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Jeremiah 25

Jer. 25:26 KJV (With Strong’s)

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26
And alll the kings
melek (Hebrew #4428)
a king
KJV usage: king, royal.
Pronounce: meh'-lek
Origin: from 4427
of the north
tsaphown (Hebrew #6828)
from 6845; properly, hidden, i.e. dark; used only of the north as a quarter (gloomy and unknown)
KJV usage: north(-ern, side, -ward, wind).
Pronounce: tsaw-fone'
Origin: or tsaphon {tsaw-fone'}
, far
rachowq (Hebrew #7350)
from 7368; remote, literally or figuratively, of place or time; specifically, precious; often used adverbially (with preposition)
KJV usage: (a-)far (abroad, off), long ago, of old, space, great while to come.
Pronounce: raw-khoke'
Origin: or rachoq {raw-khoke'}
and near
qarowb (Hebrew #7138)
from 7126; near (in place, kindred or time)
KJV usage: allied, approach, at hand, + any of kin, kinsfold(-sman), (that is) near (of kin), neighbour, (that is) next, (them that come) nigh (at hand), more ready, short(-ly).
Pronounce: kaw-robe'
Origin: or qarob {kaw-robe'}
, one
'iysh (Hebrew #376)
a man as an individual or a male person; often used as an adjunct to a more definite term (and in such cases frequently not expressed in translation)
KJV usage: also, another, any (man), a certain, + champion, consent, each, every (one), fellow, (foot-, husband-)man, (good-, great, mighty) man, he, high (degree), him (that is), husband, man(-kind), + none, one, people, person, + steward, what (man) soever, whoso(-ever), worthy. Compare 802.
Pronounce: eesh
Origin: contracted for 582 (or perhaps rather from an unused root meaning to be extant)
with another
'ach (Hebrew #251)
a brother (used in the widest sense of literal relationship and metaphorical affinity or resemblance (like 1))
KJV usage: another, brother(-ly); kindred, like, other. Compare also the proper names beginning with "Ah-" or "Ahi-".
Pronounce: awkh
Origin: a primitive word
, and all the kingdoms
mamlakah (Hebrew #4467)
dominion, i.e. (abstractly) the estate (rule) or (concretely) the country (realm)
KJV usage: kingdom, king's, reign, royal.
Pronounce: mam-law-kaw'
Origin: from 4427
of the world
'erets (Hebrew #776)
the earth (at large, or partitively a land)
KJV usage: X common, country, earth, field, ground, land, X natins, way, + wilderness, world.
Pronounce: eh'-rets
Origin: from an unused root probably meaning to be firm
, which are upon the face
paniym (Hebrew #6440)
the face (as the part that turns); used in a great variety of applications (literally and figuratively); also (with prepositional prefix) as a preposition (before, etc.)
KJV usage: + accept, a-(be- )fore(-time), against, anger, X as (long as), at, + battle, + because (of), + beseech, countenance, edge, + employ, endure, + enquire, face, favour, fear of, for, forefront(-part), form(-er time, -ward), from, front, heaviness, X him(-self), + honourable, + impudent, + in, it, look(-eth) (- s), X me, + meet, X more than, mouth, of, off, (of) old (time), X on, open, + out of, over against, the partial, person, + please, presence, propect, was purposed, by reason of, + regard, right forth, + serve, X shewbread, sight, state, straight, + street, X thee, X them(-selves), through (+ - out), till, time(-s) past, (un-)to(-ward), + upon, upside (+ down), with(- in, + -stand), X ye, X you.
Pronounce: paw-neem'
Origin: plural (but always as singular) of an unused noun (paneh {paw-neh'}; from 6437)
of the earth
'adamah (Hebrew #127)
soil (from its general redness)
KJV usage: country, earth, ground, husband(-man) (-ry), land.
Pronounce: ad-aw-maw'
Origin: from 119
: and the king
melek (Hebrew #4428)
a king
KJV usage: king, royal.
