1. Mi piloto sé, ¡oh Salvador!,
Por la vida en que hay temor:
Olas llevan mi bajel
Do se esconde roca infiel;
Carta, brújula eres y luz;
Mi piloto sé, Jesús.
2. Vientos fieros puedes calmar:
“¡Enmudece, calla, oh mar!”,
Fue el mandato de Tu voz,
¡Gran y omnipotente Dios!;
Soberano Tú eres del mar,
Calma siempre me has de dar.
3. Largo el viaje, al fin llegará
En Tu puerto en gloria allá;
Siempre en paz contigo estar
Y en Tu seno reposar;
Mi piloto, Te alabaré
Cuando al puerto arribaré.