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Isaiah 30

Is. 30:25 KJV (With Strong’s)

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25
And there shall be upon every high
gaboahh (Hebrew #1364)
from 1361; elevated (or elated), powerful, arrogant
KJV usage: haughty, height, high(-er), lofty, proud, X exceeding proudly.
Pronounce: gaw-bo'-ah
Origin: or (fully) gabowahh {gaw-bo'-ah}
mountain
har (Hebrew #2022)
a mountain or range of hills (sometimes used figuratively)
KJV usage: hill (country), mount(-ain), X promotion.
Pronounce: har
Origin: a shortened form of 2042
, and upon every βhigh
nasa' (Hebrew #5375)
a primitive root; to lift, in a great variety of applications, literal and figurative, absol. and rel. (as follows)
KJV usage: accept, advance, arise, (able to, (armor), suffer to) bear(-er, up), bring (forth), burn, carry (away), cast, contain, desire, ease, exact, exalt (self), extol, fetch, forgive, furnish, further, give, go on, help, high, hold up, honorable (+ man), lade, lay, lift (self) up, lofty, marry, magnify, X needs, obtain, pardon, raise (up), receive, regard, respect, set (up), spare, stir up, + swear, take (away, up), X utterly, wear, yield.
Pronounce: naw-saw'
Origin: or nacah (Psalm 4 : 6 (7)) {naw-saw'}
hill
gib`ah (Hebrew #1389)
a hillock
KJV usage: hill, little hill.
Pronounce: ghib-aw'
Origin: feminine from the same as 1387
, rivers
peleg (Hebrew #6388)
a rill (i.e. small channel of water, as in irrigation)
KJV usage: river, stream.
Pronounce: peh'-leg
Origin: from 6385
and streams
yabal (Hebrew #2988)
a stream
KJV usage: (water-)course, stream.
Pronounce: yaw-bawl'
Origin: from 2986
of waters
mayim (Hebrew #4325)
water; figuratively, juice; by euphemism, urine, semen
KJV usage: + piss, wasting, water(-ing, (-course, -flood, -spring)).
Pronounce: mah'-yim
Origin: dual of a primitive noun (but used in a singular sense)
in the day
yowm (Hebrew #3117)
a day (as the warm hours), whether literal (from sunrise to sunset, or from one sunset to the next), or figurative (a space of time defined by an associated term), (often used adverb)
KJV usage: age, + always, + chronicals, continually(-ance), daily, ((birth-), each, to) day, (now a, two) days (agone), + elder, X end, + evening, + (for) ever(-lasting, -more), X full, life, as (so) long as (... live), (even) now, + old, + outlived, + perpetually, presently, + remaineth, X required, season, X since, space, then, (process of) time, + as at other times, + in trouble, weather, (as) when, (a, the, within a) while (that), X whole (+ age), (full) year(-ly), + younger.
Pronounce: yome
Origin: from an unused root meaning to be hot
of the great
rab (Hebrew #7227)
abundant (in quantity, size, age, number, rank, quality)
KJV usage: (in) abound(-undance, -ant, -antly), captain, elder, enough, exceedingly, full, great(-ly, man, one), increase, long (enough, (time)), (do, have) many(-ifold, things, a time), ((ship-))master, mighty, more, (too, very) much, multiply(-tude), officer, often(-times), plenteous, populous, prince, process (of time), suffice(-lent).
Pronounce: rab
Origin: by contracted from 7231
slaughter
hereg (Hebrew #2027)
slaughter
KJV usage: be slain, slaughter.
Pronounce: heh'-reg
Origin: from 2026
, when the towers
migdal (Hebrew #4026)
from 1431; a tower (from its size or height); by analogy, a rostrum; figuratively, a (pyramidal) bed of flowers
KJV usage: castle, flower, tower. Compare the names following.
Pronounce: mig-dawl'
Origin: also (in plural) feminine migdalah {mig-daw- law'}
fall
naphal (Hebrew #5307)
to fall, in a great variety of applications (intransitive or causative, literal or figurative)
KJV usage: be accepted, cast (down, self, (lots), out), cease, die, divide (by lot), (let) fail, (cause to, let, make, ready to) fall (away, down, -en, -ing), fell(-ing), fugitive, have (inheritance), inferior, be judged (by mistake for 6419), lay (along), (cause to) lie down, light (down), be (X hast) lost, lying, overthrow, overwhelm, perish, present(-ed, -ing), (make to) rot, slay, smite out, X surely, throw down.
Pronounce: naw-fal'
Origin: a primitive root
.
β
lifted up.

