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Proverbs 17

Pr. 17:14 KJV (With Strong’s)

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14
The beginning
re'shiyth (Hebrew #7225)
the first, in place, time, order or rank (specifically, a firstfruit)
KJV usage: beginning, chief(-est), first(-fruits, part, time), principal thing.
Pronounce: ray-sheeth'
Origin: from the same as 7218
of strife
madown (Hebrew #4066)
a contest or quarrel
KJV usage: brawling, contention(-ous), discord, strife. Compare 4079, 4090.
Pronounce: maw-dohn'
Origin: from 1777
is as when one letteth out
patar (Hebrew #6362)
to cleave or burst through, i.e. (causatively) to emit, whether literal or figurative (gape)
KJV usage: dismiss, free, let (shoot) out, slip away.
Pronounce: paw-tar'
Origin: a primitive root
water
mayim (Hebrew #4325)
water; figuratively, juice; by euphemism, urine, semen
KJV usage: + piss, wasting, water(-ing, (-course, -flood, -spring)).
Pronounce: mah'-yim
Origin: dual of a primitive noun (but used in a singular sense)
: thereforeo leave off
natash (Hebrew #5203)
properly, to pound, i.e. smite; by implication (as if beating out, and thus expanding) to disperse; also, to thrust off, down, out or upon (inclusively, reject, let alone, permit, remit, etc.)
KJV usage: cast off, drawn, let fall, forsake, join (battle), leave (off), lie still, loose, spread (self) abroad, stretch out, suffer.
Pronounce: naw-tash'
Origin: a primitive root
contention
riyb (Hebrew #7379)
from 7378; a contest (personal or legal)
KJV usage: + adversary, cause, chiding, contend(-tion), controversy, multitude (from the margin), pleading, strife, strive(-ing), suit.
Pronounce: reeb
Origin: or rib {reeb}
, before
paniym (Hebrew #6440)
the face (as the part that turns); used in a great variety of applications (literally and figuratively); also (with prepositional prefix) as a preposition (before, etc.)
KJV usage: + accept, a-(be- )fore(-time), against, anger, X as (long as), at, + battle, + because (of), + beseech, countenance, edge, + employ, endure, + enquire, face, favour, fear of, for, forefront(-part), form(-er time, -ward), from, front, heaviness, X him(-self), + honourable, + impudent, + in, it, look(-eth) (- s), X me, + meet, X more than, mouth, of, off, (of) old (time), X on, open, + out of, over against, the partial, person, + please, presence, propect, was purposed, by reason of, + regard, right forth, + serve, X shewbread, sight, state, straight, + street, X thee, X them(-selves), through (+ - out), till, time(-s) past, (un-)to(-ward), + upon, upside (+ down), with(- in, + -stand), X ye, X you.
Pronounce: paw-neem'
Origin: plural (but always as singular) of an unused noun (paneh {paw-neh'}; from 6437)
it be meddled
gala` (Hebrew #1566)
to be obstinate
KJV usage: (inter-)meddle (with).
Pronounce: gaw-lah'
Origin: a primitive root
with.

