Apéndice A: Sumario de las batallas durante la indignación

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La “indignación” es un término usado por los profetas para describir un corto período de tiempo, de alrededor de setenta y cinco días (2½ meses), al final de los siete años de tribulación (Ro. 9:28; Dn. 12:5-135Then I Daniel looked, and, behold, there stood other two, the one on this side of the bank of the river, and the other on that side of the bank of the river. 6And one said to the man clothed in linen, which was upon the waters of the river, How long shall it be to the end of these wonders? 7And I heard the man clothed in linen, which was upon the waters of the river, when he held up his right hand and his left hand unto heaven, and sware by him that liveth for ever that it shall be for a time, times, and an half; and when he shall have accomplished to scatter the power of the holy people, all these things shall be finished. 8And I heard, but I understood not: then said I, O my Lord, what shall be the end of these things? 9And he said, Go thy way, Daniel: for the words are closed up and sealed till the time of the end. 10Many shall be purified, and made white, and tried; but the wicked shall do wickedly: and none of the wicked shall understand; but the wise shall understand. 11And from the time that the daily sacrifice shall be taken away, and the abomination that maketh desolate set up, there shall be a thousand two hundred and ninety days. 12Blessed is he that waiteth, and cometh to the thousand three hundred and five and thirty days. 13But go thou thy way till the end be: for thou shalt rest, and stand in thy lot at the end of the days. (Daniel 12:5‑13), desde el día 1260 hasta 1335). Durante este tiempo el Señor derramará Su indignación contra Israel a causa de Su controversia con él, por su pecado de idolatría y su alejamiento (Is. 10:5,25; 26:20; Dn. 8:19; 11:3619And he said, Behold, I will make thee know what shall be in the last end of the indignation: for at the time appointed the end shall be. (Daniel 8:19)
36And the king shall do according to his will; and he shall exalt himself, and magnify himself above every god, and shall speak marvellous things against the God of gods, and shall prosper till the indignation be accomplished: for that that is determined shall be done. (Daniel 11:36)
; etc.). Para cumplir Su indignación contra Israel, Él empleará como instrumento a los Asirios, y a las naciones gentiles vecinas que tienen un odio profundo por Israel (Sal. 83:4-5). Luego de que las naciones sean usadas por el Señor para cumplir su tarea de humillar Israel, Él se “indignará” contra ellas en juicio (Is. 30:27-33; 34:2; 66:14; Jer. 10:1010But the Lord is the true God, he is the living God, and an everlasting king: at his wrath the earth shall tremble, and the nations shall not be able to abide his indignation. (Jeremiah 10:10); Nah. 1:66Who can stand before his indignation? and who can abide in the fierceness of his anger? his fury is poured out like fire, and the rocks are thrown down by him. (Nahum 1:6); Hab. 3:1212Thou didst march through the land in indignation, thou didst thresh the heathen in anger. (Habakkuk 3:12); Sof. 3:8).
¿Cómo sabemos que éste será el ordende los eventos?
La pregunta podría ser mejor hecha así: “¿Cómo podemos saber que las batallas durante la indignación ocurrirán en el orden dado en la primera parte del libro?” Aquí es donde creemos que es muy importante hacer una reseña de los profetas, los mayores y menores. Muchos estudiantes de profecías consideran principalmente los libros de Apocalipsis y Daniel en sus estudios, y consecuentemente pierden mucho. Ningún libro nos da el futuro profético en forma completa. Por lo tanto, cuando estudiamos profecía, es necesario tener a todos los profetas delante nuestro, y así podremos obtener un cuadro completo. Algunos profetas enfocan ciertos aspectos de la profecía. No es la intención de cada profeta cubrir el esquema completo de las cosas; pero ya sea que cubra una gran parte o una pequeña parte del cuadro profético, el orden en el plan general se mantiene a través de todos los profetas.
Ahora damos unas pocas reseñas de varios lugares en la Escritura, que confirman el orden dado en el siguiente sumario de siete puntos. El espacio no nos permite mirar todas las reseñas en la Escritura, pero confiamos que las que han sido dadas probarán en forma conclusiva que el orden es consistente con toda la Escritura.
Sumario de siete puntos de las batallas durante la indignación
3. Los ejércitos de la Bestia (confederación occidental) al escuchar de la invasión del Rey del Norte, vendrán desde el oeste a defender la tierra de Israel (Nm. 24:2424And ships shall come from the coast of Chittim, and shall afflict Asshur, and shall afflict Eber, and he also shall perish for ever. (Numbers 24:24); Ap. 16:13-14; 19:19).
4. Cuando la Bestia y sus ejércitos entren a la tierra de Israel, aparecerá el Señor con Sus ejércitos del cielo (los santos glorificados) para destruir a la confederación occidental. En ese momento la Bestia y el anticristo serán arrojados al lago de fuego (Ap. 16:15-21; 19:11-21).
La restauración de Israel
Luego de que el Rey del Norte sea destruido y antes de que Rusia (Gog) baje desde el lejano norte, se producirá la restauración de Israel. Esta restauración tendrá lugar en dos fases (Ez. 37).
A. El Señor se manifestará a Sí mismo en el Monte de los Olivos a los judíos (las dos tribus), quienes llorarán de arrepentimiento, y serán restaurados (Zac. 12:9-14; 14:4-5).
B. El reunirá a las diez tribus perdidas de Israel desde los confines de la tierra, las cuales también serán restauradas (Mt. 24:30-31).
No hemos colocado la restauración de Israel como un punto en este sumario, porque no es una batalla.
6. Cuando las doce tribus de Israel estén habitando seguras en su tierra, los ejércitos de Gog (Rusia) y muchas otras naciones con ellos, vendrán desde las parte más lejanas del norte en un intento por destruir Israel. El Señor rugirá desde Sión, y destruirá a las hordas rusas y a los ejércitos que las siguen (Ez. 38-39).
“La indignación” termina propiamente con el Señor destruyendo los ejércitos guiados por Rusia (los Asirios en su forma final).1
1. Daniel 11-12
Daniel 11 ofrece una detallada relación de las batallas entre los dos reyes, el del norte (Siria) y el del sur (Egipto). Los versículos 1-35 se han cumplido en la historia anterior a Cristo, por varios reyes del norte y del sur, pero desde el versículo 36 hasta el final del libro de Daniel, se detalla lo que aún falta por cumplir en un día futuro no muy lejano. El período de la Iglesia, de aproximadamente 2000 años, se sitúa entre los versículos 35 y 36 del capítulo 11. No se menciona a la Iglesia porque ésta no es tenida en cuenta en la profecía. La Iglesia es un misterio escondido en el corazón de Dios en épocas pasadas (Ef. 3:27; Col. 1:26-2726Even the mystery which hath been hid from ages and from generations, but now is made manifest to his saints: 27To whom God would make known what is the riches of the glory of this mystery among the Gentiles; which is Christ in you, the hope of glory: (Colossians 1:26‑27); Ro. 16:25).
Los versículos 36-39 dan una breve descripción de los hechos del falso Mesías de los judíos (el anticristo) en la gran tribulación. Él promoverá la maldad y la idolatría, y llevará a muchos a la apostasía. Él continuará su curso de maldad hasta la indignación (vs. 36). Cuando la indignación comienza (vs. 40), el Rey del Sur (Egipto y sus aliados; vs. 43) invadirá la tierra de Israel desde el sur. Este es el punto uno en el sumario.
El Rey del Norte (podemos ver en varios lugares que estará acompañado de una confederación de naciones árabes) barrerá entonces a Israel desde el norte, desolándolo (vs. 40-41), y al mismo tiempo lo hará también con muchas naciones circundantes. Él continuará su conquista hasta Egipto, y derrotará también a sus ejércitos. Este es el punto dos en el sumario.
Mientras saquea Egipto, el Rey del Norte escuchará noticias provenientes del norte (vs. 44). Esta es una velada referencia a la Bestia y a sus ejércitos (la confederación occidental) entrando a la tierra de Israel (la cual está geográficamente al norte, vista desde Egipto, donde este rey estará). Entonces hará un intento por defenderla. Este es el punto tres del sumario.
Al mismo tiempo el Rey del Norte también escuchará noticias desde el este (vs. 44), lo cual se refiere probablemente a la aparición de Cristo con los ejércitos celestiales. La venida de Cristo será aparentemente desde el este (Mt. 24:27). La primera cosa que Cristo hace en Su aparición es destruir a la confederación occidental. Este es el punto cuatro del sumario.
Luego de escuchar estas noticias, el Rey del Norte retornará desde Egipto a la tierra de Israel, y será destruido por el Señor (vs. 44-45). Este es el punto cinco del sumario.
Luego de que el Señor haya terminado con la confederación occidental y con el Rey del Norte, el pueblo judío será liberado y restaurado (Dn. 12:11And at that time shall Michael stand up, the great prince which standeth for the children of thy people: and there shall be a time of trouble, such as never was since there was a nation even to that same time: and at that time thy people shall be delivered, every one that shall be found written in the book. (Daniel 12:1)). En este momento el Señor efectuará también una resurrección nacional (no literal), y se producirá el retorno de las tribus de Israel que han sido esparcidas a través de la tierra (Dn. 12:2-32And many of them that sleep in the dust of the earth shall awake, some to everlasting life, and some to shame and everlasting contempt. 3And they that be wise shall shine as the brightness of the firmament; and they that turn many to righteousness as the stars for ever and ever. (Daniel 12:2‑3)). Habrá dos clases de personas entre ellos, los verdaderos y los falsos. Los rebeldes (los falsos que no tengan fe) serán expulsados de entre ellos hasta las fronteras de la tierra (Ez. 20:34-38). Los verdaderos (aquellos que tengan fe) irán hacia la tierra y, más tarde, disfrutarán de las bendiciones del reino de Cristo en la tierra — el milenio. Esto responde al intervalo que en el sumario aparece entre los puntos cinco y seis.
Los puntos seis y siete del sumario no se incluyen en esta reseña de Daniel, porque el asunto de Daniel es el curso de “los tiempos de los gentiles,” los cuales se cerrarán con la aparición del Señor (Lc. 21:24-28). Gog viene desde el norte luego de que el Señor ha retornado y establecido Su reino en Israel, como otras reseñas lo mostrarán.
2. Apocalipsis 16:12-21
Estos versículos muestran que cuando la sexta copa sea derramada, una confederación del este comenzará sus avanzas hacia la tierra de Israel (vs. 12). Esta es la misma confederación que se menciona en Daniel 11:40-4540And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. 41He shall enter also into the glorious land, and many countries shall be overthrown: but these shall escape out of his hand, even Edom, and Moab, and the chief of the children of Ammon. 42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. 43But he shall have power over the treasures of gold and of silver, and over all the precious things of Egypt: and the Libyans and the Ethiopians shall be at his steps. 44But tidings out of the east and out of the north shall trouble him: therefore he shall go forth with great fury to destroy, and utterly to make away many. 45And he shall plant the tabernacles of his palace between the seas in the glorious holy mountain; yet he shall come to his end, and none shall help him. (Daniel 11:40‑45), bajo el nombre del Rey del Norte. Cuando en la Biblia se mencionan a estos ejércitos en oposición al Rey del Sur, se los llama los ejércitos del Rey del Norte; pero cuando se los menciona en oposición a los poderes occidentales (la Bestia), se los llama los reyes del este. En el libro de Apocalipsis son llamados los reyes del este debido a que Apocalipsis desarrolla la profecía desde un punto de vista occidental. En el Antiguo Testamento son mirados como los ejércitos del Rey del Norte (también llamados los Asirios), debido a que el Antiguo Testamento desarrolla la profecía desde el punto de vista de Israel, donde los Asirios eran su gran enemigo.2 Esto responde a los movimientos de los ejércitos dados en el punto dos del sumario.
A medida que vengan estos reyes confederados del este (y del norte) de Israel, los ejércitos occidentales, bajo el liderazgo de la Bestia, se reunirán juntando sus fuerzas y entrando a la tierra (vs. 13-14). Este es el punto tres del sumario.
Cuando los ejércitos occidentales entren a la tierra de Israel, el Señor vendrá del cielo como un ladrón (vs. 15). El juzgará a la confederación occidental bajo la figura de la Babilonia política (7ª copa; vs. 17-21). Es importante distinguir entre la Babilonia religiosa y la Babilonia política. El juicio que aquí se refiere no es el juicio de la Babilonia religiosa (la gran ramera). El juicio de la Babilonia religiosa se lleva a cabo alrededor de la mitad de la semana, cuando el lado político de Babilonia, la Bestia, se vuelva contra el poder religioso (la mujer) y lo destruya (Ap. 17:16). Apocalipsis 16:17-21 Se refiere al juicio final de Babilonia en su orden político, bajo el liderazgo del cuerno pequeño de Daniel 7. Cada vez que Babilonia es descripta como la ramera en el libro de Apocalipsis, se refiere a su lado religioso; pero cuando es descripta como ciudad, se trata de su aspecto civil o político (es de notar que en Apocalipsis 14:8 la frase “aquella gran ciudad,” no debería estar en el texto; ver traducción JND, porque ese versículo se refiere a la Babilonia religiosa). Este es el punto cuatro del sumario.
Esta reseña cubre los puntos dos al cuatro, pero nótese que se mantiene el orden aunque no se mencionan todas las batallas del sumario. El libro Apocalipsis, estando en el Nuevo Testamento, da la profecía desde un punto de vista occidental, por lo tanto detiene la secuencia de las batallas cuando las potencias occidentales son destruidas. Aunque Apocalipsis 16:14 indica que más batallas serán peleadas (ejércitos del mundo entero vendrán a la tierra de Israel), no se describen porque éste no es el tema de Apocalipsis.
3. Números 24:20-25
En esta parábola de Balaam aprendemos qué es lo que va a suceder en los últimos días de Israel (vs. 14). Asiria (los Asirios, tipo del Rey del Norte y sus ejércitos) invadirá la tierra y la dejará en desgracia. Israel será desolado en este tiempo por este destructor del norte, pero los efectos de las incursiones de este invasor no se mencionan en esta profecía. Esto es debido a que la parábola de Balaam no contempla a Israel en su pecado, por lo tanto no los ve bajo el castigo de Jehová. En este sentido, los Asirios eran particularmente usados como la vara de Jehová (Is. 10:5-6).
Luego de juzgar a Amalec, Asiria consumirá a los Ceneos. Los Ceneos eran una rama de los Madianitas que se asentó en el extremo sur de la tierra de Judá y en las tierras desérticas, pero aparentemente su origen es Egipto.3 Si esto es para ser entendido como Egipto, como algunos eruditos creen, podemos acreditar que los ejércitos destructores de Asiria continuarán abriéndose camino hacia Egipto, hasta devastarlo. Esto responde al punto dos del sumario.
Cuando Asiria arrase la tierra de Canaán de norte a sur, las naves de Quitim vendrán desde el oeste para afligir a Asiria. Quitim no se refiere solamente a la Isla de Chipre, sino a todas las potencias marítimas mediterráneas occidentales, y particularmente a Roma (Jer. 2:1010For pass over the isles of Chittim, and see; and send unto Kedar, and consider diligently, and see if there be such a thing. (Jeremiah 2:10); Ez. 27:6; Dn. 11:3030For the ships of Chittim shall come against him: therefore he shall be grieved, and return, and have indignation against the holy covenant: so shall he do; he shall even return, and have intelligence with them that forsake the holy covenant. (Daniel 11:30)). Esto responde a los ejércitos del revivido imperio romano — la confederación occidental — viniendo desde el oeste para intentar detener al Rey del Norte en su conquista. Este es el punto tres del sumario.
“El perecerá para siempre” (vs. 24) se refiere a la Bestia, el gran líder del oeste,4 que encontrará su fin por los juicios del Señor sobre él. Sabemos por otras escrituras que esto sucederá cuando Cristo aparezca, aunque no se menciona aquí (Ap. 19:11-20). No se refiere a Asiria, como algunos han pensado, porque nunca se dice de Asiria que perecerá para siempre, o que será removida de la tierra como nación; pero sí se dice de los filisteos (Sof. 2:5), Edomitas (Ab. 10,18), Amalecitas (Nm. 24:2020And when he looked on Amalek, he took up his parable, and said, Amalek was the first of the nations; but his latter end shall be that he perish for ever. (Numbers 24:20)), y Babilonia (Is. 13:20; Jer. 50:3; 51:29; 43,62). El juicio de Babilonia es figura del juicio de las potencias occidentales. Asiria en realidad será restaurada, y le será dado un lugar de prominencia en el milenio (Is. 19:24). Este es entonces el punto cuatro del sumario.
Aunque solo unos pocos puntos del sumario (dos al cuatro) son vistos en esta profecía, la parábola de Balaam es valiosa porque muestra que las potencias occidentales entran en el conflicto luego de que el Rey del Norte ha pasado a través de la tierra dirigiéndose hacia Egipto. Nuevamente vemos que el orden es el mismo.
4. Las incursiones de Nabucodonosor y los Caldeos en los tiempos de Sedequías
El estado de las cosas entre los judíos antes de la caída de Jerusalén, en el tiempo de los reyes de Israel, es análogo con las condiciónes que prevalecerán entre los judíos que serán reunidos nuevamente en su tierra durante la tribulación. Esto es una anticipación de los eventos futuros, pero la condición postrera evidentemente será la peor (Mt. 12:43-45).
