Tu nombre de honor (#286)

Los montes rocosos, las ricas llanuras,
Los ríos de aguas que dan en la mar,
Los bosques tan verdes, las lomas fructuosas,
Cada ave, el ganado, y el bruto a la par:
De todos, del hombre, no había un principio …
Mas ya desde el siglo, ¡bendito Señor!,
Dios su gran delicia tuvo en Ti, EL HIJO,
“La sabiduría”, tu nombre de honor.
Pues, cuando Él, cual “tienda”, hizo el firmamento,
Y al cielo como una “cortina” extendió;
A su sobrefaz por compás señalando,
Los límites del vasto océano midió;
Obrando con “peso” y su “palmo” divino,
Tú, el Hijo amado, estuviste con Él,
Tú mismo el deleite del Padre, ¿y Él?: tuyo …
En nos ya pensando, ¡oh Señor, sumo fiel!
¿Pudiste en los hombres cual somos nosotros
Tener complacencia y mostrarnos favor,
No obstante que cuando viniste a buscarnos,
En la dura cruz Te enclavamos, Señor!
¡Qué gran maravilla!; ¡qué gracia insondable!;
¡Qué santo misterio de eterno amor!;
La voz que en los truenos hablar pudo, hoy dice:
“Por ti yo morí; tuyo soy, pecador.”
Traducción y música arreglada ©1958 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.