Otra área en la que las supuestas iglesias de la cristiandad se han apartado del orden de Dios es en el lugar y el ministerio de las hermanas. Se nos podría preguntar: “¿Cree usted que una mujer puede ser ministra?” A lo que respondemos: “Sí, porque la Escritura lo dice”. Romanos 16:11I commend unto you Phebe our sister, which is a servant of the church which is at Cenchrea: (Romans 16:1) dice: “Encomiéndoos empero á Febe nuestra hermana, la cual es diaconisa [ministra] de la iglesia que está en Cencreas”. De hecho, creemos que Dios quiere que todas las hermanas de la Iglesia sean ministras, es decir, en el sentido bíblico de la palabra. Sin embargo, si hablamos de la palabra “ministro” en el sentido convencional, que asume la falsa posición del clero, no creemos en absoluto que una hermana —o incluso un hermano— debería tener tal lugar. Está bastante claro en las Escrituras que el papel que desempeñan las mujeres en la Iglesia no es algo público.
En cuanto a la oración pública, la Biblia dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar” (1 Timoteo 2:88I will therefore that men pray every where, lifting up holy hands, without wrath and doubting. (1 Timothy 2:8)). Dios no dice esto para las mujeres. Ellas sí deben orar, por supuesto, pero no en todo lugar, lo que incluiría el sentido público.
En cuanto a la enseñanza o la predicación, la Palabra de Dios dice: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley dice” (1 Corintios 14:34-3834Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. 35And if they will learn any thing, let them ask their husbands at home: for it is a shame for women to speak in the church. 36What? came the word of God out from you? or came it unto you only? 37If any man think himself to be a prophet, or spiritual, let him acknowledge that the things that I write unto you are the commandments of the Lord. 38But if any man be ignorant, let him be ignorant. (1 Corinthians 14:34‑38)). Y también: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito á la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adam fué formado el primero, después Eva; y Adam no fué engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino á ser envuelta en transgresión” (1 Timoteo 2:11-1411Let the woman learn in silence with all subjection. 12But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. 13For Adam was first formed, then Eve. 14And Adam was not deceived, but the woman being deceived was in the transgression. (1 Timothy 2:11‑14)). Si las mujeres debieran ministrar la Palabra públicamente en la asamblea, Pablo las hubiera incluido en sus instrucciones para el ministerio público. En 1 Corintios 14:29,29Let the prophets speak two or three, and let the other judge. (1 Corinthians 14:29) donde da esas instrucciones dice: “Asimismo, los profetas hablen ... ”. No dice: “las profetisas hablen”. De hecho, en la iglesia de Tiatira había una mujer que había asumido la función de enseñar, pero el Señor dio su desaprobación al respecto, diciendo: “Mas tengo unas pocas cosas contra ti: porque permites aquella mujer Jezabel (que se dice profetisa) enseñar” (Apocalipsis 2:2020Notwithstanding I have a few things against thee, because thou sufferest that woman Jezebel, which calleth herself a prophetess, to teach and to seduce my servants to commit fornication, and to eat things sacrificed unto idols. (Revelation 2:20)).
Asimismo, cuando se trata de ejercer la autoridad en los asuntos administrativos de una asamblea local, la Palabra de Dios dice que los que están en ese lugar deben ser “maridos de una mujer” (1 Timoteo 3:22A bishop then must be blameless, the husband of one wife, vigilant, sober, of good behavior, given to hospitality, apt to teach; (1 Timothy 3:2)). Por lo tanto, para ser un sobreveedor/anciano uno debe ser un marido, es decir, un hermano. Respecto a esto, la Palabra de Dios dice: “Y se juntaron los apóstoles y los ancianos para conocer de este negocio” (Hechos 15:66And the apostles and elders came together for to consider of this matter. (Acts 15:6)). No se menciona que las mujeres (o los jóvenes) estuvieran involucradas en este trabajo administrativo. Además, cuando esos hombres se reunieron para considerar esos asuntos administrativos, Pedro les habló diciendo: “Varones hermanos, vosotros sabéis ... ” (Hechos 15:77And when there had been much disputing, Peter rose up, and said unto them, Men and brethren, ye know how that a good while ago God made choice among us, that the Gentiles by my mouth should hear the word of the gospel, and believe. (Acts 15:7)). No se dirigió a las mujeres porque no había allí. Esto muestra que las mujeres, aunque son una parte importante de la asamblea, no eran parte del liderazgo administrativo en la asamblea local. La Escritura habla de “varones principales entre los hermanos” (Hechos 15:2222Then pleased it the apostles and elders, with the whole church, to send chosen men of their own company to Antioch with Paul and Barnabas; namely, Judas surnamed Barsabas, and Silas, chief men among the brethren: (Acts 15:22)), pero nunca habla de que las mujeres sean principales entre los hermanos. Ellas no deben “tomar autoridad sobre el hombre” (1 Timoteo 2:1212But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. (1 Timothy 2:12)).
