Conclusiones

Narrator: Luiz Genthree
Concluyo con unas pocas proposiciones:
1. El objetivo deseado es la congregación de todos los hijos de Dios.
2. Tan sólo el poder del Espíritu Santo puede llevar esto a cabo.
3. Ningún grupo de creyentes tiene necesidad de esperar hasta que este poder efectúe la unión de todos (siempre y cuando actúen en el espíritu de unidad que, si se llevase a cabo, uniría a todo el cuerpo de Cristo), porque tienen la promesa de que allí donde hay dos o tres congregados en nombre del Señor, Él está allí en medio de ellos, y dos o tres pueden actuar en base de esta promesa.
5. En el Nuevo Testamento se desconoce totalmente toda comisión humana para predicar el evangelio.
6. Tampoco tiene justificación alguna en el Nuevo Testamento la elección de presidentes ni de pastores. La elección de un presidente es un mero acto humano, totalmente sin autorización. Es una mera intervención de nuestra voluntariedad en lo que concierne a la iglesia de Dios, y es una acción repleta de malas consecuencias. La elección de pastores es una usurpación de la autoridad del Espíritu Santo, que distribuye los dones según Su voluntad. Gran pérdida tiene aquel que no recibe provecho del don que Dios da a otro. Allí donde se establecieron ancianos, ello fue bien por acción de los apóstoles, bien por los enviados de los apóstoles a las iglesias. Si la iglesia está en ruinas, Dios es suficiente incluso para este estado de ruina; Dios guiará y conducirá a Sus hijos, si andan en humildad y obediencia, sin pretender una obra a la que Dios no los ha llamado.
7. Es evidentemente el deber de un creyente separarse de toda acción que ve que no es conforme a la Palabra, aunque soportando a aquel que en ignorancia actúe mal. Y su deber le demanda esto, aunque su fidelidad le tenga que llevar a mantenerse en solitario, y aunque, como Abraham, se vea obligado a salir sin saber a dónde va.