Los judíos bajo el reinado del malvado Rey Sedequías (Ez. 21:25), habían olvidado al Señor y rechazado las advertencias del profeta Jeremías (Jer. 37:22But neither he, nor his servants, nor the people of the land, did hearken unto the words of the Lord, which he spake by the prophet Jeremiah. (Jeremiah 37:2)). La tierra estaba llena de maldad, violencia (Ez. 22), e idolatría (Ez. 8). Fue también un tiempo cuando prevalecieron el hambre y la pestilencia (Jer. 14:1-221The word of the Lord that came to Jeremiah concerning the dearth. 2Judah mourneth, and the gates thereof languish; they are black unto the ground; and the cry of Jerusalem is gone up. 3And their nobles have sent their little ones to the waters: they came to the pits, and found no water; they returned with their vessels empty; they were ashamed and confounded, and covered their heads. 4Because the ground is chapt, for there was no rain in the earth, the plowmen were ashamed, they covered their heads. 5Yea, the hind also calved in the field, and forsook it, because there was no grass. 6And the wild asses did stand in the high places, they snuffed up the wind like dragons; their eyes did fail, because there was no grass. 7O Lord, though our iniquities testify against us, do thou it for thy name's sake: for our backslidings are many; we have sinned against thee. 8O the hope of Israel, the saviour thereof in time of trouble, why shouldest thou be as a stranger in the land, and as a wayfaring man that turneth aside to tarry for a night? 9Why shouldest thou be as a man astonied, as a mighty man that cannot save? yet thou, O Lord, art in the midst of us, and we are called by thy name; leave us not. 10Thus saith the Lord unto this people, Thus have they loved to wander, they have not refrained their feet, therefore the Lord doth not accept them; he will now remember their iniquity, and visit their sins. 11Then said the Lord unto me, Pray not for this people for their good. 12When they fast, I will not hear their cry; and when they offer burnt offering and an oblation, I will not accept them: but I will consume them by the sword, and by the famine, and by the pestilence. 13Then said I, Ah, Lord God! behold, the prophets say unto them, Ye shall not see the sword, neither shall ye have famine; but I will give you assured peace in this place. 14Then the Lord said unto me, The prophets prophesy lies in my name: I sent them not, neither have I commanded them, neither spake unto them: they prophesy unto you a false vision and divination, and a thing of nought, and the deceit of their heart. 15Therefore thus saith the Lord concerning the prophets that prophesy in my name, and I sent them not, yet they say, Sword and famine shall not be in this land; By sword and famine shall those prophets be consumed. 16And the people to whom they prophesy shall be cast out in the streets of Jerusalem because of the famine and the sword; and they shall have none to bury them, them, their wives, nor their sons, nor their daughters: for I will pour their wickedness upon them. 17Therefore thou shalt say this word unto them; Let mine eyes run down with tears night and day, and let them not cease: for the virgin daughter of my people is broken with a great breach, with a very grievous blow. 18If I go forth into the field, then behold the slain with the sword! and if I enter into the city, then behold them that are sick with famine! yea, both the prophet and the priest go about into a land that they know not. 19Hast thou utterly rejected Judah? hath thy soul lothed Zion? why hast thou smitten us, and there is no healing for us? we looked for peace, and there is no good; and for the time of healing, and behold trouble! 20We acknowledge, O Lord, our wickedness, and the iniquity of our fathers: for we have sinned against thee. 21Do not abhor us, for thy name's sake, do not disgrace the throne of thy glory: remember, break not thy covenant with us. 22Are there any among the vanities of the Gentiles that can cause rain? or can the heavens give showers? art not thou he, O Lord our God? therefore we will wait upon thee: for thou hast made all these things. (Jeremiah 14:1‑22)). Los judíos se encontrarán en condiciónes similares en la gran tribulación. La masa de judíos apóstatas reunidos en la tierra, también tendrá un malvado rey (el anticristo, el falso Mesías; Dn. 11:36-3936And the king shall do according to his will; and he shall exalt himself, and magnify himself above every god, and shall speak marvellous things against the God of gods, and shall prosper till the indignation be accomplished: for that that is determined shall be done. 37Neither shall he regard the God of his fathers, nor the desire of women, nor regard any god: for he shall magnify himself above all. 38But in his estate shall he honor the God of forces: and a god whom his fathers knew not shall he honor with gold, and silver, and with precious stones, and pleasant things. 39Thus shall he do in the most strong holds with a strange god, whom he shall acknowledge and increase with glory: and he shall cause them to rule over many, and shall divide the land for gain. (Daniel 11:36‑39)), y se entregará a toda clase de maldad, violencia (Sal. 10-11), e idolatría (Ap. 13:14-15). Existirá también un remanente fiel de los judíos que será perseguido a causa de la predicación de la Palabra de Dios (Ap. 14:1), del cual Jeremías y Baruc son un tipo.
Dios trajo juicio sobre Su pueblo culpable de la antigüedad, levantando a Nabucodonosor y a su ejército Caldeo, que es un tipo del Rey del Norte en la profecía.5 Nabucodonosor tenía una gran coalición de muchas naciones que le ayudaban (Jer. 34:1; 21The word which came unto Jeremiah from the Lord, when Nebuchadnezzar king of Babylon, and all his army, and all the kingdoms of the earth of his dominion, and all the people, fought against Jerusalem, and against all the cities thereof, saying, (Jeremiah 34:1)
1Moreover the word of the Lord came to me, saying, (Jeremiah 2:1)
 R. 24:1-2; Ab. 11-14; Hab. 2:55Yea also, because he transgresseth by wine, he is a proud man, neither keepeth at home, who enlargeth his desire as hell, and is as death, and cannot be satisfied, but gathereth unto him all nations, and heapeth unto him all people: (Habakkuk 2:5)), las que son un tipo de la confederación árabe que ayudará al Rey del Norte (Sal. 83:5-8). Nabucodonosor vino desde el norte (Jer. 1:13-15; 4:6-7; 6:19,22; 10:22; 13:19-20; 25:9-11; 46:2013And the word of the Lord came unto me the second time, saying, What seest thou? And I said, I see a seething pot; and the face thereof is toward the north. 14Then the Lord said unto me, Out of the north an evil shall break forth upon all the inhabitants of the land. 15For, lo, I will call all the families of the kingdoms of the north, saith the Lord; and they shall come, and they shall set every one his throne at the entering of the gates of Jerusalem, and against all the walls thereof round about, and against all the cities of Judah. (Jeremiah 1:13‑15)
6Set up the standard toward Zion: retire, stay not: for I will bring evil from the north, and a great destruction. 7The lion is come up from his thicket, and the destroyer of the Gentiles is on his way; he is gone forth from his place to make thy land desolate; and thy cities shall be laid waste, without an inhabitant. (Jeremiah 4:6‑7)
19Hear, O earth: behold, I will bring evil upon this people, even the fruit of their thoughts, because they have not hearkened unto my words, nor to my law, but rejected it. (Jeremiah 6:19)
22Thus saith the Lord, Behold, a people cometh from the north country, and a great nation shall be raised from the sides of the earth. (Jeremiah 6:22)
22Behold, the noise of the bruit is come, and a great commotion out of the north country, to make the cities of Judah desolate, and a den of dragons. (Jeremiah 10:22)
19The cities of the south shall be shut up, and none shall open them: Judah shall be carried away captive all of it, it shall be wholly carried away captive. 20Lift up your eyes, and behold them that come from the north: where is the flock that was given thee, thy beautiful flock? (Jeremiah 13:19‑20)
9Behold, I will send and take all the families of the north, saith the Lord, and Nebuchadrezzar the king of Babylon, my servant, and will bring them against this land, and against the inhabitants thereof, and against all these nations round about, and will utterly destroy them, and make them an astonishment, and an hissing, and perpetual desolations. 10Moreover I will take from them the voice of mirth, and the voice of gladness, the voice of the bridegroom, and the voice of the bride, the sound of the millstones, and the light of the candle. 11And this whole land shall be a desolation, and an astonishment; and these nations shall serve the king of Babylon seventy years. (Jeremiah 25:9‑11)
20Egypt is like a very fair heifer, but destruction cometh; it cometh out of the north. (Jeremiah 46:20)
) y desoló toda la tierra (Jer. 25:9-119Behold, I will send and take all the families of the north, saith the Lord, and Nebuchadrezzar the king of Babylon, my servant, and will bring them against this land, and against the inhabitants thereof, and against all these nations round about, and will utterly destroy them, and make them an astonishment, and an hissing, and perpetual desolations. 10Moreover I will take from them the voice of mirth, and the voice of gladness, the voice of the bridegroom, and the voice of the bride, the sound of the millstones, and the light of the candle. 11And this whole land shall be a desolation, and an astonishment; and these nations shall serve the king of Babylon seventy years. (Jeremiah 25:9‑11)). Él destruyó la ciudad de Jerusalén y el templo (Jer. 52). Cuando los ejércitos Caldeos estaban destruyendo Jerusalén, Sedequías el perverso rey Judío, escapó (Jer. 52:7-117Then the city was broken up, and all the men of war fled, and went forth out of the city by night by the way of the gate between the two walls, which was by the king's garden; (now the Chaldeans were by the city round about:) and they went by the way of the plain. 8But the army of the Chaldeans pursued after the king, and overtook Zedekiah in the plains of Jericho; and all his army was scattered from him. 9Then they took the king, and carried him up unto the king of Babylon to Riblah in the land of Hamath; where he gave judgment upon him. 10And the king of Babylon slew the sons of Zedekiah before his eyes: he slew also all the princes of Judah in Riblah. 11Then he put out the eyes of Zedekiah; and the king of Babylon bound him in chains, and carried him to Babylon, and put him in prison till the day of his death. (Jeremiah 52:7‑11)). Es lo que justamente hará el falso Mesías, el anticristo (Zac. 11:17; Jn. 10:12-1312But he that is an hireling, and not the shepherd, whose own the sheep are not, seeth the wolf coming, and leaveth the sheep, and fleeth: and the wolf catcheth them, and scattereth the sheep. 13The hireling fleeth, because he is an hireling, and careth not for the sheep. (John 10:12‑13)). Luego de que Nabucodonosor destruyó Jerusalén, engañó a algunos de sus confederados cuyos países estaban situados alrededor de Israel, y los saqueó6 (2 R. 24:7; Ab. 7; Jer. 25:99Behold, I will send and take all the families of the north, saith the Lord, and Nebuchadrezzar the king of Babylon, my servant, and will bring them against this land, and against the inhabitants thereof, and against all these nations round about, and will utterly destroy them, and make them an astonishment, and an hissing, and perpetual desolations. (Jeremiah 25:9)). Los ejércitos confederados bajo el Rey del Norte harán lo mismo.
Nabucodonosor continúa luego su conquista hacia el sur hasta Egipto, derrotando a sus ejércitos (Jer. 46:13-2613The word that the Lord spake to Jeremiah the prophet, how Nebuchadrezzar king of Babylon should come and smite the land of Egypt. 14Declare ye in Egypt, and publish in Migdol, and publish in Noph and in Tahpanhes: say ye, Stand fast, and prepare thee; for the sword shall devour round about thee. 15Why are thy valiant men swept away? they stood not, because the Lord did drive them. 16He made many to fall, yea, one fell upon another: and they said, Arise, and let us go again to our own people, and to the land of our nativity, from the oppressing sword. 17They did cry there, Pharaoh king of Egypt is but a noise; he hath passed the time appointed. 18As I live, saith the King, whose name is the Lord of hosts, Surely as Tabor is among the mountains, and as Carmel by the sea, so shall he come. 19O thou daughter dwelling in Egypt, furnish thyself to go into captivity: for Noph shall be waste and desolate without an inhabitant. 20Egypt is like a very fair heifer, but destruction cometh; it cometh out of the north. 21Also her hired men are in the midst of her like fatted bullocks; for they also are turned back, and are fled away together: they did not stand, because the day of their calamity was come upon them, and the time of their visitation. 22The voice thereof shall go like a serpent; for they shall march with an army, and come against her with axes, as hewers of wood. 23They shall cut down her forest, saith the Lord, though it cannot be searched; because they are more than the grasshoppers, and are innumerable. 24The daughter of Egypt shall be confounded; she shall be delivered into the hand of the people of the north. 25The Lord of hosts, the God of Israel, saith; Behold, I will punish the multitude of No, and Pharaoh, and Egypt, with their gods, and their kings; even Pharaoh, and all them that trust in him: 26And I will deliver them into the hand of those that seek their lives, and into the hand of Nebuchadrezzar king of Babylon, and into the hand of his servants: and afterward it shall be inhabited, as in the days of old, saith the Lord. (Jeremiah 46:13‑26)). Esta es una fuerte figura del futuro profético, cuando el Rey del Norte recorrerá la tierra de Israel hacia Egipto (Dn. 11:40-4540And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. 41He shall enter also into the glorious land, and many countries shall be overthrown: but these shall escape out of his hand, even Edom, and Moab, and the chief of the children of Ammon. 42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. 43But he shall have power over the treasures of gold and of silver, and over all the precious things of Egypt: and the Libyans and the Ethiopians shall be at his steps. 44But tidings out of the east and out of the north shall trouble him: therefore he shall go forth with great fury to destroy, and utterly to make away many. 45And he shall plant the tabernacles of his palace between the seas in the glorious holy mountain; yet he shall come to his end, and none shall help him. (Daniel 11:40‑45)). Esto responde al punto dos del sumario.
Luego de que Nabucodonosor haya completado su conquista a través de Israel y hasta Egipto, Dios juzgó a Babilonia (aproximadamente 32 años después de la caída de Egipto). El juicio de Babilonia habla típicamente del juicio sobre las potencias occidentales, el revivido imperio romano bajo el liderazgo de la Bestia (algunas veces mencionado como la Babilonia política; Ap. 16:17-21). Dios levantó a Ciro, Rey de Persia, para ejecutar Su juicio sobre Babilonia (Is. 45). Él es llamado “el ungido del Señor,” y obviamente es un tipo de Cristo. Esto es también una anticipación de eventos futuros, porque luego de que el Rey del Norte pase a través de la tierra de Israel hacia Egipto, la confederación occidental (Babilonia política) vendrá desde el oeste y será juzgada personalmente por el Señor en Su venida del cielo (Ap. 16:17-21). Estos son los puntos tres y cuatro del sumario.
Luego de que Ciro conquistó Babilonia (con la ayuda de Darío de Media; Dn. 5:30-3130In that night was Belshazzar the king of the Chaldeans slain. 31And Darius the Median took the kingdom, being about threescore and two years old. (Daniel 5:30‑31)), liberó a los judíos y dio ordenes para la reconstrucción de Jerusalén (Is. 45:13; Esd. 1:1-4). Esto es un tipo de la liberación que el remanente judío fiel recibirá con la aparición de Cristo. Históricamente Babilonia a tenido a los judíos en cautividad, y lo hará otra vez cuando la Bestia y el anticristo tomen control de la tierra de Israel en la última mitad de la semana. Con la caída del revivido imperio romano (las potencias occidentales) y sus líderes, la Bestia y el anticristo, la tierra de los judíos (el remanente) será libre.7
Es interesante ver que en Daniel 9, los setenta años de cautividad (vs. 1-2) están conectados con las setenta semanas de la profecía. Daniel oró por la liberación de los judíos luego de que los setenta años habían expirado, pero Dios le reveló que la final y total liberación de los judíos no sería sino hasta que setenta semanas de años (490 años) hayan pasado. De esto aprendemos que la antigua liberación de los judíos de Babilonia, es una pequeña anticipación de la liberación venidera que el remanente judío fiel obtendrá de la Babilonia política del libro de Apocalipsis, lo cual tendrá lugar al final de las setenta semanas de Daniel8 (Dn. 9:24-2724Seventy weeks are determined upon thy people and upon thy holy city, to finish the transgression, and to make an end of sins, and to make reconciliation for iniquity, and to bring in everlasting righteousness, and to seal up the vision and prophecy, and to anoint the most Holy. 25Know therefore and understand, that from the going forth of the commandment to restore and to build Jerusalem unto the Messiah the Prince shall be seven weeks, and threescore and two weeks: the street shall be built again, and the wall, even in troublous times. 26And after threescore and two weeks shall Messiah be cut off, but not for himself: and the people of the prince that shall come shall destroy the city and the sanctuary; and the end thereof shall be with a flood, and unto the end of the war desolations are determined. 27And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:24‑27)). La profecía de Jeremías sobre la liberación histórica de los judíos de Babilonia (Jer. 50:4-84In those days, and in that time, saith the Lord, the children of Israel shall come, they and the children of Judah together, going and weeping: they shall go, and seek the Lord their God. 5They shall ask the way to Zion with their faces thitherward, saying, Come, and let us join ourselves to the Lord in a perpetual covenant that shall not be forgotten. 6My people hath been lost sheep: their shepherds have caused them to go astray, they have turned them away on the mountains: they have gone from mountain to hill, they have forgotten their restingplace. 7All that found them have devoured them: and their adversaries said, We offend not, because they have sinned against the Lord, the habitation of justice, even the Lord, the hope of their fathers. 8Remove out of the midst of Babylon, and go forth out of the land of the Chaldeans, and be as the he goats before the flocks. (Jeremiah 50:4‑8)), va más allá de la inmediata aplicación (como lo hacen la mayoría de las profecías del Antiguo Testamento) pues contempla la aplicación extendida de la profecía, la cual se completará en los últimos días de Israel. El profeta incluye en su profecía el retorno de las diez tribus, lo cual no sucedió en aquellos días, pero sucederá en el futuro (Jer. 50:17-2017Israel is a scattered sheep; the lions have driven him away: first the king of Assyria hath devoured him; and last this Nebuchadrezzar king of Babylon hath broken his bones. 18Therefore thus saith the Lord of hosts, the God of Israel; Behold, I will punish the king of Babylon and his land, as I have punished the king of Assyria. 19And I will bring Israel again to his habitation, and he shall feed on Carmel and Bashan, and his soul shall be satisfied upon mount Ephraim and Gilead. 20In those days, and in that time, saith the Lord, the iniquity of Israel shall be sought for, and there shall be none; and the sins of Judah, and they shall not be found: for I will pardon them whom I reserve. (Jeremiah 50:17‑20)). Esto respondería al intervalo que en el sumario aparece entre los puntos cinco y seis.
Entender el antecedente histórico de los tiempos en los que vivieron los profetas del período Babilónico9 no solo nos da una anticipación de los eventos futuros sino también la clave para entender muchas de sus profecías, como mostrarán las siguiente reseñas.
5. Jeremías 26-33
En el capítulo 26 Jeremías predice la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén por los ejércitos confederados (Jer. 34:1; 21The word which came unto Jeremiah from the Lord, when Nebuchadnezzar king of Babylon, and all his army, and all the kingdoms of the earth of his dominion, and all the people, fought against Jerusalem, and against all the cities thereof, saying, (Jeremiah 34:1)
1Moreover the word of the Lord came to me, saying, (Jeremiah 2:1)
 R. 24:2) bajo Nabucodonosor (vs. 1-9). Como ya lo hemos visto en la profecía, Nabucodonosor y sus ejércitos son un tipo del Rey del Norte y su confederación árabe. Jeremías (que es un tipo del remanente fiel de los judíos) consecuentemente sufre persecución por parte del pueblo (que es un tipo de los judíos apóstatas del futuro) debido a sus impopulares profecías. Sin embargo, Jeremías es providencialmente preservado de los propósitos del pueblo de asesinarlo (vs. 8-16; Jer. 36:2626But the king commanded Jerahmeel the son of Hammelech, and Seraiah the son of Azriel, and Shelemiah the son of Abdeel, to take Baruch the scribe and Jeremiah the prophet: but the Lord hid them. (Jeremiah 36:26)). De la misma manera el remanente judío sufrirá persecución, pero será milagrosamente preservado por Dios (Ap. 12:13-17).
En el capítulo 27 Jeremías envía un mensaje a las naciones vecinas de Israel para advertirles que los ejércitos invasores de Nabucodonosor no se detendrían en Judá y Jerusalén, sino que también pondrían sus tierras bajo yugo.
En el capítulo 28 Jeremías encuentra mayor oposición de los seguidores del malvado Rey Sedequías, quien es un tipo del anticristo y del falso Mesías. Los capítulos 26-28 entonces hacen referencia al segundo punto del sumario.
En el capítulo 29 Jeremías envía un mensaje a los judíos cautivos en Babilonia. (Los Babilonios habían venido previamente a Jerusalén y habían tomado cautivo algunos de ellos.) Él anuncia que Babilonia (tipo de las potencias occidentales bajo la Bestia) será juzgada y los judíos liberados. Su mensaje para ellos fue que se sometieran a la voluntad de Dios, que permitió que ellos estuvieran cautivos, y que esperaran que se completaran los setenta años: momento en el cual Babilonia sería juzgada. El remanente judío fiel en la gran tribulación recibirá un aliento similar, y esperará diariamente por la destrucción de la Bestia y el anticristo, lo que sucederá al final de la semana setenta de Daniel (Dn. 9:24-2724Seventy weeks are determined upon thy people and upon thy holy city, to finish the transgression, and to make an end of sins, and to make reconciliation for iniquity, and to bring in everlasting righteousness, and to seal up the vision and prophecy, and to anoint the most Holy. 25Know therefore and understand, that from the going forth of the commandment to restore and to build Jerusalem unto the Messiah the Prince shall be seven weeks, and threescore and two weeks: the street shall be built again, and the wall, even in troublous times. 26And after threescore and two weeks shall Messiah be cut off, but not for himself: and the people of the prince that shall come shall destroy the city and the sanctuary; and the end thereof shall be with a flood, and unto the end of the war desolations are determined. 27And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:24‑27); Ap. 16:17-21; 19:19-20). Al igual que los cautivos que largo tiempo atrás tuvieron que esperar que se cumplieran los setenta años, el remanente judío fiel debe esperar hasta que se complete la semana setenta de Daniel. El capítulo 29 entonces nos proyecta sobre el tercer y el cuarto punto del sumario, especialmente sobre la destrucción de los poderes occidentales bajo la Bestia.
