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Daniel 11

Dn. 11:34 KJV (With Strong’s)

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34
Now when they shall fall
kashal (Hebrew #3782)
to totter or waver (through weakness of the legs, especially the ankle); by implication, to falter, stumble, faint or fall
KJV usage: bereave (from the margin), cast down, be decayed, (cause to) fail, (cause, make to) fall (down, -ing), feeble, be (the) ruin(-ed, of), (be) overthrown, (cause to) stumble, X utterly, be weak.
Pronounce: kaw-shal'
Origin: a primitive root
, they shall be holpen
`azar (Hebrew #5826)
to surround, i.e. protect or aid
KJV usage: help, succour.
Pronounce: aw-zar'
Origin: a primitive root
with a little
m`at (Hebrew #4592)
from 4591; a little or few (often adverbial or compar.)
KJV usage: almost (some, very) few(-er, -est), lightly, little (while), (very) small (matter, thing), some, soon, X very.
Pronounce: meh-at'
Origin: or miat {meh-awt'}
help
`ezer (Hebrew #5828)
aid
KJV usage: help.
Pronounce: ay'-zer
Origin: from 5826
: but many
rab (Hebrew #7227)
abundant (in quantity, size, age, number, rank, quality)
KJV usage: (in) abound(-undance, -ant, -antly), captain, elder, enough, exceedingly, full, great(-ly, man, one), increase, long (enough, (time)), (do, have) many(-ifold, things, a time), ((ship-))master, mighty, more, (too, very) much, multiply(-tude), officer, often(-times), plenteous, populous, prince, process (of time), suffice(-lent).
Pronounce: rab
Origin: by contracted from 7231
shall cleave
lavah (Hebrew #3867)
properly, to twine, i.e. (by implication) to unite, to remain; also to borrow (as a form of obligation) or (caus.) to lend
KJV usage: abide with, borrow(-er), cleave, join (self), lend(-er).
Pronounce: law-vaw'
Origin: a primitive root
to them with flatteries
chalaqlaqqah (Hebrew #2519)
properly, something very smooth; i.e. a treacherous spot; figuratively, blandishment
KJV usage: flattery, slippery.
Pronounce: khal-ak-lak-kaw'
Origin: by reduplication from 2505
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Cross References

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they shall be.
Ap. 12:2‑6,13‑17• 2Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir.
3Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas.
4Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, á fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido.
5Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono.
6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días.
13Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á la mujer que había parido al hijo varón.
14Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
15Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río.
16Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca.
17Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.
(Ap. 12:2‑6,13‑17)
;
Ap. 13:1‑4• 1Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia.
2Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dió su poder, y su trono, y grande potestad.
3Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fué curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia.
4Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella?
(Ap. 13:1‑4)
cleave.
Mt. 7:15• 15Y guardaos de los falsos profetas, que vienen á vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces. (Mt. 7:15)
;
Hch. 20:29‑30• 29Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado;
30Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.
(Hch. 20:29‑30)
;
Ro. 16:18• 18Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesucristo, sino á sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples. (Ro. 16:18)
;
2 Co. 11:13‑15• 13Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, trasfigurándose en apóstoles de Cristo.
14Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz.
15Así que, no es mucho si también sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme á sus obras.
(2 Co. 11:13‑15)
;
Gá. 2:4• 4Y eso por causa de los falsos hermanos, que se entraban secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para ponernos en servidumbre; (Gá. 2:4)
;
1 Ti. 4:1‑2• 1Empero el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios;
2Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.
(1 Ti. 4:1‑2)
;
2 Ti. 3:1‑7• 1Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos:
2Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad,
3Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios;
5Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita.
6Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias;
7Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad.
(2 Ti. 3:1‑7)
;
2 Ti. 4:3• 3Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oir, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias, (2 Ti. 4:3)
;
Tit. 1:11• 11A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras; enseñando lo que no conviene, por torpe ganancia. (Tit. 1:11)
;
2 P. 2:1‑3,18‑19• 1Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos doctores, que introducirán encubiertamente herejías de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada.
2Y muchos seguirán sus disoluciones, por los cuales el camino de la verdad será blasfemado;
3Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
18Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones á los que verdaderamente habían huído de los que conversan en error;
19Prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto á la servidumbre del que lo venció.
(2 P. 2:1‑3,18‑19)
;
1 Jn. 2:18‑19• 18Hijitos, ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el anticristo ha de venir, así también al presente han comenzado á ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el último tiempo.
19Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros.
(1 Jn. 2:18‑19)
;
1 Jn. 4:1,5• 1Amados, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
5Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
(1 Jn. 4:1,5)
;
2 Jn. 7• 7Porque muchos engañadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este tal el engañador es, y el anticristo. (2 Jn. 7)
;
Jud. 4• 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo. (Jud. 4)
;
Ap. 2:20• 20Mas tengo unas pocas cosas contra ti: porque permites aquella mujer Jezabel (que se dice profetisa) enseñar, y engañar á mis siervos, á fornicar, y á comer cosas ofrecidas á los ídolos. (Ap. 2:20)
;
Ap. 13:11‑14• 11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón.
12Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella; y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fué curada.
13Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres.
14Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió.
(Ap. 13:11‑14)
 It could scarcely be otherwise than that, in this prophetic narration, there should be a very distinct allusion to the uprising, and valiant resistance of the Maccabees against the cruelties and profanity of their oppressor. For there was, at least at the commencement of their rebellion, undoubted zeal for God, for His temple and for His law; and the success vouchsafed to them was great. For years they stemmed the tide of the whole power of the king of the north, and maintained, through victory after victory, their just and holy cause. All this is now a matter of history, and it is only recalled here as explanatory of the last clause of Daniel 11:34—“Many shall cleave to them with flatteries”—for subsequently to the reign of Antiochus, when Syria was torn asunder by faction and intestine discords, the Maccabean leaders were as often courted as threatened. But the reader may be reminded that while this is history, it is not only history. Antiochus himself, as again and again pointed out, is a typical personage, and many of the events connected with his reign, and especially his actings in Jerusalem, are typical, so that many of these things will be reproduced at the close. (Daniel 11 by E. Dennett)

J. N. Darby Translation

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34
And when they fall, they shall be helped with a little help; but many shall cleave to them with flatteries.