La alegación de integridad; Se busca la redención y la misericordia
El Salmo 26 es especialmente la súplica de integridad y confianza en Jehová. Habiendo confiado en Él, los piadosos seguramente no se deslizarían. Invita a Jehová a escudriñar su corazón más íntimo, como lo hizo Pedro aunque caído. Aquí, todavía la bondad de Jehová fue su primer motivo. Entonces la separación del cuerpo piadoso del impío de la nación es completamente sacada a relucir y tomada como una súplica para que no tengan sus almas reunidas con los impíos. Aún así, aunque se suplicó integridad, se busca la redención y la misericordia. El fin sería una bendición. Su pie estaba en un lugar parejo. En la asamblea plenaria, bendecirían a Jehová. Esto es sustancialmente la separación total de los piadosos de la nación, y el primero convirtiéndose en la congregación de Dios.
Alcance de los Salmos 25-26
Así, en estos dos salmos tenemos la confesión de los pecados y la súplica de integridad, ambas marcando la verdadera renovación de la mente. Aunque la posibilidad de gobierno en perdón y misericordia se basa en la expiación que se ha presentado en el Salmo 22, y es poseída plenamente en Isaías 53 por Israel después del período de estos salmos; sin embargo, el aspecto en el que todo es visto por el remanente en estos dos salmos es el carácter conocido y el gobierno de Jehová en Israel; y los sentimientos de un corazón renovado se expresan en referencia a ese gobierno, a los caminos de Jehová. Su nombre es la clave de sus pensamientos, y despierta sus mejores y más verdaderos afectos. Es la fe de un israelita piadoso en los últimos días. El estado moral del remanente se pone de manifiesto especialmente en toda esta parte, y más especialmente en las suyas con Jehová, circunstancias comparativamente pequeñas; aunque los enemigos externos y los transgresores alrededor forman necesariamente la ocasión de esos sentimientos con respecto a la liberación y la redención. El corazón del piadoso tiene la clave de toda la historia de Israel y de los tratos de Jehová con ellos, porque se mira la gracia y se confiesa el pecado. Esto es lo que siempre da entendimiento. Y así es aquí. Los caminos de Jehová han sido-son-perfectos. Él está llamado a recordar Sus propias misericordias, y no los primeros pecados de Su pueblo. Los enemigos de su pueblo se le presentan. La esperanza del perdón se basa en el nombre de Jehová (está, como hemos visto, conectado con Su gobierno; aún no han mirado a Cristo ni entendido la expiación); los fieles parecen ser guiados en el camino, y se cuenta con la fidelidad de Jehová hacia él. Sus pecados, tristezas y enemigos se le presentan con un corazón abierto. Las misericordias del pacto se pueden ver, mirar, porque Jehová es, en verdad, un pecador recto que confiesa.