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Ezra 4

Esd. 4:5 KJV (With Strong’s)

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5
And hired
sakar (Hebrew #7936)
a primitive root (apparently akin (by prosthesis) to 3739 through the idea of temporary purchase; compare 7937); to hire
KJV usage: earn wages, hire (out self), reward, X surely.
Pronounce: saw-kar'
Origin: or (by permutation) cakar (Ezra 4:5) {saw-kar'}
counsellors
ya`ats (Hebrew #3289)
to advise; reflexively, to deliberate or resolve
KJV usage: advertise, take advise, advise (well), consult, (give, take) counsel(-lor), determine, devise, guide, purpose.
Pronounce: yaw-ats'
Origin: a primitive root
x against them, to frustrate
parar (Hebrew #6565)
to break up (usually figuratively, i.e. to violate, frustrate
KJV usage: X any ways, break (asunder), cast off, cause to cease, X clean, defeat, disannul, disappoint, dissolve, divide, make of none effect, fail, frustrate, bring (come) to nought, X utterly, make void.
Pronounce: paw-rar'
Origin: a primitive root
their purpose
`etsah (Hebrew #6098)
advice; by implication, plan; also prudence
KJV usage: advice, advisement, counsel(l-(or)), purpose.
Pronounce: ay-tsaw'
Origin: from 3289
, all the days
yowm (Hebrew #3117)
a day (as the warm hours), whether literal (from sunrise to sunset, or from one sunset to the next), or figurative (a space of time defined by an associated term), (often used adverb)
KJV usage: age, + always, + chronicals, continually(-ance), daily, ((birth-), each, to) day, (now a, two) days (agone), + elder, X end, + evening, + (for) ever(-lasting, -more), X full, life, as (so) long as (... live), (even) now, + old, + outlived, + perpetually, presently, + remaineth, X required, season, X since, space, then, (process of) time, + as at other times, + in trouble, weather, (as) when, (a, the, within a) while (that), X whole (+ age), (full) year(-ly), + younger.
Pronounce: yome
Origin: from an unused root meaning to be hot
of Cyrus
Kowresh (Hebrew #3566)
from the Persians; Koresh (or Cyrus), the Persian king
KJV usage: Cyrus.
Pronounce: ko'-resh
Origin: or (Ezra 1:1 (last time),2) Koresh {ko'-resh}
king
melek (Hebrew #4428)
a king
KJV usage: king, royal.
Pronounce: meh'-lek
Origin: from 4427
of Persia
Parac (Hebrew #6539)
Paras (i.e. Persia), an Eastern country, including its inhabitants
KJV usage: Persia, Persians.
Pronounce: paw-ras'
Origin: of foreign origin
, even until the reign
malkuwth (Hebrew #4438)
or (in plural) malkuyah {mal-koo-yah'}; from 4427; a rule; concretely, a dominion
KJV usage: empire, kingdom, realm, reign, royal.
Pronounce: mal-kooth'
Origin: or malkuth {mal-kooth'}
of Darius
Dar`yavesh (Hebrew #1867)
Darejavesh, a title (rather than name) of several Persian kings
KJV usage: Darius.
Pronounce: daw-reh-yaw-vaysh'
Origin: of Persian origin
king
melek (Hebrew #4428)
a king
KJV usage: king, royal.
Pronounce: meh'-lek
Origin: from 4427
of Persia
Parac (Hebrew #6539)
Paras (i.e. Persia), an Eastern country, including its inhabitants
KJV usage: Persia, Persians.
Pronounce: paw-ras'
Origin: of foreign origin
.

