UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en
medio de vosotros, no temáis." Hageo 2:5
La palabra de Dios no dice nada respecto a los antepasados de este profeta.
Su profecía trata principalmente de la falta de fe y constancia por parte de los judíos, en terminar con la construcción del templo ordenado por el rey Ciro; pues se interrumpió el trabajo por espacio de quince años. Hageo insistía en proseguir con la obra, mas no le obedecieron. Pero Dios despertó el espíritu de Zorobabel, gobernador de Judá; y el espíritu de Josué, sumo sacerdote, además del resto del pueblo, y por fin continuaron con la reedificación de la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios. Hageo les animaba, trayendo a su memoria que Dios estaba con ellos, como cuando los libró de Egipto.
Su profecía se extiende hasta el futuro. Él dijo: "De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones, y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos." (Véase 2:6, 7). Su gracia comprenderá y se extenderá al remanente de Israel.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Hageo 1:8
"Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová." La gente estuvo demasiado ocupada en sus propios placeres como para tener tiempo para trabajar en la construcción de la casa de Dios. Ahora, nosotros, los creyentes verdaderos conformamos el templo, la casa de Dios. Ya no es hecha de madera. Pero, nosotros también podemos estar demasiado ocupados satisfaciendo nuestros propios placeres en vez de ser “constructores espirituales." Es tiempo de hacer la voluntad del Señor y glorificarle (que quiere decir manifestar sus excelencias).