Jeremías 2: Ídolos

Jeremiah 2
En nuestra mente podemos tener una definición respecto a lo que es un ídolo: puede estar cubierto de oro, tallado de manera admirable y con muchos detalles; y, ante esa estatua se arrodilla la gente para orar y pedirle algunos favores especiales. Nos entristece mucho ver a tantas personas sinceras pero tan equivocadas. Hay un solo Dios verdadero que puede contestar las peticiones de nuestros corazones y que en realidad merece adoración. Pero detengámonos por un momento... ¿Acaso somos nosotros también idólatras? ¿En esencia, qué es un ídolo? Es aquello que se apropia en nuestro corazón del lugar supremo que solo Dios debe tener; es más, inclusive las cosas necesarias puedan llegar a ser ídolos. Por ejemplo, si tratamos de encontrar satisfacción en una buena comida u otra cosa en vez de en Dios, aquello puede llegar a ser nuestro ídolo (Filipenses 3:1919Whose end is destruction, whose God is their belly, and whose glory is in their shame, who mind earthly things.) (Philippians 3:19)). Meditemos en las palabras de corrección que Dios dio a su pueblo terrenal respecto a su idolatría y que también se aplican a nosotros.
Dios jamás ha fallado a alguien que cuenta con Él como su ayudador. A Israel le dijo: “Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien ... ” (Jeremías 2:77And I brought you into a plentiful country, to eat the fruit thereof and the goodness thereof; but when ye entered, ye defiled my land, and made mine heritage an abomination. (Jeremiah 2:7)). A nosotros también nos ha dado todo lo que necesitamos: en Cristo Jesús no nos falta nada. Los israelitas dejaron a Dios y buscaron otros modos de llenar sus corazones; sin embargo, con tristeza debemos reconocer que obramos igual que ellos. A veces disimulamos que queremos a otras personas o cosas más que a Dios; así como los israelitas negaron su idolatría pero Dios replicó: “¿Cómo puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve tras los baales?” (Jeremías 2:2323How canst thou say, I am not polluted, I have not gone after Baalim? see thy way in the valley, know what thou hast done: thou art a swift dromedary traversing her ways; (Jeremiah 2:23)). Duele ser rechazado por otros sin razón y en realidad así tratamos a Dios cuando buscamos nuestra felicidad en los placeres del mundo.
En el Salmo 115:4-74Their idols are silver and gold, the work of men's hands. 5They have mouths, but they speak not: eyes have they, but they see not: 6They have ears, but they hear not: noses have they, but they smell not: 7They have hands, but they handle not: feet have they, but they walk not: neither speak they through their throat. (Psalm 115:4‑7) se describe la impotencia de otros dioses: “Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta”. ¡Qué descripción tan clara sobre la insensatez de adorar imágenes! Cualquier persona cuerda podría reconocer que una estatua no puede conversar con ella, ni ayudarle con sus dificultades; mas el Dios verdadero siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones. Hoy en día los medios de comunicación nos dicen que podemos tener paz y satisfacción mediante una nueva casa, ropa de moda, fama o educación; pero así no seríamos más sabios que quienes buscan hallar ayuda en una estatua que ellos mismos han hecho.
En 1 Juan descubrimos el secreto acerca de cómo evitar la tentación de seguir a los ídolos, pues toda la epístola describe mucho el carácter de Dios y termina con estas palabras: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén” (1 Juan 5:20-2120And we know that the Son of God is come, and hath given us an understanding, that we may know him that is true, and we are in him that is true, even in his Son Jesus Christ. This is the true God, and eternal life. 21Little children, keep yourselves from idols. Amen. (1 John 5:20‑21)). Mientras estamos ocupados con el Dios verdadero, no tenemos lugar en nuestro corazón para lo falso. Si alguien tiene un billete bueno no va a cambiarlo fácilmente por uno falso. Dios es amor y también luz: no cabe duda de que tiene todo el poder, la sabiduría y además interés en nosotros. ¿Por qué dejarle para buscar cosas como la plata que nunca pueden satisfacer completamente?