El ministerio de las hermanas
Está claro entonces que la Escritura afirma que las hermanas no deben tener el papel del ministerio público, sin embargo, tienen un tremendo ministerio que realizar para el Señor, que los hombres a menudo no pueden hacer. Su ministerio es en una esfera privada o doméstica; no tienen necesidad de competir con los hermanos en su esfera de ministerio público y administración. La Escritura dice: “Que las viejas ... enseñen á las mujeres jóvenes á ser prudentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos, a ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos: porque la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:4-54That they may teach the young women to be sober, to love their husbands, to love their children, 5To be discreet, chaste, keepers at home, good, obedient to their own husbands, that the word of God be not blasphemed. (Titus 2:4‑5)). Y: “Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa ... ” (1 Timoteo 5:1414I will therefore that the younger women marry, bear children, guide the house, give none occasion to the adversary to speak reproachfully. (1 Timothy 5:14)). “Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa” (Salmo 128:33Thy wife shall be as a fruitful vine by the sides of thine house: thy children like olive plants round about thy table. (Psalm 128:3)). Se podrían citar aquí muchas otras Escrituras para mostrar que la esfera en la que las hermanas deben ministrar es el círculo doméstico.
Qué triste es ver que este orden no se guarda en casi todas las asambleas cristianas de hoy. Las mujeres están predicando y enseñando desde los púlpitos y están en posiciones de liderazgo en varias supuestas iglesias. Las Escrituras que hemos citado son explicadas o consideradas como anticuadas y prejuiciosas. Muy a menudo vemos un orden inverso en las funciones del ministerio para los hermanos y hermanas. Por ejemplo, oímos que hermanos (en el papel de pastor) hablan en privado con mujeres de la iglesia (a menudo mujeres jóvenes) con el propósito de aconsejarlas con respecto a sus vidas personales. Y luego, con demasiada frecuencia, caen en alguna inmoralidad que deshonra al Señor. Un informe que tenemos nos dice que más del 80% de los hombres en “el ministerio” que han caído en inmoralidad, ¡fue a causa de estas sesiones de orientación! Mucho de esto no ocurriría si las mujeres en la Iglesia cumpliesen con el ministerio que Dios les dio.
La Escritura indica que este tipo de orientación personal de mujeres no es un ministerio para los hermanos; al contrario, pertenece a las hermanas, preferiblemente a las hermanas mayores. Esto se enseña en la epístola de Pablo a Tito. Entre otras cosas (elegir a sobreveedores, etc.), Tito debía transmitir una palabra de exhortación a cada clase de creyentes en Creta. Había algo que debía entregar a “los viejos”, a “las viejas”, a “las jóvenes”, a “los mancebos” y a los “siervos” (Tito 2:1-101But speak thou the things which become sound doctrine: 2That the aged men be sober, grave, temperate, sound in faith, in charity, in patience. 3The aged women likewise, that they be in behavior as becometh holiness, not false accusers, not given to much wine, teachers of good things; 4That they may teach the young women to be sober, to love their husbands, to love their children, 5To be discreet, chaste, keepers at home, good, obedient to their own husbands, that the word of God be not blasphemed. 6Young men likewise exhort to be sober minded. 7In all things showing thyself a pattern of good works: in doctrine showing uncorruptness, gravity, sincerity, 8Sound speech, that cannot be condemned; that he that is of the contrary part may be ashamed, having no evil thing to say of you. 9Exhort servants to be obedient unto their own masters, and to please them well in all things; not answering again; 10Not purloining, but showing all good fidelity; that they may adorn the doctrine of God our Saviour in all things. (Titus 2:1‑10)). Tito debía dar estos mensajes personalmente a cada uno, excepto a las jóvenes. Pablo le indicó específicamente que dijera a las hermanas mayores que les transmitieran ese mensaje. Ese trabajo pastoral no era una esfera de ministerio para Tito. W. Kelly dijo: “Podemos observar la manera sabia y santa en que se le dice a este último [a Tito] que amoneste a las jóvenes, no directamente, sino a través de las ancianas de su mismo sexo”. Si un hermano ha de estar involucrado en tal orientación, sería con su esposa. Este es sólo un ejemplo de un ministerio que Dios ha dado a las hermanas y que no se da a los hermanos.
Las hermanas que han aceptado el orden de Dios en cuanto a su esfera de ministerio han encontrado una paz y una satisfacción en hacer la voluntad de Dios que sobrepasa todo entendimiento.
Tres razones por las que las hermanas tienen un lugar subordinado en el cristianismo
Nos damos cuenta de que esto no es popular hoy en día, y será particularmente difícil de aceptar para aquellos que se inclinan hacia la filosofía del Movimiento de Liberación de las Mujeres. Independientemente de la filosofía popular de hoy, la Biblia da al menos tres razones por las que las hermanas deben tener un lugar de sumisión en el cristianismo. Después de que el apóstol Pablo habla del lugar de la hermana en la casa de Dios en 1 Timoteo 2:9-12,9In like manner also, that women adorn themselves in modest apparel, with shamefacedness and sobriety; not with broided hair, or gold, or pearls, or costly array; 10But (which becometh women professing godliness) with good works. 11Let the woman learn in silence with all subjection. 12But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. (1 Timothy 2:9‑12) nos dice las razones del por qué, usando la palabra “Porque” en el siguiente versículo (versículo 13).