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hired.
Sal. 2:1‑2• 1¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan vanidad?
2Estarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová, y contra su ungido, diciendo:
(Sal. 2:1‑2)
;
Nah. 1:11• 11De ti salió el que pensó mal contra Jehová, un consultor impío. (Nah. 1:11)
;
Hch. 24:1‑27• 1Y cinco días después descendió el sumo sacerdote Ananías, con algunos de los ancianos, y un cierto Tértulo, orador; y parecieron delante del gobernador contra Pablo.
2Y citado que fué, Tértulo comenzó á acusar, diciendo: Como por causa tuya vivamos en grande paz, y muchas cosas sean bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia,
3Siempre y en todo lugar lo recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelentísimo Félix.
4Empero por no molestarte más largamente, ruégote que nos oigas brevemente conforme á tu equidad.
5Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los Judíos por todo el mundo, y príncipe de la secta de los Nazarenos:
6El cual también tentó á violar el templo; y prendiéndole, le quisimos juzgar conforme á nuestra ley:
7Mas interviniendo el tribuno Lisias, con grande violencia le quitó de nuestras manos,
8Mandando á sus acusadores que viniesen á ti; del cual tú mismo juzgando, podrás entender todas estas cosas de que le acusamos.
9Y contendían también los Judíos, diciendo ser así estas cosas.
10Entonces Pablo, haciéndole el gobernador señal que hablase, respondió: Porque sé que muchos años ha eres gobernador de esta nación, con buen ánimo satisfaré por mí.
11Porque tú puedes entender que no hace más de doce días que subí á adorar á Jerusalem;
12Y ni me hallaron en el templo disputando con ninguno, ni haciendo concurso de multitud, ni en sinagogas, ni en la ciudad;
13Ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan.
14Esto empero te confieso, que conforme á aquel Camino que llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;
15Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan.
16Y por esto, procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres.
17Mas pasados muchos años, vine á hacer limosnas á mi nación, y ofrendas,
18Cuando me hallaron purificado en el templo (no con multitud ni con alboroto) unos Judíos de Asia;
19Los cuales debieron comparecer delante de ti, y acusarme, si contra mí tenían algo.
20O digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando yo estuve en el concilio,
21Si no sea que, estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy hoy juzgado de vosotros.
22Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de esta secta, les puso dilación, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro negocio.
23Y mandó al centurión que Pablo fuese guardado, y aliviado de las prisiones; y que no vedase á ninguno de sus familiares servirle, ó venir á él.
24Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila, su mujer, la cual era Judía, llamó á Pablo, y oyó de él la fe que es en Jesucristo.
25Y disertando él de la justicia, y de la continencia, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora vete, mas en teniendo oportunidad te llmaré:
26Esperando también con esto, que de parte de Pablo le serían dados dineros, porque le soltase; por lo cual, haciéndole venir muchas veces, hablaba con él.
27Mas al cabo de dos años recibió Félix por sucesor á Porcio Festo: y queriendo Félix ganar la gracia de los Judíos, dejó preso á Pablo.
(Hch. 24:1‑27)
Darius.
Esd. 4:24• 24Cesó entonces la obra de la casa de Dios, la cual estaba en Jerusalem: y cesó hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia. (Esd. 4:24)
;
Esd. 5:5‑17• 5Mas los ojos de su Dios fueron sobre los ancianos de los Judíos, y no les hicieron cesar hasta que el negocio viniese á Darío: y entonces respondieron por carta sobre esto.
6Traslado de la carta que Tatnai, capitán de la parte allá del río, y Sethar-boznai, y sus compañeros los Apharsachêos, que estaban á la parte allá del río, enviaron al rey Darío.
7Enviáronle carta, y de esta manera estaba escrito en ella. Al rey Darío toda paz.
8Sea notorio al rey, que fuimos á la provincia de Judea, á la casa del gran Dios, la cual se edifica de piedra de mármol; y los maderos son puestos en las paredes, y la obra se hace apriesa, y prospera en sus manos.
9Entonces preguntamos á los ancianos, diciéndoles así: ¿Quién os dió mandameinto para edificar esta casa, y para restablecer estos muros?
10Y también les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribir te los nombres de los varones que estaban por cabezas de ellos.
11Y respondiéronnos, diciendo así: Nosotros somos siervos de Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y fundó el gran rey de Israel.
12Mas después que nuestros padres ensañaron al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, Caldeo, el cual destruyó esta casa, é hizo trasportar el pueblo á Babilonia.
