La segunda epístola de Pedro

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UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento." 2 Pedro 3:9
La primera epístola trata del gobierno de Dios en favor de los justos. La segunda nos da el gobierno de Dios en el juicio de los impíos.
El propósito del apóstol es confirmar en la mente de los judíos salvos por la gracia de Dios, la certeza del reino verdadero del Señor en majestad recibiendo "de Dios Padre honra y gloria" (1:16-19).
Antes que el reino sea desplegado, será necesario que sea manifestada la corrupción completa del cristianismo. Habrá entre ellos falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. El desarrollo de todo esto se halla en esta epístola, pero la culminación se describe en el libro de Judas.
Concluye la segunda epístola de Pedro, con el propósito de corregir una fase de escepticismo en cuanto al día del Señor. Así, en el capítulo 3 dirige los pensamientos de ellos más allá del reino, a los cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales morará la justicia. Ellos como creyentes en Cristo, y con el conocimiento de estas cosas, eran preservados de los errores de esos falsos maestros, y más bien eran animados a crecer en la gracia y el conocimiento del Señor y Salvador de ellos.
Estas instrucciones son muy preciosas y valederas en este tiempo de apostasía de la iglesia profesante.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
2 Pedro 2:10
"y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores." Aquí tenemos la descripción de muchos que no van a estar en el cielo, sino que van a esperar el juicio de Dios, por su Hijo, contra el pecado. Vemos cosas que no nos sorprenden como andar en la carne y cosas sucias, pero hay una cosa más. Vemos que siempre están hablando en contra del gobierno y los gobernantes. Sí, es posible que un gobierno pueda ser muy malo; pero hasta el momento en que salen del poder, Dios les ha permitido gobernar. Tenemos instrucciones claras para nosotros en Romanos 13:1-2: "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos." En vez de condenar a un mal gobierno, podemos hacer una cosa positiva: "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" (1 Ti. 2:1-21I exhort therefore, that, first of all, supplications, prayers, intercessions, and giving of thanks, be made for all men; 2For kings, and for all that are in authority; that we may lead a quiet and peaceable life in all godliness and honesty. (1 Timothy 2:1‑2)). No debemos estar metidos en la política de este mundo porque "nuestra ciudadanía está en los cielos" (Flp. 3:20) y "somos embajadores en nombre de Cristo" (2 Co. 5:2020Now then we are ambassadors for Christ, as though God did beseech you by us: we pray you in Christ's stead, be ye reconciled to God. (2 Corinthians 5:20)).