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Luke 6

Lc. 6:24 KJV (With Strong’s)

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24
But
ho (Greek #3588)
the definite article; the (sometimes to be supplied, at others omitted, in English idiom)
KJV usage: the, this, that, one, he, she, it, etc.
Pronounce: ho
Origin: ἡ (hay), and the neuter τό (to) in all their inflections
plen (Greek #4133)
moreover (besides), i.e. albeit, save that, rather, yet
KJV usage: but (rather), except, nevertheless, notwithstanding, save, than.
Pronounce: plane
Origin: from 4119
woe
ouai (Greek #3759)
"woe"
KJV usage: alas, woe.
Pronounce: oo-ah'-ee
Origin: a primary exclamation of grief
unto you
humin (Greek #5213)
to (with or by) you
KJV usage: ye, you, your(-selves).
Pronounce: hoo-min'
Origin: irregular dative case of 5210
that area rich
plousios (Greek #4145)
wealthy; figuratively, abounding with
KJV usage: rich.
Pronounce: ploo'-see-os
Origin: from 4149
! for
hoti (Greek #3754)
demonstrative, that (sometimes redundant); causative, because
KJV usage: as concerning that, as though, because (that), for (that), how (that), (in) that, though, why.
Pronounce: hot'-ee
Origin: neuter of 3748 as conjunction
ye have received
apecho (Greek #568)
(actively) to have out, i.e. receive in full; (intransitively) to keep (oneself) away, i.e. be distant (literally or figuratively)
KJV usage: be, have, receive.
Pronounce: ap-ekh'-o
Origin: from 575 and 2192
b your
humon (Greek #5216)
of (from or concerning) you
KJV usage: ye, you, your (own, -selves).
Pronounce: hoo-mone'
Origin: genitive case of 5210
consolation
ho (Greek #3588)
the definite article; the (sometimes to be supplied, at others omitted, in English idiom)
KJV usage: the, this, that, one, he, she, it, etc.
Pronounce: ho
Origin: ἡ (hay), and the neuter τό (to) in all their inflections
paraklesis (Greek #3874)
imploration, hortation, solace
KJV usage: comfort, consolation, exhortation, intreaty.
Pronounce: par-ak'-lay-sis
Origin: from 3870
.

More on:

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Woe

Cross References

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woe.
Lc. 12:15‑21• 15Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
16Y refirióles una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado mucho;
17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos?
18Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes;
19Y diré á mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate.
20Y díjole Dios: Necio, esta noche vuelven á pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿ de quién será?
21Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios.
(Lc. 12:15‑21)
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Lc. 18:23‑25• 23Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
24Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: Cuán dificultosamente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
25Porque más fácil cosa es entrar un camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios.
(Lc. 18:23‑25)
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Job 21:7‑15• 7¿Por qué viven los impíos, Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
8Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; Y sus renuevos delante de sus ojos.
9Sus casas seguras de temor, Ni hay azote de Dios sobre ellos.
10Sus vacas conciben, no abortan; Paren sus vacas, y no malogran su cría.
11Salen sus chiquitos como manada, Y sus hijos andan saltando.
12Al son de tamboril y cítara saltan, Y se huelgan al son del órgano.
13Gastan sus días en bien, Y en un momento descienden á la sepultura.
14Dicen pues á Dios: Apártate de nosotros, Que no queremos el conocimiento de tus caminos.
15¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos á él?
(Job 21:7‑15)
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Sal. 49:6‑7,16‑19• 6Los que confían en sus haciendas, Y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
7Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar á Dios su rescate.
16No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa;
17Porque en muriendo no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria.
18Si bien mientras viviere, dirá dichosa á su alma: Y tú serás loado cuando bien te tratares.
19Entrará á la generación de sus padres: No verán luz para siempre.
(Sal. 49:6‑7,16‑19)
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Sal. 73:3‑12• 3Porque tuve envidia de los insensatos, Viendo la prosperidad de los impíos.
4Porque no hay ataduras para su muerte; Antes su fortaleza está entera.
5No están ellos en el trabajo humano; Ni son azotados con los otros hombres.
6Por tanto soberbia los corona: Cúbrense de vestido de violencia.
7Sus ojos están salidos de gruesos: Logran con creces los antojos del corazón.
8Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería.
9Ponen en el cielo su boca, Y su lengua pasea la tierra.
10Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas.
11Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo alto?
12He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
(Sal. 73:3‑12)
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Pr. 1:32• 32Porque el reposo de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará á perder. (Pr. 1:32)
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Jer. 5:4‑6• 4Yo empero dije: Por cierto ellos son pobres, enloquecido han, pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios.
5Irme he á los grandes, y hablaréles; porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Ciertamente ellos también quebraron el yugo, rompieron las coyundas.
6Por tanto, león del monte los herirá, destruirálos lobo del desierto, tigre acechará sobre sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere, será arrebatado: porque sus rebeliones se han multiplicado, hanse aumentado sus deslealtades.
(Jer. 5:4‑6)
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Am. 4:1‑3• 1Oid esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís los pobres, que quebrantáis los menesterosos, que decis á sus señores: Traed, y beberemos.
2El Señor Jehová juró por su santidad: He aquí, vienen días sobre vosotros en que os llevará en anzuelos, y á vuestros descendientes en barquillos de pescador.
3Y saldrán por los portillos la una en pos de la otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová.
(Am. 4:1‑3)
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Am. 6:1‑6• 1Ay de los reposados en Sión, y de los confiados en el monte de Samaria, nombrados principales entre las mismas naciones, las cuales vendrán sobre ellos, oh casa de Israel!
2Pasad á Calne, y mirad; y de allí id á la gran Hamath; descended luego á Gath de los Palestinos: ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su término es mayor que vuestro término.
3Vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad;
4Duermen en camas de marfil, y se extienden sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero;
5Gorjean al son de la flauta, é inventan instrumentos músicos, como David;
6Beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.
(Am. 6:1‑6)
;
Hag. 2:9• 9La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. (Hag. 2:9)
;
1 Ti. 6:17• 17A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos: (1 Ti. 6:17)
;
Stg. 2:6• 6Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran á los juzgados? (Stg. 2:6)
;
Stg. 5:1‑6• 1Ea ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán.
2Vuestras riquezas están podridas: vuestras ropas están comidas de polilla.
3Vuestro oro y plata están corrompidos de orín; y su orín os será testimonio, y comerá del todo vuestras carnes como fuego. Os habéis allegado tesoro para en los postreros días.
4He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
5Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis cebado vuestros corazones como en el día de sacrificios.
6Habéis condenado y muerto al justo; y él no os resiste.
(Stg. 5:1‑6)
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Ap. 18:6‑8• 6Tornadle á dar como ella os ha dado, y pagadle al doble según sus obras; en el cáliz que ella os dió á beber, dadle á beber doblado.
7Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto.
8Por lo cual en un día vendrán sus plagas, muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor Dios es fuerte, que la juzgará.
(Ap. 18:6‑8)
for.
Lc. 16:19‑25• 19Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
20Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas,
21Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado.
23Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió á Abraham de lejos, y á Lázaro en su seno.
24Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía á Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama.
25Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
(Lc. 16:19‑25)
;
Mt. 6:2,5,16• 2Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
5Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
16Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
(Mt. 6:2,5,16)

J. N. Darby Translation

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24
But woe to you rich, for ye have received your consolation.

W. Kelly Translation

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24
But woe unto you rich! for ye have received your consolation.