Cuando el Señor Jesucristo venga, Él descenderá del cielo con Su grito (“voz de mando”), con “voz de arcángel” y con la “trompeta de Dios” (1 Ts. 4:15-18). Esto es lo que los cristianos llamamos el rapto.
• La “voz de mando” es para despertar a los muertos en Cristo. Estos santos que duermen son una clase especial de creyentes, que han sido redimidos durante el período en el cual la Iglesia ha estado en la tierra. Aunque la muerte ha reclamado sus cuerpos, se hace referencia a ellos como estando en Cristo. Esta expresión “en Cristo,” indica que ellos son cristianos. El Apóstol Pablo la usa en sus escritos para indicar la posición individual de aceptación delante del Dios del cristianismo. Denota la posición completa delante de Dios en la nueva creación, y está inseparablemente relacionada con la habitación interior del Espíritu Santo. Estar en Cristo significa estar en el lugar de Cristo delante de Dios. Esta misma posición que ahora ocupa Cristo delante de Dios, es la posición del Cristiano. No se dice de los santos del Antiguo Testamento que están en Cristo, aunque sus almas y espíritus están seguros con Él en el cielo. A la venida del Señor, los “muertos en Cristo” se levantarán de sus tumbas para encontrarse con el Señor en el aire. Esta es la primera resurrección.
• La “voz del arcángel” o la arcangélica voz parece ser la propia voz del Señor en el poder del arcángel. Su voz aquí aparentemente se refiere al levantamiento de los santos en el Antiguo Testamento, porque Él ha aparecido a menudo a Su gente en aquellos tiempos como el “Angel del Señor." El ahora los llama fuera de sus tumbas con la voz con la que ha sido conocido por muchos de ellos. Ellos se elevarán de sus tumbas al mismo tiempo que “los muertos en Cristo,” y también participarán de la primera resurrección (He. 11:40; 12:23, “hechos perfectos”).
• La “trompeta de Dios” es lo que cerrará la presente dispensación. Todos los creyentes que están vivos sobre la tierra al momento de la venida del Señor (rapto), serán llevados arriba juntos en el aire con los santos del Nuevo y el Antiguo Testamento, quienes serán levantados de sus tumbas en ese momento.
La distinción entre el “rapto” y la “aparición de Cristo”
• Es de suma importancia entender en la Escritura la distinción entre el rapto y la aparición de Cristo. Los dos eventos no deben ser confundidos. Aunque el Señor vendrá del cielo en ambas ocasiones, el rapto y la aparición son distintivamente diferentes. El rapto acontece cuando el Señor viene por Sus santos (Jn. 14:2-32In my Father's house are many mansions: if it were not so, I would have told you. I go to prepare a place for you. 3And if I go and prepare a place for you, I will come again, and receive you unto myself; that where I am, there ye may be also. (John 14:2‑3)); la aparición de Cristo acontece cuando Él viene con Sus santos, los cuales fueron tomados a la gloria en el rapto (Jud. 14; Zac. 14:5). El rapto podría suceder en cualquier momento, pero la aparición de Cristo no sucederá hasta unos siete años después del rapto. En el rapto el Señor viene secretamente, en un abrir y cerrar de ojos (1 Co. 15:52); en Su aparición vendrá públicamente y todo ojo le verá (Ap. 1:7). En el rapto Él viene a liberar a Su Iglesia (1 Ts. 1:10 JND); en Su aparición Él viene a liberar a Israel (Sal. 6:1-4). En el rapto Él viene a buscar a Su Iglesia en el aire porque ellos son Su pueblo celestial (1 Ts. 4:15-18); en Su aparición Él vuelve a la tierra (al Monte de los Olivos) por Israel, porque ellos son Su pueblo terrenal (Zac. 14:4-5). En el rapto el Señor reúne a Sus santos consigo (1 Ts. 4:15-18; 2 Ts. 2:1), pero en Su aparición Él envía a Sus ángeles para reunir a los elegidos de Israel (Mt. 24:30-31). En el rapto Él toma a los creyentes y los saca del mundo, y deja a los perversos atrás (Jn. 14:2-32In my Father's house are many mansions: if it were not so, I would have told you. I go to prepare a place for you. 3And if I go and prepare a place for you, I will come again, and receive you unto myself; that where I am, there ye may be also. (John 14:2‑3)); en Su aparición los perversos son sacados del mundo para juicio, y los creyentes (aquellos que han sido convertidos a través del evangelio del reino, que será predicado durante la tribulación) serán dejados para disfrutar bendiciones en la tierra (Mt. 13:41-43; 25:41). En el rapto Él viene a liberar a Sus santos (la Iglesia) de la ira venidera (1 Ts. 1:10); en Su aparición Él viene a liberar la ira (Ap. 19:15). En el rapto Él viene como el esposo para tomar a Su esposa la Iglesia (Mt. 25:6-10); en Su aparición Él viene como el Hijo del Hombre a juzgar a los que le rechazaron (Mt. 24:27-28). En el rapto Él viene como “el lucero de la mañana,” que sale justo antes del amanecer (Ap. 22:16); en Su aparición Él viene como el sol de justicia, que es el amanecer (Mal. 4:22But unto you that fear my name shall the Sun of righteousness arise with healing in his wings; and ye shall go forth, and grow up as calves of the stall. (Malachi 4:2)). En el rapto Él viene sin ninguna señal, porque los cristianos caminan por fe y no por vista (2 Co. 5:7); en la aparición Su venida estará rodeada de avisos porque los judíos buscarán una señal (Lc. 21:11; 25:27; 1 Co. 1:22). En la Biblia nunca se hace referencia a la venida del Señor en el rapto, como a la de un “ladrón en la noche,” pero sí se refiere a Su aparición como la de un ladrón en la noche (1 Ts. 5:2; 2 P. 3:10; Mt. 24:43; Ap. 3:3; 16:15). Tenemos la venida del Señor a los Suyos (Su primera venida, Jn. 1:10-1110He was in the world, and the world was made by him, and the world knew him not. 11He came unto his own, and his own received him not. (John 1:10‑11); He. 10:7), Su venida por los Suyos (el rapto, Jn. 14:2-3; 12In my Father's house are many mansions: if it were not so, I would have told you. I go to prepare a place for you. 3And if I go and prepare a place for you, I will come again, and receive you unto myself; that where I am, there ye may be also. (John 14:2‑3)
2The same was in the beginning with God. 3All things were made by him; and without him was not any thing made that was made. (John 1:2‑3) Ts. 4:15-18), y Su venida con los Suyos (la aparición, Jud. 14).