Pronounce: meh'-lek
Origin: from 4427
of Sheshach
Sheshak (Hebrew #8347)
Sheshak, a symbol. name of Babylon
KJV usage: Sheshach.
Pronounce: shay-shak'
Origin: of foreign derivation
n shall drink
shathah (Hebrew #8354)
to imbibe (literally or figuratively)
KJV usage: X assuredly, banquet, X certainly, drink(-er, -ing), drunk (X -ard), surely. (Prop. intensive of 8248.)
Pronounce: shaw-thaw'
Origin: a primitive root
after
'achar (Hebrew #310)
properly, the hind part; generally used as an adverb or conjunction, after (in various senses)
KJV usage: after (that, -ward), again, at, away from, back (from, -side), behind, beside, by, follow (after, -ing), forasmuch, from, hereafter, hinder end, + out (over) live, + persecute, posterity, pursuing, remnant, seeing, since, thence(-forth), when, with.
Pronounce: akh-ar'
Origin: from 309
them.

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Cross References

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all the kings.
and the.
drink.
Jer. 25:12• 12Y será que, cuando fueren cumplidos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia y sobre aquella gente su maldad, ha dicho Jehová, y sobre la tierra de los Caldeos; y pondréla en desiertos para siempre. (Jer. 25:12)
;
Jer. 50:1‑51:64• 1Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los Caldeos, por mano de Jeremías profeta.
2Denunciad en las gentes, y haced saber; levantad también bandera: publicad, y no encubráis: decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodach; confundidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos.
3Porque subió contra ella gente del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more: moviéronse, se fueron.
4En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; é irán andando y llorando, y buscarán á Jehová su Dios.
5Preguntarán por el camino de Sión, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntaos á Jehová con pacto eterno, que jamás se ponga en olvido.
6Ovejas perdidas fueron mi pueblo: sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron: anduvieron de monte en collado, olvidáronse de sus majadas.
7Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron á Jehová morada de justicia, á Jehová, esperanza de sus padres.
8Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los Caldeos, y sed como los mansos delante del ganado.
9Porque he aquí que yo suscito y hago subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del aquilón; y desde allí se aparejarán contra ella, y será tomada: sus flechas como de valiente diestro, que no se tornará en vano.
10Y la Caldea será para presa: todos los que la saquearen, saldrán hartos, dice Jehová.
11Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os henchisteis como becerra de renuevos, y relinchasteis como caballos;
12Vuestra madre se avergonzó mucho, afrentóse la que os engendró; he aquí será la postrera de las gentes: desierto, sequedad, y páramo.
13Por la ira de Jehová no será habitada, sino que asolada será toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y silbará sobre todas sus plagas.
14Apercibíos contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas: porque pecó contra Jehová.
15Gritad contra ella en derredor; dió su mano; caído han sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.
16Talad de Babilonia sembrador, y el que tiene hoz en tiempo de la siega: delante de la espada opresora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.
17Ganado descarriado es Israel; leones lo amontonaron: el rey de Asiria lo devoró el primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó el postrero.
18Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al rey de Babilonia y á su tierra como visité al rey de Asiria.
19Y volveré á traer á Israel á su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Ephraim y de Galaad se hartará su alma.
20En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no parecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán: porque perdonaré á los que yo hubiere dejado.
21Sube contra la tierra de Merathaim, contra ella, y contra los moradores de Pekod: destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme á todo lo que yo te he mandado.
22Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande.
23Cómo fué cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! cómo se tornó Babilonia en desierto entre las gentes!
24Púsete lazos, y aun fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste: fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste á Jehová.
25Abrió Jehová tu tesoro, y sacó los vasos de su furor: porque esta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los Caldeos.
26Venid contra ella desde el cabo de la tierra: abrid sus almacenes: hacedla montones, y destruidla: no le queden reliquias.
27Matad todos sus novillos; vayan al matadero: ay de ellos! que venido es su día, el tiempo de su visitación.
28Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para dar las nuevas en Sión de la venganza de Jehová nuestro Dios, de la venganza de su templo.