Los capítulos 30-33 contienen las promesas de restauración de Israel. En el capítulo 30, el Señor promete reunir a las tribus dispersas de Israel y reconstruir la ciudad de Jerusalén. En el capítulo 31, se muestran los dos medios a través de los cuales el Señor restaurará a Israel: “gracia” (vs. 2) y “amor” (vs. 3). Nótese que no es por la ley, porque la ley no puede restaurar a nadie, pero la gracia y el amor sí. Es a causa del efecto de estos dos elementos trabajando en el corazón de las tribus dispersas, que ellos vuelven a sus tierras en arrepentimiento (vs. 4-21) y habitan allí bajo las condiciónes del “nuevo pacto” (vs. 22-40). En el capítulo 32 Jeremías lleva a cabo la compra de las tierras de su tío (vs. 1-35), lo que ilustra la garantía del Señor de que la tierra de Israel sería rehabitada por su pueblo. Las tribus que volverán y comprarán campos por dinero y habitarán en ellos (vs. 36-44). Luego, en el capítulo 33, se predice la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, con el Señor tomando Su lugar entre Su pueblo para bendición (vs. 1-16). Los capítulos 30-33 claramente responden al intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
Esta serie de profecías de Jeremías concluyen en el capítulo 33. Aunque no todos los puntos del sumario son dados aquí, podemos ver en los que sí se dan, que el orden de los eventos en la “indignación” es maravillosamente consistente.
6. Jeremías 46-51
Los capítulos 34-45 dan detalles acerca de la caída de Jerusalén, y del juicio sobre los judíos por medio de Nabucodonosor y los Caldeos. Como ya hemos visto, esta es una figura de la futura destrucción de Jerusalén por los ejércitos confederados del Rey del Norte. Pero en los capítulos 46-51 Dios anuncia que si Él iba a juzgar a Su pueblo (los judíos), juzgaría también a los gentiles. Los capítulos 46-51 hacen una lista de diez naciones gentiles que serían también juzgadas en aquel tiempo: Egipto, Filistea, Moab, Amón, Edom, Damasco (capital de Siria), Cedar, Hazor, Elam y Babilonia.
Aunque estos juicios fueran completos en el día de Nabucodonosor, han sido registrados en la Biblia como una figura de lo que el Rey del Norte hará en el día venidero, cuando la profecía se cumpla. El orden de los juicios como suceden en este capítulo es una anticipación del orden de los juicios que sucederán en el futuro. Una mirada cuidadosa a estas profecías, mostrará que cuando el Espíritu de Dios las escribió tenía en mente el fin de los tiempos. Algunos de los hechos mencionados no sucedieron en la historia, y aun esperan su cumplimiento. Esto es verdad para muchas de las profecías del Antiguo Testamento, y nos sirve para entender que el Espíritu tenía en mente más que solo la inmediata aplicación a Nabucodonosor.10
El capítulo 46 es una profecía de la famosa batalla de la historia que le dio a Nabucodonosor la indisputada supremacía sobre el mundo civilizado. Esto da comienzo al “tiempo de los gentiles” (Lc. 21:24). Egipto y sus aliados fueron a través de la tierra de Israel a encontrar a Nabucodonosor y a sus ejércitos, que venían desde el norte. En los versículos 3-12 tenemos la reunión de los ejércitos egipcios y el orden de marcha a través de la tierra de Israel. Esto es una anticipación del punto uno del sumario.
Nabucodonosor derrotó a los ejércitos de Faraón y prosiguió hacia el sur a través de la tierra de Israel, dirigiéndose hacia Egipto tomando también su tierra (vs. 13-26). Luego en los capítulos 47-49 vemos que varias naciones vecinas de Israel cayeron bajo juicio, cuando el ejército de Nabucodonosor pasó por ellas. Las vemos escapando en todas direcciones para salir del camino de los ejércitos que venían saqueando y robando. Esta es una anticipación del punto dos del sumario.
Luego en los capítulos 50-51 Tenemos el juicio a la ciudad de Babilonia. Esto no se refiere a Nabucodonosor y su ejército conquistador, sino que es una referencia al Rey Belsasar en la tierra de Babilonia, que setenta años más tarde es removido en tiempo y circunstancia. El juicio de Babilonia (la ciudad), como lo hemos mostrado, es un tipo del juicio de las potencias occidentales bajo el liderazgo de la Bestia y el anticristo. Ciro, el Rey de Persia, ya ejecutó el juicio (Is. 44:28-47:15; Darío de Media lo ayudó, Dn. 5:30-3130In that night was Belshazzar the king of the Chaldeans slain. 31And Darius the Median took the kingdom, being about threescore and two years old. (Daniel 5:30‑31)). Ciro es un tipo del Señor Jesucristo, quien vendrá desde el cielo con Sus ejércitos al final de la tribulación, para destruir a los ejércitos occidentales que vienen desde el oeste.
El capítulo 51:1-2 describe un viento destructor y “aventadores” que aventarán y vaciarán la tierra de Babilonia, lo cual es una figura del juicio selectivo que en la siega los ángeles efectuarán sobre la tierra profética, cuando “uno sea tomado y el otro sea dejado” (Mt. 13:39-43; 24:40-41). Luego que este juicio sea ejecutado, la gente en Babilonia (occidente) será reducida en número. Estos capítulos son entonces una anticipación de los puntos tres y cuatro del sumario.
Luego de que Ciro juzgó Babilonia, liberó a los judíos que estaban cautivos allí, y un remanente de ellos retornó a la tierra de Israel (Is. 45:13; Esd. 1:14). Esto es predicho en Jeremías 50:4-20. La profecía en realidad va más allá del retorno de los judíos, y contempla también el retorno de las diez tribus. Esto respondería a la restauración de Israel situada en el intervalo del sumario, antes de la venida de Gog (Rusia) en el punto seis.
Aunque la profecía de Jeremías no va más allá del juicio de Gog (Rusia), sí cubre los cuatro primeros puntos del sumario y la restauración de Israel. Podemos ver aquí que el orden de estos eventos es el mismo.
7. Ezequiel 24-48
Ezequiel da, tal vez, una de las más completas reseñas proféticas, en la que cubre casi todos los puntos del sumario.
Los primeros veintitrés capítulos contienen los testimonios de Dios contra los judíos en general, por su pecado e idolatría. Los capítulos 22-23 muestran su triste condición delante de Dios como corruptos, ya sean los profetas, los sacerdotes, el rey, los príncipes y el pueblo. Como consecuencia, en el capítulo 24 Dios trajo el juicio sobre Judá y Jerusalén por medio de los ejércitos de Nabucodonosor, quien bajó desde el norte y destruyó la ciudad, y quemó el templo.
Los capítulos 25-28 dan cuenta de sus ejércitos diseminados en los países vecinos de Israel, y el saqueo producido en ellos. Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro y Sidón, compartieron el mismo juicio mientras Nabucodonosor recorría la tierra de norte a sur.
Luego los capítulos 29-30 muestran que él procedió hacia Egipto, destruyéndolo; y a sus aliados también. Repitamos que si bien estas batallas fueron históricamente cumplidas en los tiempos de Nabucodonosor, han sido registradas en la Biblia debido a su significancia profética. Podemos ver aquí que detrás de las históricas conquistas de Nabucodonosor, tenemos una verdad profética que se cumplirá en un día futuro.
Son entonces los capítulos 24-30 otro anticipo de lo que serán las incursiones del Rey del Norte de acuerdo al punto dos del sumario.
El capítulo 31 muestra que el juicio de los Asirios no es completo al menos en su primer ataque. Esto respondería al punto cinco del sumario, porque el Asirio es otro tipo profético del futuro invasor del norte.
El capítulo 32 es una lamentación de todos los que han caído y caerán en batalla. El juicio es una obra extraña de Dios (Is. 28:17). Él no toma placer en esto, sino que lamenta lo que tiene que ser hecho.
Los capítulos 33-37 dan la restauración de Israel y su restablecimiento en la tierra. Un remanente de los judíos en Israel guardará las advertencias de Dios (cap. 33:1-20), y será perdonado. Esto es ilustrado con una persona escapando de Jerusalén cuando esta fue destruida (cap. 33:21-29). Los pastores de Israel (los falsos líderes del malvado gobierno del anticristo en la tierra) serán removidos y reemplazados por el verdadero pastor de Israel, Jesucristo (cap. 34). En el capítulo 35, con Israel en el camino de ser restaurado, se advierte a su viejo enemigo Edom del juicio venidero. El capítulo 36 contiene la promesa del Señor de restaurar la tierra luego de su desolación (vs. 1-20), y de restaurar a su pueblo en ella (vs. 21-38). Las diez tribus son vistas luego en el capítulo 37, siendo revividas, retornando a su propia tierra, y uniéndose a las dos tribus (los judíos) bajo el reinado de Cristo. Los capítulos 33-37 entonces responden a la restauración de Israel en el intervalo entre la destrucción del Rey del Norte y la de Rusia (Gog).
Los capítulos 38-39 muestra el ataque de Gog (Rusia) sobre las recientemente reunidas tribus de Israel. Este es el punto seis del sumario.
El capítulo 39:9-10 hace referencia a Israel despojando a sus enemigos. Este es el punto siete en el sumario.
En los capítulos 40-48 comienza el reinado de Cristo sobre la tierra (el milenio), la construcción del templo, y la división de la tierra de Israel para que las doce tribus habiten en ella.
El juicio de Babilonia (figurativamente el juicio a las potencias occidentales) no es mencionado en Ezequiel. Esto es conspicuo por su ausencia. Esto es debido a que Ezequiel estuvo cautivo en Babilonia, y no correspondía a él, que debía someterse a la cautividad (Jer. 29), hablar en contra de las autoridades gobernantes. Así que Ezequiel hace silencio en lo que respecta al juicio de Babilonia. Daniel, de la misma forma, en Babilonia tampoco habló de su juicio (sino de una forma velada) hasta la misma noche que Babilonia fue juzgada (Dn. 5).
8. Abdías
La profecía de Abdías enfoca exclusivamente el juicio de Edom. Muchos de los puntos del sumario no se ven en este libro porque no tienen que ver con el juicio a Edom, del cual se ocupa Abdías. Los pocos puntos que son cubiertos nos muestran cómo y cuándo se hará este juicio. Este pequeño libro indica que el juicio se desarrollará en tres etapas,11 finalizando con el pueblo de Edom siendo totalmente aniquilado de sobre la faz de la tierra.
Los versículos 1-14 han sido históricamente cumplidos en los tiempos de Nabucodonosor. El reunió una gran coalición de ejércitos de muchas naciones, entre los cuales estaba Edom (Jer. 34:1; 21The word which came unto Jeremiah from the Lord, when Nebuchadnezzar king of Babylon, and all his army, and all the kingdoms of the earth of his dominion, and all the people, fought against Jerusalem, and against all the cities thereof, saying, (Jeremiah 34:1)
1Moreover the word of the Lord came to me, saying, (Jeremiah 2:1)
 R. 24:2). Luego de que el rey pasó a través de la tierra de Israel y tomó Jerusalén (vs. 11-12), traicionó a Edom y a algunos de sus otros aliados (vs. 7), entrando en sus países y despojándolos. Los primeros nueve versículos dan cuenta de su traición.
El versículo 1 es un llamado a través de las filas de esta enorme confederación bajo Nabucodonosor, para volverse sobre la tierra de Edom, la cual está junto a Israel. El versículo 2 da el resultado: Edom es diezmado en número. Los versículos 3-4 nos dan la razón: su orgullo. Los versículos 5-9 muestran quiénes ejecutarán el juicio: sus propios aliados. Luego en los versículos 10-14 es expuesta la culpa de Edom: ellos ayudaron a la destrucción de los judíos y de Jerusalén; cuando deberían haber sido de ayuda para Israel su “hermano.”
La profecía de Abdías salta sobre los siguientes puntos de sumario porque no están relacionados con Edom. Los versículos 15-16 hablan del tiempo en que Edom recibirá su segundo golpe. Se refieren al momento en que las naciones paganas que siguen a Rusia, se juntarán en Edom mientras se preparan para entrar a la tierra de Israel. A medida que las hordas comienzan a avanzar hacia la tierra, el Señor rugirá desde Sión (Él habrá retornado y estará en Sión en ese momento), y hollará el lagar de su ira (la vendimia) sobre ellos. Él saldrá hasta la tierra de Edom (Is. 34:1-8; 63:1-6). El juicio del Señor sobre las naciones paganas reunidas será tan terrible, que la tierra de Edom será devastada. Muchos en ella caerán en aquel tiempo. Esto sucede en el punto seis del sumario.
9. Sofonías 1-3
En el capítulo 1 de Sofonías se anuncia la desolación de la tierra de Israel y del pueblo que se había involucrado en la idolatría (vs. 1-9). El instrumento de destrucción es nuevamente el ejército de Nabucodonosor, quien bajará desde el norte. Sofonías predice gráficamente cómo los ejércitos entrarán en Jerusalén. Primero, ellos irrumpirán a través de “la puerta del pescado.” Luego, entrarían en el segundo sector de la ciudad (Mactes). Finalmente, cada rincón de la ciudad será registrado (vs. 10-12). Los bienes de la ciudad serán tomados como presa, y toda la tierra será devorada (vs. 13-18).
En el segundo capítulo el pueblo es llamado al arrepentimiento, y se le dice que busque a Jehová que quizá pueda salvarlo en aquel día (vs. 1-3). Sofonías procede a hablar de la destrucción que vendría sobre las naciones vecinas en aquel tiempo, a través del destructor del norte (vs. 4-11). Luego habla de los Etíopes (los aliados de Egipto) siendo derrotados por los ejércitos del norte, que entrarán a sus tierras (vs. 12).
Nuevamente sentimos la necesidad de mencionar que aunque esto sucede en los días de Nabucodonosor, se registra en la Biblia debido a la significación típica que tiene, porque esto es lo que el Rey del Norte hará en el día venidero cuando se cumpla la profecía. Una mirada cuidadosa a estas profecías de Sofonías muestran que cuando el Espíritu de Dios las escribió, tenía realmente a la vista el fin de los tiempos. Algunos de los hechos mencionados no se cumplieron en la historia y aún esperan por cumplirse. Esto es verdad para muchas de las profecías del Antiguo Testamento, lo que nos lleva a darnos cuenta que el Espíritu tenía más en mente que la sola y la inmediata aplicación a Nabucodonosor. Los capítulos 1-2:12 responden entonces al segundo punto del sumario.
Sofonías salta entonces por encima la destrucción de las potencias occidentales — Babilonia (que no es el tema de su profecía) — y continúa hablando del juicio a los Asirios (Sof. 2:13-15). Aunque no quisiéramos ser dogmáticos acerca de esto, ésta parece ser una referencia al Rey del Norte (el primer ataque de los Asirios en la profecía) cayendo bajo juicio por la mano del Señor. Las incursiones Asirias a través de la tierra de Israel en una fecha históricamente más temprana que Nabucodonosor, son también una figura del Rey del Norte en la profecía. Si esto es así, entonces responde el punto cinco del sumario.
En el capítulo 3 la ciudad de Jerusalén es descripta como profanada y con necesidad de una limpieza (vs. 1-4). Esto es lo que el Señor hará cuando Él es visto tomando Su legítimo lugar en la ciudad (vs. 5-7). Esto sucederá en el tiempo que Israel sea restaurado en la tierra. Antes de que las bendiciones del reino de Cristo sean descriptas por el profeta en la última parte del capítulo, se menciona una final reunión de naciones para la batalla (vs. 8). Este grupo de naciones solo podría ser aquel grupo bajo Gog (Rusia), porque es la única confederación de naciones mencionada en la Biblia que se reúne para la batalla luego de que el Señor ha restaurado a Israel y se encuentra habitando en Jerusalén. Esto responde al punto seis del sumario.
Luego de que estas naciones son destruidas por el Señor, se describen las bendiciones mileniales del reino. El Señor, el Rey de Israel, es visto en el medio de Su pueblo terrenal, Israel (vs. 9-17). Cualquier remanente de las diez tribus de Israel que aún no haya vuelto a su tierra, lo hará en este tiempo (vs. 18-20).
10. 2º Crónicas 28-32
La historia de las incursiones Asirias en tiempos de Acaz y Ezequías nos da otra típica figura de los eventos futuros.
Acaz reinaba como rey en Jerusalén en un momento de la historia de Israel, en que se encontraban en un estado muy bajo (2 R. 16:1-4). El es un tipo del anticristo, el rey testarudo (Dn. 11:36-3936And the king shall do according to his will; and he shall exalt himself, and magnify himself above every god, and shall speak marvellous things against the God of gods, and shall prosper till the indignation be accomplished: for that that is determined shall be done. 37Neither shall he regard the God of his fathers, nor the desire of women, nor regard any god: for he shall magnify himself above all. 38But in his estate shall he honor the God of forces: and a god whom his fathers knew not shall he honor with gold, and silver, and with precious stones, and pleasant things. 39Thus shall he do in the most strong holds with a strange god, whom he shall acknowledge and increase with glory: and he shall cause them to rule over many, and shall divide the land for gain. (Daniel 11:36‑39)), quien reinará sobre los judíos apóstatas en la gran tribulación. Acaz fue culpable de sacar el altar de Jehová y colocar un dios extraño en su lugar12 (2 R. 16:10-18). Su acto de sacar el altar de Jehová y sus utensilios (2 Cr. 28:24; 29:19), es típico de lo que la Bestia y el anticristo harán en medio de la semana setenta de Daniel, haciendo que cesen los sacrificios y la adoración de los judíos (Dn. 9:27; 12:1127And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:27)
11And from the time that the daily sacrifice shall be taken away, and the abomination that maketh desolate set up, there shall be a thousand two hundred and ninety days. (Daniel 12:11)
). La colocación de un nuevo y extraño altar en el templo es un tipo del levantamiento de “la abominación de la desolación” — la imagen idólatra de la Bestia (Dn. 12:1111And from the time that the daily sacrifice shall be taken away, and the abomination that maketh desolate set up, there shall be a thousand two hundred and ninety days. (Daniel 12:11); Mt. 24:15; Ap. 13:14-15).
Cerca de aquel tiempo, los Asirios comienzan sus incursiones desde el norte hacia la tierra de Israel. Habiendo ya conquistado el reino de Siria (2 R. 16:9) y algunos de los pueblos del norte de Israel (2 R. 15:27-29), los Asirios estaban amenazando en tomar el resto de la tierra. El rey de Israel en lugar de volverse al Señor por ayuda, llama al rey de Egipto, quien entra a la tierra con sus ejércitos (2 R. 17:14; Is. 7:18-19). Proféticamente esto podría responder al punto uno del sumario.
Esto encendió la ira del rey de Asiria, quien descendió desde el norte y conquistó “toda la tierra” (2 R. 17:5-6). Dios permitió que Israel cayera bajo juicio en aquel tiempo, a causa de su pecado de idolatría (2 R. 17:7-23). Luego de conquistar la tierra de Israel, los Asirios procedieron a tomar Asdod, ciudad capital de Filistea (Is. 20:1). Luego continuaron su conquista hasta Egipto, derrotando a los Egipcios y a sus aliados (Is. 20:4-6). Esto respondería al punto dos del sumario.
