“Y los ancianos de los judíos edificaron, y prosperaron mediante la profecía del profeta Hageo y Zacarías, hijo de Iddo” (Esdras 6:14). Los constructores deben ser guiados por la Palabra de Dios; los profetas comunican la mente de Dios a la gente. El tabernáculo fue construido según el modelo dado a Moisés en el monte (Éxodo 25:40). No hay lugar para la inventiva humana. En consecuencia, leemos que “lo terminaron, según el mandamiento del Dios de Israel, y según el mandamiento de Ciro, y Darío, y Artajerjes rey de Persia” (Esdras 6:14). Ciertamente se sometieron al gobierno civil, que fue nombrado por Dios, pero eso estaba sujeto al mandamiento del Dios de Israel. En cuanto a si siguieron las dimensiones establecidas por Darío (Esdras 6:3) no está claro. Dado que los cimientos ya habían sido colocados, parecería que seguía el diseño original.