Salmo 92 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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Psalm 92

Sal. 92:7 KJV (With Strong’s)

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Wheng the wicked spring as the grass, and when all the workers of iniquity do flourish; it is that they shall be destroyed for ever:

g

Sal. 73:18‑20• ¹⁸Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
¹⁹Cómo han sido asolados! cuán en un punto! Acabáronse, fenecieron con turbaciones.
²⁰Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias. (Sal. 73:18‑20)

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Mal. 4:1• ¹Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama. (Mal. 4:1)

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Grass

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wicked.

Sal. 37:1‑2,35,38• ¹Salmo de David. No te impacientes á causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
²Porque como hierba serán presto cortados, Y decaerán como verdor de renuevo.
³⁵Vi yo al impío sumamente ensalzado, Y que se extendía como un laurel verde.
³⁸Mas los transgresores fueron todos á una destruídos: La postrimería de los impíos fué talada. (Sal. 37:1‑2,35,38)

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Sal. 90:5‑6• ⁵Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:
⁶En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. (Sal. 90:5‑6)

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Sal. 103:15‑16• ¹⁵El hombre, como la hierba son sus días, Florece como la flor del campo.
¹⁶Que pasó el viento por ella, y pereció: Y su lugar no la conoce más. (Sal. 103:15‑16)

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Is. 37:27• ²⁷Y sus moradores, cortos de manos, quebrantados y confusos, serán como grama del campo y hortaliza verde, como hierba de los tejados, que antes de sazón se seca. (Is. 37:27)

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Is. 40:6‑7• ⁶Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo de decir á voces? Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo:
⁷La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba es el pueblo. (Is. 40:6‑7)

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Stg. 1:10‑11• ¹⁰Mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.
¹¹Porque salido el sol con ardor, la hierba se secó, y su flor se cayó, y pereció su hermosa apariencia: así también se marchitará el rico en todos sus caminos. (Stg. 1:10‑11)

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1 P. 1:24• ²⁴Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó; (1 P. 1:24)

workers.

Sal. 73:12,18‑20• ¹²He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
¹⁸Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
¹⁹Cómo han sido asolados! cuán en un punto! Acabáronse, fenecieron con turbaciones.
²⁰Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias. (Sal. 73:12,18‑20)

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Job 12:6• ⁶Prosperan las tiendas de los ladrones, Y los que provocan á Dios viven seguros; En cuyas manos él ha puesto cuanto tienen. (Job 12:6)

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Job 21:7‑12• ⁷¿Por qué viven los impíos, Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
⁸Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; Y sus renuevos delante de sus ojos.
⁹Sus casas seguras de temor, Ni hay azote de Dios sobre ellos.
¹⁰Sus vacas conciben, no abortan; Paren sus vacas, y no malogran su cría.
¹¹Salen sus chiquitos como manada, Y sus hijos andan saltando.
¹²Al son de tamboril y cítara saltan, Y se huelgan al son del órgano. (Job 21:7‑12)

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Jer. 12:1‑2• ¹Justo eres tú, oh Jehová, aunque yo contigo dispute: hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?
²Plantástelos, y echaron raíces; progresaron, é hicieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones. (Jer. 12:1‑2)

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Mal. 3:15• ¹⁵Decimos pues ahora, que bienaventurados los soberbios, y también que los que hacen impiedad son los prosperados: bien que tentaron á Dios, escaparon. (Mal. 3:15)

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Mal. 4:1• ¹Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama. (Mal. 4:1)

it is that.

Sal. 37:35‑36,38• ³⁵Vi yo al impío sumamente ensalzado, Y que se extendía como un laurel verde.
³⁶Empero pasóse, y he aquí no parece; Y busquélo, y no fué hallado.
³⁸Mas los transgresores fueron todos á una destruídos: La postrimería de los impíos fué talada. (Sal. 37:35‑36,38)

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Sal. 73:18‑20• ¹⁸Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
¹⁹Cómo han sido asolados! cuán en un punto! Acabáronse, fenecieron con turbaciones.
²⁰Como sueño del que despierta, Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias. (Sal. 73:18‑20)

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1 S. 25:36‑38• ³⁶Y Abigail se vino á Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey: y el corazón de Nabal estaba alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.
³⁷Pero á la mañana, cuando el vino había salido de Nabal, refirióle su mujer aquestas cosas; y se le amorteció el corazón, y quedóse como piedra.
³⁸Y pasados diez días Jehová hirió á Nabal, y murió. (1 S. 25:36‑38)

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Pr. 1:32• ³²Porque el reposo de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará á perder. (Pr. 1:32)

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Lc. 16:19‑25• ¹⁹Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
²⁰Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas,
²¹Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
²²Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado.
²³Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió á Abraham de lejos, y á Lázaro en su seno.
²⁴Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía á Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama.
²⁵Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. (Lc. 16:19‑25)

• The elevation of the wicked is finally for their destruction. The man untaught of God does not see this; but faith discerns in its adversaries and the power of evil which rises up and presses on it, darkening its horizon, the enemies of the Lord. Hence, though tried more than another, for the power of evil is very painful to it, it has confidence. (“Practical Reflections on the Psalms: Psalms 90-93” by J.N. Darby)

• Such do not realize that if they spring up suddenly, like the grass, and flourish for a time, it is only the prelude to their destruction. (“Psalms 92” by H. Smith)

J. N. Darby Translation

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When the wicked spring as the grass, and when all the workers of iniquity flourish, it is that they may be destroyed for ever.