13Empero el primer año de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dió mandamiento para que esta casa de Dios fuese edificada.
14Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalem, y los había metido en el templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados á Sesbassar, al cual había puesto por gobernador;
15Y le dijo: Toma estos vasos, ve y ponlos en el templo que está en Jerusalem; y la casa de Dios sea edificada en su lugar.
16Entonces este Sesbassar vino, y puso los fundamentos de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, y desde entonces hasta ahora se edifica, y aun no está acabada.
17Y ahora, si al rey parece bien, búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro había sido dado mandamiento para edificar esta casa de Dios en Jerusalem, y envíenos á decir la voluntad del rey sobre esto.
(Esd. 5:5‑17)
;
Esd. 6:1‑18• 1Entonces el rey Darío dió mandamiento, y buscaron en la casa de los libros, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia.
2Y fué hallado en Achmetta, en el palacio que está en la provincia de Media, un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memoria:
3En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dió mandamiento acerca de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, que fuese la casa edificada para lugar en que sacrifiquen sacrificios, y que sus paredes fuesen cubiertas; su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su anchura;
4Los órdenes, tres de piedra de mármol, y un orden de madera nueva y que el gasto sea dado de la casa del rey.
5Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalem y los pasó á Babilonia, sean devueltos y vayan al templo que está en Jerusalem, á su lugar, y sean puestos en la casa de Dios.
6Ahora pues, Tatnai, jefe del lado allá del río, Sethar-boznai, y sus compañeros los Apharsachêos que estáis á la otra parte del río, apartaos de ahí.
7Dejad la obra de la casa de este Dios al principal de los Judíos, y á sus ancianos, para que edifiquen la casa de este Dios en su lugar.
8Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos Judíos, para edificar la casa de este Dios: que de la hacienda del rey, que tiene del tributo de la parte allá del río, los gastos sean dados luego á aquellos varones, para que no cesen.
9Y lo que fuere necesario, becerros y carneros y corderos, para holucaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme á lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalem, déseles cada un día sin obstáculo alguno;
10Para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.
11También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que mudare este decreto, sea derribado un madero de su casa, y enhiesto, sea colgado en él: y su casa sea hecha muladar por esto.
12Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para mudar ó destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalem. Yo Darío puse el decreto: sea hecho prestamente.
13Entonces Tatnai, gobernador del otro lado del río, y Sethar-boznai, y sus compañeros, hicieron prestamente según el rey Darío había enviado.
14Y los ancianos de los Judíos edificaban y prosperaban, conforme á la profecía de Haggeo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron pues, y acabaron, por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro, y de Darío, y de Artajerjes rey de Persia.
15Y esta casa fué acabada al tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del reinado del rey Darío.
16Y los hijos de Israel, los sacerdotes y los Levitas, y los demás que habían venido de la trasportación, hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo.
17Y ofrecieron en la dedicación de esta casa de Dios cien becerros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos; y machos de cabrío en expiación por todo Israel, doce, conforme al número de las tribus de Israel.
18Y pusieron á los sacerdotes en sus clases, y á los Levitas en sus divisiones, sobre la obra de Dios que está en Jerusalem, conforme á lo escrito en el libro de Moisés.
(Esd. 6:1‑18)
 (Hag. 1:2). Nevertheless, they had the written authority of the unalterable law of the Medes and Persians: “as king Cyrus the king of Persia hath commanded us”(Ezra 4:3; Dan. 6:8). Furthermore, even though this was a command of the king, they should have known by the prophecies of Isaiah that it was ordained of God (Isa. 44:28). The people should have rested on the Word of God, but their fear of their enemies was stronger than their faith. (Adversaries- Ezra 4:1-24 by N. Simon)

J. N. Darby Translation

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5
and they hired counsellors against them, to frustrate their purpose, all the days of Cyrus king of Persia, even until the reign of Darius king of Persia.