UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Miqueas profetizó durante el reinado de Jotam, Acaz, y Ezequías, reyes de Judá.
Su mensaje es para Samaria y Jerusalén, diciendo: “Oíd, pueblos todos: está atenta, tierra, y cuanto hay en ti” (véase 1:2).
Miqueas intercede por su pueblo, lamentando su condición, pero por la fe pone en boca del remanente fiel: “Esperaré al Dios de mi salvación: el Dios mío me oirá” (véase 7:7).
El capítulo 5 es sumamente profético e interesante. Habla del lugar donde iba a nacer el niño Jesús, el Mesías, futuro Juez de Israel que como el Hijo de Dios expresa Su eternidad: “Y Sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad” (5:2).
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Se escucha historias de personas que hacen peregrinajes como subir arrodillados al Monseratte en Bogotá, Colombia; hacen viajes a Israel pensando que esto es importante para el Señor, y otras cosas. Si quieres servir al Señor, es más importante hacer lo que es correcto (honesto, cumplido, etc.) es decir “hacer justicia;” no dar a otros lo que merecen cuando su comportamiento es malo en contra de nosotros o contra nuestros amados, es decir “amar misericordia”-, y reconocer que Dios es todo y que nosotros somos nada y actuar conforme a esta verdad que es “humillarte ante tu Dios”. No decidas por ti mismo lo que el Señor te pide, pero lee Su Palabra para ver lo que Él te dice.