29Haced juntar sobre Babilonia flecheros, á todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno: pagadle según su obra; conforme á todo lo que ella hizo, haced con ella: porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel.
30Por tanto sus mancebos caerán es sus plazas, y todos su hombres de guerra serán talados en aquel día, dice Jehová.
31He aquí yo contra ti, oh soberbio, dice el Señor Jehová de los ejércitos: porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré.
32Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante: y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.
33Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente: y todos los que los tomaron cautivos, se los retuvieron; no los quisieron soltar.
34El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre: de cierto abogará la causa de ellos, para hacer quietar la tierra, y turbar los moradores de Babilonia.
35Cuchillo sobre los Caldeos, dice Jehová, y sobre los moradores de Babilonia, y sobre sus príncipes, y sobre sus sabios.
36Cuchillo sobre los adivinos, y se atontarán; cuchillo sobre sus valientes, y serán quebrantados.
37Cuchillo sobre sus caballos, y sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella, y serán como mujeres: cuchillo sobre sus tesoros, y serán saqueados.
38Sequedad sobre sus aguas, y secaránse: porque tierra es de esculturas, y en ídolos enloquecen.
39Por tanto, allí morarán bestias monteses con lobos, morarán también en ella pollos de avestruz: y no más será poblada para siempre, ni se habitará de generación en generación.
40Como en el trastornamiento de Dios á Sodoma y á Gomorra y á sus ciudades vecinas, dice Jehová, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.
41He aquí viene un pueblo del aquilón; y una nación grande, y muchos reyes se levantarán de los lados de la tierra.
42Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz sonará como la mar, y montarán sobre caballos: apercibirse han como hombre á la pelea, contra ti, oh hija de Babilonia.
43Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron: angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.
44He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán á la morada fuerte: porque muy pronto le haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré: porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿ó quién será aquel pastor que me podrá resistir?
45Por tanto, oid el consejo de Jehová, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha formado sobre la tierra de los Caldeos: Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.
46Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las gentes.
1Así ha dicho Jehová: He aquí que yo levanto sobre Babilonia, y sobre sus moradores que se levantan contra mí, un viento destruidor.
2Y enviaré á Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque serán contra ella de todas partes en el día del mal.
3Diré al flechero que entesa su arco, y al que se pone orgulloso con su loriga: No perdonéis á sus mancebos, destruid todo su ejército.
4Y caerán muertos en la tierra de los Caldeos, y alanceados en sus calles.
5Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra fué llena de pecado contra el Santo de Israel.
6Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su alma, porque no perezcáis á causa de su maldad: porque el tiempo es de venganza de Jehová; darále su pago.
7Vaso de oro fué Babilonia en la mano de Jehová, que embriaga toda la tierra: de su vino bebieron las gentes; aturdiéronse por tanto las naciones.
8En un momento cayó Babilonia, y despedazóse: aullad sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, quizá sanará.
9Curamos á Babilonia, y no ha sanado: dejadla, y vámonos cada uno á su tierra; porque llegado ha hasta el cielo su juicio, y alzádose hasta las nubes.
10Jehová sacó á luz nuestras justicias: venid, y contemos en Sión la obra de Jehová nuestro Dios.
11Limpiad las saetas, embrazad los escudos: despertado ha Jehová el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es de Jehová, venganza de su templo.
12Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó Jehová, y aun pondrá en efecto lo que ha dicho sobre los moradores de Babilonia.
13La que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, venido ha tu fin, la medida de tu codicia.
14Jehová de los ejércitos juró por su vida, diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y levantarán contra ti gritería.
15El es el que hizo la tierra con su fortaleza, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con inteligencia;
16El que da con su voz muchedumbre de aguas del cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; él hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros.
17Todo hombre se ha infatuado y es sin ciencia: avergüénzase todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene espíritu.
18Vanidad son, obra de irrisiones; en el tiempo de su visitación perecerán.
19No es como ellos la parte de Jacob: porque él es el Formador de todo; é Israel es la vara de su heredad: Jehová de los ejércitos es su nombre.
