Desastre resultante de la conexión con la casa de Acab
Finalmente, el rey perece, según la predicción de Elías. Desastre tras desastre cae sobre Judá como consecuencia de esta conexión con la casa de Acab. Conectarse con aquello que dice ser de Dios, según su religión, pero que no es así, es intolerable para Dios. El único hijo que le quedó a Joram es asesinado por Jehú, como participante en la iniquidad de la familia de Acab; y Atalía, que pertenecía a esta familia, toma posesión del trono, destruyendo toda la simiente real, excepto un niño que Dios en Su gracia cuidó, que no quiso que la lámpara de David se apagara en Jerusalén, aunque castigó a su familia. La hermana de Ocozías, esposa del sumo sacerdote, preserva al niño, que está oculto en la casa de Dios durante seis años.