UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban
alrededor de nosotros, y se sintieron humillados: Y conocieron que por nuestro
Dios había sido hecha esta obra.” Nehemías 6:16
Este libro es el último de los libros históricos del Antiguo Testamento. Comienza en el vigésimo año del reinado de Artajerjes. Esta fecha es de suma importancia, porque es la del mandato del rey para reedificar la ciudad de Jerusalén. Véase Daniel capítulo 9.
La restauración de los muros y de la autoridad, por Nehemías, es figura del restablecimiento de un Estado bajo el poder de los gentiles. A este libro tiene valor especial espiritualmente, porque da el restablecimiento de una parte de los judíos en la Palestina, su propia tierra. También destaca que en un día de ruina tal como actualmente se halla la iglesia profesante; Dios, en su misericordia siempre mantendrá un testimonio en este mundo, hasta que el Señor venga.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Nehemías 8:3
"Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley." Imagínate un estudio bíblico de aproximadamente seis horas, con la gente atenta, escuchando a la lectura de la Palabra de Dios y las explicaciones (v.8 "ponían el sentido") del significado de las porciones. Los jóvenes estuvieron allí porque eran de la edad que podían entender. Vemos en el versículo 6 que el resultado fue humillación y adoración a Jehová. Podemos buscar una adoración falsa que muchas veces brota en nuestras emociones y es incentivada por cosas como la música en vez de algo fundamentado en la Biblia para producir un corazón lleno de Cristo que forzosamente tiene que afectar nuestras emociones en una forma correcta.