20Martillo me sois, y armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentes, y por medio de ti desharé reinos;
21Y por tu medio quebrantaré caballos y sus cabalgadores, y por medio de ti quebrantaré carros y los que en ellos suben;
22Asimismo por tu medio quebrantaré hombres y mujeres, y por medio de ti quebrantaré viejos y mozos, y por tu medio quebrantaré mancebos y vírgenes:
23También quebrantaré por medio de ti al pastor y á su manada: quebrantaré por tu medio á labradores y sus yuntas; y duques y príncipes quebrantaré por medio de ti.
24Y pagaré á Babilonia y á todos los moradores de Caldea, todo el mal de ellos que hicieron en Sión delante de vuestros ojos, dice Jehová.
25He aquí yo contra ti, oh monte destruidor, dice Jehová, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano sobre ti, y te haré rodar de las peñas, y te tornaré monte quemado.
26Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuos asolamientos serás, ha dicho Jehová.
27Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, apercibid gentes contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Minni, y de Aschênaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.
28Apercibid contra ella gentes; á reyes de Media, á sus capitanes, y á todos sus príncipes, y á toda la tierra de su señorío.
29Y temblará la tierra, y afligiráse; porque confirmado es contra Babilonia todo el pensamiento de Jehová, para poner la tierra de Babilonia en soledad, y que no haya morador.
30Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, estuviéronse en sus fuertes: faltóles su fortaleza, tornáronse como mujeres: encendiéronse sus casas, quebráronse sus cerrojos.
31Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para noticiar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes:
32Y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados á fuego, y consternáronse los hombres de guerra.
33Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como parva; tiempo es ya de trillarla: de aquí á poco le vendrá el tiempo de la siega.
34Comióme, desmenuzóme Nabucodonosor rey de Babilonia; paróme como vaso vacío, tragóme como dragón, hinchió su vientre de mis delicadezas, y echóme.
35Sobre Babilonia la violencia contra mí y mi carne, dirá la moradora de Sión; y mi sangre sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalem.
36Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que quede seca su corriente.
37Y será Babilonia para montones, morada de chacales, espanto y silbo, sin morador.
38A una rugirán como leones; como cachorros de leones bramarán.
39En su calor les pondré sus banquetes; y haréles que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dice Jehová.
40Hacerlos he traer como corderos al matadero, como carneros con cabritos.
41Cómo fué presa Sesach, y fué tomada la que era alabada por toda la tierra! -Cómo fué Babilonia por espanto entre las gentes!
42Subió la mar sobre Babilonia; de la multitud de sus ondas fué cubierta.
43Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.
44Y visitaré á Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado: y no vendrán más á él gentes; y el muro de Babilonia caerá.
45Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor de Jehová.
46Y porque no desmaye vuestro corazón, y temáis á causa de la fama que se oirá por la tierra, en un año vendrá la fama, y después en otro año el rumor, y la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea.
47Por tanto, he aquí vienen días que yo visitaré las esculturas de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.
48Y los cielos y la tierra, y todo lo que está en ellos, darán alabanzas sobre Babilonia: porque del aquilón vendrán sobre ella destruidores, dice Jehová.
49Pues que Babilonia fué causa que cayesen muertos de Israel, también de Babilonia caerán muertos de toda la tierra.
50Los que escapasteis del cuchillo, andad, no os detengais; acordaos por muchos días de Jehová, y acordaos de Jerusalem.
51Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta: confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová.
52Por tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, que yo visitaré sus esculturas, y en toda su tierra gemirán los heridos.
53Si subiese Babilonia al cielo, y si fortaleciere en lo alto su fuerza, de mí vendrán á ella destruidores, dice Jehová.
54Sonido de grito de Babilonia, y quebrantamiento grande de la tierra de los Caldeos!
55Porque Jehová destruye á Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas, como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos:
56Porque vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron presos, el arco de ellos fué quebrado: porque Jehová, Dios de retribuciones, dará la paga.
