El pecado de Jerusalén recapituló; El juicio de Dios justificado
El capítulo 22 recapitula el pecado de Jerusalén, de sus profetas, sus sacerdotes y sus príncipes. El ojo de Dios buscó a alguien que se parara en la brecha delante de Él, y no encontró ninguno. Su indignación debería consumirlos. ¡Qué fuerza dan las profecías a esas palabras del Señor: “¡Cuántas veces habría reunido a tus hijos, como una gallina reúne a sus gallinas bajo sus alas, y vosotros no lo haríais!”
En el capítulo 23 Jehová se justifica a sí mismo por juzgar a Jerusalén por la iniquidad e infidelidad de su caminar. Su prostitución con los gentiles trajo a su mente su curso temprano. La misma conducta mostró la misma naturaleza. Ella ha terminado como comenzó, porque en el fondo ella era la misma. La suerte de Samaria debería ser suya. Este último se llama tienda o tabernáculo, y Jerusalén, “Mi tabernáculo en ella”.