1 Cr. 15:1‑17:27• 1Hizo también casas para sí en la ciudad de David, y labró un lugar para el arca de Dios, y tendióle una tienda.
2Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser traída sino por los Levitas; porque á ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente.
3Y juntó David á todo Israel en Jerusalem, para que pasasen el arca de Jehová á su lugar, el cual le había él preparado.
4Juntó también David á los hijos de Aarón y á los Levitas:
5De los hijos de Coath, Uriel el principal, y sus hermanos, ciento y veinte;
6De los hijos de Merari, Asaías el principal, y sus hermanos, doscientos y viente;
7De los hijos de Gersón, Joel el principal, y sus hermanos, ciento y treinta;
8De los hijos de Elisaphán, Semeías el principal, y sus hermanos, docientos;
9De los hijos de Hebrón, Eliel el principal, y sus hermanos, ochenta;
10De los hijos de Uzziel, Amidadab el principal, y sus hermanos, ciento y doce.
11Y llamó David á Sadoc y á Abiathar, sacerdotes, y á los Levitas, Uriel, Asaías, Joel, Semeías, Eliel, y Aminadab;
12Y díjoles: Vosotros que sois los principales de padres entre los Levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado;
13Pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios hizo en nosotros rotura, por cuanto no le buscamos según la ordenanza.
14Así los sacerdotes y los Levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel.
15Y los hijos de los Levitos trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme á la palabra de Jehová.
16Asimismo dijo David á los principales de los Levitas, que constituyesen de sus hermanos cantores, con instrumentos de música, con salterios, y arpas, y címbalos, que resonasen, y alzasen la voz con alegría.
17Y los Levitas constituyeron á Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, á Asaph hijo de Berechîas; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, á Ethán hijo de Cusaías;
18Y con ellos á sus hermanos del segundo orden, á Zachârías, Ben y Jaaziel, Semiramoth, Jehiel, Unni, Eliab, Benaías, Maasías, y Mathithías, Eliphelehu, Micnías, Obed-edom, y Jehiel, los porteros.
19Así Hemán, Asaph, y Ethán, que eran cantores, sonaban con címbalos de metal.
20Y Zachârías, Jaaziel, Semiramoth, Jehiel, Unni, Eliab, Maasías, y Benaías, con salterios sobre Alamoth.
21Y Mathithías, Eliphelehu, Micnías, Obed-edom, Jehiel, y Azazías, cantaban con arpas en la octava sobresaliendo.
22Y Chênanías, principal de los Levitas, estaba para la entonación; pues él presidía en el canto, porque era entendido.
23Y Berechîas y Elcana eran porteros del arca.
24Y Sebanías, Josaphat, Nathanael, Amasai, Zachârías, Benaías, y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios: Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.
25David pues y los ancianos de Israel, y los capitanes de millares, fueron á traer el arca del pacto de Jehová, de casa de Obed-edom, con alegría.
26Y ayudando Dios á los Levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, sacrificaban siete novillos y siete carneros.
27Y David iba vestido de lino fino y también todos los Levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Chênanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un ephod de lino.
28De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas, y trompetas, y címbalos, y al son de salterios y arpas.
29Y como el arca del pacto de Jehová llegó á la ciudad de David, Michâl, hija de Saúl, mirando por una ventana, vió al rey David que saltaba y bailaba; y menospreciólo en su corazón.
1Así trajeron el arca de Dios, y asentáronla en medio de la tienda que David había tendido para ella: y ofrecieron holocaustos y pacíficos delante de Dios.
2Y como David hubo acabado de ofrecer el holocausto y los pacíficos, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.
3Y repartió á todo Israel, así á hombres como á mujeres, á cada uno una torta de pan, y una pieza de carne, y un frasco de vino.
4Y puso delante del arca de Jehová ministros de los Levitas, para que recordasen, y confesasen, y loasen á Jehová Dios de Israel:
5Asaph el primero, el segundo después de él Zachârías, Jeiel, Semiramoth, Jehiel, Mathithías, Eliab, Benaías, Obed-edom, y Jehiel, con sus instrumentos de Salterios y arpas; mas Asaph hacía sonido con címbalos:
6Benaías también y Jahaziel, sacerdotes, continuamente con trompetas delante del arca del pacto de Dios.
7Entonces, en aquel día, dió David principio á celebrar á Jehová por mano de Asaph y de sus hermanos:
8Confesad á Jehová, invocad su nombre, Haced notorias en los pueblos sus obras.
9Cantad á él, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
10Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan á Jehová.
11Buscad á Jehová y su fortaleza; Buscad su rostro continuamente.