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Cross References

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Ministry on This Verse

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upon every high.
Is. 2:14‑15• 14Y sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados levantados;
15Y sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
(Is. 2:14‑15)
;
Is. 35:6‑7• 6Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
7El lugar seco será tornado en estanque, y el secadal en manaderos de aguas; en la habitación de chacales, en su cama, será lugar de cañas y de juncos.
(Is. 35:6‑7)
;
Is. 41:18‑19• 18En los altos abriré ríos, y fuentes en mitad de los llanos: tornaré el desierto en estanques de aguas, y en manaderos de aguas la tierra seca.
19Daré en el desierto cedros, espinos, arrayanes, y olivas; pondré en la soledad hayas, olmos, y álamos juntamente;
(Is. 41:18‑19)
;
Is. 43:19‑20• 19He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
20La bestia del campo me honrará, los chacales, y los pollos del avestruz: porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido.
(Is. 43:19‑20)
;
Is. 44:3‑4• 3Porque yo derramaré aguas sobre el secadal, y ríos sobre la tierra árida: mi espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos:
4Y brotarán entre hierba, como sauces junto á las riberas de las aguas.
(Is. 44:3‑4)
;
Ez. 17:22• 22Así ha dicho el Señor Jehová: Y tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y pondrélo; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y plantarlo he yo sobre el monte alto y sublime; (Ez. 17:22)
;
Ez. 34:13,26• 13Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras: y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel por las riberas, y en todas las habitaciones del país.
26Y daré á ellas, y á los alrededores de mi collado, bendición; y haré descender la lluvia en su tiempo, lluvias de bendición serán.
(Ez. 34:13,26)
;
Jn. 7:38• 38El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre. (Jn. 7:38)
;
Ap. 22:1• 1Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. (Ap. 22:1)
high.
Heb. lifted up.
in the day.
Is. 34:2‑10• 2Porque Jehová está airado sobre todas las gentes, é irritado sobre todo el ejército de ellas: destruirálas y entregarálas al matadero por la sangre de ellos.
3Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se desleirán por la sangre de ellos.
4Y todo el ejército de los cielos se corromperá, y plegarse han los cielos como un libro: y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.
5Porque en los cielos se embriagará mi espada: he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema.
6Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de cabritos, de grosura de riñones de carneros: porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom.
7Y con ellos vendrán abajo unicornios, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.
8Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión.
9Y sus arroyos se tornarán en pez, y su polvo en azufre, y su tierra en pez ardiente.
10No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo: de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
(Is. 34:2‑10)
;
Is. 37:36• 36Y salió el ángel de Jehová, é hirió ciento ochenta y cinco mil en el campo de los Asirios: y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. (Is. 37:36)
;
Is. 63:1‑6• 1¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra con vestidos bermejos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
2¿Por qué es bermejo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?
3Pisado he yo solo el lagar, y de los pueblos nadie fué conmigo: pisélos con mi ira, y hollélos con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y ensucié todas mis ropas.
4Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos es venido.
5Y miré y no había quien ayudará, y maravilléme que no hubiera quien sustentase: y salvóme mi brazo, y sostúvome mi ira.
6Y con mi ira hollé los pueblos, y embriaguélos de mi furor, y derribé á tierra su fortaleza.
(Is. 63:1‑6)
;
Ez. 39:17‑20• 17Y tú, hijo del hombre, así ha dicho el Señor Jehová: Di á las aves, á todo volátil, y á toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes á mí víctima que os sacrifico, un sacrificio grande sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre.
18Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos de cabrío, de bueyes, de toros, engordados todos en Basán.
19Y comeréis gordura hasta hartaros y beberéis hasta embriagaros sangre, de mi sacrificio que yo os sacrifiqué.
20Y os hartaréis sobre mi mesa, de caballos, y de caballeros fuertes, y de todos hombres de guerra, dice el Señor Jehová.
(Ez. 39:17‑20)
;
Ap. 16:1‑19:21• 1Y oi una gran voz del templo, que decía á los siete ángeles: Id, y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra.
2Y fué el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y vino una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen.
3Y el segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y se convirtió en sangre como de un muerto; y toda alma viviente fué muerta en el mar.
4Y el tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
5Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas:
6Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado á beber sangre; pues lo merecen.
7Y oí á otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
8Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fué dado quemar á los hombres con fuego.
9Y los hombres se quemaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
10Y el quinto ángel derramó su copa sobre la silla de la bestia; y su reino se hizo tenebroso, y se mordían sus lenguas de dolor;
11Y blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores, y por sus plagas, y no se arrepintieron de sus obras.
12Y el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de él se secó, para que fuese preparado el camino de los reyes del Oriente.
13Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos á manera de ranas:
14Porque son espíritus de demonios, que hacen señales, para ir á los reyes de la tierra y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
15He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
16Y los congregó en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
17Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una grande voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho es.
18Entonces fueron hechos relámpagos y voces y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fué jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
19Y la ciudad grande fué partida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira.
20Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
21Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fué muy grande.
1Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la grande ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas:
2Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
3Y me llevó en Espíritu al desierto; y vi una mujer sentada sobre una bestia bermeja llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
4Y la mujer estaba vestida de púrpura y de escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas, teniendo un cáliz de oro en su mano lleno de abominaciones y de la suciedad de su fornicación;
5Y en su frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
6Y vi la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús: y cuando la vi, quedé maravillado de grande admiración.
7Y el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos.
8La bestia que has visto, fué, y no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir á perdición: y los moradores de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán viendo la bestia que era y no es, aunque es.
9Y aquí hay mente que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer.
10Y son siete reyes. Los cinco son caídos; el uno es, el otro aun no es venido; y cuando viniere, es necesario que dure breve tiempo.
11Y la bestia que era, y no es, es también el octavo, y es de los siete, y va á perdición.
12Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido reino; mas tomarán potencia por una hora como reyes con la bestia.
13Estos tienen un consejo, y darán su potencia y autoridad á la bestia.
14Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes: y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles.
15Y él me dice: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas.
16Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán á la ramera, y la harán desolada y desnuda: y comerán sus carnes, y la quemarán con fuego:
17Porque Dios ha puesto en sus corazones ejecutar lo que le plugo, y el ponerse de acuerdo, y dar su reino á la bestia, hasta que sean cumplidas las palabras de Dios.
18Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.
1Y después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fué alumbrada de su gloria.
2Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles.
3Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas;
5Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
6Tornadle á dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que ella os dió á beber, dadle á beber doblado.
7Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto.
8Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará.
9Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio,
10Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!
11Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:
12Mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino fino, y de escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro, y de mármol;
13Y canela, y olores, y ungüentos, y de incienso, y de vino, y de aceite; y flor de harina y trigo, y de bestias, y de ovejas; y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres.
14Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado, y nunca más las hallarás.
15Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido, se pondrán lejos de ella por el temor de su tormento, llorando y lamentando,
16Y diciendo: Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
17Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo patrón, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos;
18Y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante á esta gran ciudad?
19Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en la mar se habían enriquecido de sus riquezas; que en una hora ha sido desolada!
20Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella.
21Y un ángel fuerte tomó una piedra como una grande piedra de molino, y la echó en la mar, diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamás será hallada.
22Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y el sonido de muela no será más en ti oído:
23Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías todas las gentes han errado.
24Y en ella fué hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.
1Después de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro
2Porque sus juicios son verdaderos y justos; porque él ha juzgado á la grande ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.
3Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para siempre jamás.
4Y los veinticuatro ancianos y los cuatro animales se postraron en tierra, y adoraron á Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya.
5Y salió una voz del trono, que decía: Load á nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.
6Y oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso.
7Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado.
8Y le fué dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos.
9Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados á la cena del Cordero. Y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas.
10Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
11Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea.
12Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno entendía sino él mismo.
13Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.
14Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.
15Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes: y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.
16Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DEREYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
17Y vi un ángel que estaba en el sol, y clamó con gran voz, diciendo á todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos á la cena del gran Dios,
18Para que comáis carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, de pequeños y de grandes
19Y vi la bestia, y los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército.
20Y la bestia fué presa, y con ella el falso profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado á los que tomaron la señal de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre.
21Y los otros fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes de ellos.
(Ap. 16:1‑19:21)
when.
 Prosperity will then set in, but the details of verses 25 and 26 go far beyond anything yet realized, and therefore look on to the last days. (Isaiah 30 by F.B. Hole)

J. N. Darby Translation

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25
And there shall be upon every high mountain and upon every hill that is lifted up, brooks and water-courses, in the day of the great slaughter, when the towers fall.