En 2 Tesalonicenses el apóstol corrige la confusión causada entre los creyentes por no distinguir entre la venida de Cristo por ellos y Su venida con ellos. Sufrían tanta persecución que pensaban que el día del Señor había empezado. Él en el capítulo 2 les hace entender que no era así, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado (el anticristo), cuyo advenimiento será “según la operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos.”
Así, el día del Señor es un día distinto, y sucede después del arrebatamiento de la iglesia. Mientras tanto ésta debe mantenerse firme en la esperanza del arrebatamiento. Pablo pide las oraciones de los Tesalonicenses, dándoles diversas exhortaciones.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
2 Tesalonicenses 3:11-12
“Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.” Si alguien quiere servir al Señor, primero debe aprender a ser fiel en cosas naturales como en usar su tiempo y en trabajar para proveer sus necesidades básicas. Si no, muchas veces no va a poder usar bien su tiempo como siervo del Señor y los otros van a decir que no entiende el esfuerzo que ellos ponen para ganar el pan diario. ¿Has terminado tus estudios? No busques siempre donaciones de tus padres o de otros. No busques una posición de preeminencia o de alto sueldo. Busca donde puedas trabajar sosegadamente y haz tu trabajo para el Señor y Él va a proveer los adelantos según Su voluntad.