UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Alegraos, oh justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza. . . Porque
recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad." Salmos 33:1,4
El libro de los Salmos es llamado por un escritor "el corazón de la Biblia." Expresa sentimientos producidos por el Espíritu de Cristo, sean de tristeza, confesión, oración o alabanza, en los corazones del pueblo de Dios. El libro es, en su carácter, profético, por cuanto cubre con un lenguaje exquisito un período que se extiende desde que Cristo fue rechazado hasta el restablecimiento del reino. (Véase Salmo 2 y Hechos 4:24-28).
Otro escritor dijo: "El lenguaje de los Salmos no revela meramente lo que sintió propiamente el pueblo de Israel, más bien lo que el espíritu de Cristo sintió en ellos al expresar sus aflicciones, tristezas y gozos." Esta es la razón para que en este libro divino se hallan varios Salmos Mesiánicos, o sea los que profetizan los sufrimientos del SALVADOR.
Quisiera sugerir a los lectores de este libro que lo lean de esta manera:
Salmo 1-41 con Génesis,
Salmo 42-72 con Éxodo,
Salmo 73 al 89 con Levítico,
Salmo 107 al 150 con Deuteronomio.
Los Salmos comienzan con las palabras: "Bienaventurado el varón," y terminan con: "Todo lo que respira alabe a JAH (Jehová). Aleluya".
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Salmo 71:17-19
"Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir, y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso." El salmista reconoció que aunque había caminado con Jehová desde su juventud, no podía cambiar y caminar en su propia fuerza. Necesitó la protección continua de Dios para preservarle hasta el último día de su vida. A cualquier edad la confianza en nosotros mismos en vez de confiar en Dios es una cosa peligrosa en todo aspecto.
Los que piensan que han alcanzado su meta espiritualmente en comparación con los demás son tontos y deben estar listos para una lección en la escuela de Dios. ¡Qué Él nos preserve!