Cross References

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Ministry on This Verse

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beginning.
Pr. 17:19• 19La prevaricación ama el que ama pleito; Y el que alza su portada, quebrantamiento busca. (Pr. 17:19)
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Pr. 26:21• 21El carbón para brasas, y la leña para el fuego: Y el hombre rencilloso para encender contienda. (Pr. 26:21)
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Pr. 29:22• 22El hombre iracundo levanta contiendas; Y el furioso muchas veces peca. (Pr. 29:22)
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Jue. 12:1‑6• 1Y juntándose los varones de Ephraim, pasaron hacia el aquilón, y dijeron á Jephté: ¿Por qué fuiste á hacer guerra contra los hijos de Ammón, y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Nosotros quemaremos á fuego tu casa contigo.
2Y Jephté les respondió: Yo tuve, y mi pueblo, una gran contienda con los hijos de Ammón, y os llamé, y no me defendisteis de sus manos.
3Viendo pues que no me defendíais, puse mi alma en mi palma, y pasé contra los hijos de Ammón, y Jehová los entregó en mi mano: ¿por qué pues habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?
4Y juntando Jephté á todos los varones de Galaad, peleó contra Ephraim; y los de Galaad hirieron á Ephraim, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Ephraim, vosotros sois Galaaditas entre Ephraim y Manasés.
5Y los Galaaditas tomaron los vados del Jordán á Ephraim; y era que, cuando alguno de los de Ephraim que había huído, decía, ¿pasaré? los de Galaad le preguntaban: ¿Eres tú Ephrateo? Si él respondía, No;
6Entonces le decían: Ahora pues, di, Shiboleth. Y él decía, Siboleth; porque no podía pronunciar de aquella suerte. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto á los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Ephraim cuarenta y dos mil.
(Jue. 12:1‑6)
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2 S. 2:14‑17• 14Y dijo Abner á Joab: Levántense ahora los mancebos, y maniobren delante de nosotros. Y Joab respondió: Levántense.
15Entonces se levantaron, y en número de doce, pasaron de Benjamín de la parte de Is-boseth hijo de Saúl; y doce de los siervos de David.
16Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y metióle su espada por el costado, cayendo así á una; por lo que fué llamado aquel lugar, Helcath-assurim, el cual está en Gabaón.
17Y hubo aquel día una batalla muy recia, y Abner y los hombres de Israel fueron vencidos de los siervos de David.
(2 S. 2:14‑17)
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2 S. 19:41‑43• 41Y he aquí todos los varones de Israel vinieron al rey, y le dijeron: ¿Por qué los hombres de Judá, nuestros hermanos, te han llevado, y han hecho pasar el Jordán al rey y á su familia, y á todos los varones de David con él?
42Y todos los varones de Judá respondieron á todos los de Israel: Porque el rey es nuestro pariente. Mas ¿por qué os enojáis vosotros de eso? ¿hemos nosotros comido algo del rey? ¿hemos recibido de él algún don?
43Entonces respondieron los varones de Israel, y dijeron á los de Judá: Nosotros tenemos en el rey diez partes, y en el mismo David más que vosotros: ¿por qué pues nos habéis tenido en poco? ¿no hablamos nosotros primero en volver á nuestro rey? Y el razonamiento de los varones de Judá fué más fuerte que el de los varones de Israel.
(2 S. 19:41‑43)
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2 S. 20:1‑22• 1Y acaeció estar allí un hombre perverso que se llamaba Seba, hijo de Bichri, hombre de Benjamín, el cual tocó la corneta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad en el hijo de Isaí: Israel, cada uno á sus estancias!
2Así se fueron de en pos de David todos los hombres de Israel, y seguían á Seba hijo de Bichri: mas los de Judá fueron adheridos á su rey, desde el Jordán hasta Jerusalem.
3Y luego que llegó David á su casa en Jerusalem, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y púsolas en una casa en guarda, y dióles de comer: pero nunca más entró á ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron en viudez de por vida.
4Después dijo el rey á Amasa: Júntame los varones de Judá para dentro de tres días, y hállate tú aquí presente.
5Fué pues Amasa á juntar á Judá; pero detúvose más del tiempo que le había sido señalado.
6Y dijo David á Abisai: Seba hijo de Bichri nos hará ahora más mal que Absalom: toma pues tú los siervos de tu señor, y ve tras él, no sea que halle las ciudades fortificadas, y se nos vaya de delante.
7Entonces salieron en pos de él los hombres de Joab, y los Ceretheos y Peletheos, y todos los valientes: salieron de Jerusalem para ir tras Seba hijo de Bichri.
8Y estando ellos cerca de la grande peña que está en Gabaón, salióles Amasa al encuentro. Ahora bien, la vestidura que Joab tenía sobrepuesta estábale ceñida, y sobre ella el cinto de una daga pegada á sus lomos en su vaina, de la que así como él avanzó, cayóse aquélla.
9Entonces Joab dijo á Amasa: ¿Tienes paz, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo.
10Y como Amasa no se cuidó de la daga que Joab en la mano tenía, hirióle éste con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en seguimiento de Seba hijo de Bichri.
11Y uno de los criados de Joab se paró junto á él, diciendo: Cualquiera que amare á Joab y á David vaya en pos de Joab.