Entonces muere el perverso Rey Acaz (tipo del anticristo), y es reemplazado en el trono de Jerusalén por el buen Rey Ezequías. Este es un tipo de Cristo13 (2 Cr. 29:1-2). Ezequías, apareciendo en este momento, es una figura de la venida de Cristo (la aparición). En este tiempo el anticristo será removido en juicio (Ap. 19:11-20; 2 Ts. 2:8). Esto sucede en el punto cuatro del sumario.
Cuando Ezequías llega al trono en Jerusalén, él reúne a Judá (los judíos) para ofrecer juntos ofrenda por su pecado (2 Cr. 29:21-24), lo cual fue un reconocimiento de que ellos habían pecado (comparar Zac. 12:10-14; Sal. 51). Más tarde, ellos ofrecieron ofrendas encendidas y sacrificios de acción de gracias (2 Cr. 29:27-36). Luego Ezequías procuró la reunificación de toda Israel bajo Jehová. El envió mensajeros para llamar a todas las tribus de Israel a venir a Jerusalén para celebrar la pascua. Algunas de las tribus se humillaron a sí mismas y se unieron a la celebración (2 Cr. 30). En ésta, se hizo expiación por todo Israel. Luego limpiaron la tierra de idolatría y, bajo el mandato de Ezequías, establecieron el orden de la verdad divina (2 Cr. 31). Esto habla típicamente del intervalo entre los puntos cinco y seis, cuando los judíos (las dos tribus) y las diez tribus de Israel serán restauradas al Señor.
Luego de que el orden divino fue establecido en la tierra bajo Ezequías, los Asirios vinieron nuevamente desde el norte para derrocar su reino. Esta vez estaban bajo el liderazgo de Senaquerib. A medida que su ejército se acercaba a Jerusalén, salió el ángel del Señor y los destrozó (2 Cr. 32:21; 2 R. 19:35). Senaquerib y los Asirios son un bien conocido tipo que aparece en la profecía,14 referido a la invasión final dirigida por Gog (Rusia), que será derrotado por el Señor. Este es el punto seis del sumario.
Luego de que los ejércitos de Senaquerib fueron derrotados, Dios engrandeció a Ezequías a la vista de las naciones, y así muchos le trajeron presentes (2 Cr. 32:22-23). En la misma manera, luego de que todas las guerras hayan terminado, la gloria de Cristo se difundirá a través de las naciones de todo el mundo en el milenio (Is. 66:19; Hab. 2:1414For the earth shall be filled with the knowledge of the glory of the Lord, as the waters cover the sea. (Habakkuk 2:14); Mal. 1:1111For from the rising of the sun even unto the going down of the same my name shall be great among the Gentiles; and in every place incense shall be offered unto my name, and a pure offering: for my name shall be great among the heathen, saith the Lord of hosts. (Malachi 1:11); Sal. 68:29; Sal. 72:10,19).
11. Isaías 7-9:7
Esta es solo una de las muchas reseñas del libro de Isaías que confirman el orden de las batallas dado en el sumario.
Las circunstancias en las cuales Isaías fue llamado a profetizar, se relacionan con la baja condición espiritual de Israel en los días del Rey Acaz. Como ya lo hemos mostrado, el Rey Acaz es un tipo del anticristo, del falso Mesías y el testarudo rey de los judíos en el futuro. Acaz había abandonado al Señor y se había vuelto a la idolatría (puso un altar idólatra en el templo; 2 R. 16:10-18; 2 Cr. 29:19). Esto es un anticipo del anticristo colocando una imagen idólatra de la Bestia en el templo (Dn. 9:27; 12:1127And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:27)
11And from the time that the daily sacrifice shall be taken away, and the abomination that maketh desolate set up, there shall be a thousand two hundred and ninety days. (Daniel 12:11)
; Mt. 24:15; Ap. 13:14-15).
El Rey Acaz se entera que dos de sus enemigos, que previamente habían estado actuando en forma independiente, habían unido fuerzas con un plan para destruir la casa de David, el linaje real en Jerusalén (Is. 7:1-2). Aunque estos enemigos hicieron gran daño al reino de Acaz, no tuvieron éxito en vencer a Acaz en aquel momento (2 Cr. 28:6; Is. 7:1). Además de esto, enemigos de otras naciones cercanas estaban presionando a Acaz (2 Cr. 28:17-18). Dios permitió esto debido a que Acaz y el pueblo habían abandonado al Señor (2 Cr. 28:6). Estos eventos son una figura de las presiones que aumentarán sobre los judíos, cuando ellos estén una vez más en su tierra durante la tribulación. Habrá “guerras y rumores de guerras;” “se levantarán nación contra nación y reino contra reino” (Mt. 24:6-7; comparar también Sal. 83:1-4).
Isaías fue enviado con su hijo Sear-Jasub hacia Acaz con un mensaje de Dios. Isaías es un tipo del remanente judío fiel que testificará a la nación apóstata en la tribulación. El mensaje de Isaías para el rey fue que se valiera de la protección del Señor, que no tuviera miedo sino que se volviera al Señor y confiara en Él. También él dijo que los designios de sus enemigos (“cabos de tizón que humean”) no prosperarían ni tendrían éxito, porque el Señor aplastaría a estos enemigos si él solo se volviese al Señor y creyese (Is. 7:3-9).
El Señor también alentó a Acaz para que le pudiera una señal si él no confiaba en su Palabra traída por el profeta Isaías, por lo tanto el Señor se probaría a sí mismo con Acaz. Sin embargo, Acaz piadosamente rechazó pedir una señal del Señor, clamando que él no quería tentar al Señor o fatigarlo (Is. 7:10-13). La falta de fe del Rey Acaz es una figura de la apostasía y la ausencia del temor de Dios que caracterizará al anticristo. Este no temerá “al Dios de sus padres” (Dn. 11:3737Neither shall he regard the God of his fathers, nor the desire of women, nor regard any god: for he shall magnify himself above all. (Daniel 11:37); Sal. 10:4). Porque Acaz no confió en el Señor no le pidió una señal, de todas maneras el Señor mismo daría una señal: Emanuel sería dado al pueblo, nacido de una virgen (Is. 7:14). Esto fue cumplido en el nacimiento de Cristo (Mt. 1:21-23).
Antes de que Sear-Jasub (el hijo de Isaías) llegase a la edad de ser responsable (conociendo el bien y el mal), la tierra de Israel iba a ser desolada. El Señor iba a traer sobre la tierra al rey de Asiria. Esto sucedió porque Acaz rehusó la ayuda del Señor y contrató a los ejércitos de Asiria para que le ayudasen (2 R. 16:7-9); pero lo que él no notó es que los Asirios también tenían planes para la tierra de Israel. Ellos estuvieron bastante dispuestos a venir y destruir a los enemigos de Acaz, pero no iban a detenerse allí. ¡Iban a tomar el reino de Acaz también! De este modo Acaz, llamando a los Asirios, trajo en realidad el juicio de Dios sobre sí mismo y el pueblo de la tierra (Is. 7:15-16).
El capítulo continúa para mostrar que el Señor estaría detrás de la invasión. Él traería estos ejércitos invasores hacia la tierra porque Su pueblo le había dejado, y necesitaba ser humillado y llevado al arrepentimiento. El Señor “silbaría” no solo para que viniesen los Asirios sino también los Egipcios. La “mosca que está en el final de los ríos de Egipto” simboliza los ejércitos del rey de Egipto. La “abeja de la tierra de Asiria” simboliza a los ejércitos de Asiria. Pero nótese el orden, primero se silba a la mosca, y luego a la abeja (Is. 7:17-18). Este es precisamente el orden de los puntos uno y dos del sumario. Aunque estos eventos ocurren en parte en la historia, hay detalles mencionados en la última parte del capítulo que no han sido cumplidos, lo que muestra que aún habrá una futura aplicación de estas profecías que esperan cumplimiento.
El daño de la invasión Asiria es comparado a un peluquero. Ellos “afeitarán” la tierra de todo lo que haya en ella. El pueblo y la vegetación serían cortados. Luego de la devastación, allí solamente crecerán “espinos y cardos” (Is. 7:19-20,23-25).
En medio de estas solemnes advertencias de juicio venidero, Isaías también habla de la misericordia que Dios tendría hacia el remanente de Su pueblo, luego de la terrible invasión que habrá producido los resultados deseados en ellos. En Su ira, Él se acuerda de la misericordia (Hab. 3:22O Lord, I have heard thy speech, and was afraid: O Lord, revive thy work in the midst of the years, in the midst of the years make known; in wrath remember mercy. (Habakkuk 3:2)). Hay un brillante futuro que espera al remanente de Israel. La profecía de Isaías mira el día milenial cuando la tierra de Israel será bendecida por Dios, produciendo la agricultura resultado sorprendente (Is. 7:21-22).
El capítulo 8 muestra más detalles de la invasión Asiria, advirtiendo al pueblo de la certeza y la cercanía del juicio venidero, Dios le dice a Isaías que llame a su hijo Maher-salal-hasbaz, que significa “apresúrese al despojo.” Esto es para ilustrar lo que los Asirios harían luego. Isaías profetiza que antes que su hijo aprendiese las palabras más simples, los Asirios ya habrían tomado el reino de Siria y el reino del norte de Israel (Is. 8:1-4).
Isaías profetiza nuevamente porque este juicio iba a venir. El pueblo había rechazado la protección del Señor — “las aguas de Siloé” (paz); entonces iba a darles “las aguas del río” Eufrates — símbolo de los ejércitos de Asiria. Esta invasión fue comparada a un peluquero en el capítulo 7, pero ahora es comparada con un poderoso flujo de agua creciendo desde el Eufrates e inundando la tierra de Israel. Comparar Isaías 17:12-13; 28:15,18; Daniel 11:4040And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. (Daniel 11:40). Las “alas” o bandas del gran ejército Asirio iban a llenar la extensión de la tierra. Esta invasión comparada con una inundación alcanzaría “aún hasta el cuello,” casi ahogando a la población. Solo un remanente del pueblo sobreviviría la devastación (Is. 8:5-8).
Isaías advierte a las naciones que se han aliado con Asiria que serán “rotas en pedazos.” La fe del remanente judío es descripta aquí. Es tal su fe que aún a pesar de que la tierra será devastada, están convencidos de que Dios juzgará a sus enemigos. No hablan del cómo y el cuándo; sólo hablan del juicio que caerá sobre sus enemigos. Su fe los lleva a decir con toda seguridad: “Porque Dios está con nosotros.” Esto es lo que “Emanuel” significa (Mt. 1:23). Aunque Emanuel no se había manifestado a sí mismo aún (Is. 8:17), su fe y esperanza están firmemente establecidas en Él (Is. 8:9-19; Sal. 80:17).
El remanente fiel (representado por el profeta Isaías en persona) recibe de Dios la palabra de que no tengan nada que ver con la conspiración, sino que santifiquen en sus corazones “al Señor de los ejércitos” y confíen solo en Él (Is. 8:11-14; Sal. 20:7). Muchos de los judíos apóstatas van a tropezar y serán engañados por el anticristo, pero el remanente fiel es animado a fortalecer el testimonio entre aquellos que son fieles, y es animado a esperar en el Señor (Is. 8:15-18).
También serán aconsejados (probablemente por los profetas entre ellos) a no recibir ni al anticristo ni a sus corruptos partisanos, ni a sus engaños idólatras, sino a probar todas las cosas por “la ley y el testimonio” — la santa Palabra de Dios (Is. 8:19-20).
El último par de versículos del capítulo nos muestra el terrible final de aquellos judíos apóstatas que han recibido y confiado en el anticristo. Cuando los Asirios (el Rey del Norte) comiencen a desolar la tierra, el anticristo se irá y los dejará en angustia (Zac. 11:17; Is. 22:19; Jn. 10:1313The hireling fleeth, because he is an hireling, and careth not for the sheep. (John 10:13)). Aquellos pobres judíos apóstatas que hayan pensado que su falso Mesías y su “rey” podría milagrosamente liberarlos de sus problemas, descubrirán que han sido engañados por “el pastor inútil” (Zac. 11:17). Desesperados, maldecirán al rey y a Dios. En una nebulosa de oscuridad espiritual ellos buscarán confusamente en los cielos y en la tierra, pero nadie los ayudará. Dos tercios de los judíos de la tierra serán masacrados en aquel tiempo, por los ejércitos invasores de Asiria (Zac. 13:8). ¡Qué final más angustiante (Is. 8:21-22)!
Los capítulos 7:17-8:22 nos dan detalles acerca de la invasión del punto dos del sumario.
Mientras los judíos apóstatas se acercan a su final envueltos en la oscuridad espiritual a la que el anticristo les ha traído (Is. 8:22), el remanente fiel de los judíos recibirá liberación. “La oscuridad no es para la que está en angustia” (Is. 9:1 WK). El remanente fiel que ha estado en angustia por la terrible persecución llevada a cabo por el anticristo y la Bestia, recibirá liberación. Justo después de que el “azote violento” (el primer ataque de los Asirios; Is. 7:17-25; 8:7-8) haya recorrido la tierra hasta Egipto, el remanente, que habrá tenido que caminar a través de la oscuridad espiritual en la gran tribulación, verá una “gran luz.” Esta es una referencia a la aparición de Cristo (2 Ts. 2:8). En aquel tiempo el Señor aparecerá repentinamente, no en Jerusalén sino en el lado norte de la tierra de Israel, tal como en los días del ministerio terrenal de Cristo. Será Galilea y no Jerusalén la que tendrá el honor de recibir a Cristo primero (Is. 9:1 WK). El Señor permitirá que el sector norte de la tierra (en realidad toda la tierra) sea “degradada” por el Asirio (el primer ataque), quien invadirá y asolará la tierra (Is. 7:17-25; 8:7-8). Pero más tarde, el norte de la tierra será honrado primero con la gloriosa presencia del Señor en Su venida (Su aparición). Esta es la misma área conocida como Megido — Armagedón. Armagedón hace especial referencia a los juicios del Señor sobre las potencias occidentales que están bajo el gobierno de la Bestia (Ap. 16:15-21; 19:19-20; Is. 9:1-2). Esta “luz” en el confín norte de la tierra de Israel, alude a este juicio, aunque no se menciona específicamente aquí. Esto sucederá en el tiempo del punto cuatro del sumario.
Algunos de los resultados del retorno del Señor son dados en el siguiente par de versículos: Él no solo liberará al remanente de judíos, sino que multiplicará también a la nación de Israel e incrementará su gozo. “Le aumentaste la gente y acrecentaste la alegría” (Is. 9:3). Esta es una referencia a la reunión y restauración de Israel por parte del Señor. Esto responde al intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
Los siguientes versículos hablan de guerra otra vez. Hablan del Señor quebrantando al “opresor.” Esto parece ser una referencia al Asirio en su forma final bajo el gobierno de Gog. El Señor no solo restaurará a Israel (Is. 9:2-3), sino que también removerá para siempre “el yugo” y “la carga” de su opresor. La forma en que el Señor hará esto será “como en los días de Madián,” lo cual es a menudo una expresión usada para referirse al juicio del Señor sobre Sus enemigos (Is. 9:4-5; 10:26-27; Sal. 83:9). Estos eventos responden al punto seis del sumario.
Siguiendo este juicio, Cristo es visto tendiendo su legítimo lugar en la tierra como rey sobre todo (Zac. 14:9). El establecerá su reino milenial y “el principado estará sobre su hombro." El Señor traerá paz y justicia en la tierra en aquellos días (Is. 9:6-7).
12. Isaías 9:8-12:6
Debemos tener en mente que la división de la Biblia en capítulos y versículos no es algo divinamente inspirado. Se han puesto para una fácil referencia, y son de ayuda, pero desafortunadamente en esta ocasión han sido ubicados incorrectamente. El capítulo 9 debería haber comenzado en realidad en el versículo 8, porque los primeros siete versículos pertenecen al tema desarrollado en los capítulos 7-8.
Esta profecía comienza entonces en el versículo 8, con el anuncio del disgusto de Dios con Su pueblo descarriado. Aunque Isaías estaba predicando esto al pueblo de su tiempo, tiene aplicación a la condición moral de los judíos en la tierra de Israel en sus últimos días, bajo el anticristo (Dn. 11:36-3736And the king shall do according to his will; and he shall exalt himself, and magnify himself above every god, and shall speak marvellous things against the God of gods, and shall prosper till the indignation be accomplished: for that that is determined shall be done. 37Neither shall he regard the God of his fathers, nor the desire of women, nor regard any god: for he shall magnify himself above all. (Daniel 11:36‑37)). La triste condición del pueblo y su falta de rectitud trae como consecuencia que Jehová baje Su mano sobre ellos, en varios castigos. Isaías alega con el pueblo de su tiempo, advirtiéndoles que si no vuelven de sus caminos, el Señor traería sobre ellos a sus enemigos como un castigo más severo. De una manera similar, en la gran tribulación el remanente fiel predicará y alegará para que sus hermanos apóstatas se vuelvan de su perversidad. Ellos les advertirán del juicio venidero. Describiendo la largura de la misericordia del Señor, Isaías dice cuatro veces: “La mano del Señor aún está extendida.” Comparar Job 33:1414For God speaketh once, yea twice, yet man perceiveth it not. (Job 33:14) con Proverbios 1:24-27 (Is. 9:8-10:4).
El profeta anuncia al pueblo el juicio que vendría sobre ellos por haber desestimado la mano de Dios en los castigos, y haber desoída la voz de Dios a través de las profecías, y por haber rechazado el llamado a arrepentirse. Dios usaría a los Asirios como Su “vara." Él enviaría al ejército Asirio contra ellos como instrumento de destrucción, a causa de sus perversidades e hipocresía. Este ejército sería inmisericorde “para que los pisotee como el lodo en los caminos” (Is. 10:5-6). Las naciones vecinas de Israel serían también presa de las invasiones Asirias (Is. 10:7). Esta terrible invasión ocurrió en la historia de Israel con Senaquerib al frente de los Asirios, pero será cumplida en un grado mucho más grande cuando el Asirio (el Rey del Norte y su confederación árabe) entre de nuevo a la tierra de Israel, desolándola.
El profeta describe luego las orgullosas reflexiones de los Asirios en sus corazones, y lo hace en forma poética. Las conquistas de los Asirios son reiteradas en el orden de su cumplimiento. Carquemis, Hamat, Damasco, Samaria, y finalmente Jerusalén, son mencionados en el itinerario Asirio. El Espíritu de Dios intenta que notemos que el progreso de las invasiones Asirias fue de norte a sur. Todo esto acertadamente predice el futuro día de la invasión de la tierra de Israel por el Rey del Norte y su confederación árabe (Is. 10:8-11).
Luego de que el Señor haya usado al Asirio para cumplir Su obra de juzgar a Su pueblo apóstata (los judíos incrédulos que hayan retornado a la tierra en la primera parte de la tribulación), entonces Él juzgará al Asirio por el orgullo de su corazón, por arrogarse a sí mismo las victoriosas conquistas de la tierra, y por la ostentación de los tesoros que han reunido sacándoselos a los judíos. Estas riquezas son las que los judíos están ahora ganando a través de sus éxitos comerciales mientras están en la dispersión, pero luego las traerán a la tierra (Is. 2:7; 17:14; Sal. 73:7-12). Los Asirios se jactarán de la facilidad con que han reunido estas riquezas para sí mismos, y lo compararán con el hecho de recoger huevos de un nido abandonado (Is. 10:12-14).