12Haced memoria de sus maravillas que ha obrado, De sus prodigios, y de los juicios de su boca,
13Oh vosotros, simiente de Israel sus siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos.
14Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios en toda la tierra.
15Haced memoria de su alianza perpetuamente, Y de la palabra que él mandó en mil generaciones;
16Del pacto que concertó con Abraham, Y de su juramento á Isaac;
17El cual confirmó á Jacob por estatuto, Y á Israel por pacto sempiterno,
18Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, Suerte de vuestra herencia;
19Cuando erais pocos en número, Pocos y peregrinos en ella;
20Y andaban de nación en nación, Y de un reino á otro pueblo.
21No permitió que nadie los oprimiese: Antes por amor de ellos castigó á los reyes.
22No toquéis, dijo, á mis ungidos, Ni hagáis mal á mis profetas.
23Cantad á Jehová, toda la tierra, Anunciad de día en día su salud.
24Cantad entre las gentes su gloria, Y en todos los pueblos sus maravillas.
25Porque grande es Jehová, y digno de ser grandemente loado, Y de ser temido sobre todos los dioses.
26Porque todos los dioses de los pueblos son nada: Mas Jehová hizo los cielos.
27Poderío y hermosura delante de él; Fortaleza y alegría en su morada.
28Atribuid á Jehová, oh familias de los pueblos, Atribuid á Jehová gloria y potencia.
29Tributad á Jehová la gloria debida á su nombre: Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de su santidad.
30Temed en su presencia, toda la tierra: El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.
31Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las naciones: Reina Jehová.
32Resuene la mar, y la plenitud de ella: Alégrese el campo, y todo lo que contiene.
33Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, Porque viene á juzgar la tierra.
34Celebrad á Jehová, porque es bueno; Porque su misericordia es eterna.
35Y decid: Sálvanos, oh Dios, salud nuestra: Júntanos, y líbranos de las gentes, Para que confesemos tu santo nombre, Y nos gloriemos en tus alabanzas.
36Bendito sea Jehová Dios de Israel, De eternidad á eternidad.
37Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, á Asaph y á sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día:
38Y á Obed-edom y á sus hermanos, sesenta y ocho; y á Obed-edom hijo de Jeduthún, y á Asa, por porteros:
39Asimismo á Sadoc el sacerdote, y á sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo de Jehová en el alto que estaba en Gabaón,
40Para que sacrificasen continuamente, á mañana y tarde, holocaustos á Jehová en el altar del holocausto, conforme á todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió á Israel;
41Y con ellos á Hemán y á Jeduthún, y los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar á Jehová, porque es eterna su misericordia;
42Con ellos á Hemán y á Jeduthún con trompetas y címbalos para tañer, y con otros instrumentos de música de Dios; y á los hijos de Jeduthún, por porteros.
43Y todo el pueblo se fué cada uno á su casa; y David se volvió para bendecir su casa.
1Y aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Nathán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas.
2Y Nathán dijo á David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo.
3En aquella misma noche fué palabra de Dios á Nathán, diciendo:
4Ve y di á David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite:
5Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué á los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
6En todo cuanto anduve con todo Israel ¿hablé una palabra á alguno de los jueces de Israel, á los cuales mandé que apacentasen mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
7Por tanto, ahora dirás á mi siervo David: Así dijo Jehová de los ejércitos: Yo te tomé de la majada, de detrás del ganado, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;
8Y he sido contigo en todo cuanto has andado, y he talado á todos tus enemigos de delante de ti, y hete hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tiera.
9Asimismo he dispuesto lugar á mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite por sí, y que no sea más conmovido: ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,
10Y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humilllaré á todos tus enemigos. Hágote además saber que Jehová te ha de edificar casa.
11Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino.
12El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternalmente.
13Yo le seré por padre, y él me será por hijo: y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fué antes de ti;
14Mas yo lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternalmente; y su trono será firme para siempre.
15Conforme á todas estas palabras, y conforme á toda esta visión, así habló Nathán á David.
16Y entró el rey David, y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, que me has traído hasta este lugar?
17Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como á un hombre excelente, oh Jehová Dios.
18¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar á tu siervo? mas tú conoces á tu siervo.
19Oh Jehová, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.
20Jehová, no hay semejante á ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos.
21¿Y qué gente hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiera un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando las gentes de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?
22Tú has constituído á tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido á ser su Dios.
23Ahora pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
24Permanezca pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, á fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.
25Porque tú, Dios mío, revelaste al oído á tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.
26Ahora pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;
27Y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti: porque tú, Jehová, la has bendecido, y será bendita para siempre. (1 Cr. 15:1‑17:27)