12Y Amasa se había revolcado en la sangre en mitad del camino: y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó á Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura, porque veía que todos los que venían se paraban junto á él.
13Luego, pues, que fué apartado del camino, pasaron todos los que seguían á Joab, para ir tras Seba hijo de Bichri.
14Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel y Beth-maachâ y todo Barim: y juntáronse, y siguiéronlo también.
15Y vinieron y cercáronlo en Abel de Beth-maachâ, y pusieron baluarte contra la ciudad; y puesto que fué al muro, todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba por derribar la muralla.
16Entonces una mujer sabia dió voces en la ciudad, diciendo: Oid, oid; ruégoos que digáis á Joab se llegue á acá, para que yo hable con él.
17Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
18Entonces tornó ella á hablar, diciendo: Antiguamente solían hablar, diciendo: Quien preguntare, pregunte en Abel: y así concluían.
19Yo soy de las pacíficas y fieles de Israel: y tú procuras destruir una ciudad que es madre de Israel: ¿por qué destruyes la heredad de Jehová?
20Y Joab respondió, diciendo: Nunca tal, nunca tal me acontezca, que yo destruya ni deshaga.
21La cosa no es así: mas un hombre del monte de Ephraim, que se llama Seba hijo de Bichri, ha levantado su mano contra el rey David: entregad á ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo á Joab: He aquí su cabeza te será echada desde el muro.
22La mujer fué luego á todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza á Seba hijo de Bichri, y echáronla á Joab. Y él tocó la corneta, y esparciéronse de la ciudad, cada uno á su estancia. Y Joab se volvió al rey á Jerusalem.
(2 S. 20:1‑22)
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2 Cr. 10:14‑16• 14Y hablóles conforme al consejo de los mancebos, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, y yo añadiré á vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.
15Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para cumplir Jehová su palabra que había hablado, por Ahías Silonita, á Jeroboam hijo de Nabat.
16Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David, ni herencia en el hijo de Isaí? Israel, cada uno á sus estancias! David, mira ahora por tu casa! Así se fué todo Israel á sus estancias.
(2 Cr. 10:14‑16)
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2 Cr. 13:17• 17Y Abías y su gente hacían en ellos gran mortandad; y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos. (2 Cr. 13:17)
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2 Cr. 25:17‑24• 17Y Amasías rey de Judá, habido su consejo, envió á decir á Joas, hijo de Joachâz hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara á cara.
18Entonces Joas rey de Israel envió á decir á Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija á mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo.
19Tú dices: He aquí he herido á Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte: ahora estáte en tu casa; ¿para qué te entrometes en mal, para caer tú y Judá contigo?
20Mas Amasías no quiso oir; porque estaba de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.
21Subió pues Joas rey de Israel, y viéronse cara á cara él y Amasías rey de Judá, en Beth-semes, la cual es de Judá.
22Pero cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno á su estancia.
23Y Joas rey de Israel prendió en Beth-semes á Amasías rey de Judá, hijo de Joas hijo de Joachâz, y llevólo á Jerusalem: y derribó el muro de Jerusalem desde la puerta de Ephraim hasta la puerta del ángulo, cuatrocientos codos.
24Asimismo tomó todo el oro y plata, y todos los vasos que se hallaron en la casa de Dios en casa de Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey, y los hijos de los príncipes, y volvióse á Samaria.
(2 Cr. 25:17‑24)
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2 Cr. 28:6• 6Porque Peca, hijo de Remalías mató en Judá en un día ciento y veinte mil, todos hombres valientes; por cuanto habían dejado á Jehová el Dios de sus padres. (2 Cr. 28:6)
leave.
Pr. 13:10• 10Ciertamente la soberbia parirá contienda: Mas con los avisados es la sabiduría. (Pr. 13:10)
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Pr. 14:29• 29El que tarde se aira, es grande de entendimiento: Mas el corto de espíritu engrandece el desatino. (Pr. 14:29)
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Pr. 15:1• 1La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor. (Pr. 15:1)
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Pr. 16:32• 32Mejor es el que tarde se aira que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. (Pr. 16:32)
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Pr. 19:11• 11La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa. (Pr. 19:11)
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Pr. 20:3• 3Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella. (Pr. 20:3)
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Pr. 25:8• 8No salgas á pleito presto, No sea que no sepas qué hacer al fin, Después que tu prójimo te haya dejado confuso. (Pr. 25:8)
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Gn. 13:8‑9• 8Entonces Abram dijo á Lot: No haya ahora altercado entre mí y ti, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres á la mano izquierda, yo iré á la derecha: y si tú á la derecha, yo iré á la izquierda.