Isaías 10:5-14 hace referencia entonces al primer ataque de los Asirios en la profecía (el Rey del Norte), aunque mucho de esto ya tuvo su inmediato cumplimiento en los Asirios de la historia. Proféticamente responde al punto dos del sumario.
El Señor responde a la soberbia Asiria preguntando quién es mayor, el instrumento que hace la destrucción o el que usa el instrumento. Él habla figuradamente de los Asirios como cuatro clases de instrumentos en Su mano (un hacha, una sierra, un báculo y una vara). Cada uno de estos no tiene poder en sí mismo, y nada puede hacer a menos que alguien los use (Is. 10:15).
El profeta continúa diciéndoles como sería el juicio. El Señor mismo, “la luz de Israel,” intervendría personalmente sobre los designios Asirios como una llama de fuego (símbolo de juicio) para consumirlos. La repentina destrucción del ejército Asirio es comparado con un masivo incendio forestal que se difunde rápidamente y derriba miles de árboles. Los árboles en la Escritura son comparados con los hombres (Am. 2:9; Mr. 8:24; Lc. 3:9; 6:43-45; Sal. 1:3; 92:12-14; Is. 2:11-14; 65:22; Dn. 4:20-2220The tree that thou sawest, which grew, and was strong, whose height reached unto the heaven, and the sight thereof to all the earth; 21Whose leaves were fair, and the fruit thereof much, and in it was meat for all; under which the beasts of the field dwelt, and upon whose branches the fowls of the heaven had their habitation: 22It is thou, O king, that art grown and become strong: for thy greatness is grown, and reacheth unto heaven, and thy dominion to the end of the earth. (Daniel 4:20‑22)), por lo tanto un bosque es figurativo de una gran multitud o de un ejército de hombres. Los anchos (árboles grandes) son una referencia a los guerreros Asirios más robustos. Ellos caerán como hombres enfermos (Is. 10:1619).
Este juicio del Señor sobre los Asirios, tendrá lugar en la profecía justo después que el Señor aparezca en Su segunda venida. Aprendemos también aquí que el Señor juzgará primero a las potencias occidentales — la Bestia. Isaías no habla de las potencias occidentales porque no es el tema aquí. El Asirio (el Rey del Norte) procederá hacia Egipto continuando su conquista allí. Cuando esté en Egipto, escuchará las nuevas de que el Señor ha aparecido en la tierra de Israel, y volverá para ser juzgado por el Señor en persona (Dn. 8:25; 11:42-4525And through his policy also he shall cause craft to prosper in his hand; and he shall magnify himself in his heart, and by peace shall destroy many: he shall also stand up against the Prince of princes; but he shall be broken without hand. (Daniel 8:25)
42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. 43But he shall have power over the treasures of gold and of silver, and over all the precious things of Egypt: and the Libyans and the Ethiopians shall be at his steps. 44But tidings out of the east and out of the north shall trouble him: therefore he shall go forth with great fury to destroy, and utterly to make away many. 45And he shall plant the tabernacles of his palace between the seas in the glorious holy mountain; yet he shall come to his end, and none shall help him. (Daniel 11:42‑45)
). Sin embargo, los detalles concernientes a las hazañas Asirias en Egipto tampoco se desarrollan aquí, debido a que el tema de la profecía de Isaías es el castigo del Señor sobre Su propio pueblo, por haberse apartado de El. El hecho del juicio de los Asirios está enunciado simplemente sin ninguna referencia a cómo sucederá. Todo Isaías indica que será luego de que el Asirio haya hecho la obra del Señor: desolar la tierra de Israel. Este sería el punto cinco del sumario.
Luego de que el Señor juzgue al Asirio, emprenderá la restauración de Su pueblo. El remanente fiel de entre los judíos, que escapó a las montañas para salvarse de la persecución causada por el anticristo (Mt. 24:15-22), será liberado en aquel momento. Más aún, el Señor efectuará la restauración del “remanente de Israel” (las diez tribus). El producirá el retorno de ellos a su tierra, enviando a sus ángeles a reunir a sus elegidos desde los cuatro puntos de la tierra (Mt. 24:31). Vemos también, por otra parte, que una multitud mezclada vendrá a la tierra con ellos; y aquellos que no sean almas genuinas serán seleccionados y sacados a los limites de la tierra (Ez. 11:9-10; 20:35-38; Am. 9:9-10; Sof. 3:11-12). No sólo volverán a la tierra de Israel desde todas partes del mundo, sino que se volverán al “Dios poderoso.” Esto habla de que su restauración no será sencillamente una cuestión externa, sino que habrá también un trabajo interno de arrepentimiento en sus corazones y conciencias, por el cual serán restaurados con el Señor. Por lo tanto ellos “reposarán [confiarán o descansarán] sobre el Señor, el Santo de Israel, en verdad” (Is. 10:20-21). Este es el intervalo de los puntos cinco y seis del sumario.
Luego el Señor consolará a Su pueblo en vista de todo lo que habrá sucedido. Él dice que aunque una “consumación” de la tierra ha sido determinada como justo juicio de Dios, sobrevivirá un remanente y será restaurado con el Señor. La “consumación” es un término técnico usado para definir el juicio ejecutado por el Asirio, a medida que barre la tierra de Israel hacia Egipto — Isaías 28:22 JND, nota al pie (Is. 10:22-23).
Luego de que el remanente de las doce tribus de Israel sea restaurado y esté habitando la tierra bajo la protección del Señor (Is. 27:2-5; 32:17-18; Ez. 38:11), serán afligidos con las noticias de que el Asirio está regresando nuevamente. La confederación de naciones que compondrá el Asirio en su forma final, es Gog y sus aliados (Ez. 38:1-7,17). El Señor consolará a Su pueblo restaurado prometiéndole que aunque el Asirio haya afectado profundamente a la nación con su “báculo” (una referencia a su primer ataque; Is. 10:5-6), y ahora este nuevamente levantando su “vara” contra ellos, esta vez no tendrán éxito (Nah. 1:9-139What do ye imagine against the Lord? he will make an utter end: affliction shall not rise up the second time. 10For while they be folden together as thorns, and while they are drunken as drunkards, they shall be devoured as stubble fully dry. 11There is one come out of thee, that imagineth evil against the Lord, a wicked counsellor. 12Thus saith the Lord; Though they be quiet, and likewise many, yet thus shall they be cut down, when he shall pass through. Though I have afflicted thee, I will afflict thee no more. 13For now will I break his yoke from off thee, and will burst thy bonds in sunder. (Nahum 1:9‑13); Sal. 46:4-7; Zac. 9:8). El Señor promete que la “indignación” terminará, porque Él juzgará personalmente al Asirio en forma total y final (Nah. 1:99What do ye imagine against the Lord? he will make an utter end: affliction shall not rise up the second time. (Nahum 1:9)). Él recuerda a Su pueblo lo que Él ha hecho largo tiempo atrás, en la matanza de los Madianitas y en la destrucción de Faraón y su ejército (Jue. 7; Ex. 14). En cada caso el Señor entró en juicio contra sus enemigos, y los suyos simplemente tuvieron que estar firmes y ver la salvación del Señor (Ex. 14:1313And Moses said unto the people, Fear ye not, stand still, and see the salvation of the Lord, which he will show to you to day: for the Egyptians whom ye have seen to day, ye shall see them again no more for ever. (Exodus 14:13); Jue. 7:21). El Señor promete que esto sería así nuevamente. El yugo de los Asirios sería sacado de sus cuellos y destruido por causa de la “Unción,” lo cual es referencia al Señor reinando entre Su recientemente restaurado pueblo (Is. 10:24-27).
El profeta luego describe el avance del Asirio (el segundo ataque). Esto fue cumplido en el tiempo de Senaquerib, pero es dado por el Espíritu como una predicción del ataque final del Asirio bajo Gog. Isaías vívidamente retrata a los ejércitos Asirios acercándose a Jerusalén, pasando pueblo por pueblo, en un lenguaje que intenta crear suspenso: “Ajat” está a 16 kilómetros al norte de Jerusalén, “Migron” a 15 kilómetros al norte, “Micmas” a 14½ kilómetros, “El Pasaje” (El Vado) a 11 Kilómetros, “Geba” a 10 kilómetros, “Ramá” a 8 kilómetros, “Gabaa” a 5½ kilómetros, “Galim” y “Anatot” a 5 kilómetros, “Madmena” y “Gebim” a 3 kilómetros, y “Nob” a 1½ kilómetros al norte de Jerusalén. Cuando el Asirio está por levantar su mano contra “la hija de Sión, al collado de Jerusalén,” para tomarla, el Señor, que estará habitando allí en aquel momento (Sal. 46:5; Zac. 9:8), rugirá desde la amada ciudad y destruirá al Asirio (Jl. 3:1616The Lord also shall roar out of Zion, and utter his voice from Jerusalem; and the heavens and the earth shall shake: but the Lord will be the hope of his people, and the strength of the children of Israel. (Joel 3:16)).
La destrucción final de los Asirios se da bajo la figura de un bosque siendo cortado (Is. 10:33-34). Con esto termina “la indignación.” Que los Asirios en su forma final estén realmente tan cerca de Jerusalén, no es el punto de descripción de Isaías. Él está simplemente indicando que habrá otro atemorizante ataque de los Asirios sobre Israel, luego de que sea restaurado por el Señor. Este ataque no prosperará (Ez. 38:15-17). Esto responde al punto seis del sumario.
Luego de que los Asirios han sido juzgados por el Señor, el Espíritu de Dios enfoca nuestra atención en el capítulo 11, sobre las bendiciones que Él traerá sobre la tierra cuando haya derrotado a todos los enemigos. Aunque el juicio que se lleva a cabo en el capítulo previo podría ser rastreado hasta su parcial cumplimiento en los días de Ezequías (2 R. 19:32-35), no hay rey que, en la historia de Israel, se haya levantado luego de aquel juicio, que se aproxime a los términos de la predicción que nos da el capítulo 11. Esto muestra que el Espíritu tenía en mente mucho más que a Senaquerib cuando hablaba de las invasiones de los Asirios.
El capítulo 11 se refiere nada más que al reinado del Señor Jesucristo, el verdadero Rey de Israel (Jn. 1:4949Nathanael answered and saith unto him, Rabbi, thou art the Son of God; thou art the King of Israel. (John 1:49)). La figura de un árbol se usa aquí nuevamente, pero ahora es Cristo en un claro contraste con los soberbios árboles de los Asirios. Él es “renuevo” (el nazareno) que crecerá de las raíces (linaje familiar) de Isaí; renuevo que será fructífero y traerá bendición sobre Israel y la tierra. Él es el más grande de los hijos de David — el Señor Jesucristo (Ap. 5:5; 22:16). Varias cualidades del Señor Jesús se enumeran aquí, mostrando que Él es totalmente competente para reinar como Rey de Dios. Toda la gloria terrenal estará centrada en Él, y juzgará al mundo en justicia por mil años (Sal. 9:8; 96:13; 98:9; Hch. 17:31; Is. 11:15).
No solo la justicia reinará en el reino de Cristo (Is. 32:1), sino que también traerá liberación de “las ataduras de corrupción,” por las que la creación que ahora gime y está con dolores de parto a causa de la entrada del pecado (Ro. 5:12; 8:22). El lobo habitando con un cordero y el leopardo junto al niño, nos indican que los instintos salvajes y asesinos de los animales serán cambiados (Is. 65:25). El león comiendo hierba como un buey, muestra que la dieta de los animales carnívoros cambiará. Enfermedades y dolencias serán quitadas (Is. 33:24; Sal. 103:3). El cojo, el ciego, el sordo y el mudo, serán sanados (Is. 35:5-6; Sal. 146:8). Más aún, la seguridad y la paz llenarán la tierra. En aquel día la tierra entera se llenará con “el conocimiento del Señor” (Is. 11:6-9).
Los siguientes versículos muestran cómo la tierra estará llena del conocimiento del Señor. En la era cristiana, la forma en que Dios difunde el mensaje de Cristo y Su obra en la cruz, es a través de Sus siervos que van por todo el mundo predicando el evangelio (Mr. 16:15; Lc. 24:47). En el día del reino milenial de Cristo, el mundo aprenderá el conocimiento de Dios viniendo a Jerusalén (Is. 2:2-3), debido a que Su reino no será exclusivamente para Israel, sino que las naciones gentiles tendrán parte en él (Is. 56:7; 60:1-4). Israel, como “los sacerdotes de Jehová,” enseñará los caminos del Señor a los habitantes de la tierra (Is. 61:6; Sal. 34:11-18). Conforme al reino de Cristo se esté estableciendo en la tierra, habrá aparentemente unos pocos israelitas que no habrán vuelto a su tierra. Por alguna razón ellos no regresaron antes, cuando el Señor reunió al “remanente de Israel” (Is. 10:12-13). El Señor “pondrá su mano de nuevo,” una segunda vez, para recoger al remanente de Su pueblo (Is. 27:12-13). Todos los que hayan quedado atrás serán reunidos en este momento (Is. 11:10-13).
El profundo trabajo moral de restauración que el Señor hará en corazones y conciencias, será evidenciado en el comportamiento de las diez tribus (Efraín) y las dos tribus (Judá, los judíos). Habrá unidad y armonía entre ellos (Jer. 3:1818In those days the house of Judah shall walk with the house of Israel, and they shall come together out of the land of the north to the land that I have given for an inheritance unto your fathers. (Jeremiah 3:18); Ez. 37:16-17,22; Os. 1:11; Sal. 133:1). La raíz de envidia que ha existido desde los días de Roboam y Jeroboam, desaparecerá. (Comparar Isaías 9:21.) Luego de esto, el Señor guiará a los ejércitos de la restaurada Israel para tomar posesión de toda la heredad prometida desde el río de Egipto hasta el río Eufrates (Gn. 15:15-1815And thou shalt go to thy fathers in peace; thou shalt be buried in a good old age. 16But in the fourth generation they shall come hither again: for the iniquity of the Amorites is not yet full. 17And it came to pass, that, when the sun went down, and it was dark, behold a smoking furnace, and a burning lamp that passed between those pieces. 18In the same day the Lord made a covenant with Abram, saying, Unto thy seed have I given this land, from the river of Egypt unto the great river, the river Euphrates: (Genesis 15:15‑18); Sal. 108:7-13; Sal. 144:1; Ez. 25:14; Mi. 4:13; 5:5-8; Jer. 51:20-2320Thou art my battle axe and weapons of war: for with thee will I break in pieces the nations, and with thee will I destroy kingdoms; 21And with thee will I break in pieces the horse and his rider; and with thee will I break in pieces the chariot and his rider; 22With thee also will I break in pieces man and woman; and with thee will I break in pieces old and young; and with thee will I break in pieces the young man and the maid; 23I will also break in pieces with thee the shepherd and his flock; and with thee will I break in pieces the husbandman and his yoke of oxen; and with thee will I break in pieces captains and rulers. (Jeremiah 51:20‑23)). En aquel tiempo, cualquier enemigo remanente será derrotado y puesto bajo tributo (Sal. 144:1; Mi. 4:13; 5:5-8; Jer. 51:20-2320Thou art my battle axe and weapons of war: for with thee will I break in pieces the nations, and with thee will I destroy kingdoms; 21And with thee will I break in pieces the horse and his rider; and with thee will I break in pieces the chariot and his rider; 22With thee also will I break in pieces man and woman; and with thee will I break in pieces old and young; and with thee will I break in pieces the young man and the maid; 23I will also break in pieces with thee the shepherd and his flock; and with thee will I break in pieces the husbandman and his yoke of oxen; and with thee will I break in pieces captains and rulers. (Jeremiah 51:20‑23)). Edom y los Filisteos serán aniquilados de la faz de la tierra (Ez. 25:14; Ab. 18; Nm. 24:18-1918And Edom shall be a possession, Seir also shall be a possession for his enemies; and Israel shall do valiantly. 19Out of Jacob shall come he that shall have dominion, and shall destroy him that remaineth of the city. (Numbers 24:18‑19); Sof. 2:5; Am. 1:8). Sin embargo, un remanente de Moab y Amón permanecerá bajo tributo en la heredad de Israel (Jer. 48:47; 49:6; 247Yet will I bring again the captivity of Moab in the latter days, saith the Lord. Thus far is the judgment of Moab. (Jeremiah 48:47)
6And afterward I will bring again the captivity of the children of Ammon, saith the Lord. (Jeremiah 49:6)
6Neither said they, Where is the Lord that brought us up out of the land of Egypt, that led us through the wilderness, through a land of deserts and of pits, through a land of drought, and of the shadow of death, through a land that no man passed through, and where no man dwelt? (Jeremiah 2:6)
 S. 8:2). Este es el punto siete del sumario (Is. 11:13-14).
El capítulo 12 da una adecuada conclusión de la liberación de Israel de todos sus enemigos. Este capítulo retrata su alabanza al Señor en el día del milenio. Ellos libremente justificarán los tratos del Señor para con ellos, cuando los afligió en Su ira (una referencia a los castigos del Señor que culminaron con el uso de los Asirios como Su vara; Is. 9:8; 10:5). Esta es una señal de la realidad de su arrepentimiento y de su restauración. En aquel día cantarán del Señor que es su fortaleza, su canción y su salvación. En todo el tiempo que ellos estuvieron tras los ídolos y pecado, no se registra que haya habido gozo o felicidad. Pero ahora que han sido restaurados por el Señor, los profetas hablan de su gozo. “Con regocijo sacaréis agua de los manantiales de la salvación." El gozo de Israel en el Señor fluirá hasta las naciones gentiles de la tierra (“los pueblos,” JND). Ellos animarán a toda la tierra a unirse con ellos en una canción de alabanza al Señor. Esto es otra indicación de la realidad de la restauración de Israel. Ellos no tendrán más prejuicios hacia las naciones. (Ver Juan 4:9.) Teniendo al santo de Israel en medio de ellos, llenando y satisfaciendo sus corazones, no envidiaran más a las naciones (Is. 12:1-6).
13. Isaías 13-27
Los capítulos 13-14:27 son una introducción a esta serie de capítulos. Muestran en una forma general que el juicio caerá primero sobre Babilonia (las potencias occidentales — la Bestia), antes de que caiga sobre Asiria (el Rey del Norte con sus aliados árabes, y más tarde Gog — Rusia). Este es el reverso de la historia y prueba nuevamente que estos eventos tienen aplicación en un futuro día.
Es de notar que cuando Babilonia sea juzgada, habrá dos personas particularmente identificadas como especialmente culpables, y por lo tanto sujetos del juicio de Dios. Ellos son los líderes responsables de las potencias occidentales: “el Rey de Babilonia” (Is. 14:4-11), quien es tipo del líder político de la confederación de diez naciones, y “Lucifer” (Is. 14:12-20), quien es aparentemente un tipo del anticristo.15 (Compare Apocalipsis 13:1-18; 19:20.)
Luego de dar esta amplia introducción, Isaías hace una lista de las varias naciones que serán tomadas cuando los Asirios bajen desde el norte. La reseña en estos capítulos comienza con Isaías 14:28. Estas profecías han tenido su cumplimiento parcial en las conquistas de TiglatPileser, Salmanasar y Sargón, los reyes Asirios, pero apuntan a los últimos días cuando el futuro Asirio (el Rey del Norte; Dn. 11:40-4340And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. 41He shall enter also into the glorious land, and many countries shall be overthrown: but these shall escape out of his hand, even Edom, and Moab, and the chief of the children of Ammon. 42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. 43But he shall have power over the treasures of gold and of silver, and over all the precious things of Egypt: and the Libyans and the Ethiopians shall be at his steps. (Daniel 11:40‑43)) desolará la tierra. El lado histórico de estas escrituras sirven como sostén de los eventos venideros de la profecía. Filistea (Is. 14:28-32), Moab (Is. 15-16), Damasco, la capital de Siria (Is. 17), y la tierra de Israel (Is. 18), son vistas cayendo bajo el juicio a través de los Asirios.
