2º Crónicas 32 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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2 Chronicles 32

2 Cr. 32:31 KJV (With Strong’s)

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31

Howbeit in the business of the βambassadors of the princes of Babylon, who sentd unto him to inquire of the wonder that was done in the land, God left him, to trye him, that he might know all that was in his heart.

β

interpreters.

d

2 R. 20:12• ¹²En aquel tiempo Berodach-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió letras y presentes á Ezechîas, porque había oído que Ezechîas había caído enfermo. (2 R. 20:12)

,etc.;

Is. 39:1• ¹En aquel tiempo Merodachbaladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes á Ezechîas; porque había oído que había estado enfermo, y que había convalecido. (Is. 39:1)

,etc.

e

Dt. 8:2,16• ²Y acordarte has de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar ó no sus mandamientos.
¹⁶Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para á la postre hacerte bien; (Dt. 8:2,16)

;

Stg. 1:13• ¹³Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno: (Stg. 1:13)

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Babylon,

God,

Heart,

Prince; Princess

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A.M. 3292.

B.C. 712.

in the business.

2 R. 20:12‑13• ¹²En aquel tiempo Berodach-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió letras y presentes á Ezechîas, porque había oído que Ezechîas había caído enfermo.
¹³Y Ezechîas los oyó, y mostróles toda la casa de las cosas preciosas, plata, oro, y especiería, y preciosos ungüentos; y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros: ninguna cosa quedó que Ezechîas no les mostrase, así en su casa como en todo su señorío. (2 R. 20:12‑13)

;

Is. 39:1,2‑8• ¹En aquel tiempo Merodachbaladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes á Ezechîas; porque había oído que había estado enfermo, y que había convalecido.
²Y holgóse con ellos Ezechîas, y enseñoles la casa de su tesoro, plata y oro, y especierías, y ungüentos preciosos, y toda su casa de armas, y todo lo que se pudo hallar en sus tesoros: no hubo cosa en su casa y en todo su señorío, que Ezechîas no les mostrase.
³Entonces Isaías profeta vino al rey Ezechîas, y díjole: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido á ti? Y Ezechîas respondió: De tierra muy lejos han venido á mí, de Babilonia.
⁴Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezechîas: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.
⁵Entonces dijo Isaías á Ezechîas: Oye palabra de Jehová de los ejércitos:
⁶He aquí, vienen días en que será llevado á Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy: ninguna cosa quedará, dice Jehová.
⁷De tus hijos que hubieren salido de ti, y que engendraste, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
⁸Y dijo Ezechîas á Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y verdad en mis días. (Is. 39:1,2‑8)

ambassadors.

Heb. interpreters.

the wonder.

2 R. 20:8‑11• ⁸Y Ezechîas había dicho á Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré á la casa de Jehová al tercer día?
⁹Y respondió Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, ó retrocederá diez grados?
¹⁰Y Ezechîas respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados: pero, que la sombra vuelva atrás diez grados.
¹¹Entonces el profeta Isaías clamó á Jehová; é hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Achâz, diez grados atrás. (2 R. 20:8‑11)

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Is. 38:8• ⁸He aquí que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Achâz por el sol, diez grados. Y el sol fué tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido. (Is. 38:8)

left him.

Jue. 16:20• ²⁰Y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras, y me escaparé: no sabiendo que Jehová ya se había de él apartado. (Jue. 16:20)

;

Sal. 27:9• ⁹No escondas tu rostro de mí, No apartes con ira á tu siervo: Mi ayuda has sido; No me dejes y no me desampares, Dios de mi salud. (Sal. 27:9)

;

Sal. 51:11‑12• ¹¹No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.
¹²Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente. (Sal. 51:11‑12)

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Sal. 119:116‑117• ¹¹⁶Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza.
¹¹⁷Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus estatutos. (Sal. 119:116‑117)

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Jn. 15:5• ⁵Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. (Jn. 15:5)

to try him.

Gn. 22:1• ¹Y aconteció después de estas cosas, que tentó Dios á Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. (Gn. 22:1)

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Dt. 8:2,16• ²Y acordarte has de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar ó no sus mandamientos.
¹⁶Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para á la postre hacerte bien; (Dt. 8:2,16)

;

Job 1:11‑12• ¹¹Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.
¹²Y dijo Jehová á Satán: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano: solamente no pongas tu mano sobre él. Y salióse Satán de delante de Jehová. (Job 1:11‑12)

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Job 2:3‑6• ³Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aun retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?
⁴Y respondiendo Satán dijo á Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
⁵Mas extiende ahora tu mano, y toca á su hueso y á su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.
⁶Y Jehová dijo á Satán: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. (Job 2:3‑6)

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Sal. 139:1‑2,23‑24• ¹Al Músico principal: Salmo de David. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
²Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos.
²³Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos:
²⁴Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. (Sal. 139:1‑2,23‑24)

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Pr. 17:3• ³El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones. (Pr. 17:3)

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Zac. 13:9• ⁹Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios. (Zac. 13:9)

;

Mal. 3:2‑3• ²¿Y quién podrá sufrir el tiempo de su venida? ó ¿quién podrá estar cuando él se mostrará? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
³Y sentarse ha para afinar y limpiar la plata: porque limpiará los hijos de Leví, los afinará como á oro y como á plata; y ofrecerán á Jehová ofrenda con justicia. (Mal. 3:2‑3)

;

1 P. 1:7• ⁷Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado: (1 P. 1:7)

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Stg. 1:13• ¹³Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno: (Stg. 1:13)

that he might.

Dt. 8:2• ²Y acordarte has de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar ó no sus mandamientos. (Dt. 8:2)

;

Dt. 13:3• ³No darás oído á las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños: porque Jehová vuestro Dios os prueba, para saber si amáis á Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. (Dt. 13:3)

• How humiliating that this deliverance which the Lord brought about could only be momentary! Even if the Assyrian could not seize Jerusalem, later on Babylon succeeded in doing so, because not only was the king's heart lifted up, but above all, the people's heart had not changed. "Ye have not had regard," says Isaiah, alluding to the siege of Jerusalem by Sennacherib, "unto the Maker thereof, neither have ye looked unto Him that fashioned it long ago" (Isa. 22:11). (“Hezekiah's Three Trials: 2 Chronicles 32” by H.L. Rossier)

• There remains yet a third trial for him. Job had had the same number and the same kind of trials: first enemies (Job 1:13-22), then sickness (Job 2:7-10), and lastly friends (2:11-13). Such also was Hezekiah's third trial. (“Hezekiah's Three Trials: 2 Chronicles 32” by H.L. Rossier)

• At this moment the Lord leaves Hezekiah to himself to prove him. This was necessary; this man of God had to learn to know his own heart. God could have kept him from falling just as on the first two occasions, but then he would not have experienced the root of evil that was within himself. (“Hezekiah's Three Trials: 2 Chronicles 32” by H.L. Rossier)

J. N. Darby Translation

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31

However in the matter of the ambassadors of the princes of Babylon, who sent to him to inquire of the wonder that was done in the land, God left him, to try him, that he might know all that was in his heart.