El gobierno de Salomón prefigurando el de Cristo en la tierra
El capítulo 8 nos da algunos detalles más del estado de Israel, un estado que prefigura el de los últimos días. Salomón somete todo lo que podría haber obstaculizado el pleno disfrute de la tierra prometida en toda su extensión, ya sea del lado de Tiro o de Siria. Los extranjeros en la tierra continúan pagando tributo, y los hijos de Israel son capitanes y hombres de guerra. Sión es completamente santificada, y la adoración de Jehová es mantenida y honrada por el rey. El servicio de la casa de Dios, las alabanzas y todo el orden relacionado con ellas fueron designados de acuerdo con las ordenanzas de David. El mandamiento del rey era la regla absoluta para todo. Edom mismo era su posesión; y, hasta el Mar Rojo, todos eran súbditos del rey. El rey de Tiro, que representa la gloria gentil del mundo, suministró todo lo que necesitaba para llevar a cabo sus designios.