Es importante entender que estas proposiciones proféticas (y muchas otras) no solamente dan el punto principal en las secuencias de eventos, sino que también cubren otros detalles conectados con el tema, a menudo apuntando hacia el fin, cuando el reino milenial de Cristo sea establecido. El capítulo 18 no solo presenta el ataque de los Asirios, que es el punto principal (vs. 4-6), sino también cómo es que los judíos serán devueltos a su tierra (vs. 1-3).
Luego de que la tierra de Israel es desolada (Is. 18:5-6), la conquista de los Asirios sigue hasta Egipto (Is. 19), donde los egipcios y sus aliados, los etíopes (Is. 20), son también juzgados. Estos capítulos 14:28-20:6 nos dan, entonces, una sorprendente predicción del punto dos del sumario.
Luego, Babilonia es juzgada (Is. 21). Esto es típico del juicio de las potencias occidentales lideradas por la Bestia. Ciro (Is. 45), el rey Persa, fue especialmente levantado por Dios para ejecutar su juicio sobre Babilonia. Es un tipo de Cristo, quien personalmente juzgará a los ejércitos de la Bestia en Su venida (Ap. 19:19-21). Estos son los puntos tres y cuatro del sumario.
Algunos otros eventos también acontecerán cuando el Señor venga de los cielos en Su aparición. Los siguientes capítulos desarrollan estos detalles por la vía de los tipos y los símbolos. Primero Sebna, quien mantenía una posición en el gobierno de la casa de David, es removido de su oficio y echado a rodar como una bola en tierra extensa (Is. 22:15-19). Esto tipifica cuando el anticristo es quitado, el falso Mesías de los judíos, quien será arrojado al lago de fuego en la venida del Señor (Ap. 19:20). Luego Eliaquim reemplaza a Sebna, y el gobierno de la casa de David es encomendado en su mano. Esto es una figura de Cristo16 tomando su legítimo lugar sobre el trono de David como verdadero Mesías y Rey de Israel (Is. 22:20-25). El capítulo 22 es otro ejemplo de cómo la profecía va más allá del punto principal en consideración. Este capítulo muestra al anticristo siendo dejado de lado y a Cristo llegando, pero también recapitula el saqueo de Jerusalén (Is. 22:1-14), por el cual entendemos cómo y cuando esto sucederá. El anticristo será sacado en el tiempo del ataque del Rey del Norte (Zac. 11:17).
Tiro, que representa el mundo comercial, luego será también juzgada. Entendemos que esto significa que el sistema comercial será juzgado (Is. 23). El último par de versículos del capítulo 23 apuntan hacia el reino milenial de Cristo. Muestran que Tiro (la actividad comercial) estará en ejercicio de nuevo. El propósito de esto será entonces solamente para soporte del servicio del Señor.
También aprendemos que la tierra (profética) será vaciada de personas perversas, en el tiempo de la venida del Señor (Su aparición) para juzgar a las potencias occidentales (Is. 24). Este trabajo es hecho por los ángeles (Mt. 13:38-42; 24:39-41). Esta profecía también avanza sobre el juicio de los ángeles caídos. Estos serán puestos en el abismo y encerrados allí por “muchos días,” durante el milenio, luego de lo cual serán liberados solo para ser arrojados en el lago de fuego (Is. 24:21-22). Luego de que Dios haya limpiado la escena completa, Cristo reinará en Jerusalén (Is. 24:23). Estos eventos tendrán lugar en el tiempo del punto cuatro del sumario.
En Isaías 25 el remanente fiel, que será liberado y restaurado en este momento por el Señor, elevará sus corazones en alabanza a Dios por Su intervención a su favor. Ellos han esperado pacientemente por el Señor, y ahora que han obtenido su liberación, se regocijan en la salvación del Señor. El remanente celebrará su liberación en una canción de alabanza (Is. 26). Las diez tribus de Israel serán también levantadas del polvo de la tierra, para unirse al reavivamiento nacional (Is. 26:19; Dn. 12:1-21And at that time shall Michael stand up, the great prince which standeth for the children of thy people: and there shall be a time of trouble, such as never was since there was a nation even to that same time: and at that time thy people shall be delivered, every one that shall be found written in the book. 2And many of them that sleep in the dust of the earth shall awake, some to everlasting life, and some to shame and everlasting contempt. (Daniel 12:1‑2); Ez. 37). Isaías 25-26 responde al intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario. Mientras “la indignación” continúa, el Señor dirá a la recientemente revivida nación de Israel (las doce tribus), que tome refugio por un poco de tiempo hasta que las naciones hostiles de la tierra que han quedado, sean vencidas (Is. 26:20-21).
En Isaías 27, luego de que el Señor haya restaurado a Israel, Él juzgará a Leviatán, la serpiente antigua. Esta Bestia aterradora es símbolo del poder de Satanás en manos Asirias — el segundo ataque bajo Gog (Rusia). Sin embargo, Israel, la viña de Jehová, será preservada por Su divino cuidado cuando los Asirios vengan a la tierra por segunda vez (Is. 27:1-5). Este es el punto seis del sumario.
Luego de esto, Israel es puesto en un lugar de prominencia en la tierra. A medida que el milenio se desarrolle, ellos serán una bendición para todo el mundo (Is. 27:6 JND).
14. Isaías 28-35
Los capítulos 28-29 forman una introducción a esta serie de declaraciones proféticas que contienen seis ayes. Estos capítulos claramente establecen los dos ataques de los Asirios. El capítulo que sigue a la introducción agrega más detalles al maravilloso orden de estos eventos proféticos.
El capítulo 28 muestra las invasiones del ejército Asirio (el primer ataque) barriendo la tierra de Israel desde el norte hasta el sur, bajo la figura de una violenta tormenta de granizo y una poderosa inundación. Efraín (un nombre usado por los profetas para referirse al reino del norte de Israel, del cual Samaria era la capital) fue el primero en sentir el efecto de la invasión Asiria (Is. 28:1-13). Esto tuvo su inmediato cumplimiento en los días de TiglatPileser (2 R. 15:27-29), Salmanasar (2 R. 17:3-6) y Sargón (Is. 20). Esto predice las futuras invasiones del Rey del Norte.
Isaías continúa advirtiendo a los gobernantes en Jerusalén que el “azote desbordante” (el ataque Asirio) también pasaría a través de Judá y Jerusalén, y que no habría lugar para esconderse de ellos. Ellos pasaron a través de Judá en su camino a Egipto, pero no tomaron Jerusalén. Esto muestra una vez más, que la profecía de Isaías va más allá de la aplicación histórica. Habrá un día en el futuro cuando los Asirios (el Rey del Norte) tomarán Jerusalén (Is. 28:14-22). Este es el punto dos del sumario.
Luego, en la última parte del capítulo 28, Isaías toma una parábola para mostrar que después del paso de los Asirios a través de la tierra, Israel será restaurado por el Señor. Israel es visto como la parcela de tierra de Jehová, y Él se encarga de ella como el dueño de la tierra. El labrador (los Asirios) es empleado para rasgar la tierra (Israel), rompiendo sus “terrones” (los judíos apóstatas). Esto es seguido por la siembra de nuevas semillas en la tierra. El traer nuevas semillas y plantarlas en la tierra, es figura de las tribus dispersas siendo traídas de vuelta a la tierra y plantadas allí (Am. 9:15; Jer. 24:6; 32:416For I will set mine eyes upon them for good, and I will bring them again to this land: and I will build them, and not pull them down; and I will plant them, and not pluck them up. (Jeremiah 24:6)
41Yea, I will rejoice over them to do them good, and I will plant them in this land assuredly with my whole heart and with my whole soul. (Jeremiah 32:41)
). Esto resultará en cosecha de frutos para Dios (Is. 28:23-29). Esta restauración de Israel a su tierra se lleva a cabo entre los dos ataques de los Asirios.
Luego de que el remanente de Israel haya sido restaurado a su tierra y al Señor, el capítulo 29 muestra que habrá otro ataque de los Asirios (el segundo ataque — Gog). En esta ocasión el ataque no será exitoso: “Ariel” (Jerusalén) será rodeada por los enemigos, pero el Señor los juzgará. En “un instante” la “multitud de extraños” reunidas contra Jerusalén, será destruida. Israel será liberado del ataque de los ejércitos enemigos, tan rápidamente como un sueño pasa cuando despertamos (Is. 29:1-8). Aunque la inmediata aplicación de esta profecía es el juicio a los ejércitos de Senaquerib (2 R. 19:31-35), apunta hacia la futura liberación de Israel del ataque de Gog. Este es el punto seis del sumario.
En la mitad del capítulo 29, el profeta repite la condición moral del pueblo que ha sido llamado para las invasiones Asirias (Is. 29:9-16). Luego, en la última parte del capítulo, vemos el milenio comenzando con todas las cosas siendo puestas a favor de Israel. Los soberbios Asirios serán abatidos, y ellos (Israel), que han sido humillados, serán exaltados. La insensibilidad de Israel dará lugar al entendimiento espiritual y seriedad en las cosas de Dios (Is. 29:17-24).
Habiendo establecido claramente los dos grandes movimientos de los Asirios en la introducción (Is. 28-29), el profeta Isaías regresa ahora para dar numerosos detalles que rodean aquellas circunstancias.
El capítulo 30 establece la condición incrédula de los judíos apóstatas en la tierra, en los días de Isaías, buscando la protección de los Asirios, quienes estaban amenazando invadir la tierra. En su incredulidad y rechazo de confiar en el Señor, ellos se vuelven hacia Egipto para pedir socorro (2 R. 18:21-24). Isaías les advierte entonces que la ayuda de Egipto sería en vano (Is. 30:7). Confiar en la ayuda del hombre es visto por el Señor como una rebelión. Y consecuentemente Dios iba a permitir que el poder de Egipto fuera roto como un “vaso de barro,” y sus hombres dispersados por los Asirios. Los judíos también serían dejados como “un árbol desprovisto de ramas sobre la cima de la montaña,” luego de que los Asirios pasaran a través de la tierra (Is. 30:1-17). Esta es otra anticipación de eventos venideros. Egipto subirá a la tierra de Israel (pero en un día futuro, y no será para la protección de Israel), y el Rey del Norte (el primer ataque de los Asirios) bajará y los destruirá a ellos y a la tierra de Israel. Este es los puntos uno y dos de sumario.
Luego se les da aliento y fortaleza a aquellos que han esperado en el Señor (el remanente judío fiel). El Señor promete que ellos verán liberación, habitarán en Sión pacíficamente, y disfrutarán las bendiciones del reino milenial (Is. 30:18-26). El también promete que el ejército Asirio que los ha azotado con vara (Is. 10:5-6; 30:31), será vencido por la voz del Señor; y el Rey del Norte, el líder personal de la confederación Asiria, tendrá su final en “Tofet” — el lago de fuego (Is. 30:27-33). Esto sucederá en el punto cinco del sumario. Se hace una referencia al paso del “Rey de Israel” (anticristo), que también es puesto en “Tofet.” Esto sucederá en el punto cuatro del sumario, aunque la venida del Señor (Su aparición) no es mencionada.
En el capítulo 31, Isaías se explaya en la futilidad de confiar en los ejércitos de carne (Egipto). Él compara la fortaleza de Egipto con el poder divino del Señor para proteger Sión. Profetiza que el Señor defenderá la ciudad desde este momento en adelante, como el león ruge sobre su presa y el ave guarda su nido (Is. 31:1-5).
Él aboga para que el pueblo se vuelva al Señor en sinceridad de corazón y deseche a todos sus ídolos. Él les asegura entonces que el Señor trataría con los Asirios (una referencia a ataques posteriores; Is. 31:6-9). Los judíos que queden en la tierra escucharan las exhortaciones y se volverán al Señor, y serán restaurados en ese momento. Esto se lleva a cabo en el momento del intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
Como consecuencia del arrepentimiento y la restauración de los judíos, el Señor tomará su lugar en Jerusalén como rey. “He aquí que un rey reinará según la justicia” (Is. 32:1). Israel también tendrá refugio bajo Su gran protección (Is. 32:2). Ellos también habrán juzgado su perversidad y, como resultado, tendrán sus ojos abiertos y su corazón dispuesto a entender las verdades divinas (Is. 32:314). Habrá también un tremendo cambio en los caminos de Israel, ya que habitarán en “lugares de descanso” de su tierra prometida (Is. 32:15-20; Ez. 38:11). Esto responde al intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
Luego en los capítulos 33-34 se ve a los Asirios nuevamente, pero esta vez en proporciones aún más atemorizantes. Este es Gog (Rusia) que asumirá el rol de los Asirios en su forma final. Estos ejércitos bajarán desde el norte a invadir la tierra de Israel, luego de que las doce tribus estén habitando allí a salvo, bajo la protección de Jehová. Esto podría referirse al segundo ataque de los Asirios.
En este punto, proféticamente, Rusia, la gran Asiria, había previamente “saqueado” la tierra de Israel usando al Rey del Norte y a su confederación árabe (el primer ataque), quienes eran sus satélites (Dn. 8:2424And his power shall be mighty, but not by his own power: and he shall destroy wonderfully, and shall prosper, and practise, and shall destroy the mighty and the holy people. (Daniel 8:24)). Pero ellos (Rusia) no fueron saqueados cuando el Señor intervino en beneficio del remanente judío y juzgó al Rey del Norte, porque no vinieron a la tierra de Israel (Rusia) con el Rey del Norte cuando éste la invadió. Rusia tratará traicioneramente con el Rey del Norte. Ellos no vendrán en su ayuda cuando el Rey del Norte esté en problemas (Dn. 11:4545And he shall plant the tabernacles of his palace between the seas in the glorious holy mountain; yet he shall come to his end, and none shall help him. (Daniel 11:45), “no tendrá quien le ayude”); aunque el Rey del Norte estaba confiado de su alianza con Rusia, y no las traicionó (Is. 33:1).
Mientras las noticias de ejércitos aproximándose llegan a las recién restauradas tribus de Israel, estas caerán de rodillas ante el Señor. Ellos clamarán seriamente por liberación (Is. 33:2). En respuesta a la petición de Su pueblo, el Señor, fiel a Su promesa de defender Jerusalén (Is. 30:4-5,8), repentinamente pondrá al enemigo en fuga (Is. 33:3-9). Él los consumirá con “fuego,” un símbolo del juicio (Is. 33:10-14). Con los ejércitos Asirios (Gog) destruidos, la última parte del capítulo apunta hacia el tiempo en que Israel estará una vez más asentado, disfrutando de quietud en su tierra bajo el Señor, su “Juez,” “Legislador” y “Rey” (Is. 33:15-24).
El capítulo 34 da detalles de la destrucción de los aliados de los Asirios (Gog). Luego de destruir a Gog en las montañas de Israel (Ez. 39:1-5), la indignación del Señor se extenderá hasta la tierra de Edom, donde los ejércitos de las naciones aliadas a Gog se estarán reuniendo (Is. 34:1-8; 63:1-6). Tan severo será el juicio del Señor sobre estos ejércitos aliados, que la misma tierra de Edom permanecerá como un desierto perpetuo (Is. 34:9-15). Los capítulos 33 y 34 son el punto seis del sumario.
El capítulo 35 cierra esta serie de capítulos con una figura del milenio, el cual seguirá a estos juicios. Se ve a la creación liberada de las ataduras de corrupción (Ro. 8:22), y a los redimidos del Señor subiendo a Sión con canciones de eterna alabanza (Is. 35:1-10).
15. Joel 1-3
En el capítulo 2:1-11 Joel ve en visiones a aquellos ejércitos que vienen desde el norte y devastan la tierra. Dos tercios del pueblo (los judíos) en la tierra serán destruidos en este momento (Zac. 13:8). Este es el punto dos del sumario.
Luego la profecía salta sobre los puntos tres y cuatro porque el enemigo en Joel (como en la mayoría de los profetas del período Asirio) no es la potencia occidental (Babilonia).
Como resultado de la terrible invasión desde el norte, los judíos que permanezcan en la tierra (aproximadamente un tercio; Zac. 13:8-9) serán completamente humillados. Ellos clamarán desesperadamente al Señor por ayuda (Jl. 2:12-1712Therefore also now, saith the Lord, turn ye even to me with all your heart, and with fasting, and with weeping, and with mourning: 13And rend your heart, and not your garments, and turn unto the Lord your God: for he is gracious and merciful, slow to anger, and of great kindness, and repenteth him of the evil. 14Who knoweth if he will return and repent, and leave a blessing behind him; even a meat offering and a drink offering unto the Lord your God? 15Blow the trumpet in Zion, sanctify a fast, call a solemn assembly: 16Gather the people, sanctify the congregation, assemble the elders, gather the children, and those that suck the breasts: let the bridegroom go forth of his chamber, and the bride out of her closet. 17Let the priests, the ministers of the Lord, weep between the porch and the altar, and let them say, Spare thy people, O Lord, and give not thine heritage to reproach, that the heathen should rule over them: wherefore should they say among the people, Where is their God? (Joel 2:12‑17)). En respuesta al clamor del remanente, el Señor vendrá en su ayuda y removerá al ejército del norte (Jl. 2:18-2018Then will the Lord be jealous for his land, and pity his people. 19Yea, the Lord will answer and say unto his people, Behold, I will send you corn, and wine, and oil, and ye shall be satisfied therewith: and I will no more make you a reproach among the heathen: 20But I will remove far off from you the northern army, and will drive him into a land barren and desolate, with his face toward the east sea, and his hinder part toward the utmost sea, and his stink shall come up, and his ill savor shall come up, because he hath done great things. (Joel 2:18‑20); compare Dn. 11:4545And he shall plant the tabernacles of his palace between the seas in the glorious holy mountain; yet he shall come to his end, and none shall help him. (Daniel 11:45)). Este es el punto cinco del sumario.