1) Por la creación
“Porque Adam fué formado el primero, después Eva” (1 Timoteo 2:1313For Adam was first formed, then Eve. (1 Timothy 2:13)). Dios pudo haber hecho al hombre y a la mujer al mismo tiempo, pero eligió hacer primero a Adán. Lo hizo para indicar que Su intención desde el principio era que el hombre ocupara el lugar de líder en la creación. Los hombres no han tomado ni se han apropiado de ese lugar, como algunos piensan; les fue dado por Dios. Además, el hecho de que Dios hiciera al hombre el género más fuerte de los dos también indica que Su intención era que el hombre ocupara el lugar de líder (1 Pedro 3:77Likewise, ye husbands, dwell with them according to knowledge, giving honor unto the wife, as unto the weaker vessel, and as being heirs together of the grace of life; that your prayers be not hindered. (1 Peter 3:7)). También, la constitución misma de la mujer es en gran medida emocional. Esto es muy necesario para su esfera de servicio dada por Dios, pero puede ser desastroso en la administración y otras responsabilidades de liderazgo donde las emociones deben mantenerse bajo control. Él dio la mujer al hombre para que fuera su ayuda y complemento, no su rival (Génesis 2:1818And the Lord God said, It is not good that the man should be alone; I will make him an help meet for him. (Genesis 2:18); 1 Corintios 11:99Neither was the man created for the woman; but the woman for the man. (1 Corinthians 11:9)). Los dos se complementan maravillosamente, cuando operan en los lugares que Dios les ha dado.
2) Por el juicio gubernamental
“Y Adam no fué engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino á ser envuelta en transgresión” (1 Timoteo 2:1414And Adam was not deceived, but the woman being deceived was in the transgression. (1 Timothy 2:14)). Pablo da una segunda razón. Cuando Eva actuó de manera independiente, y tomó el liderazgo en la casa de Adán, llegó el fracaso. Su lugar a partir de ese momento sería el de la sujeción a su marido. Fue el juicio gubernamental de Dios sobre ella. Esto puede parecer un poco severo, sin embargo, el Señor dijo a la mujer: “Y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:1616Unto the woman he said, I will greatly multiply thy sorrow and thy conception; in sorrow thou shalt bring forth children; and thy desire shall be to thy husband, and he shall rule over thee. (Genesis 3:16)). La hermana que reconoce este lugar que Dios le ha dado, y se somete a Su voluntad, ella puede ser una verdadera bendición (Salmo 128:3: “lleva fruto”). En las Escrituras, las mujeres que se negaron a aceptar el lugar que Dios les había dado, que tomaron la delantera en las cosas, por lo general causaron confusión y ruina (Génesis 3:66And when the woman saw that the tree was good for food, and that it was pleasant to the eyes, and a tree to be desired to make one wise, she took of the fruit thereof, and did eat, and gave also unto her husband with her; and he did eat. (Genesis 3:6); 1 Reyes 21:2525But there was none like unto Ahab, which did sell himself to work wickedness in the sight of the Lord, whom Jezebel his wife stirred up. (1 Kings 21:25); 2 Reyes 11:33And he was with her hid in the house of the Lord six years. And Athaliah did reign over the land. (2 Kings 11:3); Mateo 13:3333Another parable spake he unto them; The kingdom of heaven is like unto leaven, which a woman took, and hid in three measures of meal, till the whole was leavened. (Matthew 13:33); Apocalipsis 2:2020Notwithstanding I have a few things against thee, because thou sufferest that woman Jezebel, which calleth herself a prophetess, to teach and to seduce my servants to commit fornication, and to eat things sacrificed unto idols. (Revelation 2:20); 1 Corintios 14:33-3433For God is not the author of confusion, but of peace, as in all churches of the saints. 34Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:33‑34)). No debemos pensar que los tratos gubernamentales de Dios han sido sólo sobre la mujer. El hombre también está bajo el juicio gubernamental de Dios; y debe someterse en el lugar en que ha sido puesto. Desde la caída de Adán, el hombre ha sido responsable de trabajar laboriosamente para proveer alimento y techo a la mujer con la que se casa, y a su hogar (Génesis 3:17-1917And unto Adam he said, Because thou hast hearkened unto the voice of thy wife, and hast eaten of the tree, of which I commanded thee, saying, Thou shalt not eat of it: cursed is the ground for thy sake; in sorrow shalt thou eat of it all the days of thy life; 18Thorns also and thistles shall it bring forth to thee; and thou shalt eat the herb of the field; 19In the sweat of thy face shalt thou eat bread, till thou return unto the ground; for out of it wast thou taken: for dust thou art, and unto dust shalt thou return. (Genesis 3:17‑19)). El hombre que no lo hace es peor que un infiel (1 Timoteo 5:88But if any provide not for his own, and specially for those of his own house, he hath denied the faith, and is worse than an infidel. (1 Timothy 5:8)).