• Los cuerpos de los santos tomados arriba para encontrar al Señor en el rapto, experimentarán un tremendo cambio físico. Ellos no recibirán exactamente nuevos cuerpos sino más bien cuerpos cambiados (1 Co. 15:51-52; Fil. 3:21; Job 14:1414If a man die, shall he live again? all the days of my appointed time will I wait, till my change come. (Job 14:14)). Sus cuerpos serán glorificados como el del Señor Jesucristo cuando se apareció a Sus discípulos en la resurrección (Ro. 8:17,28-30; Fil. 3:21; Lc. 24:39).
• Los santos arrebatados en el rapto, también experimentarán un cambio moral permanente a semejanza de Cristo, y también un cambio físico en sus cuerpos. Este trabajo moral en los santos, el cual es efectuado por el trabajo silencioso del Espíritu de Dios, ya ha comenzado mientras ellos están aun en la tierra, pero se completará luego (Ro. 8:28-30; 2 Co. 3:18). Ellos serán como Cristo físicamente (Fil. 3:21) y moralmente (1 Jn. 3:22The same came to Jesus by night, and said unto him, Rabbi, we know that thou art a teacher come from God: for no man can do these miracles that thou doest, except God be with him. (John 3:2)). Esta será una condición permanente que continuará para siempre.
• La naturaleza pecaminosa y caída de los santos será erradicada. Nunca volverán a pecar de nuevo (He. 11:40; 12:23 — el término “hechos perfectos” se refiere a toda la persona: espíritu, alma y cuerpo; Nm. 24:2020And when he looked on Amalek, he took up his parable, and said, Amalek was the first of the nations; but his latter end shall be that he perish for ever. (Numbers 24:20): “Amalec” es el tipo de la carne — la naturaleza pecaminosa y caída).
• Los niños por debajo de la edad de ser considerados responsables por sus pecados, cuyos padres, o aún uno de ellos, sean redimidos, también subirán a encontrarse con el Señor en el aire (1 Co. 7:14, “santo”). Los incrédulos con sus hijos serán dejados para entrar en la tribulación. Estos niños que crecerán en la tribulación, tendrán la oportunidad de escuchar y creer el evangelio del reino que será predicado en aquellos días. Si alguno fuese muerto durante los siete años de tribulación, su alma estará segura con Cristo en el cielo (Mt. 18:10-11; 2 S. 12:23). Esto sería una gracia, porque si se los dejase crecer hasta la edad adulta, apartados del trabajo de la gracia de Dios, ellos serían como sus padres, incrédulos y rechazarían el evangelio, y consecuentemente vendrían a juicio (Gn. 19:1515And when the morning arose, then the angels hastened Lot, saying, Arise, take thy wife, and thy two daughters, which are here; lest thou be consumed in the iniquity of the city. (Genesis 19:15)). Al contrario de las ideas de algunas personas, el mundo no será vaciado de niños en el rapto. C. H. Brown solía decir: “Dios no se robará la cría del incrédulo en el rapto." El dejará familias intactas.
• El Espíritu de Dios será tomado fuera de esta tierra, con el poder con el cual trabaja en el presente (2 Ts. 2:6-7). Él habita en la Iglesia; éste es Su lugar de residencia (Ef. 2:22). El Señor prometió que Su Espíritu nunca dejaría a la Iglesia una vez que Él hubiera tomado morada en ella (Hch. 2:1-4; 1 Co. 12:13; Jn. 14:1616And I will pray the Father, and he shall give you another Comforter, that he may abide with you for ever; (John 14:16)). Cuando la Iglesia sea llamada a la gloria, el Espíritu también saldrá de este mundo para nunca más habitar en él otra vez. Esto no significa que el Espíritu dejará de trabajar sobre la tierra, pero de aquí en adelante trabajará en el mundo desde el cielo, tal como lo hizo antes de Pentecostés (en los tiempos del Antiguo Testamento). Continuará trabajando en una diversidad de acciones (Ap. 1:4) tales como vivificando almas, etc.
• Desde este tiempo en adelante, el esposo (Cristo), la esposa (la Iglesia) y los amigos del esposo (los santos del Antiguo Testamento, etc.) estarán juntos para siempre (1 Ts. 4:17; He. 11:40).
¡Qué placer común tendremos
En la gloria allí!
Yo al estar en Su presencia,
Y Él al verme a mí.
• La Iglesia no atravesará la tribulación. Será llevada a la gloria en el rapto. “Yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero” (Ap. 3:10). Vea el apéndice C para mayor discusión de este importante punto.
• Todos los puntos arriba mencionados tendrán lugar “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos” (1 Co. 15:51-56).