57Y embriagaré sus príncipes y sus sabios, sus capitanes y sus nobles y sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
58Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia será derribado enteramente, y sus altas puertas serán quemadas á fuego; y en vano trabajarán pueblos y gentes en el fuego, y se cansarán.
59Palabra que envió Jeremías profeta á Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedechîas rey de Judá á Babilonia, el cuarto año de su reinado. Y era Seraías el principal camarero.
60Escribió pues Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.
61Y dijo Jeremías á Seraías: Cuando llegares á Babilonia, y vieres y leyeres todas estas cosas,
62Dirás: Oh Jehová, tú has dicho contra este lugar que lo habías de talar, hasta no quedar en él morador, ni hombre ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado.
63Y será que cuando acabares de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates:
64Y dirás: Así será anegada Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí son las palabras de Jeremías.
(Jer. 50:1‑51:64)
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Is. 13:1‑14:32• 1Carga de Babilonia, que vió Isaías, hijo de Amoz.
2Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz á ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes.
3Yo mandé á mis santificados, asimismo llamé á mis valientes para mi ira, á los que se alegran con mi gloria.
4Murmullo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; murmullo de ruido de reinos, de gentes reunidas: Jehová de los ejércitos ordena las tropas de la batalla.
5Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra.
6Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
7Por tanto, se enervarán todas la manos, y desleiráse todo corazón de hombre:
8Y se llenarán de terror; angustias y dolores los comprenderán; tendrán dolores como mujer de parto; pasmaráse cada cual al mirar á su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
9He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de saña y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
10Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre; y el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor.
11Y visitaré la maldad sobre el mundo, y sobre los impíos su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
12Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ophir al hombre.
13Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor.
14Y será que como corza amontada, y como oveja sin pastor, cada cual mirará hacia su pueblo, y cada uno huirá á su tierra.
15Cualquiera que fuere hallado, será alanceado; y cualquiera que á ellos se juntare, caerá á cuchillo.
16Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres.
17He aquí que yo despierto contra ellos á los Medos, que no curarán de la plata, ni codiciarán oro.
18Y con arcos tirarán á los niños, y no tendrán misericordia de fruto de vientre, ni su ojo perdonará á hijos.
19Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los Caldeos, será como Sodoma y Gomorra, á las que trastornó Dios.
20Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; ni hincará allí tienda el Arabe, ni pastores tendrán allí majada:
21Sino que dormirán allí bestias fieras, y sus casas se llenarán de hurones, allí habitarán hijas del buho, y allí saltarán peludos.
22Y en sus palacios gritarán gatos cervales, y chacales en sus casas de deleite: y abocado está á venir su tiempo, y sus días no se alargarán.
1Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá á Israel, y les hará reposar en su tierra: y á ellos se unirán extranjeros, y allegaránse á la familia de Jacob.
2Y los tomarán los pueblos, y traeránlos á su lugar: y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová: y cautivarán á los que los cautivaron, y señorearán á los que los oprimieron.
3Y será en el día que Jehová te diera reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir,
4Que levantarás esta parábola sobre el rey de Babilonia, y dirás: Cómo paró el exactor, cómo cesó la ciudad codiciosa del oro!
5Quebrantó Jehová el bastón de los impíos, el cetro de los señores;
6Al que con ira hería los pueblos de llaga permanente, el cual se enseñoreaba de las gentes con furor, y las perseguía con crueldad.
7Descansó, sosegó toda la tierra: cantaron alabanza.
8Aun las hayas se holgaron de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
9El infierno abajo se espantó de ti; te despertó muertos que en tu venida saliesen á recibirte, hizo levantar de sus sillas á todos los príncipes de la tierra, á todos los reyes de las naciones.
10Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también enfermaste como nosotros, y como nosotros fuiste?
11Descendió al sepulcro tu soberbia, y el sonido de tus vihuelas: gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
12Cómo caiste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas las gentes.
13Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto á las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, á los lados del aquilón;
14Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
15Mas tú derribado eres en el sepulcro, á los lados de la huesa.