3) Por el testimonio
En otro lado el apóstol Pablo dice: “Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el que da la salud al cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo ... Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto á Cristo y á la iglesia” (Efesios 5:22-24,3222Wives, submit yourselves unto your own husbands, as unto the Lord. 23For the husband is the head of the wife, even as Christ is the head of the church: and he is the saviour of the body. 24Therefore as the church is subject unto Christ, so let the wives be to their own husbands in every thing. (Ephesians 5:22‑24)
32This is a great mystery: but I speak concerning Christ and the church. (Ephesians 5:32)). Esta es una tercera razón por la que las mujeres cristianas deben ocupar un lugar de sumisión. Las hermanas que están en una relación matrimonial pueden, por medio de la sujeción a sus maridos, demostrar al mundo una pequeña imagen de la sumisión de la Iglesia a Cristo.
“¡Pero la Biblia dice que las mujeres deben orar y profetizar!”
Algunos no creen que los pasajes citados de 1 Corintios 14:33-3833For God is not the author of confusion, but of peace, as in all churches of the saints. 34Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. 35And if they will learn any thing, let them ask their husbands at home: for it is a shame for women to speak in the church. 36What? came the word of God out from you? or came it unto you only? 37If any man think himself to be a prophet, or spiritual, let him acknowledge that the things that I write unto you are the commandments of the Lord. 38But if any man be ignorant, let him be ignorant. (1 Corinthians 14:33‑38) y 1 Timoteo 2:11-1411Let the woman learn in silence with all subjection. 12But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. 13For Adam was first formed, then Eve. 14And Adam was not deceived, but the woman being deceived was in the transgression. (1 Timothy 2:11‑14) concernientes al lugar de la mujer se refieran a la predicación y a la enseñanza, porque iría en directa contradicción a 1 Corintios 11:5,5But every woman that prayeth or prophesieth with her head uncovered dishonoreth her head: for that is even all one as if she were shaven. (1 Corinthians 11:5) que dice: “Mas toda mujer que ora o profetiza ... ”. Se argumenta que Dios no diría a las mujeres en un pasaje que oren y profeticen, y que luego se volvería y les diría que no lo hagan en otro pasaje. Llegan a la conclusión de que el “hablar” en 1 Corintios 14:3434Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:34) debe referirse a algún problema local de Corinto, donde las mujeres interrumpían el culto de la congregación al hacer preguntas irrelevantes que podían hacerse en casa.
En primer lugar, si creemos que la Biblia está inspirada por el Dios infalible, entonces ciertamente debemos aceptar que no puede haber contradicciones ni errores en Su santa Palabra. El “obrero” debe trazar bien la Palabra de verdad para obtener el significado de un pasaje en particular (2 Timoteo 2:1515Study to show thyself approved unto God, a workman that needeth not to be ashamed, rightly dividing the word of truth. (2 Timothy 2:15)). Si miramos más cuidadosamente en 1 Corintios 11, veremos que el versículo que habla de las mujeres que oran y profetizan (versículo 5) viene antes de las instrucciones para los santos cuando se reúnen (versículo 17). El versículo 17 de ese capítulo marca un nuevo párrafo y habla del orden de cuando los santos se reúnen para la adoración y el ministerio. Dice: “Esto empero os denuncio, que no alabo, que no por mejor sino por peor os juntáis. Porque lo primero, cuando os juntáis en la iglesia [en asamblea] ... ”. Desde este versículo hasta el final del capítulo 14, el apóstol aborda cuestiones directamente relacionadas a cuando los santos se reúnen en una asamblea. Así lo indica el hecho de que Pablo diga repetidamente: “Cuando os juntáis” (1 Corintios 11:17-18,20,33-34; 14:23,2617Now in this that I declare unto you I praise you not, that ye come together not for the better, but for the worse. 18For first of all, when ye come together in the church, I hear that there be divisions among you; and I partly believe it. (1 Corinthians 11:17‑18)
20When ye come together therefore into one place, this is not to eat the Lord's supper. (1 Corinthians 11:20)
33Wherefore, my brethren, when ye come together to eat, tarry one for another. 34And if any man hunger, let him eat at home; that ye come not together unto condemnation. And the rest will I set in order when I come. (1 Corinthians 11:33‑34)
23If therefore the whole church be come together into one place, and all speak with tongues, and there come in those that are unlearned, or unbelievers, will they not say that ye are mad? (1 Corinthians 14:23)
26How is it then, brethren? when ye come together, every one of you hath a psalm, hath a doctrine, hath a tongue, hath a revelation, hath an interpretation. Let all things be done unto edifying. (1 Corinthians 14:26)). Como hemos dicho, los versículos que se refieren a las mujeres que oran y profetizan se encuentran en la sección que precede a sus instrucciones para los santos cuando se reúnen. Esto demuestra que en ese pasaje (versículos 2-16) él no se refiere exclusivamente a las actividades que se llevan a cabo cuando los santos están reunidos para el ministerio. Es más amplio que eso; y, por lo tanto, incluiría la esfera doméstica, etc. R. K. Campbell dijo: “Este pasaje (versículos 2-16) permite tal actividad de una mujer, pero no indica dónde debe ejercerse. Pero el capítulo 14 dice claramente que tal ministerio de la mujer no está permitido en la asamblea”. Esto muestra que Dios no prohibió a las hermanas de orar y profetizar. Ellas tenían muchas oportunidades de hacerlo, en su esfera doméstica, fuera de las reuniones públicas de la asamblea. Entonces, no hay ninguna contradicción en estos dos pasajes. Uno se refiere a cuando los santos están “en las congregaciones”, como bien especifica el versículo (1 Corintios 14:3434Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:34)); y el otro se refiere a algo más general, no siendo específico a la asamblea (1 Corintios 11:55But every woman that prayeth or prophesieth with her head uncovered dishonoreth her head: for that is even all one as if she were shaven. (1 Corinthians 11:5)).
