El zorro

Todos Uds. saben algo del zorro, animal pícaro, mañoso y astuto que arrebata las gallinas de noche. Saben también que se esconde y duerme durante el día en cuevas u hoyos en la tierra. Tiene una nariz puntiaguda, muy lista para olfatear, y orejas puntiagudas también e inclinadas hacia adelante para percibir cada pequeño sonido.
Vamos a ver cuáles lecciones podemos aprender de las Escrituras en cuanto a este animal.
1. “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; pues que nuestras viñas están en cierne” (Cantares 2:1515Take us the foxes, the little foxes, that spoil the vines: for our vines have tender grapes. (Song of Solomon 2:15)). Si Uds. alguna vez han cultivado una vid con mucho cuidado, han esperado disfrutar de su fruto. ¿Qué dirían al descubrir alguna mañana que “las zorras pequeñas” habían echado a perder la vid?
Cuando Jesús, el Mesías, vino a Su propio pueblo terrenal, los judíos, Él buscaba fruto y no halló ninguno. Ese, Su pueblo antiguo, fue comparado a una vid: léase Salmo 80:88Thou hast brought a vine out of Egypt: thou hast cast out the heathen, and planted it. (Psalm 80:8). Asimismo, Él busca fruto AHORA de Su pueblo celestial, que es la iglesia. “En esto es glorificado Mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así Mis discípulos” (Juan 15:88Herein is my Father glorified, that ye bear much fruit; so shall ye be my disciples. (John 15:8)). ¿Crees en Jesús como tu propio Salvador? ¿Quisieras ser Su discípulo y llevar fruto para Él? Pero preguntarás: “¿Qué es fruto?” En la epístola de Gálatas 5:22-23,22But the fruit of the Spirit is love, joy, peace, longsuffering, gentleness, goodness, faith, 23Meekness, temperance: against such there is no law. (Galatians 5:22‑23) hallamos esta lista hermosa: “el fruto del Espíritu es: caridad [amor], gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”; estas virtudes pueden hallarse en medio de los deberes más sencillos de la vida cotidiana, si todo es hecho de corazón como para el Señor. Pero si no son hechos así, más bien con indiferencia y un puchero ‘No quiero hacer esto’, entonces no hay fruto llevado para Dios. “Las pequeñas zorras” por voluntad propia, o por indolencia, han echado a perder la vid. Faltan las uvas en cierne. Así que vigilemos en oración: “cazadnos las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas”.
Una “zorra” viene sólo para matar y destruir. Herodes, “aquella zorra”, (una figura de Satanás), hubiera querido destruir a Jesús —el bendito Jesús el cual anhelaba recoger Su pueblo para Sí mismo, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas.
Ahora bien, ¿qué pensarían Uds. de un polluelo que no quisiera refugiarse debajo de las alas de la madre gallina, más bien tardar donde la zorra podría devorarlo? Igualmente necio es cualquier niño o adulto que rehúsa venir a Jesús, prefiriendo permanecer entre los inconversos, expuesto a la saña de Satanás. Jesús tuvo que decir a Su pueblo terrenal: “no quisiste”. Y todavía tiene que decir a los que le rechazan: “Yo quise, mas vosotros no quisisteis”.
3. “Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza” (Mateo 8:2020And Jesus saith unto him, The foxes have holes, and the birds of the air have nests; but the Son of man hath not where to lay his head. (Matthew 8:20)). ¡Piensen en esto! El que creó todas las cosas, que dio a los conejos las hendiduras en las rocas, a las aves sus nidos, y aun a las crueles zorras cavernas en que se esconden, no tuvo donde recostar Su cabeza.
“El vino a morir”. No hubo lugar para Él aquí abajo donde no halló ningún fruto en Su propia viña, donde Su pueblo no quiso ser juntado en uno. No, pues Su hogar, Su lugar de descanso estaba en el cielo —en la casa del Padre— pero tuvo que morir, para que otros estuviesen con Él allá. ¡Ojalá que Uds. Le reciban, sean juntados por Él, llevando fruto para Él y esperando Su venida para llevarlos a la casa del Padre!
(E.G.B.)