16Inclinarse han hacia ti los que te vieren, te considerarán diciendo: ¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;
17Que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades; que á sus presos nunca abrió la cárcel?
18Todos los reyes de las gentes, todos ellos yacen con honra cada uno en su casa.
19Mas tú echado eres de tu sepulcro como tronco abominable, como vestido de muertos pasados á cuchillo, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado.
20No serás contado con ellos en la sepultura: porque tú destruiste tu tierra, mataste tu pueblo. No será nombrada para siempre la simiente de los malignos.
21Aparejad sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres: no se levanten, ni posean la tierra, é hinchan la haz del mundo de ciudades.
22Porque yo me levantaré sobre ellos, dice Jehová de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y las reliquias, hijo y nieto, dice Jehová.
23Y convertiréla en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y la barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos.
24Jehová de los ejércitos juró, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado:
25Que quebrantaré al Asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro.
26Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra; y ésta, la mano extendida sobre todas las gentes.
27Porque Jehová de los ejércitos ha determinado: ¿y quién invalidará? Y su mano extendida, ¿quién la hará tornar?
28En el año que murió el rey Achâz fué esta carga:
29No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá basilisco, y su fruto, ceraste volador.
30Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguramente: mas yo haré morir de hambre tu raíz, y mataré tus reliquias.
31Aulla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás toda tú, Filistea: porque humo vendrá de aquilón, no quedará uno solo en sus asambleas.
32¿Y qué se responderá á los mensajeros de la gentilidad? Que Jehová fundó á Sión, y que á ella se acogerán los afligidos de su pueblo.
(Is. 13:1‑14:32)
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Is. 47:1‑15• 1Desciende, y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia, siéntate en la tierra sin trono, hija de los Caldeos: que nunca más te llamarán tierna y delicada.
2Toma el molino, y muele harina: descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los ríos.
3Descubierta será tu vergüenza, y tu deshonor será visto: tomaré venganza, y no encontraré hombre.
4Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
5Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los Caldeos: porque nunca más te llamarán señora de reinos.
6Enojéme contra mi pueblo, profané mi heredad, y entreguélos en tu mano: no les hiciste misericordias; sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.
7Y dijiste: Para siempre seré señora: y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.
8Oye pues ahora esto, delicada, la que está sentada confiadamente, la que dice en su corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad.
9Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez: en toda su perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus adivinanzas, y por la copia de tus muchos agüeros.
10Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y no más.
11Vendrá pues sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás: caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar: y destrucción que no sabrás, vendrá de repente sobre ti.
12Estáte ahora en tus encantamentos, y con la multitud de tus agüeros, en los cuales te fatigaste desde tu niñez; quizá podrás mejorarte, quizá te fortificarás.
13Haste fatigado en la multitud de tus consejos. Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
14He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre á la cual se sienten.
15Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, tus negociantes desde tu niñez: cada uno echará por su camino, no habrá quien te salve.
(Is. 47:1‑15)
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Dn. 5:1‑31• 1El rey Belsasar hizo un gran banquete á mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino.
2Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalem; para que bebiesen con ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.
3Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, y bebieron con ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.
4Bebieron vino, y alabaron á los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra.
5En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.
6Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y desatáronse las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.
7El rey clamó en alta voz que hiciesen venir magos, Caldeos, y adivinos. Habló el rey, y dijo á los sabios de Babilonia: Cualquiera que leyere esta escritura, y me mostrare su declaración, será vestido de púrpura, y tendrá collar de oro á su cuello; y en el reino se enseñoreará el tercero.
8Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, y no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración.
9Entonces el rey Belsasar fué muy turbado, y se le mudaron sus colores y alteráronse sus príncipes.