Al responder a las objeciones que la gente tiene frente a las claras declaraciones de las Escrituras, nos enfrentamos constantemente a ideas que la gente ha interpolado en las Escrituras. La suposición de que las mujeres de Corinto estaban interrumpiendo las reuniones con preguntas irrelevantes y chismes es un ejemplo de esto. La Escritura no dice nada de eso. El hábito del apóstol Pablo en la forma de manejar las Escrituras era todo lo contrario a los cristianos de hoy. Él no interpolaba sus propias ideas en las Escrituras, sino que razonaba de lo que sacaba de las Escrituras (Hechos 17:22And Paul, as his manner was, went in unto them, and three sabbath days reasoned with them out of the scriptures, (Acts 17:2)). Esto debería ser un ejemplo para nosotros.
El contexto del capítulo es el ejercicio del don de profecía (el ministerio de la Palabra) en la asamblea, no el chisme. La palabra en el idioma original que se traduce como “hablar” en 1 Corintios 14:34,34Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:34) referida a las mujeres, es la misma palabra que se utiliza en otras partes del capítulo cuando se dice: “Los profetas hablen ... ” y “si hablare alguno ... ”, etc. Sin duda, todos aceptarían que éstas se refieren a hablar para el ministerio de la Palabra. Sin embargo, muchos, cuando llegan al versículo en el mismo capítulo que prohíbe a las hermanas hablar, quieren cambiar el significado de la palabra “hablar” al de “chismear”. Parece ser que aceptarían cualquier explicación de este versículo, siempre y cuando no se refiera a profetizar o ministrar la Palabra. Es obvio que hacen esta manipulación de la Palabra de Dios porque tienen sus propios motivos: quieren que las mujeres puedan predicar y enseñar desde el púlpito. Como resultado, llegarán incluso a aceptar algo bastante irracional en un intento de dejar de lado las palabras claras de la Escritura.
“¡Pero en la Iglesia no debemos distinguir entre hombre y mujer!”
Otros estarán de acuerdo con que Dios tiene roles diferentes para el hombre y la mujer, y creen que deben ser desempeñados, pero sólo en nuestras relaciones familiares en el hogar. Cuando se trata de la asamblea, ellos piensan que tales distinciones entre hombre y mujer no deben tenerse en cuenta, porque la Palabra de Dios dice: “No hay Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:2828There is neither Jew nor Greek, there is neither bond nor free, there is neither male nor female: for ye are all one in Christ Jesus. (Galatians 3:28)). Muchos teólogos creen que esta declaración universal sustituye las otras declaraciones más particulares de Pablo en 1 Corintios 14 y 1 Timoteo 2.
Este malentendido proviene de no distinguir entre lo que concierne a nuestra posición, y lo que concierne a la práctica en la Escritura. La clave que desenreda la confusión que existe en las mentes de algunos está en entender lo que significa el término “en Cristo Jesús”. Esto describe nuestra posición de aceptación individual ante Dios, en la misma posición que Cristo ocupa ahora como Hombre en la gloria. Denota la plena posición cristiana ante Dios en la nueva creación, y está inseparablemente ligada a la morada del Espíritu Santo. Pablo lo utiliza muchas veces en sus epístolas (Romanos 8:11There is therefore now no condemnation to them which are in Christ Jesus, who walk not after the flesh, but after the Spirit. (Romans 8:1); Efesios 1:66To the praise of the glory of his grace, wherein he hath made us accepted in the beloved. (Ephesians 1:6); 2 Corintios 5:1717Therefore if any man be in Christ, he is a new creature: old things are passed away; behold, all things are become new. (2 Corinthians 5:17); Gálatas 6:1515For in Christ Jesus neither circumcision availeth any thing, nor uncircumcision, but a new creature. (Galatians 6:15); Efesios 2:13,13But now in Christ Jesus ye who sometimes were far off are made nigh by the blood of Christ. (Ephesians 2:13) etc.). El punto en Gálatas 3:2828There is neither Jew nor Greek, there is neither bond nor free, there is neither male nor female: for ye are all one in Christ Jesus. (Galatians 3:28) es que todos los creyentes, independientemente de su nacionalidad, origen social o sexo, son igualmente bendecidos en ese lugar de aceptación ante Dios en el cielo. Es un término que denota una posición. Sin embargo, 1 Corintios 14 y 1 Timoteo 2 Se refieren a un orden práctico entre los cristianos en la casa de Dios. Hay dos términos que distinguen estas dos cosas: “en Cristo Jesús” (Gálatas 3:2828There is neither Jew nor Greek, there is neither bond nor free, there is neither male nor female: for ye are all one in Christ Jesus. (Galatians 3:28)), y “en las congregaciones” (1 Corintios 14:3434Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:34)). Uno habla de lo que los santos son en la posición de Cristo ante Dios en el cielo; el otro habla de lo que son cuando se reúnen para la adoración y el ministerio en la tierra. Por lo tanto, no hay diferencias entre los creyentes cuando se trata de su posición de aceptación en Cristo, pero sí hay una gran diferencia en su funcionamiento práctico en la asamblea. Cuando entendamos la diferencia entre estas dos cosas, veremos que el lugar y el servicio de los hermanos y hermanas en la asamblea son muy distintos.