Cuando el Señor haya limpiado al ejército del norte de la tierra, Él consolará al remanente judío y restaurará a Israel (Jl. 2:21-2621Fear not, O land; be glad and rejoice: for the Lord will do great things. 22Be not afraid, ye beasts of the field: for the pastures of the wilderness do spring, for the tree beareth her fruit, the fig tree and the vine do yield their strength. 23Be glad then, ye children of Zion, and rejoice in the Lord your God: for he hath given you the former rain moderately, and he will cause to come down for you the rain, the former rain, and the latter rain in the first month. 24And the floors shall be full of wheat, and the fats shall overflow with wine and oil. 25And I will restore to you the years that the locust hath eaten, the cankerworm, and the caterpiller, and the palmerworm, my great army which I sent among you. 26And ye shall eat in plenty, and be satisfied, and praise the name of the Lord your God, that hath dealt wondrously with you: and my people shall never be ashamed. (Joel 2:21‑26)). El tomará Su lugar entre Su pueblo y los bendecirá (Jl. 2:27-3227And ye shall know that I am in the midst of Israel, and that I am the Lord your God, and none else: and my people shall never be ashamed. 28And it shall come to pass afterward, that I will pour out my spirit upon all flesh; and your sons and your daughters shall prophesy, your old men shall dream dreams, your young men shall see visions: 29And also upon the servants and upon the handmaids in those days will I pour out my spirit. 30And I will show wonders in the heavens and in the earth, blood, and fire, and pillars of smoke. 31The sun shall be turned into darkness, and the moon into blood, before the great and the terrible day of the Lord come. 32And it shall come to pass, that whosoever shall call on the name of the Lord shall be delivered: for in mount Zion and in Jerusalem shall be deliverance, as the Lord hath said, and in the remnant whom the Lord shall call. (Joel 2:27‑32)). Esto responde al intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
En el capítulo 3, Joel muestra que luego de que Israel haya sido restaurado, muchas otras naciones se reunirán para la guerra (vs. 2). Esto solo podría ser una referencia al ataque final de los Asirios bajo Gog, ya que es el único ataque que se lleva a cabo en la profecía luego de que el Señor ha vuelto y ha restaurado a Israel. Estos ejércitos (multitudes) vendrán a la tierra de Israel y serán juzgados por el Señor (Jl. 3:1-171For, behold, in those days, and in that time, when I shall bring again the captivity of Judah and Jerusalem, 2I will also gather all nations, and will bring them down into the valley of Jehoshaphat, and will plead with them there for my people and for my heritage Israel, whom they have scattered among the nations, and parted my land. 3And they have cast lots for my people; and have given a boy for an harlot, and sold a girl for wine, that they might drink. 4Yea, and what have ye to do with me, O Tyre, and Zidon, and all the coasts of Palestine? will ye render me a recompence? and if ye recompense me, swiftly and speedily will I return your recompence upon your own head; 5Because ye have taken my silver and my gold, and have carried into your temples my goodly pleasant things: 6The children also of Judah and the children of Jerusalem have ye sold unto the Grecians, that ye might remove them far from their border. 7Behold, I will raise them out of the place whither ye have sold them, and will return your recompence upon your own head: 8And I will sell your sons and your daughters into the hand of the children of Judah, and they shall sell them to the Sabeans, to a people far off: for the Lord hath spoken it. 9Proclaim ye this among the Gentiles; Prepare war, wake up the mighty men, let all the men of war draw near; let them come up: 10Beat your plowshares into swords, and your pruninghooks into spears: let the weak say, I am strong. 11Assemble yourselves, and come, all ye heathen, and gather yourselves together round about: thither cause thy mighty ones to come down, O Lord. 12Let the heathen be wakened, and come up to the valley of Jehoshaphat: for there will I sit to judge all the heathen round about. 13Put ye in the sickle, for the harvest is ripe: come, get you down; for the press is full, the fats overflow; for their wickedness is great. 14Multitudes, multitudes in the valley of decision: for the day of the Lord is near in the valley of decision. 15The sun and the moon shall be darkened, and the stars shall withdraw their shining. 16The Lord also shall roar out of Zion, and utter his voice from Jerusalem; and the heavens and the earth shall shake: but the Lord will be the hope of his people, and the strength of the children of Israel. 17So shall ye know that I am the Lord your God dwelling in Zion, my holy mountain: then shall Jerusalem be holy, and there shall no strangers pass through her any more. (Joel 3:1‑17)). El Señor “rugirá desde Sión”; ésta es una expresión usada cuando el Señor ha regresado del cielo y está habitando en Jerusalén (Jl. 2:2727And ye shall know that I am in the midst of Israel, and that I am the Lord your God, and none else: and my people shall never be ashamed. (Joel 2:27)), y destruirá totalmente a las naciones que se han unido para la guerra (Jl. 3:9-169Proclaim ye this among the Gentiles; Prepare war, wake up the mighty men, let all the men of war draw near; let them come up: 10Beat your plowshares into swords, and your pruninghooks into spears: let the weak say, I am strong. 11Assemble yourselves, and come, all ye heathen, and gather yourselves together round about: thither cause thy mighty ones to come down, O Lord. 12Let the heathen be wakened, and come up to the valley of Jehoshaphat: for there will I sit to judge all the heathen round about. 13Put ye in the sickle, for the harvest is ripe: come, get you down; for the press is full, the fats overflow; for their wickedness is great. 14Multitudes, multitudes in the valley of decision: for the day of the Lord is near in the valley of decision. 15The sun and the moon shall be darkened, and the stars shall withdraw their shining. 16The Lord also shall roar out of Zion, and utter his voice from Jerusalem; and the heavens and the earth shall shake: but the Lord will be the hope of his people, and the strength of the children of Israel. (Joel 3:9‑16)). Esto sucede en el punto seis del sumario.
16. Miqueas 1-7
Miqueas comienza su profecía anunciando que el Señor (Adonai) está por venir con juicio sobre Israel. El Señor ejecutaría Su juicio sobre ellos a través de los Asirios, quienes eran el instrumento de Su voluntad. El primer capítulo da una animada descripción de las actuales invasiones de aquel gran enemigo que el Señor usaría. Miqueas habla del Señor como si Este fuese el líder personal de los ejércitos invasores (Mi. 1:3; Is. 10:5-6; Jl. 2:1111And the Lord shall utter his voice before his army: for his camp is very great: for he is strong that executeth his word: for the day of the Lord is great and very terrible; and who can abide it? (Joel 2:11), “Su ejército”). Aunque estos eventos fueron cumplidos por los Asirios en la historia, primero por Salmanasar, luego por Sargón y finalmente por Senaquerib, son una anticipación de una futura invasión de la tierra de Israel al final de la semana setenta de Daniel.
Samaria, la capital del imperio del norte de Israel, fue desolada primero a medida que los Asirios bajaban desde el norte (Mi. 1:1-7). Luego los Asirios procederían hacia el sur de Judea y vendrían a Jerusalén (Mi. 1:8-9). Otras ciudades a lo largo del camino en la tierra de Israel, serían devastadas también por la invasión (Mi. 1:10-16).
Los capítulos 2-3 hablan de las causas morales del juicio de Dios sobre Su pueblo a través de los Asirios. El pueblo estaba envuelto en prácticas perversas (Mi. 2:1-6), y habían rechazado la Palabra de Dios (Mi. 2:7-11). En la última parte del capítulo 2, Miqueas muestra que aún a pesar de que el pueblo había abandonado al Señor, Su propósito de bendecir Israel aún iba a ser cumplido. Pero sería solo sobre el remanente (Mi. 2:12). Antes de que el Señor hiciera esto, el remanente de los judíos tendría que estar en el estado moral correcto, el cual el Señor produciría en ellos por las invasiones de los Asirios, que desolarían y arrasarían las tierra. Como resultado ellos serían totalmente humillados y se arrepentirían (Mi. 2:13).
El capítulo 3 expone un mal aun mucho más serio. ¡Los líderes de la nación y los profetas eran corruptos (Mi. 3:1-7)! Dios no toleraría esto por mucho tiempo más, y por lo tanto, haría que Sión (Jerusalén) fuese “arada como un campo” a través de la desolación producida por el ejército de Asiria. Sin embargo, en la historia, los Asirios nunca capturaron Jerusalén, y mucho menos la araron como un campo. Esto muestra que el Espíritu tenía en mente en realidad un día futuro cuando movió a Miqueas a escribir estas cosas, concernientes a las invasiones Asirias. Los capítulos 13 tienen entonces su aplicación profética en lo que ocurrirá en el punto dos en el sumario.
Luego en el capítulo 4, Miqueas ve a Israel restaurado y bendecido por Dios en los últimos días. Esta es otra prueba de que las profecías intentaban retratar mucho más que solo la inmediata circunstancia de las invasiones Asirias en la historia; ya que lo que tenemos en este capítulo, ciertamente no se ha cumplido en ningún momento de la historia luego de que los Asirios pasaron a través de la tierra en aquellos días. Esto se refiere solo a un tiempo futuro, que aún espera cumplimiento.
Miqueas ve Jerusalén reconstruida y siendo el centro de la adoración y enseñanza del conocimiento de Dios en la tierra (Mi. 4:1-5). El también hablará a las tribus de Israel que fueron dispersadas, siendo reunidas de vuelta a su tierra (Mi. 4:6-10). Esto responde al intervalo de los puntos cinco y seis del sumario.
Miqueas nos dice que cuando Israel se encuentre en la tierra bajo la bendición del Señor, habrá otra confederación de naciones que se reunirá contra ellos. Esto se puede referir proféticamente al segundo ataque de los Asirios (Gog — Rusia). Miqueas revela que el Señor hará que ellos vengan en aquel tiempo, así Él los juzgará, y por lo tanto pondrá fin a todas las guerras en la tierra (Mi. 4:11-12). Este es el punto seis del sumario.
El Señor no solamente destruirá esta inmensa confederación de ejércitos, sino que alentará al restaurado Israel a pelear y dominar las naciones que seguirán en esta confederación (Mi. 4:13). Este es el punto seis del sumario.
El capítulo 5 se explica en el asedio de Asiria considerado en el capítulo 4. El primer versículo muestra a las tropas de Asiria (Gog y sus confederados) reuniéndose contra ellos.
El versículo 2 es un paréntesis que muestra la primera venida de Cristo y el rechazo de Su pueblo. Esto se hace así para mostrar que el mismo Señor Jesucristo que fue rechazado largo tiempo atrás, será el que los liberará aquel día venidero. El versículo 3 muestra el consecuente abandono de los judíos de los caminos del Señor luego de rechazar a Cristo (Ro. 11:16-27). El versículo pasa sobre el período presente, en el que Dios trabaja entre los gentiles durante los últimos 2000 años (Hch. 15:14), y mira hacia los futuros tratos del Señor con Israel, cuando Él los tomará para restaurarlos y bendecirlos tanto a ellos como a su tierra.
Los versículos 4-5 muestran que el Señor estará con ellos como su gran protector cuando los Asirios vengan a la tierra de Israel (el segundo ataque).
Los ejércitos de Israel saldrán en una victoriosa campaña militar sobre sus enemigos, luego de que el Señor haya destruido los Asirios; su poderío militar en aquel momento es comparado a un león devorando su presa (Mi. 5:5b-9). Estos eventos nuevamente responden a los puntos seis y siete del sumario.
La última parte del capítulo muestra que toda la idolatría y la confianza en el hombre serán removidas de Israel, y ellos confiarán plenamente en el Señor en aquel día (Mi. 5:10-15).
Los capítulos 6-7 forman un apéndice describiendo un aspecto moral de la restauración de Israel. Esta sección contiene los ejercicios que el remanente atravesará en el camino de su restauración. El capítulo 6:1-16 muestra que a través de todos los problemas que enfrentarán en aquel día, ellos oirán la voz del Señor hablándoles. El capítulo 7:1-10 registra las oraciones de arrepentimiento del remanente. El capítulo 7:11-20 muestra la graciosa respuesta del Señor a su humilde confesión. El promete restauración y bendición, olvidando sus iniquidades y arrojando sus pecados en las profundidades del mar.
17. Salmos 79-87
El Salmo 79 muestra los efectos de las incursiones de los ejércitos del Rey del Norte en un día venidero, expresadas a través del clamor del remanente judío fiel. Estos ejércitos atravesarán la tierra, destruyendo Jerusalén y el templo (Dn. 11:40-4240And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. 41He shall enter also into the glorious land, and many countries shall be overthrown: but these shall escape out of his hand, even Edom, and Moab, and the chief of the children of Ammon. 42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. (Daniel 11:40‑42)). El remanente fiel clamará a Dios cuando vean la tierra de su heredad desolada por los invasores del norte; y rogarán a Dios que rápidamente quite el juicio que está sobre ellos. Esto se refiere al tiempo que se cumplirá en el punto dos del sumario.
El Salmo 80 muestra que mientras el remanente espera la intervención de Dios, ellos proferirán una oración de tres partes para la restauración de la nación (vs. 3,7,19). Ellos hablan del Dios de Israel bajo la conocida figura de la viña, recordándole los maravillosos cuidados que ha tenido por ellos en el pasado (vs. 1-11). Confundidos y angustiados, preguntarán al Señor por qué Él permite que Su herencia sea pisoteada por el jabalí (una referencia a los ejércitos gentiles impíos bajo el Rey del Norte) y quemada con fuego (vs. 12-16). Ellos rogarán que la mano de Dios esté sobre el Varón de Su Diestra (Su Mesías), sabiendo que su única esperanza de restauración es el Señor (vs. 17-19).
El en Salmo 81 el remanente fiel anticipa la restauración nacional de Israel. Ellos clamarán para que la trompeta sea tocada en la luna nueva (la fiesta de las trompetas; Lv. 23:23-2523And the Lord spake unto Moses, saying, 24Speak unto the children of Israel, saying, In the seventh month, in the first day of the month, shall ye have a sabbath, a memorial of blowing of trumpets, an holy convocation. 25Ye shall do no servile work therein: but ye shall offer an offering made by fire unto the Lord. (Leviticus 23:23‑25)), que simboliza la reunión nacional de Israel y su restauración (vs. 1-5). El Señor, buscando profundizar Su obra en sus corazones, les habla. Les recuerda que cuando ellos como nación clamaron a Él en el pasado, fueron liberados, pero más tarde se rebelaron (vs. 6-16). No fueron sinceros; pues los ejercicios de corazón para que retornaren al Señor no fueron suficientemente profundos. En esto el Señor prueba la realidad de su deseo de venir a Él. El Señor entonces testifica que si ellos hubieran probado su propia condición, escuchando Su Palabra y andando en sus caminos, Él seguramente les hubiera salvado de sus enemigos.
El Salmo 82 indica que la presencia de Dios se ha vuelto conocida en Israel. Esto es teniendo en cuenta que el Señor ha retornado a la tierra (Su aparición) en respuesta al clamor del remanente en los salmos precedentes. Él es visto juzgando a aquellos que han estado en autoridad en la tierra de Israel, por ejemplo el anticristo y sus oficiales gubernamentales (Dn. 11:3939Thus shall he do in the most strong holds with a strange god, whom he shall acknowledge and increase with glory: and he shall cause them to rule over many, and shall divide the land for gain. (Daniel 11:39)). Ya que el juicio debe comenzar en la casa de Dios (1 P. 4:17), aquellos que han tenido un lugar de responsabilidad son juzgados primero (vs. 7). Algunos de estos líderes aparentemente escaparán de los ejércitos del Rey del Norte cuando éste invada la tierra. El anticristo y algunos de sus oficiales bajo su mando, huirán en el momento del ataque (Zac. 11:17; Is. 22:19; Jn. 10:1313The hireling fleeth, because he is an hireling, and careth not for the sheep. (John 10:13); Jer. 39:44And it came to pass, that when Zedekiah the king of Judah saw them, and all the men of war, then they fled, and went forth out of the city by night, by the way of the king's garden, by the gate betwixt the two walls: and he went out the way of the plain. (Jeremiah 39:4)). Sin embargo no escaparán al juicio del Señor.
El Señor en Su ministerio terrenal aplicó este salmo al tiempo de Su primera venida (Jn. 10:3434Jesus answered them, Is it not written in your law, I said, Ye are gods? (John 10:34)), pero en aquel momento no habló del juicio asociado con el salmo, porque Él había venido en gracia. Pero cuando Él venga en Su segunda venida (Su aparición), los eventos en este salmo serán cumplidos. Él ejecutará juicio en Israel comenzando con los líderes (apóstatas responsables). Este salmo describe entonces, el juicio que el Señor ejecutará el día que Él venga a liberar al remanente judío fiel. Esto sucede en el momento del punto cuatro del sumario.
Es de notar que la Bestia (la confederación occidental) no es mencionada aquí siendo juzgada, aunque ya lo estará en este tiempo. Esto es debido a que las naciones occidentales no son en realidad el tema de los Salmos; Daniel y Apocalipsis tienen más para decir acerca del occidente. J. N. Darby dice, “Me parece que al menos en el resultado, el anticristo ya habrá sido sacado de en medio para el tiempo en que se cumpla el Salmo 83. Este salmo sucede luego de la destrucción de la Bestia.”17
Luego de esto, el remanente fiel clama para que el juicio de Dios se extienda a todas las naciones de la tierra (vs. 8).
El Salmo 83 muestra, aunque el Señor no es visto en la tierra, que Su juicio no se detendrá en los responsables de Israel, sino que se extenderá ahora a las naciones gentiles bajo los Asirios (como fue requerido por el remanente en el Salmo 82:8). El juicio que Él ejecuta sobre ellos se debe al profundo odio profesado al pueblo terrenal de Dios, los judíos (vs. 1-8). Este juicio tiene correlato con dos victorias significativas en la historia de Israel (Barac y Gedeón; Jue. 4-8), cuando Dios intervino por ellos en las llanuras de Megido (Armagedón). Aquellas victorias son una anticipación de este juicio (vs. 9-17). Esto responde al punto cinco del sumario.
Como resultado de la destrucción de estas naciones bajo Asiria, el nombre del Señor “Jehová” será conocido en toda la tierra (vs. 18). Jehová es el nombre del pacto de relación que Dios tiene con Israel, y esto implica que Él ha restablecido Su relación con ellos; o, al menos, con el remanente fiel.
El encabezamiento del Salmo 84 confirma que el remanente ha sido liberado. Este se refiere a los hijos de Coré. Coré y su compañía son un tipo de los judíos apóstatas que el día venidero se apartarán de Dios. Cuando Dios juzgó a Coré, graciosamente perdonó a sus “hijos.” Ellos son una figura del remanente (Nm. 16:1-35; 26:10-111Now Korah, the son of Izhar, the son of Kohath, the son of Levi, and Dathan and Abiram, the sons of Eliab, and On, the son of Peleth, sons of Reuben, took men: 2And they rose up before Moses, with certain of the children of Israel, two hundred and fifty princes of the assembly, famous in the congregation, men of renown: 3And they gathered themselves together against Moses and against Aaron, and said unto them, Ye take too much upon you, seeing all the congregation are holy, every one of them, and the Lord is among them: wherefore then lift ye up yourselves above the congregation of the Lord? 4And when Moses heard it, he fell upon his face: 5And he spake unto Korah and unto all his company, saying, Even to morrow the Lord will show who are his, and who is holy; and will cause him to come near unto him: even him whom he hath chosen will he cause to come near unto him. 6This do; Take you censers, Korah, and all his company; 7And put fire therein, and put incense in them before the Lord to morrow: and it shall be that the man whom the Lord doth choose, he shall be holy: ye take too much upon you, ye sons of Levi. 8And Moses said unto Korah, Hear, I pray you, ye sons of Levi: 9Seemeth it but a small thing unto you, that the God of Israel hath separated you from the congregation of Israel, to bring you near to himself to do the service of the tabernacle of the Lord, and to stand before the congregation to minister unto them? 10And he hath brought thee near to him, and all thy brethren the sons of Levi with thee: and seek ye the priesthood also? 11For which cause both thou and all thy company are gathered together against the Lord: and what is Aaron, that ye murmur against him? 12And Moses sent to call Dathan and Abiram, the sons of Eliab: which said, We will not come up: 13Is it a small thing that thou hast brought us up out of a land that floweth with milk and honey, to kill us in the wilderness, except thou make thyself altogether a prince over us? 14Moreover thou hast not brought us into a land that floweth with milk and honey, or given us inheritance of fields and vineyards: wilt thou put out the eyes of these men? we will not come up. 15And Moses was very wroth, and said unto the Lord, Respect not thou their offering: I have not taken one ass from them, neither have I hurt one of them. 16And Moses said unto Korah, Be thou and all thy company before the Lord, thou, and they, and Aaron, to morrow: 17And take every man his censer, and put incense in them, and bring ye before the Lord every man his censer, two hundred and fifty censers; thou also, and Aaron, each of you his censer. 18And they took every man his censer, and put fire in them, and laid incense thereon, and stood in the door of the tabernacle of the congregation with Moses and Aaron. 19And Korah gathered all the congregation against them unto the door of the tabernacle of the congregation: and the glory of the Lord appeared unto all the congregation. 20And the Lord spake unto Moses and unto Aaron, saying, 21Separate yourselves from among this congregation, that I may consume them in a moment. 22And they fell upon their faces, and said, O God, the God of the spirits of all flesh, shall one man sin, and wilt thou be wroth with all the congregation? 23And the Lord spake unto Moses, saying, 24Speak unto the congregation, saying, Get you up from about the tabernacle of Korah, Dathan, and Abiram. 25And Moses rose up and went unto Dathan and Abiram; and the elders of Israel followed him. 26And he spake unto the congregation, saying, Depart, I pray you, from the tents of these wicked men, and touch nothing of theirs, lest ye be consumed in all their sins. 27So they gat up from the tabernacle of Korah, Dathan, and Abiram, on every side: and Dathan and Abiram came out, and stood in the door of their tents, and their wives, and their sons, and their little children. 28And Moses said, Hereby ye shall know that the Lord hath sent me to do all these works; for I have not done them of mine own mind. 29If these men die the common death of all men, or if they be visited after the visitation of all men; then the Lord hath not sent me. 30But if the Lord make a new thing, and the earth open her mouth, and swallow them up, with all that appertain unto them, and they go down quick into the pit; then ye shall understand that these men have provoked the Lord. 31And it came to pass, as he had made an end of speaking all these words, that the ground clave asunder that was under them: 32And the earth opened her mouth, and swallowed them up, and their houses, and all the men that appertained unto Korah, and all their goods. 33They, and all that appertained to them, went down alive into the pit, and the earth closed upon them: and they perished from among the congregation. 34And all Israel that were round about them fled at the cry of them: for they said, Lest the earth swallow us up also. 35And there came out a fire from the Lord, and consumed the two hundred and fifty men that offered incense. (Numbers 16:1‑35)
10And the earth opened her mouth, and swallowed them up together with Korah, when that company died, what time the fire devoured two hundred and fifty men: and they became a sign. 11Notwithstanding the children of Korah died not. (Numbers 26:10‑11)
).
