Las arras del Espíritu

Ahora veamos otra cosa: las arras del Espíritu. Efesios 1:1414Which is the earnest of our inheritance until the redemption of the purchased possession, unto the praise of his glory. (Ephesians 1:14) dice: “Que es las arras de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de Su gloria”. Esta segunda obra del Espíritu que mora en nosotros, como las “arras”, es darle al creyente un anticipo del cielo; disfrutar de la porción que le corresponde en Cristo. El “sello” del Espíritu me hace saber que yo soy Su posesión, pero las “arras” del Espíritu me dan a saber que ¡yo también tengo posesiones! El sello me dice que le pertenezco a Él, pero las arras me dicen que hay cosas que me pertenecen a mí.
Hoy en día cuando uno compra un terreno, los agentes inmobiliarios piden un pago de “arras”: un pago inicial, que es un adelanto parcial del precio total. Esto demuestra que realmente tienes la intención de comprar y no te retractarás del negocio después. Así que, el Espíritu de Dios, al darnos las “arras”, es una señal de que Dios tiene toda la intención de completar la transacción en el tiempo establecido. Hasta que Cristo venga a llevarnos a casa en la gloria, el objetivo del Espíritu es ocuparnos con nuestra porción en Cristo, para darnos a conocer cuán abundantemente hemos sido bendecidos (1 Corintios 2:1212Now we have received, not the spirit of the world, but the spirit which is of God; that we might know the things that are freely given to us of God. (1 Corinthians 2:12)). Él desea mostrarnos toda la plenitud de las bendiciones que son nuestras en Cristo, para que disfrutemos de nuestra porción aún antes de llegar allí.
¡Qué maravilloso privilegio es tener al Espíritu morando dentro de nosotros! Él nos ayuda a disfrutar de la tierra a la que vamos, antes de que vayamos allí. Él toma las cosas de Cristo y nos las muestra mientras aún estamos en este mundo, dándonos un anticipo del cielo (Juan 16:1414He shall glorify me: for he shall receive of mine, and shall show it unto you. (John 16:14)). El hermano H. P. Barker tenía una encantadora ilustración de esta obra del Espíritu. Planeaba viajar al extranjero y le prometió a su hijo que lo llevaría con él. Para que disfrutara durante el viaje en el barco, le compró al niño un telescopio, no un juguete, sino un instrumento funcional. Cuando el viaje estaba pronto a acabar, se pasó la voz en el barco de que había tierra a la vista. Él no podía ver nada, pero su hijo mirando por el telescopio podía ver las montañas claramente. Pronto, pudo ver el contorno de las montañas, pero su hijo exclamaba: “Papá, puedo ver casas ... ¡y personas caminando en el muelle!”. El telescopio le había dado una visión clara de la tierra a la que se dirigían. Le permitió vislumbrarla antes de que llegaran. Eso es lo que el Espíritu Santo, como las “arras”, hace por nosotros. Él nos permite disfrutar desde ahora las grandes cosas que constituyen nuestra herencia eterna, reservada en los cielos para nosotros (1 Pedro 1:44To an inheritance incorruptible, and undefiled, and that fadeth not away, reserved in heaven for you, (1 Peter 1:4)).
George Cutting también tenía una buena ilustración de “la prenda [las arras] del Espíritu” (2 Corintios 1:2222Who hath also sealed us, and given the earnest of the Spirit in our hearts. (2 Corinthians 1:22)). Habló sobre un granjero que compró ovejas en el mercado, y las llevó a casa. Se las entregó a su trabajador diciéndole que las pusiera en el corral frente del granero. Entonces le dijo que fuera al campo en la parte de atrás y cortara unos cuantos manojos de trébol dulce y los pusiera en el corral para que las ovejas los disfrutaran. Dijo: “¡Por la mañana las soltaremos en ese campo de trébol para que lo disfruten plenamente!”. Esa es una hermosa ilustración de lo que el Espíritu está haciendo por nosotros. En la mañana (cuando el Señor venga) seremos liberados, por así decirlo, para entrar en nuestra porción, en nuestro estado glorificado. Mientras tanto, el Espíritu está “sacando a propósito ... un poco de grano de los manojos” dulces de las cosas de Cristo, y dándonoslos para que nos alimentemos de ellas mientras aún estamos aquí (Rut 2:16,16And let fall also some of the handfuls of purpose for her, and leave them, that she may glean them, and rebuke her not. (Ruth 2:16) LBLA1).
¿Qué sabemos acerca de cuán abundantemente hemos sido bendecidos? ¿Cuánto disfrutamos de esas cosas? Yo creo que si realmente comprendiéramos algunas de esas cosas, no estaríamos tratando de encontrar satisfacción y placer en las cosas de este mundo.
 
1. Escrituras tomadas de La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com