“¡Pero esas cosas sólo aplican a Corinto!”
Otros dicen que esta prohibición de que las mujeres hablaran en la asamblea aplicaba sólo a la asamblea de Corinto, donde la ciudad se destacaba particularmente por tener mujeres ruidosas y descaradas. Suponen que estas mujeres corintias, después de ser salvas, seguían con sus viejos hábitos, y, por lo tanto, provocaban disturbios en las reuniones. La respuesta de Pablo a este problema local fue hacerlas callar hasta que supieran comportarse mejor. Por lo tanto, concluyen que este mandato no aplica a las mujeres en la iglesia hoy en día.
De nuevo, es pura suposición decir que las mujeres actuaban de esta manera. La Escritura no dice que este fuera el problema. Además, la idea de que estas instrucciones eran sólo para Corinto no es verdadera. El comienzo de esta epístola muestra que los principios y las exhortaciones dadas en la epístola son para más que sólo los de esa asamblea; Pablo dijo que eran para “todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar” (1 Corintios 1:22Unto the church of God which is at Corinth, to them that are sanctified in Christ Jesus, called to be saints, with all that in every place call upon the name of Jesus Christ our Lord, both theirs and ours: (1 Corinthians 1:2)). Además, el pasaje mismo en 1 Corintios 14 nos dice claramente que este mandato era para “todas las iglesias [asambleas] de los santos” (1 Corintios 14:33-3433For God is not the author of confusion, but of peace, as in all churches of the saints. 34Let your women keep silence in the churches: for it is not permitted unto them to speak; but they are commanded to be under obedience, as also saith the law. (1 Corinthians 14:33‑34)). Está claro, pues, que esto no era sólo para los creyentes de Corinto.
“¡Pero no queremos alejar a la gente del cristianismo!”
Algunos creen que no debemos practicar estas cosas porque podría ofender a las personas que no son salvas (especialmente a las mujeres) que están observando al cristianismo. Creen que esto puede alejar a la gente de Dios por completo, porque pensarán que el cristianismo hace que las mujeres sean inferiores.
Este argumento sugiere que la forma en la que el mundo percibe el cristianismo es más importante que obedecer las Escrituras. Implica que es aceptable desobedecer la Palabra de Dios si, al final, podemos ganar el alma de alguien al hacerlo. Pero la Escritura dice que la obediencia a Dios es mayor que cualquier servicio que podamos hacer para Él. “Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros” (1 Samuel 15:2222And Samuel said, Hath the Lord as great delight in burnt offerings and sacrifices, as in obeying the voice of the Lord? Behold, to obey is better than sacrifice, and to hearken than the fat of rams. (1 Samuel 15:22)). Debemos obedecer a Dios primero y dejarle los resultados de nuestro testimonio a Él. Como hemos dicho antes, nuestra responsabilidad es ocuparnos de los principios y Dios se ocupará de las personas. Recordemos que es Su obra. Después de todo, Él es quien produce el ejercicio espiritual en las personas a través de Su poder vivificador. El Señor elogió a la asamblea de Filadelfia, diciendo: “Porque tienes un poco de potencia, y has guardado Mi Palabra, y no has negado Mi Nombre” (Apocalipsis 3:88I know thy works: behold, I have set before thee an open door, and no man can shut it: for thou hast a little strength, and hast kept my word, and hast not denied my name. (Revelation 3:8)). Es seguro que no podemos esperar a recibir Su elogio y bendición si desobedecemos la clara enseñanza de Su Palabra. Hagamos lo que sabemos que debemos hacer y dejemos el resto a Él.
“¡Eso es porque Pablo era un anticuado!”
