2ª Corintios 4 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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2 Corinthians 4

2 Co. 4:7 KJV (With Strong’s)

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7

But we have this treasure in earthen vessels, that the excellencyu of the power may be of God, and not of us.

u

1 Co. 2:5• ⁵Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. (1 Co. 2:5)

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this.

2 Co. 4:1• ¹Por lo cual teniendo nosotros esta administración según la misericordia que hemos alcanzado, no desmayamos; (2 Co. 4:1)

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2 Co. 6:10• ¹⁰Como doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo á muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. (2 Co. 6:10)

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Mt. 13:44,52• ⁴⁴Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
⁵²Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos, es semejante á un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. (Mt. 13:44,52)

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Ef. 3:8• ⁸A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, (Ef. 3:8)

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Col. 1:27• ²⁷A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria: (Col. 1:27)

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Col. 2:3• ³En el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. (Col. 2:3)

in.

2 Co. 5:1• ¹Porque sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. (2 Co. 5:1)

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2 Co. 10:10• ¹⁰Porque á la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes; mas la presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable. (2 Co. 10:10)

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Jue. 7:13‑14,16‑20• ¹³Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando á su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: que veía un pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián, y llegaba á las tiendas, y las hería de tal manera que caían, y las trastornaba de arriba abajo, y las tiendas caían.
¹⁴Y su compañero respondió, y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel: Dios ha entregado en sus manos á los Madianitas con todo el campo.
¹⁶Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dió á cada uno de ellos bocinas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros.
¹⁷Y díjoles: Miradme á mí, y haced como yo hiciere; he aquí que cuando yo llegare al principio del campo, como yo hiciere, así haréis vosotros.
¹⁸Yo tocaré la bocina y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las bocinas alrededor de todo el campo, y diréis: Por Jehová y Gedeón!
¹⁹Llegó pues Gedeón, y los cien hombres que llevaba consigo, al principio del campo, á la entrada de la vela del medio, cuando acababan de renovar las centinelas; y tocaron las bocinas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos:
²⁰Y los tres escuadrones tocaron las bocinas, y quebrando los cántaros tomaron en las manos izquierdas las teas, y en las derechas los cuernos con que tañian, y dieron grita: La espada de Jehová y de Gedeón! (Jue. 7:13‑14,16‑20)

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Lm. 4:2• ²Los hijos de Sión, preciados y estimados más que el oro puro, Cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos de alfarero! (Lm. 4:2)

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1 Co. 1:28• ²⁸Y lo vil del mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: (1 Co. 1:28)

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1 Co. 4:9‑13• ⁹Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres.
¹⁰Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles.
¹¹Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos;
¹²Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos:
¹³Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora. (1 Co. 4:9‑13)

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Gá. 4:13‑14• ¹³Que vosotros sabéis que por flaqueza de carne os anuncié el evangelio al principio:
¹⁴Y no desechasteis ni menospreciasteis mi tentación que estaba en mi carne: antes me recibisteis como á un ángel de Dios, como á Cristo Jesús. (Gá. 4:13‑14)

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2 Ti. 2:20• ²⁰Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. (2 Ti. 2:20)

that.

2 Co. 3:5‑6• ⁵No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios;
⁶El cual asimismo nos hizo ministros suficientes de un nuevo pacto: no de la letra, mas del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. (2 Co. 3:5‑6)

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2 Co. 12:7‑9• ⁷Y porque la grandeza de las revelaciones no me levante descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
⁸Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí.
⁹Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. (2 Co. 12:7‑9)

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2 Co. 13:4• ⁴Porque aunque fué crucificado por flaqueza, empero vive por potencia de Dios. Pues también nosotros somos flacos con él, mas viviremos con él por la potencia de Dios para con vosotros. (2 Co. 13:4)

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1 Co. 2:3‑5• ³Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor;
⁴Y ni mi palabra ni mi predicación fué con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder;
⁵Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. (1 Co. 2:3‑5)

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Ef. 1:19‑20• ¹⁹Y cuál aquella supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza,
²⁰La cual obró en Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole á su diestra en los cielos, (Ef. 1:19‑20)

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Ef. 2:5,8‑9• ⁵Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos;
⁸Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:
⁹No por obras, para que nadie se gloríe. (Ef. 2:5,8‑9)

;

Col. 2:12• ¹²Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. (Col. 2:12)

;

1 Ts. 1:5• ⁵Por cuanto nuestro evangelio no fué á vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. (1 Ts. 1:5)

• What treasure? Christ. Paul has seen the One who has put away his sin—who is his righteousness—who is in glory. He sees Him, and he says, That is what I want. In seeing Him I see One who has the power of life, who has passed through death, and overcome it. I have this One—Christ. He is the treasure. I have it in an earthen vessel; still I have it. (“We Have This Treasure” by J.N. Darby)

• In an Apostle they had looked for a grand style of speech, for lofty speculation and subtle argument, as well as a dignified and attractive presence, backed up by such a display of power as would overawe all the world….The very object is to make evident, by the contrast of man, weak and fragile and suffering, that the power is God's. (“Notes on 2 Corinthians 4:7-11” by W. Kelly)

• The testimony was rendered, the work was done, the result was produced, even when man broke down and found himself without resource in presence of the opposition raised up against truth. (“2 Corinthians 4” by J.N. Darby)

• We learn that God has chosen for His service men with bodies liable to suffering, decay, and death. The treasure is thus placed in earthen vessels. (“2 Corinthians 4” by H. Smith)

• If the light shines from a poor weak man, it is evident that the power is of God. If two unlearned and ignorant fishermen can make a lame man perfectly whole, and so preach that five thousand men are converted, in the face of all the opposition of the religious leaders and social rulers of this world, it is evident that they are sustained by some surpassing power — a power that is greater than all the power arrayed against them. This power is the mighty power of God present with His people by the Holy Spirit. (“2 Corinthians 4” by H. Smith)

• The earthen vessel, with the light shining forth, seems to be an allusion to Gideon and his three hundred followers. (“2 Corinthians 4” by H. Smith)

• Weak, clay vessels (the frailty of humanity). (“A True Christian Minister Has Personal Exercises Regarding the Ministry He Carries: 2 Corinithains 4” by B. Anstey)

J. N. Darby Translation

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7

But we have this treasure in earthen vessels, that the surpassingness of the power may be of God, and not from us:

W. Kelly Translation

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7

But we have this treasure in earthenware vessels, that the surpassingness of the power may be God’s, and not of us,