Éx. 30:23‑38• 23Y tú has de tomar de las principales drogas; de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos y cincuenta, y de cálamo aromático doscientos y cincuenta,
24Y de casia quinientos, al peso del santuario, y de aceite de olivas un hin:
25Y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, obra de perfumador, el cual será el aceite de la unción sagrada.
26Con él ungirás el tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio,
27Y la mesa, y todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del perfume,
28Y el altar del holocausto, todos sus vasos, y la fuente y su basa.
29Así los consagrarás, y serán cosas santísimas: todo lo que tocare en ellos, será santificado.
30Ungirás también á Aarón y á sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
31Y hablarás á los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por vuestras edades.
32Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme á su composición: santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.
33Cualquiera que compusiere ungüento semejante, y que pusiere de él sobre extraño, será cortado de sus pueblos.
34Dijo aún Jehová á Moisés: Tómate aromas, estacte y uña olorosa y gálbano aromático é incienso limpio; de todo en igual peso:
35Y harás de ello una confección aromática de obra de perfumador, bien mezclada, pura y santa:
36Y molerás alguna de ella pulverizándola, y la pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio, donde yo te testificaré de mí. Os será cosa santísima.
37Como la confección que harás, no os haréis otra según su composición: te será cosa sagrada para Jehová.
38Cualquiera que hiciere otra como ella para olerla, será cortado de sus pueblos. (Éx. 30:23‑38)