Library Home
>
Tu Juventud
>
Número 21: Ocúpate en la lectura - Antiguo Testamento - Salmos a Malaquías
>
Salmo 22: Los sufrimientos de Cristo (#225315)
Salmo 22: Los sufrimientos de Cristo
Descargar artículo …
Descargar en RTF
Imprimir
Enviar en un correo
Compartir en Facebook
Compartir en X (Twitter)
From:
Número 21: Ocúpate en la lectura - Antiguo Testamento - Salmos a Malaquías
Psalm 22
No hay algo tan precioso, santo e importante como los sufrimientos de Cristo. Pasaremos la eternidad alabándole por su obra hecha en la cruz del Calvario. Al tratar este tema no pretendemos hacer más que tocar la superficie de este inmenso y esencial asunto. ¡Que podamos meditar más de esto cada día de nuestras vidas!
En el Salmo 22 leemos de los sufrimientos del Señor Jesucristo cuando sufrió como sustituto divino por los pecados de todo aquel que confíe en Él. Durante aquellas tres horas de tinieblas en la cruz sufrió por pecados ajenos como si fuesen suyos. Desde las tinieblas clamó a gran voz:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
. En toda su vida vemos que Él se refiere a su Padre, usando el nombre de relación íntima; pero en la cruz, al hacer la expiación, dijo:
“Dios”
en vez de
“Padre”
. Es Dios quien odia el pecado y tiene que juzgarlo justamente, sin pasar por alto ni siquiera uno solo. Pero en la cruz vemos que
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado”
(
2 Corintios 5:21
21
For he hath made him to be sin for us, who knew no sin; that we might be made the righteousness of God in him. (2 Corinthians 5:21)
). Clamó en perfecta dependencia a Dios pero no hubo respuesta, ya que al castigarle por nuestros pecados no pudo responder. El sacrificio perfecto, el Señor Jesucristo, no cesó de clamar a su Dios. ¡Qué momento tan solemne y sin igual en la historia!
En medio de su angustia, el Señor justificó a Dios. Reconoció que Él es santo y no puede tener nada que ver con el pecado. Hace referencia a su tratamiento justo para con los ancianos y honra a Aquel que le castiga; fue tan sumiso y tan honroso que nos quedamos admirados de nuestro Redentor. Después dice:
“Mas yo soy gusano, y no hombre, oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo”
(
Salmo 22:6
6
But I am a worm, and no man; a reproach of men, and despised of the people. (Psalm 22:6)
). Aquí le vemos en sus sufrimientos, al llegar aquellas horas de tinieblas. Totalmente rechazado por los hombres, aguantó con sumisión y paciencia. En su odio los hombres le trataron incluso peor que a un hombre; no tan solo no le dieron la dignidad de Creador sino que le pisaron en el polvo: Él era como gusano bajo los pies de sus enemigos. Tomaron a mal su mansedumbre y le calumniaron.
¿Cuál fue su respuesta? Expresó su confianza en Dios. Revisó su camino aquí como hombre desde el vientre de su madre:
“Sobre ti fui echado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios”
(
Salmo 22:10
10
I was cast upon thee from the womb: thou art my God from my mother's belly. (Psalm 22:10)
). Nos maravillamos ante su actitud; no hay idioma que pueda expresar un alma tan mansa. En este salmo luego vemos la rabia del hombre que ataca al Cordero de Dios. Llegaron en su poder como toros fuertes y como leones rapaces. Descendieron para agotar todo su inmenso odio contra el Perfecto.
El Señor explica en detalle los efectos de la cruz: perdió su vigor mientras que su sudor caía al suelo; se fueron sus fuerzas y le sobrevino una sed tremenda. Mas en todo esto podía ver la mano de Dios poniéndole
“en el polvo de la muerte”
(
Salmo 22:15
15
My strength is dried up like a potsherd; and my tongue cleaveth to my jaws; and thou hast brought me into the dust of death. (Psalm 22:15)
); así que no buscó otra explicación. El Santo Salvador habló de la insensibilidad los seres humanos al decir que le rodearon como perros: animales sin conciencia y corazón. Al mirar la reacción del Señor cuando Dios responde a sus peticiones luego de cumplir la expiación nos quedamos atónitos, pues dice:
“Anunciaré tu nombre a mis hermanos”
(
Salmo 22:22
22
I will declare thy name unto my brethren: in the midst of the congregation will I praise thee. (Psalm 22:22)
). Él no podía tardarse en compartir con nosotros el fruto de la redención; sin embargo, nosotros apenas podemos imaginarnos a un Dios tan lleno de gracia. Ahora ya sabemos la respuesta a su pregunta:
“¿Por qué me has desamparado?”
. Fue por nuestros pecados. ¡Qué no cesamos de adorarle!
Previous Article
Next Article
Call: 1-630-543-1441
“Study to show thyself approved unto God, … rightly dividing the word of truth” (2 Timothy 2:15).
Audio
Authors
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
Y
Z
All Authors
Bibles
Books
All Books and eBooks
Commentaries
Hymnbooks
Magazines
Reference
Stories & Bios
Subjects
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
X
Y
Z
All Subjects
Bible Truth Study Bible
Español (Spanish)
More
All Articles
Charts
Conferences & Events
Hymnbooks
Illustrations & Quotes
Maps
Magazines
Poetry
Sunday School
Store