Nehemías 8 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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Nehemiah 8

Neh. 8:3 KJV (With Strong’s)

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3

And he read therein before the street that was before the water gate from the ηmorning until midday, before the men and the women, and those that could understand; and the ears of all the people were attentive unto the book of the law.

η

light.

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Woman

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he read.

Lc. 4:16‑20• ¹⁶Y vino á Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme á su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó á leer.
¹⁷Y fuéle dado el libro del profeta Isaías; y como abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
¹⁸El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad á los quebrantados:
¹⁹Para predicar el año agradable del Señor.
²⁰Y rollando el libro, lo dió al ministro, y sentóse: y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. (Lc. 4:16‑20)

;

Hch. 13:15,27• ¹⁵Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron á ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
²⁷Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus príncipes, no conociendo á éste, y las voces de los profetas que se leen todos los sábados, condenándo les, las cumplieron. (Hch. 13:15,27)

;

Hch. 15:21• ²¹Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado. (Hch. 15:21)

morning.

Heb. light.

Hch. 20:7,11• ⁷Y el día primero de la semana, juntos los discípulos á partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la media noche.
¹¹Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió. (Hch. 20:7,11)

;

Hch. 28:23• ²³Y habiéndole señalado un día, vinieron á él muchos á la posada, á los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios, persuadiéndoles lo concerniente á Jesús, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde. (Hch. 28:23)

ears.

Mt. 7:28‑29• ²⁸Y fué que, como Jesús acabó estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina;
²⁹Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. (Mt. 7:28‑29)

;

Mr. 12:37• ³⁷Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y los que eran del común del pueblo le oían de buena gana. (Mr. 12:37)

;

Lc. 8:18• ¹⁸Mirad pues cómo oís; porque á cualquiera que tuviere, le será dado; y á cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado. (Lc. 8:18)

;

Lc. 19:48• ⁴⁸Y no hallaban qué hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole. (Lc. 19:48)

;

Hch. 16:14• ¹⁴Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta á lo que Pablo decía. (Hch. 16:14)

;

Hch. 17:11• ¹¹Y fueron estós más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así. (Hch. 17:11)

;

1 Ts. 2:13• ¹³Por lo cual, también nosotros damos gracias á Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creísteis. (1 Ts. 2:13)

;

He. 2:1‑3• ¹Por tanto, es menester que con más diligencia atendamos á las cosas que hemos oído, porque acaso no nos escurramos.
²Porque si la palabra dicha por los ángeles fué firme, y toda rebeliíon y desobediencia recibió justa paga de retribución,
³¿Cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado á ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que oyeron; (He. 2:1‑3)

;

Ap. 2:29• ²⁹El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. (Ap. 2:29)

;

Ap. 3:22• ²²El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. (Ap. 3:22)

• When there is a true work of the Spirit of God after a season of widespread declension, the saints always turn afresh and with avidity to the Bible, and are never weary of reading or listening to the truths which have been used to arouse their souls. (“Exposition on Nehemiah: Nehemiah 8:1-12” by E. Dennett)

• When all is in confusion, through neglect of the Word of God, the first thing to be done is not the restoration of feasts, but of the authority of the Scriptures over the conscience. (“Exposition on Nehemiah: Nehemiah 8:13-18” by E. Dennett)

• "From the morning until midday"—probably not less than six hours. (“Exposition on Nehemiah: Nehemiah 8:13-18” by E. Dennett)

J. N. Darby Translation

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3

And he read in it before the open place that was before the water-gate from the morning until midday, in presence of the men and the women, and those that could understand. And the ears of all the people were attentive to the book of the law.