¿Puedes Indicarme El Camino Al Cielo? [Folleto]

¿Puedes Indicarme El Camino Al Cielo?
PREVIEW YOUR CUSTOM IMPRINT HERE
Tract back page
English:
Can You Tell Me the Way to Heaven? Full Color Gospel Tract
Language:
Spanish
BTP#:
#42256
Cover:
Folleto a todo color
Page Size:
3.5" x 5.5"
Pages:
4 pages
Price:
Quantity
Price Each
1-24
$0.12
25-49
$0.09
50-99
$0.08
100-499
$0.07
500-999
$0.06
1,000-4,999
$0.05
5,000+
$0.04
Quantity
Price Each
100-999
$0.10
1,000+
$0.07
Note: The minimum quantity for this product with a custom imprint is 100.

Full Text of ¿Puedes indicarme el camino al cielo?

Durante la guerra estábamos defendiendo la trinchera transversal, cuando estalló una bomba muy cerca de nosotros. Zumbaron diversos fragmentos sobre nuestras cabezas y de pronto cayó Alberto muy mal herido. Jaimito y otro compañero saltaron al pozo para auxiliarlo, pero por la magnitud de las heridas, se dieron cuenta que ya no tenía esperanza de vida.

Era imposible conseguir atención médica, así que se limitaron a poner al pobre Alberto en una posición más confortable para que llegara su fin, acostándole sobre unos costales y un saco viejo en el fondo de la trinchera.

En los estertores de su agonía Alberto prorrumpió: “¿Me puedes indicar el camino al cielo?”

Jaimito se acercó diciéndole, “¿El camino al cielo? Lo siento mucho, pero no lo conozco, no obstante, para tu consolación, le preguntaré a los demás soldados.”

Se encaminó Jaimito por la trinchera explicando la angustiosa solicitud del moribundo de conocer el camino al cielo. ¡Dieciséis soldados no pudieron contestar la pregunta!

Tal vez en tiempo de paz se pueda dar una respuesta a tal pregunta de cómo llegar al cielo o qué hay después de la muerte. Pero en la trinchera con la muerte acechando a cada instante, cuando uno de los compañeros íntimos está muriendo lejos de su patria, sin tener a quien pedir consejo, y que urge el saber, el asunto es diferente. Ya no sirve nuestro propio pensamiento o la religión de otros, o la de nuestros padres, solamente se espera una respuesta verdadera con convicción.

La ansiosa pregunta de Alberto encontró eco cuando llegó al decimoséptimo soldado quien estaba vigilando solitario. Una ancha sonrisa y una cara iluminada acompañó sus palabras: “Sí, yo sé el camino al cielo.” Pero, agregó, “Estoy de guardia en la trinchera y no puedo dejar el puesto.” Sin embargo, afanosamente buscó en sus pantalones un Nuevo Testamento de bolsillo y lo entregó abierto al soldado, diciendo: “Aquí, en Juan 3:16, está subrayado cuál es el camino al cielo. Pon tu dedo en este versículo y dile que ése es el camino.”

La respuesta

Jaimito llegó corriendo e inclinándose, tocó suavemente el moribundo y le dijo: “Alberto, aquí tengo la respuesta, éste es el camino al cielo.” Lentamente el herido abrió sus ojos mientras Jaimito leyó despacio el versículo salvador: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Los ojos de Alberto estaban completamente abiertos y meditaba sobre lo que acababa de escuchar. Jaimito también con lágrimas corriendo por sus mejillas volvió a leer las palabras de vida. Una gran paz vino sobre el semblante pálido de Alberto mientras repetía boqueando: “Todo aquel … ” Meditó profundamente en las mismas palabras y se recostó satisfecho. Después de unos minutos con toda la energía que le quedaba levantó sus brazos hacia arriba exclamando, “Todo aquel … ” y luego le abandonaron las fuerzas y descansó en paz. ¡Qué cambio! De pleno campo de batalla el alma de Alberto pasó a estar con Cristo.

Queridos amigos, yo también era un soldado sin Dios, pero encontré el camino, y quiero asegurarlos que es la verdad: Jesús es el verdadero Salvador. Él dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). “Yo soy la puerta, el que por Mí entrare, será salvo” (Juan 10:9).

Jesucristo, el que murió por los injustos para llevarnos a Dios, es Él mismo quien está sentado a la diestra de Dios coronado de gloria y honra. Él es el único Salvador y el único camino hacia el cielo. Su preciosa sangre nos limpia de nuestros pecados.

No es suficiente saber que existe un camino al cielo, sino que usted por su propia cuenta tiene que tomar ese camino, tiene que entrar por la puerta, la cual es Cristo.

“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

“Todos los que en Él creyeron, recibirán perdón de pecados por Su nombre” (Hechos 10:43).

Quantity:

Other Formats

Expand/contract associated product
Full Color Gospel Tract: $7.00
Can You Tell Me the Way to Heaven?
BTP#:
#40508
Cover:
Full Color Gospel Tract
Pages:
4 pages
Price:
Quantity
Price Each
1-24
$0.12
25-49
$0.09
50-99
$0.08
100-499
$0.07
500-999
$0.06
1,000-4,999
$0.05
5,000+
$0.04