Hechos 28:16-31

Acts 28:16‑31
J.H. Smith
(continuación del número anterior)
“Y como llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas a Pablo fue permitido estar por sí, con un soldado que le guardase. Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron juntos, les dijo; yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra los ritos de la patria, he sido entregado preso desde Jerusalem en manos de los romanos; los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mi ninguna causa de muerte. Mas contradiciendo los judíos, fui forzado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación. Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena” (versículos 16-20).
“La esperanza de Israel” es el Señor Jesucristo, su gran Mesías; así fue escrito de Él en el Antiguo Testamento: “¡Oh Jehová, esperanza de Israel! todos los que Te dejan, serán avergonzados; y los que de Mí se apartan, serán escritos en el polvo; porque dejaron la vena de aguas vivas, a Jehová” (Jeremías 17:1313O Lord, the hope of Israel, all that forsake thee shall be ashamed, and they that depart from me shall be written in the earth, because they have forsaken the Lord, the fountain of living waters. (Jeremiah 17:13)). Jehová del Antiguo Testamento es Jesús del Nuevo.
“Llamarás su nombre JESÚS, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:2121And she shall bring forth a son, and thou shalt call his name JESUS: for he shall save his people from their sins. (Matthew 1:21)). ¿El pueblo de quién? ¡Israel el pueblo de Jehová!
Desde la conversión de Saulo de Tarso, hasta su llegada a Roma, su predicación de Cristo, que es el Hijo de Dios, fue contradicha por los judíos, los cuales, además, procuraron matarle.
Ahora, ¿cuál fue la actitud de los judíos vueltos a Roma algunos años después del edicto del emperador Claudio, que los había echado fuera de Roma?
“Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante a ti de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. Mas querríamos oír de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha. Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios, persuadiéndoles lo concerniente a Jesús, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde. Y algunos asentían a lo que se decía, mas algunos no creían” (versículos 21-24).
Cuando el Señor Jesús, ya resucitado de entre los muertos, reprendió la insensatez de los dos discípulos en el camino hacia Emaús, Él, “comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarábales en todas las Escrituras lo que de Él decían” (Lucas 24:2727And beginning at Moses and all the prophets, he expounded unto them in all the scriptures the things concerning himself. (Luke 24:27)). Y Pablo habló en la misma forma a los judíos en Roma, pero ellos eran inconversos, no discípulos, y sólo una parte de ellos recibieron la palabra con fe.
“Y como fueron entre sí discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos taparon, porque no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. Séaos pues notorio que a los gentiles es enviada esta salud de Dios; y ellos oirán. Y habiendo dicho esto, los judíos salieron, teniendo entre sí gran contienda” (versículos 25-29).
Cuando los pobres judíos oyeron que Dios iba a bendecir a los gentiles en vez de ellos, no quisieron oír más, y se fueron. Así terminó su triste historia de incredulidad escrita en el libro de los Hechos, la de una oposición tenaz a la gracia de Dios.
“Pablo empero, quedó dos años enteros en su casa de alquiler, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando lo que es del Señor Jesucristo con toda libertad, sin impedimento” (versículos 30-31).
Pablo estaba impedido de moverse libremente, pero seguía predicando el reino de Dios y lo tocante del Señor Jesucristo, a pesar de la cadena de César; y los animaba a los creyentes en Roma: “muchos de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor” (Filipenses 1:1414And many of the brethren in the Lord, waxing confident by my bonds, are much more bold to speak the word without fear. (Philippians 1:14)). Sentía pena también, puesto que algunos predicaban a “Cristo por envidia y porfía” (Filipenses 1:1515Some indeed preach Christ even of envy and strife; and some also of good will: (Philippians 1:15)). Pero dijo: “¿Qué pues? Que no obstante, en todas maneras, o por pretexto, o por verdad, es anunciado Cristo; y en esto me huelgo, y aun me holgaré” (Filipenses 1:1818What then? notwithstanding, every way, whether in pretence, or in truth, Christ is preached; and I therein do rejoice, yea, and will rejoice. (Philippians 1:18)).
Durante su prisión en una casa alquilada, él escribió las siguientes epístolas: Efesios, Filipenses, Colosenses, Filemón y Hebreos (ésta es anónima, pero su contenido revela quién fue el autor). ¡Cuánto bien resultó del encarcelamiento de Pablo para la Iglesia del Señor!
Así se cumplió la palabra profética del Señor Jesús: “instrumento escogido Me es éste, para que lleve Mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque Yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por Mi nombre” (Hechos 9:15-1615But the Lord said unto him, Go thy way: for he is a chosen vessel unto me, to bear my name before the Gentiles, and kings, and the children of Israel: 16For I will show him how great things he must suffer for my name's sake. (Acts 9:15‑16)).