(Gn. 13:8‑9)
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Jue. 8:1‑3• 1Y los de Ephraim le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas á la guerra contra Madián? Y reconviniéronlo fuertemente.
2A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora como vosotros? ¿No es el rebusco de Ephraim mejor que la vendimia de Abiezer?
3Dios ha entregado en vuestras manos á Oreb y á Zeeb, príncipes de Madián: ¿y qué pude yo hacer como vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra.
(Jue. 8:1‑3)
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Ec. 7:8‑9• 8Mejor es el fin del negocio que su principio: mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
9No te apresures en tu espíritu á enojarte: porque la ira en el seno de los necios reposa.
(Ec. 7:8‑9)
;
Mt. 5:39‑41• 39Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
40Y al que quisiere ponerte á pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
41Y á cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
(Mt. 5:39‑41)
;
Hch. 6:1‑5• 1En aquellos días, creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los Griegos contra los Hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano.
2Así que, los doce convocaron la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos á las mesas.
3Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta obra.
4Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.
5Y plugo el parecer á toda la multitud; y eligieron á Esteban, varón lleno de fe y de Espíritu Santo, y á Felipe, y á Prócoro, y á Nicanor, y á Timón, y á Parmenas, y á Nicolás, prosélito de Antioquía:
(Hch. 6:1‑5)
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Hch. 15:2‑21• 2Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña á Pablo y á Bernabé contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Bernabé á Jerusalem, y algunos otros de ellos, á los apóstoles y á los ancianos, sobre esta cuestión.
3Ellos, pues, habiendo sido acompañados de la iglesia, pasaron por la Fenicia y Samaria, contando la conversión de los Gentiles; y daban gran gozo á todos los hermanos.
4Y llegados á Jerusalem, fueron recibidos de la iglesia y de los apóstoles y de los ancianos: y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.
5Mas algunos de la secta de los Fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
6Y se juntaron los apóstoles y los ancianos para conocer de este negocio.
7Y habiendo habido grande contienda, levantándose Pedro, les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los Gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio, y creyesen.
8Y Dios, que conoce los corazones, les dió testimonio, dándoles el Espíritu Santo también como á nosotros;
9Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe sus corazones.
10Ahora pues, ¿por qué tentáis á Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
11Antes por la gracia del Señor Jesús creemos que seremos salvos, como también ellos.
12Entonces toda la multitud calló, y oyeron á Bernabé y á Pablo, que contaban cuán grandes maravillas y señales Dios había hecho por ellos entre los Gentiles.
13Y después que hubieron callado, Jacobo respondió, diciendo: Varones hermanos, oidme:
14Simón ha contado cómo Dios primero visitó á los Gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre;
15Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
16Después de esto volveré Y restauraré la habitación de David, que estaba caída; Y repararé sus ruinas, Y la volveré á levantar;
17Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los Gentiles, sobre los cuales es llamado mi nombre, Dice el Señor, que hace todas estas cosas.
18Conocidas son á Dios desde el siglo todas sus obras.
19Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten á Dios, no han de ser inquietados;
20Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de ahogado, y de sangre.
21Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado.
(Hch. 15:2‑21)
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Ro. 12:18• 18Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres. (Ro. 12:18)
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1 Ts. 4:11• 11Y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado; (1 Ts. 4:11)
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2 Ti. 2:23‑24• 23Empero las cuestiones necias y sin sabiduría desecha, sabiendo que engendran contiendas.
24Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;
(2 Ti. 2:23‑24)
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Stg. 3:14‑18• 14Pero si tenéis envidia amarga y contención en vuestros corazones, no os gloriés, ni seáis mentirosos contra la verdad:
15Que esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrena, animal, diabólica.
16Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
17Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
18Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
(Stg. 3:14‑18)
 A leak in a dike that could be stopped with a pebble, if noticed at the beginning, will, if neglected, grow greater and greater until, at last, the inrushing waters will carry all before them. So it is with strife. (Proverbs Seventeen by H.A. Ironside)

J. N. Darby Translation

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14
The beginning of contention is as when one letteth out water; therefore leave off strife before it become vehement.