Eclesiastés 9 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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Verse 2

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Ecclesiastes 9

Ec. 9:1 KJV (With Strong’s)

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1

For all this I κconsidered in my heart even to declarew all this, that the righteous, and the wise, and their works, are in the hand of God: no man knoweth either love or hatred by all that is before them.

κ

gave, or, set to.

w

Ec. 12:9‑10• ⁹Y cuanto más sabio fué el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; é hizo escuchar, é hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
¹⁰Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escritura recta, palabras de verdad. (Ec. 12:9‑10)

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1-3: Like things happen to good and bad.

4-6: There is a necessity of death unto men.

7-10: Comfort is all their portion in this life.

11-12: God's providence rules over all.

13-18: Wisdom is better than strength.

considered in my heart.

Heb. gave, or set to my heart.

Ec. 1:17• ¹⁷Y dí mi corazón á conocer la sabiduría, y también á entender las locuras y los desvaríos: conocí que aun esto era aflicción de espíritu. (Ec. 1:17)

;

Ec. 7:25• ²⁵Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, é inquirir la sabiduría, y la razón; y por conocer la maldad de la insensatez, y el desvarío del error; (Ec. 7:25)

;

Ec. 8:16• ¹⁶Yo pues dí mi corazón á conocer sabiduría, y á ver la faena que se hace sobre la tierra; (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en su ojos;) (Ec. 8:16)

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Ec. 12:9‑10• ⁹Y cuanto más sabio fué el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; é hizo escuchar, é hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
¹⁰Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escritura recta, palabras de verdad. (Ec. 12:9‑10)

that the.

Ec. 8:14• ¹⁴Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos á quienes sucede como si hicieran obras de impíos; y hay impíos á quienes acaece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. (Ec. 8:14)

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Dt. 33:3• ³Aun amó los pueblos; Todos sus santos en tu mano: Ellos también se llegaron á tus pies: Recibieron de tus dichos. (Dt. 33:3)

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1 S. 2:9• ⁹El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza. (1 S. 2:9)

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2 S. 15:25‑26• ²⁵Pero dijo el rey á Sadoc: Vuelve el arca de Dios á la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver á ella y á su tabernáculo:
²⁶Y si dijere: No me agradas: aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere. (2 S. 15:25‑26)

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Job 5:8• ⁸Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios: (Job 5:8)

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Sal. 10:14• ¹⁴Tú lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengar le por tu mano: A ti se acoge el pobre, Tú eres el amparo del huérfano. (Sal. 10:14)

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Sal. 31:5• ⁵En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. (Sal. 31:5)

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Sal. 37:5‑6• ⁵Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él hará.
⁶Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día. (Sal. 37:5‑6)

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Pr. 16:3• ³Encomienda á Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados. (Pr. 16:3)

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Is. 26:12• ¹²Jehová, tú nos depararás paz; porque también obraste en nosotros todas nuestras obras. (Is. 26:12)

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Is. 49:1‑4• ¹Oidme, islas, y escuchad, pueblos lejanos: Jehová me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
²Y puso mi boca como espada aguda, cubrióme con la sombra de su mano; y púsome por saeta limpia, guardóme en su aljaba.
³Y díjome: Mi siervo eres, oh Israel, que en ti me gloriaré.
⁴Yo empero dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mi fortaleza; mas mi juicio está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios. (Is. 49:1‑4)

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Jer. 1:18‑19• ¹⁸Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de bronce sobre toda la tierra, á los reyes de Judá, á sus príncipes, á sus sacerdotes, y al pueblo de la tierra.
¹⁹Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo soy contigo, dice Jehová, para librarte. (Jer. 1:18‑19)

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Jn. 10:27‑30• ²⁷Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
²⁸Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.
²⁹Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
³⁰Yo y el Padre una cosa somos. (Jn. 10:27‑30)

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1 Co. 3:5‑15• ⁵¿Qué pues es Pablo? ¿y qué es Apolos? Ministros por los cuales habéis creído; y eso según que á cada uno ha concedido el Señor.
⁶Yo planté, Apolos regó: mas Dios ha dado el crecimiento.
⁷Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.
⁸Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme á su labor.
⁹Porque nosotros, coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.
¹⁰Conforme á la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima: empero cada uno vea cómo sobreedifica.
¹¹Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
¹²Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca;
¹³La obra de cada uno será manifestada: porque el día la declarará; porque por el fuego será manifestada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego hará la prueba.
¹⁴Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
¹⁵Si la obra de alguno fuere quemada, será perdida: él empero será salvo, mas así como por fuego. (1 Co. 3:5‑15)

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2 Ti. 1:12• ¹²Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergüenzo; porque yo sé á quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. (2 Ti. 1:12)

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1 P. 1:5• ⁵Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo. (1 P. 1:5)

no man.

Ec. 7:15• ¹⁵Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. (Ec. 7:15)

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Sal. 73:3,11‑13• ³Porque tuve envidia de los insensatos, Viendo la prosperidad de los impíos.
¹¹Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo alto?
¹²He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
¹³Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia; (Sal. 73:3,11‑13)

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Mal. 3:15‑18• ¹⁵Decimos pues ahora, que bienaventurados los soberbios, y también que los que hacen impiedad son los prosperados: bien que tentaron á Dios, escaparon.
¹⁶Entonces los que temen á Jehová hablaron cada uno á su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensan en su nombre.
¹⁷Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer: y perdonarélos como el hombre que perdona á su hijo que le sirve.
¹⁸Entonces os tornaréis, y echaréis de ver la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve á Dios y el que no le sirve. (Mal. 3:15‑18)

• The last two verses of Ecclesiastes. 8 connect with the opening words of this chapter. The more Ecclesiastes applies every faculty he has to solve the riddle under the sun, robbing himself of sleep and laboring with strong energy and will, he becomes only the more aware that that solution is altogether impossible. The contradictions of nature baffle the wisdom of nature. (“Ecclesiastes 9” by F.C. Jennings)

• {Ch.9} Here is the sequence of his reasoning: Firstly, There is no righteous allotment upon earth; the righteous suffer here, whilst the unjust escape. Nay, Secondly, There is an absolute lack of all discrimination in the death that ends all; and, Thirdly, So complete is that end, bringing all so exactly to one dead level, without the slightest difference; and so impenetrable is the tomb to which all go, that I counsel, in my despair, “Eat, drink, and be merry, irrespective of any future.” Fourthly, But, alas! that, too, is impossible; for no “work, nor device, nor knowledge, nor wisdom,” can assure freedom from the evil doom that haps, soon or late, to all.” Intensified misery! awful darkness indeed! (“Ecclesiastes 9” by F.C. Jennings)

J. N. Darby Translation

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1

For all this I laid to my heart and indeed to investigate all this, that the righteous, and the wise, and their works, are in the hand of God; man knoweth neither love nor hatred: all is before them.