10La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró á la sala del banquete. Y habló la reina, y dijo: Rey, para siempre vive, no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden:
11En tu reino hay un varón, en el cual mora el espíritu de los dioses santos; y en los días de tu padre se halló en él luz é inteligencia y sabiduría, como ciencia de los dioses: al cual el rey Nabucodonosor, tu padre, el rey tu padre constituyó príncipe sobre todos los magos, astrólogos, Caldeos, y adivinos:
12Por cuanto fué hallado en él mayor espíritu, y ciencia, y entendimiento, interpretando sueños, y declarando preguntas, y deshaciendo dudas, es á saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese pues ahora á Daniel, y él mostrará la declaración.
13Entonces Daniel fué traído delante del rey. Y habló el rey, y dijo á Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?
14Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, y entendimiento y mayor sabiduría.
15Y ahora fueron traídos delante de mí, sabios, astrólogos, que leyesen esta escritura, y me mostrasen su interpretación: pero no han podido mostrar la declaración del negocio.
16Yo pues he oído de ti que puedes declarar las dudas, y desatar dificultades. Si ahora pudieres leer esta escritura, y mostrarme su interpretación, serás vestido de púrpura, y collar de oro tendrás en tu cuello, y en el reino serás el tercer señor.
17Entonces Daniel respondió, y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y tus presentes dalos á otro. La escritura yo la leeré al rey, y le mostraré la declaración.
18El altísimo Dios, oh rey, dió á Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la honra:
19Y por la grandeza que le dió, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. Los que él quería mataba, y daba vida á los que quería: engrandecía á los que quería, y á los que quería humillaba.
20Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en altivez, fué depuesto del trono de su reino, y traspasaron de él la gloria:
21Y fué echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fué puesto con las bestias, y con los asnos monteses fué su morada. Hierba le hicieron comer, como á buey, y su cuerpo fué bañado con el rocío del cielo, hasta que conoció que el altísimo Dios se enseñorea del reino de los hombres, y que pondrá sobre él al que quisiere.
22Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto:
23Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, é hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: demás de esto, á dioses de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza: y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
24Entonces de su presencia fué enviada la palma de la mano que esculpió esta escritura.
25Y la escritura que esculpió es: MENE, MENE, TEKEL, UPHARSIN.
26La declaración del negocio es: MENE: Contó Dios tu reino, y halo rematado.
27TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.
28PERES: Tu reino fué rompido, y es dado á Medos y Persas.
29Entonces, mandándolo Belsasar, vistieron á Daniel de púrpura, y en su cuello fué puesto un collar de oro, y pregonaron de él que fuese el tercer señor en el reino.
30La misma noche fué muerto Belsasar, rey de los Caldeos.
31Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
(Dn. 5:1‑31)
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Hab. 2:16• 16Haste llenado de deshonra más que de honra: bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria. (Hab. 2:16)
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Ap. 18:1‑24• 1Y después de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la tierra fué alumbrada de su gloria.
2Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de todas aves sucias y aborrecibles.
3Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas;
5Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
6Tornadle á dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que ella os dió á beber, dadle á beber doblado.
7Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto.
8Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará.
9Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio,
10Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!
11Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:
12Mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino fino, y de escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro, y de mármol;
13Y canela, y olores, y ungüentos, y de incienso, y de vino, y de aceite; y flor de harina y trigo, y de bestias, y de ovejas; y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres.
14Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado, y nunca más las hallarás.
15Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido, se pondrán lejos de ella por el temor de su tormento, llorando y lamentando,
16Y diciendo: Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
17Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo patrón, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos;
18Y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante á esta gran ciudad?
19Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en la mar se habían enriquecido de sus riquezas; que en una hora ha sido desolada!
20Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella.
21Y un ángel fuerte tomó una piedra como una grande piedra de molino, y la echó en la mar, diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamás será hallada.
22Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y el sonido de muela no será más en ti oído:
23Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías todas las gentes han errado.
24Y en ella fué hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.
(Ap. 18:1‑24)

J. N. Darby Translation

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26
and all the kings of the north, far and near, one with another; and all the kingdoms of the world, which are upon the face of the earth; and the king of Sheshachf shall drink after them.

JND Translation Notes

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f
An enigmatical name for Babel, formed by reversing the order of the Hebrew letters. see ch. 51.41, also 51.1, and Note.