El salmo continúa la descripción de los Israelitas fieles realizando un viaje hacia su tierra. ¿Quiénes podrían ser estos sino las diez tribus perdidas de Israel, quienes, como sabemos, volverán a su tierra luego del retorno del Señor (Mt. 24:29-31)? Continúa luego con los deseos de que Dios resurja en sus corazones. Como verdaderos Israelitas, ellos anhelarán su apropiado lugar terrenal en “los atrios del Señor.” Ellos envidiarán al gorrión y a la golondrina que han encontrado un lugar en la casa de Jehová y desearán también estar allí (vs. 1-4).
Ellos, anhelando a Dios y Su morada, comenzarán un viaje hacia la tierra prometida (vs. 5-8). El versículo 5 podría mejor ser interpretado así: “Bendito es el hombre ... cuyo corazón está en los caminos de Sión” (JND). Comparar con Isaías 11:15-16; 19:23; 35:8-10; 49:9-12. Su senda hacia la tierra de Israel los lleva a través del “valle de Baca” (que significa llanto), lo cual indica que habrá un trabajo de arrepentimiento en sus corazones mientras retornan (Sal. 84:6; Jer. 31:9,18-219They shall come with weeping, and with supplications will I lead them: I will cause them to walk by the rivers of waters in a straight way, wherein they shall not stumble: for I am a father to Israel, and Ephraim is my firstborn. (Jeremiah 31:9)
18I have surely heard Ephraim bemoaning himself thus; Thou hast chastised me, and I was chastised, as a bullock unaccustomed to the yoke: turn thou me, and I shall be turned; for thou art the Lord my God. 19Surely after that I was turned, I repented; and after that I was instructed, I smote upon my thigh: I was ashamed, yea, even confounded, because I did bear the reproach of my youth. 20Is Ephraim my dear son? is he a pleasant child? for since I spake against him, I do earnestly remember him still: therefore my bowels are troubled for him; I will surely have mercy upon him, saith the Lord. 21Set thee up waymarks, make thee high heaps: set thine heart toward the highway, even the way which thou wentest: turn again, O virgin of Israel, turn again to these thy cities. (Jeremiah 31:18‑21)
). Ellos irán de “compañía en compañía” (vs. 7, nota marginal). Esto se refiere que los peregrinos Israelitas irán creciendo más y más en número, a medida que encuentren otro grupo de sus hermanos en el camino, hasta que sean una enorme multitud en camino a Sión.
El salmo cierra con el deseo de ellos de ver al Mesías (el Ungido), a quien han reconocido como “Sol y Escudo” (vs. 9-12).
En el Salmo 85 las tribus son traídas de vuelta desde los cuatro puntos cardinales, y situadas en la tierra prometida (Mt. 24:31). En este momento toda la nación entrará “en el día de expiación.” Sus pecados serán perdonados y la ira de Dios se apartará de ellos (vs. 1-3).
Este salmo muestra que habrá una mayor restauración en sus almas luego de que ellos hayan sido maravillosamente liberados y traídos de vuelta a su tierra, antes de que ellos estén en total libertad para disfrutar las bendiciones del reino. Esto es como “la fiesta de las trompetas” y “el día de expiación,” el cual le sigue (Lv. 23:23-3223And the Lord spake unto Moses, saying, 24Speak unto the children of Israel, saying, In the seventh month, in the first day of the month, shall ye have a sabbath, a memorial of blowing of trumpets, an holy convocation. 25Ye shall do no servile work therein: but ye shall offer an offering made by fire unto the Lord. 26And the Lord spake unto Moses, saying, 27Also on the tenth day of this seventh month there shall be a day of atonement: it shall be an holy convocation unto you; and ye shall afflict your souls, and offer an offering made by fire unto the Lord. 28And ye shall do no work in that same day: for it is a day of atonement, to make an atonement for you before the Lord your God. 29For whatsoever soul it be that shall not be afflicted in that same day, he shall be cut off from among his people. 30And whatsoever soul it be that doeth any work in that same day, the same soul will I destroy from among his people. 31Ye shall do no manner of work: it shall be a statute for ever throughout your generations in all your dwellings. 32It shall be unto you a sabbath of rest, and ye shall afflict your souls: in the ninth day of the month at even, from even unto even, shall ye celebrate your sabbath. (Leviticus 23:23‑32)). La fiesta de las trompetas habla de Israel siendo restaurado a su tierra (Sal. 84), pero el día de la expiación habla de Israel siendo restaurado al Señor (Sal. 85). Los dos eventos van unidos.
En cumplimiento de la figura de “la vaca alazana” (Nm. 19), las tribus que vuelven vendrán en el “tercer día” (Nm. 19:1212He shall purify himself with it on the third day, and on the seventh day he shall be clean: but if he purify not himself the third day, then the seventh day he shall not be clean. (Numbers 19:12)) en su viaje de vuelta a la tierra (Jer. 31:9,18-219They shall come with weeping, and with supplications will I lead them: I will cause them to walk by the rivers of waters in a straight way, wherein they shall not stumble: for I am a father to Israel, and Ephraim is my firstborn. (Jeremiah 31:9)
18I have surely heard Ephraim bemoaning himself thus; Thou hast chastised me, and I was chastised, as a bullock unaccustomed to the yoke: turn thou me, and I shall be turned; for thou art the Lord my God. 19Surely after that I was turned, I repented; and after that I was instructed, I smote upon my thigh: I was ashamed, yea, even confounded, because I did bear the reproach of my youth. 20Is Ephraim my dear son? is he a pleasant child? for since I spake against him, I do earnestly remember him still: therefore my bowels are troubled for him; I will surely have mercy upon him, saith the Lord. 21Set thee up waymarks, make thee high heaps: set thine heart toward the highway, even the way which thou wentest: turn again, O virgin of Israel, turn again to these thy cities. (Jeremiah 31:18‑21)
; Sal. 84:6). Pero cuando ellos alcancen la tierra y vean al Señor, ellos llegarán al “séptimo día,” el cual será el cumplimiento de “el día de expiación” (Nm. 19:19-2019And the clean person shall sprinkle upon the unclean on the third day, and on the seventh day: and on the seventh day he shall purify himself, and wash his clothes, and bathe himself in water, and shall be clean at even. 20But the man that shall be unclean, and shall not purify himself, that soul shall be cut off from among the congregation, because he hath defiled the sanctuary of the Lord: the water of separation hath not been sprinkled upon him; he is unclean. (Numbers 19:19‑20); Is. 53; Sal. 85; Zac. 13:6; Lv. 23:26-3226And the Lord spake unto Moses, saying, 27Also on the tenth day of this seventh month there shall be a day of atonement: it shall be an holy convocation unto you; and ye shall afflict your souls, and offer an offering made by fire unto the Lord. 28And ye shall do no work in that same day: for it is a day of atonement, to make an atonement for you before the Lord your God. 29For whatsoever soul it be that shall not be afflicted in that same day, he shall be cut off from among his people. 30And whatsoever soul it be that doeth any work in that same day, the same soul will I destroy from among his people. 31Ye shall do no manner of work: it shall be a statute for ever throughout your generations in all your dwellings. 32It shall be unto you a sabbath of rest, and ye shall afflict your souls: in the ninth day of the month at even, from even unto even, shall ye celebrate your sabbath. (Leviticus 23:26‑32)).
Este Salmo 85 muestra el ejercicio de alma que conducirá a los Israelitas a su total restauración en “el día de expiación.” Su continuo pedido para que el Señor aparte Su ira de ellos, muestra que al principio no estarán seguros de que Su gracia esté completamente con ellos. Esto muestra que aún no estarán en paz en sus almas (vs. 4-7).
El Señor, conociendo sus corazones y viendo su verdadero arrepentimiento, comenzará a poner de lado sus temores y dudas. Él señalará nuevamente la cruz — hacia el trabajo que Él cumplió allí para hacer expiación por ellos. Él los instruirá en el verdadero significado de la cruz, donde la misericordia y la verdad se encontraron, y la justicia y la paz se besaron (vs. 8-10). Israel (todas las tribus) responderán con una profunda confianza cuando se den cuenta de la gracia y la bondad del Señor. Como resultado, su confianza en el Señor será firmemente establecida (vs. 12-13).
Desde el Salmo 83:18 a 85:13 se responde el intervalo entre los puntos cinco y seis del sumario.
El Salmo 86 muestra que aunque el remanente de Israel (las diez tribus) haya retornado a la tierra (Sal. 84) y haya sido restaurado por el Señor (Sal. 85), será sacudido una vez más. Esto será teniendo en cuenta la cantidad de enemigos que rodean su tierra. Esto es la “conspiración de hombres violentos” — los Asirios18 (el segundo ataque bajo Gog; vs. 14). Esto llevará al pueblo a llamar al Señor para que les salve (vs. 1-7).
Ellos ahora, al ser restaurados, expresan confianza en el Señor de que Él se levantará con poder y abatirá a los enemigos que se han reunido contra ellos. El reconocimiento de Su poder se indica por el uso del nombre “Señor” (Adonai), lo cual se refiere al ejercicio de todos los poderes del Señor en Su señorío en la tierra. Previamente ellos habían usado el nombre “SEÑOR” (Jehová; vs. 8-10).
Ellos recuerdan la maravillosa liberación que Él ha hecho, destruyendo sus enemigos anteriores, y confían en que ahora Él hará lo mismo con “la conspiración de hombres violentos” que se han levantado contra ellos (vs. 13-17). El carácter de estas hordas impías es manifestado en el hecho de que no han puesto al Señor delante de ellos (vs. 14).
Israel expresa una perfecta confianza en que el Señor los salvará de esta enorme confederación (vs. 15-17). Esto responde al punto seis del sumario.
En el Salmo 87, todos los enemigos de la tierra son vistos siendo derrotados, y a Sión (Jerusalén) siendo establecida como la ciudad de Dios. Los eruditos dicen que la ocasión histórica en que se escribió este salmo fue luego de la liberación de Jerusalén, cuando los ejércitos de Senaquerib, el Rey de Asiria, fueron destruidos (2 Cr. 32:21-23). Si esto es correcto, la ubicación de este salmo es muy significativa, ya que Senaquerib es un tipo bien conocido de Gog (el segundo ataque de los Asirios). Cuando este salmo comienza, se asume que los ejércitos de Gog han sido juzgados y la gloria del reino de Sión está ahora siendo desplegada (vs. 1-3).
El remanente de Israel (las diez tribus particularmente) aprende acerca de varias de las naciones que fueron juzgadas en su tierra, antes de su retorno (“Rahab” — Egipto; Is. 51:9; Sal. 89:10; “Babilonia” — las potencias occidentales). Ellos no estaban en la tierra cuando estas naciones fueron juzgadas, y aprenderán de esto luego de que haya sucedido (vs. 4).
Mientras el milenio comienza, la fama del pueblo de Jehová se difundirá por todo el mundo (Is. 61:9; Sof. 3:3-19). Ellos serán conocidos entre todos los hombres, como aquellos que son hijos de Dios y están conectados por gracia con Sión (vs. 4). El Señor guardará también un registro de cada uno de entre las naciones que haya nacido de nuevo. Esto es indicado por el versículo que dice “los pueblos” en plural. En la Biblia, cuando dice “los pueblos,” en plural, se refiere a las naciones, y cuando está en singular, “el pueblo,” se refiere a Israel (vs. 6).
El comienzo del milenio es visto aquí por el uso del nombre del Señor como “el Altísimo,” el cual es el nombre con el que el Señor públicamente regirá la tierra (vs. 5). Los versículos finales indican que todo el gozo terrenal de aquellos días tendrá su centro y fuente en Sión, donde está el Señor (vs. 7; Ez. 48:35).
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En este apéndice hemos mirado más de 100 capítulos de la Biblia, y no ha habido ninguna desviación de los eventos en el sumario dado al principio de este apéndice. Por lo tanto, hemos suministrado abundante evidencia escritural sobre el orden de estos eventos futuros.
Existen más reseñas de los profetas y los salmos que podrían ser incluidas, y confirmarían el orden de las batallas en la “Indignación,” sin embargo creemos que las ya citadas son suficientes.
Animamos al lector a que continúe el estudio de estos eventos en la Escritura.
 
1. Ver J. N. Darby, Escritos Compilados, Vol. 5, pág. 210; Vol. 30, pág. 224; J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 4, pág. 66.
2. Ver T. B. Baines, La Revelación de Jesucristo, pág. 216.
3. Ver C. E. Lunden, Carta de los Tiempos, pág. 19.
4. Ver Tesoros Bíblicos, Vol. 16, pág. 2.
5. “He pensado siempre que Nabucodonosor, como conquistador, era un tipo de los Asirios de los últimos días” (J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 4, pág. 90-91).
6. Ver W. Kelly, Profetas Menores, pág. 195-196; W. Kelly, Isaías, pág. 169; F. A. Tatford, Él Profeta del Juicio de Edom, pág. 26-28,35; J. N. Darby, Sinopsis de los Libros de la Biblia, Vol. 2 en Abdías.
7. Ver J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 4, pág. 14.
8. Ver J. N. Darby, Sinopsis de los Libros de la Biblia, Vol. 2, pág. 353, Edición Morrish.
9. Hay tres períodos principales en los cuales se profetizó: el período asirio, el período Babilónico y el período Medio Persa. Los profetas del período asirio son Isaías, Oseas, Joel, Amós, Jonás, Miqueas y Nahum. Estos cubren desde el surgimiento del poder Asirio hasta su destrucción. Nahum muestra su caída. Los profetas del período Babilónico son Jeremías, Ezequiel, Daniel, Abdías, Habacuc y Sofonías. Estos cubren desde la supremacía mundial hasta la caída de Babilonia. Daniel nos da su actual destrucción. Los profetas del período Persa son Hageo, Zacarías y Malaquías. Ellos profetizaron sobre los tiempos en que los Medos y los Persas estaban en el poder.
10. Desafortunadamente, muchos escritores que han expuesto sobre los profetas del Antiguo Testamento, no han ido más allá de la aplicación histórica de su cumplimiento. Sin embargo, estas profecías deben tener más que una aplicación histórica, de otra manera, ¿Por qué deberían estar incluidas en las Escrituras? Creemos que Dios ha registrado estas batallas en la historia, porque son una anticipación de eventos venideros. J. N. Darby decía, “No puedo dudar que todas estas profecías de juicio están relacionadas, en una perspectiva traída por el Espíritu Santo, a los eventos de los últimos días; los cuales son el cumplimiento completo de los propósitos e intenciones de Dios. Los juicios que Él ejecutó están ya parcialmente realizados en las conquistas de Nabucodonosor, pero están para ser cumplidos por y en favor de Israel. Pero repito, la intención del Espíritu va mucho más allá, y en ciertos aspectos se extiende hasta los últimos días” (Sinopsis de los Libros de la Biblia).
11. Ver J. N. Darby, Sinopsis de los Libros de la Biblia, Vol. 2 en Abdías.
12. Ver J. N. Darby, Sinopsis de los Libros de la Biblia, Vol. 2, pág. 289, Edición Morrish.
13. Ver J. N. Darby, Escritos Compilados, Vol. 30, pág. 196.
14. Las primeras incursiones de los Asirios bajo Tiglat-Pileser (2 R. 15:27-29), Salmanasar (2 R. 17:3-6) y Sargón (Is. 20:1), los cuales procedieron exitosamente a través de la tierra de Israel hacia Egipto, son típicas del primer ataque de los Asirios en la profecía — el Rey del Norte y su confederación árabe (Dn. 11:40-4340And at the time of the end shall the king of the south push at him: and the king of the north shall come against him like a whirlwind, with chariots, and with horsemen, and with many ships; and he shall enter into the countries, and shall overflow and pass over. 41He shall enter also into the glorious land, and many countries shall be overthrown: but these shall escape out of his hand, even Edom, and Moab, and the chief of the children of Ammon. 42He shall stretch forth his hand also upon the countries: and the land of Egypt shall not escape. 43But he shall have power over the treasures of gold and of silver, and over all the precious things of Egypt: and the Libyans and the Ethiopians shall be at his steps. (Daniel 11:40‑43)). Las últimas incursiones de los Asirios bajo Senaquerib fueron detenidas por el ángel de Jehová. Esto es típico de Rusia y su hordas que serán destruidas por el Señor (Ez. 38-39).
15. Ver J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 4, pág. 32,94. Algunos, sin embargo, opinan que Lucifer es tipo de la Bestia personal, el líder político del imperio, y no del anticristo. Esto también podría ser así, por lo tanto no seremos dogmáticos en este punto.
16. J. N. Darby, Notas y Apuntes, pág. 372; J. N. Darby, Escritos Compilados, Vol. 30, pág. 209.
17. J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 3, pág. 174. Ver también A. C. Gaebelein, Él Libro de los Salmos, pág. 317.
18. “Considero que el hombre perverso es el anticristo; el hombre violento, el subsecuente enemigo de los judíos, el Asirio” (J. N. Darby, Notas y Comentarios, Vol. 3, pág. 264). El hombre violento es una descripción de los Asirios, quienes eran especialmente conocidos por su violencia y crueldad (Jon. 3:88But let man and beast be covered with sackcloth, and cry mightily unto God: yea, let them turn every one from his evil way, and from the violence that is in their hands. (Jonah 3:8)).