La mies es mucha: España

From: Número 29
D.E. Rule
España es un país del cual escuchamos mucho en las noticias hoy en día, por los altos niveles de desempleo y otros problemas en su economía. Hace unos diez años atrás tenía aparentemente una de las economías más dinámicas de Europa. Fue receptor de cientos de miles de inmigrantes, sobre todo de países latinoamericanas como el Ecuador, Perú y Bolivia. Muchos latinos fueron para conseguir trabajo para sostener a sus familias y fácilmente lo consiguieron con el “boom” en la construcción, trabajo en agricultura y en el servicio doméstico. Cuando colapsó la construcción con la crisis económica empezando en el año 2008, los trabajadores que no tenían destrezas especiales en muchos casos empezaron a perder sus trabajos.
Los inmigrantes no solamente vinieron con sus esperanzas de trabajo. Muchos vinieron trayendo sus costumbres y creencias, incluyendo numerosos creyentes verdaderos en el Señor Jesucristo como su Salvador. En un país con una población de casi 45 millones, había apenas unas 40.000 personas en todo el país que fueron identificadas con el término “evangélico” en el año 1960. Muchos de ellos sufrieron bajo el gobierno de Generalísimo Franco, y la persecución de la iglesia Católica. No era la primera vez que esto sucedió porque en el siglo XVI en el tiempo de la inquisición muchos creyentes fueron llamados apóstatas y fueron torturados, muchos de ellos fueron asesinados, y otros tuvieron que escapar de España.
Con la llegada de la ola de inmigrantes de las Américas y de África, el número de los identificados como “evangélicos” creció a más de 450.000 personas, mayormente del exterior de España. Se formaron muchas congregaciones y en algunos casos incluyeron a españoles de nacimiento.
España se menciona en la Biblia en Romanos 15:23-24: “Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros”. Y en los versículos 28-29 el apóstol Pablo indicó su deseo de visitar el país: “Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España. Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo”. No hay confirmación en la Palabra de Dios que haya llegado allí, pues estos versículos señalan a los creyentes en Roma a quienes estaban dirigidas estas palabras: su deseo de llegar con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo. Esto debe ser parte de nuestra oración para España, Roma y todo el mundo hoy en día. Hay muchos en España, un país de gente muy educada en cuanto a cosas naturales; pero en muchos casos, muy ignorantes de las cosas más importantes que tenemos en la Biblia.
Las encuestas muestran que solamente un 14% de los jóvenes se identifican como religiosos, una indicación de que España rápidamente se está volviéndose un país secular. Están rechazando el ritualismo. Oremos para que lleguen a conocer a Aquel que es el camino, la verdad, y la vida: el Señor Jesucristo. El problema de las presiones de los catalanes, gallegos, y vascos dentro del país que hablan su propia idioma aparte del español y que quieren más independencia del gobierno nacional con su cede en Madrid es serio; pero no tanto como el problema espiritual que es más grave porque su efecto es para toda la eternidad.