Otros consideran que las cosas escritas por el apóstol Pablo sobre el lugar de la mujer en la asamblea son ignorantes y carentes de sensibilidad hacia las mujeres. Consideran que sus enseñanzas sobre este tema son sólo algunas de sus ideas personales motivadas por su soltería. El hecho de que la gente razone de esta manera nos hace preguntarnos si en verdad creen que las Escrituras son inspiradas por Dios. Recordemos que estas cosas son Escrituras divinamente inspiradas. No son sólo las opiniones descabelladas de un soltero; ¡son los mandamientos del Señor! En el mismo capítulo en que Pablo habló de esas cosas sobre el lugar de la mujer, también dijo: “Si alguno á su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor. Mas el que ignora, ignore” (1 Corintios 14:37-3837If any man think himself to be a prophet, or spiritual, let him acknowledge that the things that I write unto you are the commandments of the Lord. 38But if any man be ignorant, let him be ignorant. (1 Corinthians 14:37‑38)).
La cubierta de la cabeza
Otra cosa que ha sido ignorada entre los cristianos de hoy es el uso de la cubierta de la cabeza. Primera de Corintios 11 da instrucciones muy claras y explícitas para que las hermanas tengan la cabeza cubierta cuando se hablen de temas divinos. Dado que este pasaje de la Escritura no especifica dónde se debe llevar la cabeza cubierta, no tenemos autoridad para decir que sólo se aplica a las reuniones de la asamblea. Es más amplio que eso. Su aplicación se extiende a cualquier momento en que se estudie la Palabra de Dios, ya sea en reuniones públicas o en el estudio privado.
A veces se hace la pregunta: “¿Por qué haría Dios que las hermanas se cubran la cabeza? ¿Qué sentido tiene eso?”. Dios no sólo nos dice que hagamos algo, sino que también nos dice el por qué. Esta es la belleza del cristianismo; que tenemos un “racional culto” (Romanos 12:11I beseech you therefore, brethren, by the mercies of God, that ye present your bodies a living sacrifice, holy, acceptable unto God, which is your reasonable service. (Romans 12:1)). Cuando entendemos por qué Dios quiere que hagamos algo, debemos estar aún más interesados en obedecer Su Palabra, porque seremos capaces de hacerlo inteligentemente y con propósito. Esto contrasta con el servicio bajo el sistema de la ley; mucho de lo que hacían en su servicio a Dios no lo entendían.
La práctica de descubrirse las cabezas de los hermanos y de cubrirse las cabezas de las hermanas es una demostración práctica de los principios involucrados en la confesión del cristianismo. El apóstol muestra al inicio del capítulo que, en el cristianismo, la cabeza del hombre representa a Cristo. Él dice: “Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo” (1 Corintios 11:33But I would have you know, that the head of every man is Christ; and the head of the woman is the man; and the head of Christ is God. (1 Corinthians 11:3)). Luego muestra que, siendo esto así, los hermanos deben descubrir sus cabezas cuando temas divinos están en discusión. Al hacer esto, están reconociendo que toda la gloria pertenece a Cristo. Es un acto deliberado de testimonio por parte de los hermanos y refleja nuestro deseo de llevar toda la gloria a Cristo, nuestra Cabeza viva en el cielo. El apóstol dijo: “El varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la mujer es gloria del varón” (1 Corintios 11:77For a man indeed ought not to cover his head, forasmuch as he is the image and glory of God: but the woman is the glory of the man. (1 Corinthians 11:7)). Este acto glorifica a Cristo y debe llevarse a cabo con esto en mente.
Por otra parte, la mujer en el cristianismo representa la gloria del hombre. Dice: “La mujer es gloria del varón. Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón. Porque tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad [autoridad] sobre su cabeza” (1 Corintios 11:7-107For a man indeed ought not to cover his head, forasmuch as he is the image and glory of God: but the woman is the glory of the man. 8For the man is not of the woman; but the woman of the man. 9Neither was the man created for the woman; but the woman for the man. 10For this cause ought the woman to have power on her head because of the angels. (1 Corinthians 11:7‑10)). El cabello de la mujer representa la gloria natural del primer hombre. Es su velo permanente de belleza y gloria (1 Corintios 11:1515But if a woman have long hair, it is a glory to her: for her hair is given her for a covering. (1 Corinthians 11:15)). El apóstol enseñó que el cabello de la mujer, por lo que representa, debe cubrirse cuando se discuten las cosas divinas. Cuando las hermanas usan una cubierta para la cabeza, están diciendo que no damos lugar alguno al primer hombre en el cristianismo. Es una confesión de que el hombre y su gloria no tienen lugar en las cosas divinas.
“¡Las cubiertas de la cabeza son una antigua costumbre cultural que no debe ser seguida en la actualidad!”
Se argumenta que estas instrucciones del apóstol Pablo eran sólo para los corintios de aquella época. Por lo tanto, se dice que el uso de cubiertas de la cabeza es una antigua costumbre cultural que no tiene ninguna aplicación para las mujeres de hoy.
De nuevo, esto es pura suposición. Pablo nunca dijo que fuera sólo para ese día. Si estas cosas fueran sólo para ese día, ¿por qué es que la Iglesia ha seguido estas instrucciones con respecto a cubrirse la cabeza desde su inicio hasta hace unos 60 años? ¡Eso es más de 1900 años! ¿Se ha equivocado la Iglesia al hacerlo todos estos años? El Espíritu de Dios parece haber anticipado este tiempo en el que vivimos, cuando habría quienes discutirían sobre estas cosas. Por eso, Pablo fue guiado a escribir: “Si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios” (1 Corintios 11:1616But if any man seem to be contentious, we have no such custom, neither the churches of God. (1 Corinthians 11:16)). El “nosotros” en este versículo se refiere a los apóstoles que fueron entregados a la Iglesia para poner el fundamento del cristianismo a través de su ministerio. En este versículo está diciendo que si hay quienes quieren discutir sobre estas cosas, que sepan que los apóstoles no tenían “tal costumbre” de que las mujeres se presentaran con la cabeza descubierta cuando se leían las Escrituras. Ellos en ningún momento dieron tal costumbre a la Iglesia.
“¡Pero el cabello de la mujer es su cubierta!”
Otro argumento que comúnmente se utiliza para desestimar el uso de la cubierta de la cabeza es el versículo 15. Dice: “Por el contrario, á la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello”. Ellos entienden de esto que si una mujer tiene el pelo largo (y algunas no tan largo), entonces ella está cumpliendo esta Escritura, porque su pelo actúa como una cubierta. Por lo tanto, las mujeres no necesitan usar una cubierta artificial porque ya tienen una cubierta en sus cabezas.
Sin embargo, si leemos este pasaje más cuidadosamente, veremos que hay dos coberturas mencionadas en estos versículos. Pablo usó intencionalmente dos palabras diferentes para distinguir las dos cosas. Desafortunadamente, en la mayoría de las Biblias, los traductores no lo han indicado; y, por lo tanto, el lector podría concluir honestamente que el cabello de la mujer es una cubierta suficiente. Sin embargo, la palabra en el idioma original para “cubrir” en los versículos 4-6, es una palabra diferente a la que se usa en el versículo 15. La palabra en el versículo 15 [peribolaiou] señala a la cabeza como envuelta con el cabello. El lenguaje moderno podría llamarlo “peinado” o algo parecido. Por lo tanto, el cabello de la mujer es un velo (o cobertura) de gloria y belleza que la naturaleza le ha dado. Pero la palabra en los versos 4-6 [katakalupo] indica una cubierta artificial para el cabello, como un sombrero, o un velo, etc. Por lo tanto, está claro que no hay ninguna base para la idea de que las mujeres no necesiten cubrirse la cabeza.
Algunos de los argumentos que la gente inventa para poder hacer su propia voluntad, suelen ser bastante absurdos cuando son razonados hasta su conclusión lógica. En particular, esta idea de que el cabello de una mujer podría contar como la cubierta de su cabeza es un ejemplo. Si el cabello es la cubierta a la que se refiere este pasaje, entonces los hombres también tienen una cubierta en sus cabezas, ¡pues también tienen cabello como las mujeres! Y si su cabello es una cubierta, ¿cómo podrían orar y profetizar en obediencia a la Palabra de Dios? pues, los hermanos no deben ministrar con la cabeza cubierta (1 Corintios 11:44Every man praying or prophesying, having his head covered, dishonoreth his head. (1 Corinthians 11:4)). ¿Quería decir Pablo que todos los hermanos que ministran la Palabra en la reunión deben tener la cabeza rapada? Seguro que los que tienen estas objeciones no creen esto. Y si lo creen, ¿por qué no lo practican? No conocemos ningún grupo cristiano que tenga tal práctica. Claramente esto no es el significado del pasaje.
“Llevando Su vituperio”
Cuando vemos este tema del lugar y el ministerio de las hermanas en la iglesia desde la perspectiva del declive del testimonio cristiano en los últimos días, es bastante obvio que el rechazo por parte de las mujeres en aceptar el lugar que Dios les ha dado es sólo otra evidencia de la gran desviación.
El problema con esto, y muchos otros temas que hemos tocado en este libro, es que los cristianos no quieren llevar el vituperio que conlleva la práctica del cristianismo bíblico. Como resultado, inventan todo tipo de excusas por las que no deben seguir las claras declaraciones de la Palabra de Dios. Aquellos que se adhieren a la exhortación de ir “á Él fuera del real [el campamento]”, van a llevar “Su vituperio” (Hebreos 13:1313Let us go forth therefore unto him without the camp, bearing his reproach. (Hebrews 13:13)). No hay forma de evitarlo; es el cristianismo normal. Por lo tanto, debemos estar preparados para aceptarlo. Aunque llevemos el vituperio por causa de Su nombre, también sentiremos Su aprobación en nuestras almas. Esto se debe a que hay una alegría en el camino de hacer la voluntad de Dios que sólo conocen los que caminan en él. “El hacer Tu voluntad, Dios mío, hame agradado” (Salmo 40:88I delight to do thy will, O my God: yea, thy law is within my heart. (Psalm 40:8); Jeremías 15:1616Thy words were found, and I did eat them; and thy word was unto me the joy and rejoicing of mine heart: for I am called by thy name, O Lord God of hosts. (Jeremiah 15:16)).